Una plataforma online gratuita da herramientas para personas que cuidan adultos mayores- RED/ACCIÓN

Una plataforma online gratuita da herramientas para personas que cuidan adultos mayores

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

En el 93% de los hogares argentinos con personas mayores que requieren de asistencia, el cuidado recae en un familiar sin formación para asistirlo.

Una plataforma online gratuita da herramientas para personas que cuidan adultos mayores

Foto: Alien Dumon

Cuidá Bien, así se llama el proyecto que ofrece capacitación gratuita a través de Internet para personas que cuidan a personas mayores. El curso en línea fue diseñado por un equipo interdisciplinario conformado por Impacto Digital, ISalud y Fundación Emergencias. A través de él ofrecen herramientas a alrededor de 1.040.000 de cuidadoras y cuidadores que en su mayoría “se dedican a esas tareas sin contar con los conocimientos para poder realizarlas de una manera saludable tanto para ellos como para las personas que cuidan”, sostienen desde las organizaciones.

¿Qué contenidos incluye Cuidá Bien? Presenta 50 minutos de información audiovisual dividida en cuatro módulos, presentados de manera sencilla, con un lenguaje coloquial pero riguroso, que permite adquirir conocimientos rápidamente.

  • El primer módulo está orientado a la adecuación del espacio, la movilidad y la higiene.
  • El segundo, a los cuidados médicos básicos y primeros auxilios en caso de emergencia.
  • El tercero está dedicado a los vínculos y desafíos emocionales del cuidado.
  • El cuarto brinda herramientas para acompañar a las personas mayores cuando salen del hogar, por un lado, y aborda sus derechos fundamentales en esta etapa de la vida, por el otro.

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Este es el primer video de la serie.

¿Por qué es importante? Según este estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina, en el 18% de los hogares argentinos con adultos mayores hay al menos una persona que tiene dificultades para realizar las actividades de la vida diaria. Y en el 93% de los hogares esas tareas de cuidado recaen sobre familiares -en su mayoría, mujeres-, y no sobre cuidadores profesionales.

Estos porcentajes ganan relevancia cuando se observa que en Argentina hay unos 6 millones de adultos mayores, lo que representa más del 13% de la población del país.

Además, estos datos no parecen ilustrar una situación circunstancial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a escala global se está dando un acelerado envejecimiento de la población que es inédito en la historia de la humanidad. De hecho, la organización destaca que entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial con más de 60 años de edad ascenderá de 900 millones a 2.000 millones. Por esta razón, distintas organizaciones nacionales e internacionales subrayan que el correcto cuidado de las personas mayores supone uno de los desafíos más importantes de la actualidad.

En ese sentido, sostiene Silvia Gascón, médica gerontóloga y directora del Centro de Envejecimiento de la Universidad ISalud, “el hecho de que puedan acceder a estos conocimientos básicos les garantiza poder distinguir entre responsabilidad y culpa, los ayuda a identificar cuándo están ofreciendo más de lo que pueden y están al borde del estrés. También, con esta capacitación, podrán desarrollar habilidades para mover, trasladar y ayudar a la persona dependiente evitando lesiones. En resumen, aprender herramientas de cuidado garantizará estándares mínimos de calidad de vida a ambas partes”.

Las consecuencias más comunes de la falta de conocimientos: caídas, problemas de higiene, depresión, maltrato o errores en la provisión de medicamentos, entre otras.

Según Silvia Gascón, “cuidar de una persona implica desafíos prácticos, pero también anímicos. De ahí que el cuidado de una persona dependiente exige no solo la voluntad de cuidar, sino saber cómo hacerlo. Es una tarea que implica un compromiso pero también un esfuerzo físico y emocional muy grande, que posiblemente se prolongue durante muchos años. Esto puede afectar a los cuidadores de diferente manera, produciendo daños a nivel corporal y psicológico”.

Tiene 93 años y crea soluciones para problemas cotidianos de adultos mayores