Una política pública articulada entre el Estado provincial y la Universidad Tecnológica Nacional ofrece capacitaciones para incluir a mujeres en un rubro que es de los que más movilizan la economía y que emplea en un 95,7 % a varones. En 2021 hubo veinte egresadas y se espera que en 2022 haya entre 80 y 100. El objetivo es generar empleo de mayor calidad e ingresos que los que les ofrece mayoritariamente el mercado laboral a las mujeres y derribar prejuicios sobre sus posibilidades en el sector. “No puedo cargar una bolsa de cemento al hombro, pero llevo dos en carretilla”, dice Constanza Rezinovsky, una de las flamantes constructoras.