RED/ACCIÓN - RED/ACCIÓN
:: Periodismo humano
Instantánea

Trump quiere migrantes calificados

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un sistema de puntos para que la concesión de la residencia permanente en su país se base más en el "mérito" profesional y menos en los lazos familiares de los inmigrantes. Consideró que el sistema actual "discrimina a los genios”. Foto: Mandel Ngan / AFP / Télam

POR QUÉ ES IMPORTANTE: hoy Estados Unidos concede 1,1 millones de permisos de residencia al año, de los cuales el 66% son permisos de reunificación familiar.

Equilibrá la Cancha

Las mujeres también juegan.

Jugadoras, entrenadoras, referís, directoras técnicas. Juegan en la A y en la B. Se disputan la Copa Libertadores, la Supercopa, la Copa América, el Mundial, y los Juegos Olímpicos. Vienen de todas partes del país y son convocadas para jugar en otras partes del mundo, desde Brasil hasta China.

Pero poco se sabe de ellas. En Wikipedia, solo se pueden encontrar 33 perfiles de jugadoras argentinas de fútbol, mientras que de jugadores hombres hay 5.343.

Este proyecto en colaboración entre RED/ACCIÓN, Economía Femini(s)ta y Wikimedia Argentina buscará visibilizar a las mujeres del fútbol argentino. Para ello, estaremos recolectando información biográfica de jugadoras, entrenadoras, referís, y otras mujeres profesionales del fútbol argentino.

Al final de este proceso de recolección, realizaremos una jornada de edición para cargar estas biografías a Wikipedia y así, de a poco, equilibrar la cancha. El evento tendrá lugar el 24 de noviembre y te podes inscribir acá.

Este proyecto es parte del Mundial de la Igualdad, una iniciativa que busca que los medios, organizaciones, clubes deportivos y marcas interesadas en el fútbol difundan, desarrollen y promuevan contenidos con una agenda social y de género más responsable.

Te invitamos a enviarnos los datos biográficos de las mujeres del fútbol que conozcas a través del siguiente formulario: 

Proponé una jugadora

Sociedad | 2 de mayo de 2019

Ilustración: Pablo Domrose

Napalpí: la masacre de indígenas por la que el Estado argentino debe rendir cuentas

En la mañana del 19 de julio 1924, un número indefinido de indígenas qom y mocoi (entre 300 y 1.000 personas, o quizás más) fue ultimado en Napalpí, una base de trabajo maderero (lo que por entonces se conocía como una “reducción aborigen”) en la provincia de Chaco, a 147 kilómetros de Resistencia. Un avión biplano Curtiss JN-90 sobrevoló la zona arrojando comida y caramelos, y cuando los indígenas salieron a recogerlos un centenar de policías y de colonos, apostados a 300 metros, les dispararon. Se cuenta que además persiguieron a los sobrevivientes para darles el tiro o el machetazo de gracia. El episodio fue tan grave como olvidado: durante mucho tiempo la policía y los jueces negaron la masacre. Pero ahora, 95 años más tarde, la verdad está saliendo a la luz. Juan Chico, un investigador de historia que sigue el rastro de ese exterminio, acaba de encontrar a quien parece ser la última sobreviviente: una mujer de entre 105 y 110 años.

“Se llama Rosa Grillo”, dice Chico, él mismo nacido en Napalpí, creador de la Fundación Napalpí (desde la que estudia la historia del sitio) y descendiente de indígenas qom. “Ella vivió toda su vida ahí, pero pocas veces había contado lo que pasó. Todos buscamos mecanismos de sobrevivencia y uno de los que encontró ella fue no mencionar la masacre de Napalpí, mirar para adelante y pensar en el futuro. Le cuesta hablar de eso porque allí vio cómo murió su padre”.

Rosa Grillo, en su casa de Colonia Aborigen (Napalpí). Foto: Jorge Tello/cortesía Fundación Napalpí

La señora Grillo recuerda el avión que arrojaba caramelos y también recuerda que cuando la gente salió, comenzaron los balazos. Mientras muchos caían, su madre y su tío la tomaron y huyeron al monte, adonde pasaron escondidos varios y días y varias noches. “Durante años, Rosa le reclamó a su madre que no la hubiera soltado para ir a ayudar al padre”, dice Chico.

El testimonio de la anciana es importante porque, desde 2014, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Chaco investiga la masacre como un crimen de lesa humanidad. El fiscal Diego Vigay busca probar que realmente hubo un asesinato en masa, tal como lo han contado durante tanto tiempo los más ancianos, y que éste se debió a la represión de una huelga general iniciada por hacheros qom y mocoi. En los mismos años en los que el movimiento obrero fue reprimido en La Forestal (en Santa Fe), en los eventos que narra la película La Patagonia rebelde (ocurridos en Santa Cruz) y en los de la Semana Trágica (en Buenos Aires), los hacheros de Napalpí pidieron una modificación en las condiciones de miseria en la que vivían y en la explotación en el obraje, y obtuvieron la represión del interventor de la provincia durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, Fernando Centeno.

Habitantes de Napalpí. Imagen histórica.

“Como no hay imputados con vida, pedimos un juicio por la verdad”, dice el fiscal Vigay. “En la Argentina ya hay antecedentes de esto: mientras rigieron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final se hicieron varios juicios por la verdad que después sirvieron para condenar a los imputados. Así se estableció el criterio que vamos a plantearle a la jueza federal Zunilda Niremperger para que convoque a un juicio oral y público. Los acusados serán los responsables de la masacre, simbólicamente ya que no están, y el Estado argentino”.

El fiscal Vigay fue a la casa de Rosa Grillo y le tomó una declaración de una hora y media. En el expediente también figuran los testimonios de Pedro Balquinta (una víctima de la masacre que declaró con 107 años) y de los hijos de otras dos sobrevivientes, ya fallecidas, llamadas Rosa Chara y Melitona Enrique. Además hay un estudio de contexto (basado en libros sobre el hecho), análisis de notas de prensa de aquella época y documentación original: el expediente policial, los informes de la Comisión Honoraria de Reducciones de Indios (del Ministerio del Interior de la Nación), los legajos del gobernador Fernando Centeno y de otros funcionarios, y el diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación. “En un mes daremos por cerrada la instrucción de la causa”, dice el fiscal Vigay.

Hoy Napalpí se llama Colonia Aborigen, aunque todos la conocen por su antiguo nombre. Es un pueblo de unos 7.000 habitantes. Tiene una escuela primaria, una secundaria, un registro civil y una comisaría. La reducción, fundada en 1911, tenía 22.500 hectáreas y en esa superficie hay ahora diez escuelas primarias y otras secundarias. Ya no se corta madera ni se siembra algodón, sino algo de sementera baja (mandioca, batata y zapallo), y se crían vacas y chivitos.

Habitantes de Napalpí. Imagen histórica.

En la memoria oral nadie duda de que la masacre haya ocurrido. Pero cuando en 1924 un fiscal quiso investigarla, fue apartado. Y otro fiscal, cercano al gobierno, tomó testimonio a los policías que actuaron ese día. En el expediente oficial, doce agentes dijeron lo mismo: que se habían acercado a la aldea y que se encontraron con unos mil indígenas armados con lanzas y Winchester. Dijeron que cuando llegaron, los indígenas respondieron con tiros y que después hubo una revuelta en la toldería, de qom contra mocoi, que dejó cuatro muertos. “Esa es la versión oficial, y la que conoció todo el Chaco, de lo sucedido en Napalpí”, dice Juan Chico, que apoya la nueva causa judicial desde su inicio. “Pero la memoria oral del pueblo cuenta que no fueron cuatro muertos y que el Estado tuvo responsabilidad. Se ha construido un relato, en la historia argentina siempre pasa lo mismo con los indígenas. Por eso hay que probar lo que pasó”.

Chico tiene 41 años. No se considera un historiador; de hecho, no completó la carrera de Historia en la Universidad Nacional del Nordeste ni tampoco la de Antropología en la Universidad de Córdoba. Pero desde hace 20 años viene investigando la masacre de Napalpí y escribió algunos libros sobre ella. “Soy, antes que nada, alguien a quien le gusta conversar con la gente”, dice. Así, conversando, logró sacar a la luz a dos sobrevivientes: Pedro Balquinta y Rosa Grillo.

Juan Chico en Buenos Aires, en abril. Foto: JS

“Cuando nosotros empezamos, la gente no quería hablar mucho del tema y algunos ancianos nos decían que dejáramos de investigar porque esas cosas ya habían pasado”, dice. “Por una sencilla razón: hubo un proceso de imposición de la historia oficial y, para sobrevivir, la gente trataba de olvidar lo que había vivido. No querían hablar por el trauma, por la falta de interés de las propias comunidades indígenas y porque vivimos en una sociedad en la que nos duelen más las heridas del blanco. Ser indígena y haber estado en Napalpí eran dos estigmas”.

Pero Chico, nacido y criado en Napalpí (sus ancestros no estuvieron allí en los tiempos de la represión) recordó aquello de “cuenta la historia de tu aldea y será universal”. Y continuó buscando.

Rosa Grillo y Juan Chico en Napalpí. Foto cortesía de Juan Chico.

Así que cuando un referente social le comentó que, camino a la ciudad de Machagai, en el Lote 40, había una señora que tenía más de 100 años, Chico quiso ir a verla. Era octubre de 2018. “A uno, por lo general, le gusta hablar con la gente grande”, dice. “En la cultura occidental se recurre a los libros; en la cultura indígena, a los viejos: ellos son nuestros libros y hay mucho para leer y para aprender de ellos”. En el primer encuentro, Chico se presentó y la señora Grillo lo recibió con desconfianza. Pero él le hablo en qom y así logró romper el hielo. “Ella no creía que nosotros fuéramos qom hasta que le hablamos en nuestro idioma”, sigue. Desde entonces, Chico suele ir a visitarla muy seguido. “Nos gusta hablar con los ancianos: es como leer y releer un libro, y encontrarle nuevos significados”.

Hace dos semanas, Rosa Grillo viajó a Buenos Aires, donde fue homenajeada en el Congreso por las diputadas Analía Rach Quiroga y Lucila Masin, y por la senadora María Inés Pilatti. Vino en avión y dijo que, si algún día vuelve a la capital, quiere volver a hacerlo volando. Camina con bastón, no usa anteojos.

Rosa Grillo en el Congreso de la Nación, en abril. Foto: Fundación Napalpí.

“Si se niegan los derechos de los pueblos indígenas y nosotros no trabajamos para revertir eso, ¿qué legado le estamos dejando a las futuras generaciones?”, dice por último Chico. “Argentina es un país joven y hay muchas historias silenciadas, y eso no es bueno para la sociedad a la que aspiramos”.

Sie7e Párrafos | 9 de mayo de 2019

Rimbaud en Java, comentado por Edgardo Scott

Rimbaud en Java
Jamie James
La Bestia Equilátera

Uno (mi comentario)

Roberto Bolaño decía que un poeta podía soportarlo todo. Y para Roberto Bolaño el ícono del poeta, e incluso de la poesía misma, era Rimbaud. El énfasis de Bolaño -tan frecuente en su retórica- señala de todas maneras una suerte de Gran Verdad: Rimbaud es a la poesía lo que Shakespeare a la literatura misma. Un misterio. Una letra única de nuestra era que todavía debemos -buscamos- descifrar. Con paciencia para presentar y despejar todos los clichés y boutades en torno al niño rey de la poesía moderna, Jamie James alumbra el centro del laberinto: su legendaria deserción, sus días en Java. Y lo que encuentra se parece bastante a las claves joyceanas del artista: astucia, silencio, exilio. Una agobiante sinceridad. La repentina intuición, el aroma justo, el latido impar, que el poeta supo seguir para sellar su experiencia y legarnos lo que sería para nosotros, hombres de poca fe, hombres sin dioses que gozan de imágenes y dinero, la poesía y también algo todavía más real: un poeta. Java es el gesto puro de Rimbaud.

Dos (la selección)

Además de ampliar el alcance de la lógica poética, Rimbaud hizo algunas innovaciones formales revolucionarias. Dos de las Iluminaciones, “Marina” y “Movimiento”, pueden ser plausiblemente considerados los primeros poemas en verso libre. Podría argumentarse en favor de las encantatorias, prosaicas Hojas de hierba, aparecidas menos de veinte años antes, pero lo mismo habría que sostener de los libros poéticos de la King James Bible (la Biblia del Rey Jacobo), a los que los extensos, restallantes versos de Whitman hacen eco de manera consciente. Sin embargo, no hay nada prosaico en los poemas de Rimbaud: son claros prototipos de la forma de verso flexible que, perfeccionada por Ezra Pound, se volvería un habla poética dominante en el siglo xx.

Tres

Tras la muerte de Rimbaud, su clarividencia e innovaciones técnicas quedaron latentes, una bomba de tiempo que explotaría en el alto modernismo de los estadounidenses instalados en Londres: Eliot y Pound. Los dislocados cambios de perspectiva y el pesimismo místico de La tierra baldía eran descendientes directos de Rimbaud, del mismo modo que los Cantos, según la frase de William Carlos Williams, se “apartan de la palabra como símbolo hacia la palabra como realidad”. Entre los últimos trabajos de Pound, que compuso en un hospital psiquiátrico de Washington, había traducciones de poemas de Rimbaud.

Cuatro

El 10 de junio de 1876 Rimbaud, un fusilero recientemente alistado en el ejército colonial holandés, se embarcó con su batallón en el velero de vapor Prins van Oranje, en el puerto holandés de Den Helder, con destino a Java. Tras una breve estadía en Batavia, capital de las Indias Orientales Holandesas, los pioupious navegaron hasta Semarang, en Java central, donde tomaron un tren hasta el poblado de Tuntang; de allí, marcharon por tierra hasta su guarnición en una ciudad llamada Salatiga. Dos semanas más tarde, el 15 de agosto, Rimbaud desertó. Nada más se sabe de su paradero hasta el 31 de diciembre, cuando se encontraba en la casa de su madre en Charleville, bronceado y con barba.

Cinco

Graham Robb computó que en los años calendario de 1875-1877 Rimbaud pasó veintiuno de treinta y seis meses en el mar o en el camino, visitó trece países y viajó más de cincuenta mil kilómetros. Verlaine describió de manera memorable a Rimbaud durante este período de su vida como “el hombre de suelas de viento”. ¿Qué lo hacía correr a Rimbaud? Las simples ganas de conocer mundo no explican por entero por qué se escapaba apenas aparecía, por tenue que fuera, la posibilidad de permanecer en un lugar. Todo el que estudia la vida de Rimbaud contempla razones estéticas, políticas y psicológicas para su extraordinaria inquietud, pero al menos en parte puede haber estado motivada por una simple razón existencial: era un fugitivo de la justicia. No había computadoras para escanear pasaportes en las fronteras nacionales, ni registros de huellas digitales; pero si la policía militar holandesa hubiera dado con él le habría puesto el grillete con bola.

Seis

La afinidad entre Rimbaud y Sukuh es mi propia fantasía; es un lugar que me gustaría, en vano, que hubiera visto, como si se tratara de un amigo de mi país que visita Indonesia durante las vacaciones. Aun así, en su subrepticio paso por Java, Rimbaud estaba inmerso en un paisaje dominado por el Islam. Era un viaje que, como estaba bien al tanto, seguía una tradición inaugurada por poetas franceses anteriores a él. El orientalismo tiene ahora mala reputación, gracias principalmente al libro de ese título de Edward Said, publicado en 1978, que tiene como premisa básica: “Oriente fue casi una invención europea, y ha sido desde la antigüedad un sitio de aventura, de seres exóticos, memorias y paisajes evocadores, experiencias notables”. Said argumenta que este mundo de fantasía fue creado para justificar las pretensiones europeas de superioridad cultural y hegemonía política. En la literatura europea, Oriente era un lugar mágico, más próximo al mundo de Odiseo que al mundo real, moderno.

Siete

La principal motivación de Rimbaud podría haber sido la cualidad básica que proclamaban en sus voceos los reclutadores del ejército colonial holandés: tenía “curiosidad por ver el mundo”. El sueño de otro mundo, los maravillosos lugares que había visitado por medio de su poesía mística, empezaba a disiparse o ya se había desvanecido. Acababa de empezar una búsqueda nueva. En vez de quedarse cavilando sobre “antiguallas poéticas” rodeado de exquisitas sensibilidades, se había embarcado en una misión todavía más grandiosa: saber todo en este mundo. Llegaría a dominar las lenguas modernas de la misma manera que había dominado el latín y el griego antiguo cuando era un niño prodigio, aprendería las ciencias y las técnicas de los tiempos modernos, como si se estuviera preparando para crear de cero un mundo nuevo. Vería todo por sí mismo, tal cual era.

Edgardo Scott (Lanús, 1978) es crítico, editor y traductor. Publicó entre otros los libros El exceso (2012), Luto (2017) y Caminantes (2017-2019) entre otros. Vive en París.


En SIETE PÁRRAFOS, grandes lectores eligen un libro de no ficción, seleccionan seis párrafos, y escriben un breve comentario que encabeza la selección. Todos los martes podés recibir la newsletter, editada por Flor Ure, con los libros de la semana y novedades del mundo editorial.

Recibí SIE7E PÁRRAFOS

Sobre libros y escritores. Todos los martes, por Javier Sinay.

Ver todas las newsletters

Sociedad | 13 de mayo de 2019

Foto: Policía de la Ciudad | Intervención: Pablo Domrose

Quiénes son los 46 mil prófugos buscados por la Justicia argentina

El mes pasado comenzaron a funcionar en la Ciudad de Buenos Aires más de 300 cámaras de reconocimiento facial que permitirán identificar a prófugos registrados en el sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas. En el primer día, esa tecnología permitió detener a siete personas que buscaba la Justicia. ¿Te imaginas cuántos prófugos rastrea la Argentina? Más de 46 mil. En esta nota te contamos de qué delitos se los acusa y en qué provincias los habrían cometido. También detallamos sus edades y nacionalidad.

Según datos del Ministerio de Justicia de la Nación, en el país hay un total de 46.600 prófugos: el 86% son hombres y el 14% mujeres.

¿Por qué los buscan? La mayoría está acusado de cometer un delito contra la propiedad, como puede ser un robo, hurto, estafa, extorsión o secuestros, entre otros. En segundo lugar se encuentran los delitos contra las personas, como lesiones, abusos de armas y abandono de personas, pero sin incluir homicidios, crímenes por los que rastrea a 1354 personas.

El tercer puesto es para los delitos contra la administración pública: encubrimiento, falso testimonio, evasión y cohecho. Entre los 1888 acusados por delitos contra la libertad, figuran quienes habrían cometido amenazas, violaciones de domicilio y privaciones ilegales. Los delitos contra la integridad sexual hacen referencia a violaciones, abusos, promoción de la prostitución y trata de personas.

¿En dónde habrían cometido el delito? El sistema tiene registrada la provincia donde está radicada cada causa. Casi 7 de cada 10 están en la provincia de Buenos Aires o a la Ciudad de Buenos Aires. Le siguen Misiones (5,4%), Salta (4%) y Chaco (3%).

La provincias que buscan a la menor cantidad de prófugos son La Rioja y Catamarca, donde apenas aparecen registrados 23 y 25 fugitivos, respectivamente.

¿Cuál es la nacionalidad de los buscados? El detalle de prófugos marca que los argentinos son una amplia mayoría: 3 de cada 4. El resto son principalmente de otros países América Latina. Pero hay prófugos de 97 países.

Las nacionalidades que suman más pedidos de captura son la peruana (2036), paraguaya (1651), boliviana (1191), chilena (882), colombiana (750), uruguaya (452), china (197), brasileña (187), dominicana (71) y venezolana y española (55, en ambos casos).

¿Qué edades tienen? El 27% de los fugitivos del país tiene entre 31 y 40 años. Además, existen casi 100 personas buscadas que cumplieron más de 70 años. Incluso, ocho de ellas pasaron los 100 años de edad, pero siguen en la lista debido a que no hay pruebas de su fallecimiento.

Respecto a los menores, la Justicia busca a 63 adolescentes de 16 y 17 años por haber cometido robos, homicidios o abusos sexuales.

Una línea anónima para aportar información

Salud y bienestar | 15 de mayo de 2019

Ilustración: Pablo Domrose

Las tragedias que podés evitar si tu hijo tiene educación sexual en la escuela

En la Feria de Libro que se hizo en la ciudad de Buenos Aires y terminó el lunes, se realizó una jornada sobre la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. Ante una sala llena de adolescentes, docentes, médicos, madres y padres, se analizaron los avances en la implementación de la ley tras 12 años de haber sido aprobada.

Foto: Clara Campos / Gentileza FUSA

El panel “Desafíos en la ESI: cuánto avanzamos, cuánto nos falta” sostuvo un diálogo de dos horas entre expositores y el público. Se dio una conversación sobre las principales preocupaciones que angustian hoy a hijos, hijas, padres, madres y docentes.

Y se llegó a la conclusión de que justamente la ESI tiene contenidos con los que trabajar para construir respuestas. Por eso, en esta nota te contamos cuáles son las tragedias que el acceso a una educación sexual temprana pueden evitar.

1. Niñas de hasta 10 años con hijos que no planearon

En relación al embarazo, los datos que se usan para relevar su impacto es el de hijos de niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años. Y según la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del ministerio de Salud y Desarrollo Social, “en Argentina, en 2017 hubo 94.000 nacidos vivos de madres de entre 10 y 19 años. Y de este total, 2.500 de niñas de entre 10 y 14 años”, detalló Juan Carlos Escobar, coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia del ministerio.

A esto hay que agregarle que mientras la tasa de natalidad promedio en la Argentina bajó de manera constante en los últimos 20 años (de 20,5 cada mil habitantes en 1995 a 17,3 en 2015, según el Banco Mundial), “las estadísticas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social muestran que la natalidad en mujeres menores de 19 años se mantuvo en 14% (casi 100 mil nacimientos por año) en los últimos 15 años”, según el informe realizado por FOPEA y que publicamos en RED/ACCIÓN.

Además, de las 94.000 niñas y adolescentes con hijos, el 70% de ellas no planificó el embarazo y el 70% no utilizaba ningún método anticonceptivo o se cuidaba erróneamente, según las estadísticas del Sistema Informático Perinatal (SIP), un centro de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que brinda asesoría técnica a los países de América Latina y el Caribe en el área de la salud sexual y reproductiva.

“Así queda demostrada la brecha entre querer y tener la información para implementar lo que se quiere. Es decir, tener acceso a información y a un método anticonceptivo seguro. Porque sabemos de las barreras concretas que hay en el sistema de salud para acceder al cuidado de la salud sexual y reproductiva”, sostuvo Escobar.

En ese sentido, agregó: “Otras investigaciones con las que trabajamos en el Ministerio revelan que la mayoría de los embarazos en niñas menores de 14 años son producto de abuso sexual. Esto habilitaría a garantizar la interrupción legal del embarazo, práctica que tampoco se cumple en todo el país”.

La Encuesta de Salud Sexual y Procreación Responsable, del Ministerio de Salud aporta otro dato importante: entre la población de 14 a 19 años que se manifiesta sexualmente activa, el promedio de edad de iniciación sexual es 15,5 en mujeres y 14,9 en varones.

2. Enfermarse por no querer usar o no poder comprar preservativos

“El 80% de los chicos y las chicas que se iniciaron sexualmente en 2013, según datos de la ‘Encuesta de salud sexual y procreación responsable’, usaron un método anticonceptivo al inicio de la relación sexual, y en el 90% de los casos era preservativo. De todas maneras, el reporte indica que luego discontinúan el uso”, detalló Escobar.

Durante la charla, los expositores coincidieron en que todavía hay muchos mitos en relación al uso del preservativo y es ahí donde aparece un claro ejercicio de abuso de poder por parte de los varones al no querer usarlo en las relaciones.

Foto: Clara Campos / Gentileza FUSA

“De todas maneras tanto en prácticas heterosexuales como entre personas del mismo género es una constante el uso irregular de preservativos lo que se traduce en el alto índice de nuevos casos de HIV y Sífilis”, agregó Escobar.

Es más, la información de la Secretaría de Salud de la Nación es contundente al respecto: el 98% de las personas que contrajo VIH en el 2017 se infectó mediante relaciones sexuales sin protección de un preservativo. Y 2 de cada 10 diagnósticos se dio en menores de 25 años.

Tampoco el último informe epidemiológico anual de la Secretaría de Salud deja dudas sobre la importancia del uso del preservativo: "Todos los indicadores muestran una tendencia ascendente de las infecciones de transmisión sexual (ITS), tanto en población general como en embarazadas y congénitos", anunció.

En el contexto de crisis económica actual, un aspecto no menor es el precio de los preservativos. "Nadie debería infectarse de HIV por no poder comprar preservativo", dijo Leandro Cahn, director ejecutivo de la Fundación Huésped, en el informe Al Pueblo Argentino, ¡Salud!, realizado por FOPEA. Es que “el preservativo es el único método que, usado correctamente en todas las relaciones sexuales (anales, vaginales, orales), previene las infecciones como VIH, sífilis o gonorrea, entre otras", tal como especifica la Dirección de Sida, Enfermedades de Transmisión Sexual, Hepatitis y Tuberculosis.

Foto: Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación

En ese sentido hay que saber que en la Argentina, los preservativos se entregan sin costo en hospitales, centros de salud y otras instituciones que entregan los insumos del programa nacional para prevenir las enfermedades de transmisión sexual. De hecho, la Secretaría de Salud lanzó un mapa virtual para consultar dónde se pueden retirar los preservativos gratis.

Consultá

“Que las tasas de contagio de HIV no desciendan demuestra que el acceso gratuito a los preservativos no es suficiente. Es necesario comunicar y difundir la importancia de usar preservativo y para eso ESI en el secundario es un pilar fundamental”, remarcó Escobar.

3. Empoderar a las niñas y adolescentes

Diversas investigaciones cualitativas con las que trabaja el Ministerio de Salud y Desarrollo Social dan cuenta de que un alto porcentaje de las chicas dice haberse iniciado sexualmente por pedido o insistencia de su pareja.

De allí la importancia de la construcción que cada adolescente haya hecho de su personalidad, cuánto sepa sobre sus derechos y sobre su cuerpo a la hora de hacer respetar sus tiempos y necesidades.

En ese sentido, “la ESI es la mejor forma de que niñas, niños y adolescentes conozcan sus derechos. Lejos de lo que los grupos antiderechos plantean, la ESI ofrece información segura, precisa y confiable, adecuada a cada edad, desde un enfoque de derechos humanos e igualdad de género”, sostienen desde FUSA.

Foto: Clara Campos / Gentileza FUSA


Los participantes de la charla subrayaron que la idea es que se trabaje la ESI en los distintos niveles (inicial, primaria y secundaria) y en las distintas asignaturas, tal como la Ley 26.150 detalla en su artículo 1º: todos los estudiantes "tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”.

Vale aclarar que en el nivel inicial lo que niñas y niños aprenden es a que existen distintos tipos de familias, que todas tienen los mismos derechos y que todas merecen el mismo respeto. También el vocabulario correcto para nombrar los órganos genitales y se aprende el concepto de intimidad. Es decir, la diferencia entre una caricia y un abuso. Y a decir que no frente a eso y a pedir ayuda.

En la primaria aprenden sobre los estereotipos corporales de belleza, los procesos de crecimiento, desarrollo y pubertad y a que no hay una sola forma de ser mujer o varón.

Mientras que en la secundaria a los y las adolescentes les dan contenidos sobre cómo evitar los embarazos no intencionales, cómo prevenir las infecciones de transmisión sexual y a reconocer el acoso y la violencia sexual, el abuso, el maltrato, la trata y la explotación sexual.

4. "El varón construye su identidad en oposición a las mujeres"

Por un lado, según el estudio “Ella se mueve segura” del Banco de Desarrollo de América Latina y datos del Observatorio Ni una menos, de MuMaLá, todas las mujeres encuestadas en Argentina declararon haber sido víctimas de acoso callejero por lo menos una vez.

Por otro lado, “en 2017, fallecieron 3.200 chicos y chicas de entre 10 y 19 años en nuestro país, según la DEIS, y 59% de esas muertes fueron por causas externas (accidentes, homicidios y suicidios). Y de los adolescentes muertos por estas causas, es decir por causas violentas, 80% son varones”, detalla Escobar.

Juan Carlos Escobar. Foto: Clara Campos / Gentileza FUSA

Para trabajar ambos problemas “es necesario que la ESI ayude a pensar nuevas reconfiguraciones de la masculinidad”, sostiene el funcionario. Y explica: “Somos criados bajo un orden social de género donde los varones históricamente tuvimos mayores privilegios que las mujeres y donde se pone en juego una simetría de poder de unos sobre otras. Con mandatos de ser fuertes, aguerridos, valientes, no llorar, tener varios mujeres, tener un buen rendimiento sexual”.

Estos mandatos, continua Escobar, “son los que habilitan, hacen que los varones aprendan que el cuerpo de las mujeres está para disfrute y goce de él, independientemente de lo que ella pueda querer. Así también el varón construye su identidad en oposición a las mujeres y hacia otras masculinidades o identidades disidentes que no se ajusten a ese modelo hegemónico. Y esta construcción también se traduce por ejemplo en las formas violentas de socialización y en la cantidad de muertes por causas violentas”.

En los últimos años tanto el feminismo como el movimiento de las mujeres ha ido cuestionando este modelo de masculinidad. Un ejemplo de esto puede ser lo que viene sucediendo en relación a los escraches en las escuelas donde un grupo de chicas deja expuesto a un varón que ha realizado un acto abusivo.

“Más allá de este modo punitivista de resolución de los conflictos puede resultar en un aprendizaje sobre lo que no hay que hacer, sobre la impunidad”, resalta Escobar. Y agrega: “Pero los escraches también dejan al descubierto la ausencia de los adultos en el acompañamiento para la resolución de estos conflictos. Los adultos dejaron en manos de los chicos la resolución del problema, cuando deberían haberlos guiado desde los contenidos de la ESI”.

En esa línea, el especialista sostuvo que es necesario ofrecer otras propuestas de masculinidad, respetuosas del otro, que no se anclen en asimetrías y “eso se puede dar únicamente a través de una construcción conjunta”.

5. Aprender que "todos somos diversos"

Desde el Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia destacan que diversos estudios realizados tanto en nuestro país como en otros países dan cuenta de que la orientación sexual y la identidad de género es una de las principales causas de discriminación y hostigamiento en las escuelas. Y donde muchas veces ese hostigamiento no proviene de alumnos y compañeros, sino de adultos y docentes.

En Argentina, la organización 100% Diversidad y Derecho hizo una encuesta en la que el 100% de los chicos que se auto perciben por fuera del binomio varón/mujer, escuchó comentarios despectivos en la escuela. El 70% provenía de los alumnos y un 30% de los docentes.

Foto: Clara Campos / Gentileza FUSA

Por eso, sostuvieron los participantes de la charla, "es necesario que hoy la escuela enseñe los distintos cuerpos, el cuidado del propio cuerpo y el de los demás y cómo tener una relación placentera con el propio cuerpo y el de los demás”.

En ese sentido, la ESI es clave para el aprendizaje de que “todos somos diversos y de que por lo tanto nuestra sexualidad o nuestras prácticas sexuales son diversas. Y que un punto de respeto hacia esa diversidad es clave para la convivencia”, profundizó Escobar.

Adolescentes que dicen #QuieroESI

En Argentina hay unos 7 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años.

Luego del panel realizado en la Feria del Libro, se presentó la campaña #QuieroESI con la que distintos organismos públicos y privados con la participación de adolescentes buscan derribar mitos e información falsa que grupos y personas difunden sobre la ESI, un tema sobre el que los periodistas de Chequeado trabajaron especialmente a fines del año pasado.

Desde FUSA explicaron que esta información no veraz generar temor y confusión entre alumnos, alumnas, familias y docentes. Por eso, tras las exposiciones de los panelistas se sumaron a la charla Agustina Vacanni, Lara Nahir y Santiago Rodríguez, protagonistas de los spots que presentaron junto a Tadeo Ríos Dávila.

En los 4 videos, los y las adolescentes comparten información clara y sencilla sobre los contenidos que brinda la ESI, las diferencias de lo que se enseña en el nivel inicial, en el primario y el secundario, cuáles son los mitos y datos falsos que circulan.

Pero esta no es la única experiencia en la que los jóvenes trabajan contenidos sobre ESI. Estudiantes de la escuela secundaria Nº 14 de La Plata elaboraron el manual ¿Dónde está mi ESI? de educación sexual de las y los chicos para las y los chicos.

Si bien 12 años parece mucho tiempo, para Escobar no es tanto: "Los cambios que hay que generar son muy profundos. Las instituciones y la sociedad necesitan tiempo para incorporar marcos normativos y nosotros debemos trabajar para ayudar a lograrlos”.

Vida Cotidiana | 22 de mayo de 2019

Ilustración: Jaime Jacob/The New York Times

Cómo criar niños empáticos: hablá sobre discriminación

Muchos padres tratan de evitar hablar del color de piel, la identidad de género, el nivel de ingresos u otras diferencias entre las personas, creyendo que si exponen a sus hijos a la diversidad sin hacer gran cosa al respecto, sus hijos crecerán sin prejuicios.

Pero la investigación ha demostrado que eso no es cierto. Incluso los niños en edad preescolar ven diferencias y también tienen prejuicios. Cuando los adultos no hablan con los niños al respecto, puede empeorar las cosas: los niños terminan absorbiendo los estereotipos sociales o asumiendo que es un tema tabú.

Para las familias de color, estas conversaciones suelen comenzar mucho antes por necesidad, dice Dawn Dow, socióloga de la Universidad de Maryland que estudia etnia y familia. Los padres tratan de proteger a sus hijos del racismo y se aseguran de que estén expuestos a personas como ellos.

Aseguráte de tener estas charlas difíciles, dicen los investigadores. Hablá de temas como la raza. Hablá con ellos sobre el hecho de que el racismo existe; que a los niños y las niñas no siempre se les ha permitido hacer las mismas cosas; que las diferentes familias tienen diferentes niveles de recursos; que los cuerpos de las personas son de formas y tamaños únicos; que las familias se componen de diferentes combinaciones de personas.

No silencie a los niños cuando comenten sobre el color de la piel, o salteé las partes en los libros cuando los personajes se enfrentan a la discriminación: estos son los momentos de aprendizaje. En cambio, hable sobre la discriminación y por qué está mal. Si hacen un comentario en público, los expertos sugieren decir algo como: "Sí, las personas vienen en diferentes colores de piel, como vos y yo tenemos diferentes colores de cabello".

Diversificá su dieta mediática, no solo con historias de personajes históricos, sino también con niños de color "haciendo cosas normales, disfrutando de sus vidas", dice Dow y da como ejemplo la caricatura de Nick Jr. "Dora la exploradora" y el libro "Lola en la biblioteca".

"Les preocupa que hablar de diversidad y racismo hará que sus hijos sean racistas", dice Jessica Calarco, socióloga de la Universidad de Indiana, sobre los padres. "Pero eso no es lo que muestra la investigación. Los niños que tienen esas conversaciones abiertas y honestas con sus padres pueden reconocer mejor las desigualdades estructurales que existen en nuestra sociedad".

© 2019 The New York Times

Opinión | 23 de mayo de 2019

Foto: The Conversation

Así benefician las relaciones sociales a las personas mayores

El envejecimiento de la población constituye uno de los mayores retos del siglo XXI.

Vivir durante más tiempo es un indiscutible logro fruto del desarrollo de nuestra sociedad. España será el país más longevo del mundo para el año 2040, por delante de Japón. El porcentaje de europeos octogenarios se duplicará para el año 2080, constituyendo alrededor del 12% de la población.

Ante este escenario, la Unión Europea, en el Marco de Acción Europeo sobre Salud Mental y Bienestar, reconoce el derecho de las personas de edad avanzada a tener una vida plena y a su integración efectiva en la sociedad actual.

En esta misma línea, la Organización Mundial de la Salud recoge, en su Estrategia y Plan de Acción Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud 2016-2020, la necesidad de la promoción del bienestar en las personas de mayor edad, la cual debe constituir un aspecto prioritario de la agenda social pública.

Funcionamiento social de los mayores

A lo largo del ciclo vital se producen diversos cambios en nuestras vidas (jubilación, limitaciones funcionales o pérdidas emocionales) que afectan a nuestras relaciones sociales y determinan nuestro funcionamiento social: las personas de edad avanzada suelen tener una menor frecuencia de contactos en comparación con personas de menor edad; el tamaño de su red social se reduce significativamente y la familia más cercana se convierte en la principal, y a veces única, fuente de apoyo.

Asimismo, se observa una tendencia creciente en el número de personas mayores de 80 años que viven solas en su hogar, particularmente en mujeres. En consecuencia, las personas de edad avanzada muestran un mayor riesgo de aislamiento social y soledad.

Este aislamiento social, entendido como una ausencia de relaciones sociales significativas y sostenidas en el tiempo, junto con un aumento de soledad no deseada, se han asociado en numerosos estudios con un peor estado de salud, depresión, deterioro cognitivo, e incluso una mayor probabilidad de muerte prematura.

En el lado opuesto, sabemos que las personas mayores se involucran en actividades formales (por ejemplo, voluntariado) y se comprometen con su comunidad (por ejemplo, a través de reuniones vecinales) en mayor medida que personas más jóvenes.

En esta etapa de la vida, las relaciones sociales predominan por su calidad más que por su cantidad y la reciprocidad adquiere un mayor valor.

“La soledad es lo peor”

María, 85 años, viuda, vive sola en una gran ciudad:

“Una de las cosas fundamentales es la socialización, poder comunicarte con otros. Lo de la soledad es lo peor [que te puede pasar]”.

María es una de las participantes del proyecto europeo EMMY, un estudio que ha explorado los aspectos que más influyen en el bienestar subjetivo de las personas de edad avanzada. A través de diversos grupos focales, más de un centenar de individuos mayores de 80 años, procedentes de España, Italia, Noruega y Finlandia discutieron sobre sus experiencias acerca del bienestar.

Los participantes lo tienen claro: las relaciones basadas en la confianza mutua, la pertenencia y las experiencias compartidas son claves para su bienestar.

Las interacciones con la familia más cercana son consideradas esenciales para el bienestar, puesto que generan sentimientos de aprecio, conexión y apoyo.

Durante esta etapa vital es también fundamental estar rodeado de amigos de confianza y compartir actividades con personas de su misma edad, particularmente ante la ausencia de vínculos familiares.

Calidad, mejor que cantidad

Asimismo, la participación social es determinante. Ser una persona socialmente comprometida y participar en la comunidad promueve el sentido de competencia y pertenencia al grupo, la comunicación y fomenta la autoestima. Este trabajo confirma que la calidad y la robustez de la red social son mucho más importantes para el bienestar que el tamaño y las interacciones sociales en personas de edad avanzada.

De acuerdo con la teoría de la selectividad emocional, los objetivos orientados al presente adquieren mayor valor cuando el tiempo se percibe como limitado. Así, a medida que envejecemos, las personas prestan más atención a la calidad emocional de los intercambios sociales y descartan aquellas relaciones que tienen menos probabilidades de ofrecer la reciprocidad esperada.

El desarrollo y la implementación de diferentes acciones que incluyan espacios accesibles para la participación en la comunidad y el mantenimiento de las relaciones sociales, especialmente en aquellos individuos con una red social limitada o que reporten sentimientos de soledad, pueden fomentar el bienestar entre la población de edad más avanzada.

Las actividades dirigidas al fomento de la participación en actividades sociales no solo facilitan el acceso a la red social, sino que impulsan el intercambio de conocimiento, mejoran nuestras habilidades lingüísticas y estimulan la plasticidad cerebral.

© The Conversation. Republicado con permiso.

Harvard Business Review | 31 de mayo de 2019

El costo de tener una postura

¿Qué sucede cuando los CEOs hablan sobre temas polémicos o incluso disienten directamente con el presidente del país donde operan? ¿Sus compañías sufren consecuencias sostenidas? ¿Boicots? ¿Los clientes abrazan con mayor entusiasmo estas marcas?

El precio de las acciones es una medición para evaluar qué tan dañino o beneficioso podría ser financieramente el tomar una postura. Para explorar la conexión entre los actos de los líderes y el desempeño de las acciones, observamos a más de una docena de compañías estadounidenses cuyos CEOs declararon públicamente una posición en temas que van desde leyes estatales hasta la política federal respecto a los migrantes. Reunimos datos diarios del cierre del precio de las acciones a lo largo de un periodo de cuatro meses, desde 2 meses antes de la declaración de cada CEO hasta dos meses después, y mapeamos el cambio porcentual en el desempeño de las acciones. A continuación, comparamos los resultados de las acciones con los precios de cierre de la bolsa de valores en la que participan.

La mayoría de las compañías no vieron un ascenso o caída sostenida en el precio de sus acciones tras la declaración pública del CEO. Entre aquellas que sí lo experimentaron, la mayor parte vieron que el precio regresó a sus niveles previos antes de dos meses.

Las acciones que observamos generalmente siguieron las alzas y caídas del mercado, sugiriendo que las fluctuaciones tras la declaración del CEO estuvieron seguramente asociadas con factores económicos normales. Encontramos algunas excepciones: Por ejemplo, la posición de Comcast en apoyo de los “Dreamers” en septiembre del 2017, fue seguida por una drástica caída en el precio de las acciones, incluso aunque el índice Nasdaq se elevó. (Sin embargo, el apoyo de Microsoft hacia los "Dreamers" ese mes no estuvo asociado con una caída en el precio de sus acciones o una divergencia respecto a las tendencias generales del mercado).

Ciertamente, el mercado es una máquina compleja, con muchos factores que influyen en el precio. Sin embargo, los datos sugieren que evitar el activismo de los CEO por miedo a que el desempeño de las acciones se vea afectado, podría ser un error.

Scott Berinato es un editor senior y Gretchen Gavett una editora asociada senior en Harvard Business Review.

©HBR, distribuido por The New York Times Licensing Group

Salud y bienestar | 31 de mayo de 2019

Ilustración Pablo Domrose

El hombre que viajó a Guinea y terminó con la ceguera de 200 personas en cinco días

Hace poco más de un mes el oftalmólogo Gustavo Goldman volvía a Buenos Aires desde Conakri, la capital de Guinea. Al país africano había viajado con la expectativa de devolverle la vista a personas que sufrían cataratas en los ojos, pero no imaginaba el impacto que iba a tener su visita: operó alrededor de 200 personas en cinco días.

En el consultorio del oftalmólogo de 52 años, ubicado en el barrio porteño de Belgrano, hay fotos enmarcadas de un viaje anterior a Salta. Allí se ven rostros de alivio y sorpresa de personas que tras una cirugía de diez minutos pudieron recuperar la visión.

Ansiedad y nervios fueron los sentimientos que habitaron a Goldman los meses previos a viajar al país africano. Entre los preparativos, tuvo que ir varias veces al centro médico para darse todas las vacunas necesarias: fiebre amarilla, neumococo, fiebre tifoidea, tétanos y difteria, entre otras.

La reconocida oftalmóloga española Elena Barraquer fue quien lo convocó a participar de la misión, luego de conocerlo en agosto de 2018 en una jornada en Salta, donde operaron 450 personas en el hospital Materno Infantil de esta ciudad. De aquel viaje participaron 12 médicos especializados en cirugía oftalmológica. Barraquer lleva adelante distintas misiones humanitarias y viaja seis veces al año a África para operar cataratas, la primera causa de ceguera en el mundo.

“Cuando Elena me escribió para preguntarme si estaba dispuesto a viajar a Guinea. Le dije que sí, sin saber a dónde iba”, cuenta Goldman.

Desde Argentina, Goldman viajó hasta Barcelona con una instrumentadora. Allí se reunió con el resto del equipo: Elena, como cirujana; una instrumentadora más; una oftalmóloga; un anestesista; dos ópticas que llevaban anteojos; cinco personas que ayudaron a preparar a los pacientes y esterilizar los materiales; y dos referentes de la empresa Coca Cola, que sponsoreaba la misión. En relación al equipo de 14 personas con el que viajó, Goldman dice que los unía un objetivo en común muy fuerte: mejorar el mundo.

Goldman se hizo cargo del costo del pasaje hasta Barcelona y la Fundación Elena Barraquer le proveyó el resto. “Algunos me cuestionan: ‘cómo vas a poner plata para ser voluntario’. Yo les digo que la alegría que siento cuando logro que uno de mis pacientes vuelva a ver es tan grande, que pago con gusto. Si uno puede hacerlo, ¿por qué te lo vas a privar?”, enfatiza el oftalmólogo argentino.

El sábado 13 de abril, el equipo llegó a Conakri. Al día siguiente, fueron al centro médico Les Flamboyants para preparar el quirófano. El recorrido del hotel al centro de salud era de alrededor de 30 minutos. “Por la ventana se veía todo tan pobre y eso que yo me moví solo dentro de la capital”, describe Goldman.

En el centro de salud no había luz constantemente. Al llegar, prendían el generador, pero de todas formas se cortaba dos o tres veces por día. Advertido, el equipo, contaba con un generador propio que dura cinco minutos, tiempo que les permitía terminar una cirugía, que ya se había comenzado. El centro de salud estaba formado por cinco habitaciones y solo dos tenían aire acondicionado. Esa semana el promedio de la temperatura fue 35 grados.

El espacio, que estaba estipulado para operar, lo encontraron con cosas tiradas por todos lados. Hubo que limpiar todo. “Allí, había cortinas y lo quirófanos no pueden tenerlas porque juntan mugre. Incluso, las camillas se movían. De todas formas, la esterilidad del instrumental era impecable y los elementos que usamos eran de lo mejor, los mismos que hay en la mejor clínica. Tecnológicamente lo que se usaba para operar estaba bárbaro. Todo se llevó desde España”, cuenta Goldman.

En general, la atención de la salud pública en Guinea es insuficiente, la falta de financiación, la falta de equipos modernos, la falta de instalaciones es lo habitual.  “Con este proyecto llegamos a personas que no tienen ningún tipo de acceso a la medicina y mucho menos a la oftalmología”, enfatiza Goldman

De lunes a viernes, el equipo repetía una rutina muy intensa. Se levantaban a las 6.30, una hora después salían y a las 9 Gustavo y Elena comenzaban a operar. “Parábamos solo para comer e ir al baño. Durante doce horas todo era operar, operar y operar. Incluso, me paspé las piernas de estar sentado durante tanto tiempo. Lo primero que hacía cuando terminaba una jornada era abrazarla a Elena, la felicitaba y ella a mí. Abrazaba a las instrumentadoras y enseguida nos subíamos al auto para volver al hotel. Así como estábamos comíamos y nos íbamos a dormir”, recuerda Goldman.

El 30% de los pacientes no hablaba francés. Se comunicaban con su dialecto y tuvieron que ir acompañados por un intérprete. Por el grado de abandono, eran todas cirugías que son consideradas complicadas. No eran personas que veían poco, en la mayoría de los casos estaban casi ciegas. Entre Elena y Gustavo operaron 400 personas en cinco días.

“Trabajé tanto que no pude intercambiar mucho con los pacientes, pero cada día cuando llegábamos, la gente nos demostraba su agradecimiento”, comenta.

Los pacientes que operó Gustavo tenían de 25 años para arriba. Recuerda que atendió a una señora de 92 años, que pasó de depender de su bastón a ser autoválida. Además, tras la operación pudo conocer las caras de las personas que la rodeaban.

El viaje transcurrió durante las pascuas judías y a Gustavo eso le generó cierto remordimiento. “Es la primera vez que no compartía esta festividad con mis tres hijos y con Marcela, mi mujer. Les pedí perdón por no pasar Pesaj con ellos. Los chicos me dijeron que les parecía mucho más importante lo que estaba haciendo en África, que me quedara allí sentado”, relata.

Como Gustavo es hincha de River quiso llevar su pasión al viaje. Pidió camisetas en el club y a la gente joven que operaba le regalaba una.

El sábado 20 de abril se desmontó la sala que habían preparado para operar y esa noche se volvieron a Barcelona. Luego, Gustavo voló a Buenos Aires. Al pensar en toda la experiencia, Goldman siente que se volvió a recibir de médico oftalmólogo.

“A lo largo de mi carrera, operé muchos casos complicados, pero nunca tantos juntos en tan poco tiempo. En mi consultorio, me puede tocar uno al mes. En Guinea eran 40 en un día”, reflexiona.

Al comparar la experiencia en Conakri con su última experiencia de voluntariado en Salta, Goldman señala que mientras en Argentina eran 12 cirujanos, en Guinea eran solo dos. Además en Salta pudo interactuar más con la gente porque había cuatro camillas, con lo cual se turnaban para operar y tenían más tiempo para descansar.

Los últimos siete años, Goldman realizó entre uno y dos viajes al año a nivel local. En 2012, a través de Fundación Judaica, se armó un equipo de profesionales de la salud para atender en forma gratuita en distintos pueblos de Entre Ríos y Santa Fe. En esos lugares, la asistente social conoce a todas las personas y te cuenta la historia de cada uno. Recuerdo el caso de una chica que hablaba muy poco y el comentario en el pueblo era que no le daba la cabeza. Cuando la pude atender y le mostré las letras, no contestaba nada. Enseguida me di cuenta de que su problema era que no veía. Con un anteojo sencillo a esa chica le cambió la vida”, relata Goldman.

La intención de Goldman es seguir replicando la experiencia en Argentina y volver a algún país africano el año que viene. Después de la experiencia en Salta, el oftalmólogo trató de operar cataratas en otras provincias, pero no siempre encuentra predisposición para poder llevar adelante la misión.

“Está buenísimo viajar a África y dejar un granito de arena, pero es fundamental seguir acercando a las comunidades más vulnerables de mi país la posibilidad de operarse. Quiero motivar a más gente en el ámbito de la oftalmología para que me acompañe”, reflexiona. Goldman cita a Barraquer para transmitir su idea:  “Si cada oftalmólogo del mundo pudiera cooperar una semana en el año acabaría la ceguera evitable. Podríamos erradicarla”.

Sociedad | 7 de junio de 2019

Intervención: Pablo Domrose

De qué hablan los jóvenes presos cuando alguien está dispuesto a conversar con ellos

— ¿Qué es un regalo?

— Volver a mi casa. La libertad.

— ¿Qué es tener acceso?

— Uno puede tener acceso a la tele, al microondas. El acceso es poder.

— ¿Qué es un arma?

— Una herramienta de trabajo, como una lapicera.

***

Como hay sol, los jóvenes del pabellón C deciden hacer el taller en el patio. Llevan la mesa de plástico y van acomodando las sillas. Sirven la gaseosa que trajeron Maia Grinspun y Gino Belsito, los referentes de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) que llevan adelante el programa Probemos Hablando. Esta iniciativa, que lleva la cultura de la palabra y el diálogo al ámbito carcelario para resolver conflictos sin violencia, se implementa en el Complejo de Ezeiza y en Marcos Paz, ambas prisiones federales.

Los coordinadores del taller tratan de no preguntar a los jóvenes por qué llegaron ahí. Así es más fácil trabajar. De todos modos, entre las charlas, algunos cuentan el motivo por el cual están presos.

La mitad de estos jóvenes están procesados y la mitad condenados, y el promedio de las condenas suele ser de ocho años. Algunos tienen condenas cortas, pero se encuentran en este pabellón porque vienen de detenciones previas. Lo más habitual es que estén ahí por robo con arma de fuego, también hay quienes cometieron secuestros. Casi siempre delinquen con al menos un compañero.

Cuando me contaron sobre la iniciativa, me costaba creer que fomentando círculos de diálogo se podía romper con ciertas lógicas de la cultura carcelaria. ¿En un contexto de encierro qué tipo de conversaciones se pueden dar para reducir la tensión?

***

Desde hace dos años, todos los lunes y jueves el equipo encargado del programa Probemos Hablando se reúne a las 9.30 en Rodríguez Peña 90, donde los espera una combi que los lleva a Marcos Paz. El lunes pasado me acerqué a la zona del Congreso para ser testigo de la jornada. Entre mate y galletitas recorremos los 55 kilómetros hasta la Unidad Residencial I del Complejo Federal para Jóvenes Adultos en Marcos Paz, donde hay 412 presos. Durante la hora y media del viaje, el equipo va planificando las actividades o piensa en disparadores que puedan ayudar en el taller. “¿Qué te parece este video?” “Primero podemos pasar la canción y después repartimos la letra? “¿Quién me acompaña para charlar sobre género?”

Parte del equipo de la Procuración
Penitenciaria de la Nación

Llegamos a las 11.30 a la entrada del Complejo Penitenciario Federal II Marcos Paz y desde una cabina nos piden los documentos de identidad. Allí, se los quedan y nos entregan unas tarjetas verdes que en letras negras mayúscula dice “VISITANTE”. Luego se pasan por el scanner las bolsas con materiales para las actividades, galletitas y bebidas.

En la entrada del Complejo de Jóvenes Adultos nos espera el encargado de coordinación de programas de tratamiento, Julián Vásquez. Allí, los siete referentes de Probemos Hablando se dividen en tres grupos y cada uno va a un pabellón distinto. Acompaño a Maia y Gino al pabellón C, catalogado como de máxima seguridad.

Mientras esperamos para ingresar al pabellón, Alberto Volpi, integrante de la PPN comenta: “Pensamos que la pelea y violencia entre presos es un problema y el Estado es responsable de eso. No puede mirar para otro lado. Nosotros nos acercamos a hablar y se va generando un lazo afectivo que los hace sentir valorados. Para algunos pibes es una novedad. Primero, se van enganchando con una persona y después compran el programa”. Sigue: “Concebimos a la palabra como una herramienta de derecho. En este espacio no se juzga lo que se dice. Nosotros hacemos preguntas que abren nuevos disparadores. No tenemos la verdad de ningún tema. También es importante fomentar que entre ellos se conozcan más porque así se humanizan”.

Antes de entrar, Vásquez comenta que Martín (para preservar la identidad, los nombres de los detenidos son ficticios) quiere dialogar con los referentes y los espera a todos en un aula que está fuera del pabellón. Allí nos avisa que “los pibes no quieren salir al aula”. Prefieren participar dentro del pabellón, porque salir implica la requisa. Tras este aviso Maia, Gino, Martín y yo entramos al pabellón donde hay 11 jóvenes más de entre 18 y 20 años. Tras la puerta de rejas hay un pasillo largo, donde están las celdas individuales, un espacio común con paredes de hormigón, donde se ve una inscripción que dice “libertad” y un patio cuadrado con una soga que lo atraviesa, que se usan para colgar la ropa.

Nos saludamos, me presento y les cuento que voy a observar la dinámica. No quiero interrumpir su espacio. Sin embargo, a lo largo de las dos horas y media que compartimos una y otra vez me invitan a participar de su actividad. Probemos Hablando, nos involucra a todos los que estamos ahí.

Gino abre la charla planteando que la semana que viene van a tener un espacio de diálogo con el servicio penitenciario. Repasa una lista con temas que se habían planteado como problemas en algún encuentro anterior. Un tema que les preocupa, en general, es el tiempo que les dan para las visitas. Muchas veces a sus familiares los hacen esperar mucho tiempo y luego pueden compartir con ellos solo un ratito. Otro de los puntos tratados es que los espacios son chicos, les falta el aire y están sucios. “Mandan a limpiar a los fisuras (presos sin códigos) y nunca limpian”.

De la charla, sale el tema del teléfono y ahí queda en evidencia la fragilidad de las relaciones y como están susceptibles a las peleas ante temas banales.

— Un teléfono en el pabellón es para problemas —dice Lautaro.

— ¿Realmente es para problemas? —cuestiona Gino.

— Mirá si me llaman a mí y lo atiende otro.

— Te tienen que avisar que el llamado es para vos. Algunos pueden no tener tarjeta y necesitar el teléfono.

— Si otro atiende mi llamado lo cago a puñaladas: ¿qué hacés atendiendo mi llamado?

Luego se conversa sobre la educación y el trabajo. Dicen que trabajan cuatro horas por $172. “El encargado de trabajo se hace el piola. Trabajamos por una re miseria y no podemos descansar ni 10 minutos”, se quejan. “Cuando hacíamos un re bondi (lío) nos sacaban cuatro veces a la semana a trabajar. Ahora que hacemos las cosas bien, nada”. Gino comenta: “Ese es un buen tema para plantear la semana que viene cuando estamos nosotros”.

Una actividad especial del Programa Probemos Hablando.

De fondo suena la canción Corazón mentiroso de Karina, la princesita. Las conversaciones con los jóvenes detenidos resultan por momentos animadas y ofrecen la oportunidad de “salir del encierro”. Ya se los ve más relajados. Algunos están muy compenetrados con la charla y otros van y vienen.

Maia y Gino cambian la dinámica y proponen empezar con el taller Dar de Vuelta, que consiste en la aplicación de un dispositivo diseñado por la Subsecretaría de Promoción de Derechos Humanos de la Nación. Gino pone un mazo sobre la mesa. Cada carta tiene una pregunta y antes de levantarla hay que elegir si la responde el que la agarra u otro.

“¿Qué es la tensión”, dice la primera. “Es picante esa pregunta”, enfatiza Martín. “En la cárcel hay mucho de eso”, asegura Lautaro. Las preguntas más relacionadas con el delito se llevan las respuestas más cortas. Las conversaciones más largas se dan con preguntas sobre temas de actualidad o cotidianos.

Herramientas del taller Dar de Vuelta

— ¿Qué considerás familia?

— A los muchachos. A mis compañeros. Los conozco hace un montón, son mi rancho —dice Lautaro, señalando a los dos jóvenes que robaban con él fuera de la cárcel.

—  Tengo una contundente. Una picante. ¿Cómo insinúas que querés tener sexo? — dice Martin y deja entrever la sonrisa pícara, típica de la adolescencia.

—  Cuando estaba en la calle, mandaba un mensaje y decía ¿vamos a vernos? Y ahí quedaba explícito.

—  Yo mandaba el emoticón del telo.

— ¿Vamos a mi casa a ver una peli? Es la mejor. No lo decis, pero lo insinuas.

—  ¡Cómo picó esta pregunta!. Vamos con otra: ¿Qué es la violencia de género? — señala Gino.

— Violencia física, verbal y psicológica hacia las mujeres.

— Este pibe también está sufriendo violencia de género. Cuando viene la mujer le pega y este se queda ahí.

— Mi mamá y su pareja se mataban entre ellos. Pero se seguían amando y siempre volvían— cuenta Martin. Ante esa respuesta me pregunto cómo hubiese sido su infancia y adolescencia si él hubiese tenido herramientas para entender que esos golpes no eran amor. La mayoría de estos jóvenes vienen inmersos en situaciones violentas ya desde chicos.

Con esa pregunta, el juego empieza a cerrarse porque el guardia penitenciario se acerca para avisar que en unos minutos tenemos que irnos. Ya son las 14.15.

***

“Hace 22 años que trabajo en el servicio penitenciario y nos damos cuenta que tenemos enormes falencias. Muchas cosas no funcionan como deberían y lo comprobamos con los indicadores de reincidencia. Necesitamos otros actores sociales que vengan desencajados de la mirada pura del penitenciario. Estamos evolucionando, pero a veces nos vemos limitados por la seguridad. El contexto de encierro es muy difícil. Para ellos y para nosotros también. Son convivencias complicadas y hay que tratar de reducir las peleas”, comenta Alejandro González, director de la unidad de jóvenes adultos y quien nos invitó a su oficina para conversar. Desde Probemos Hablando también se generan espacios para que los guardias puedan expresarse sin ser juzgados.

González considera que acercarse a los detenidos es muy importante. Enfatiza: “Ellos están en un postura muy inamovible. Dicen 'Yo con la gorra, ni ahí'. Desde el programa promovieron que nos podamos sentar a hablar con ellos y eso nos ayuda un montón. Ver a tal o cual detenido fuera del personaje que ocupa dentro de la cárcel es genial”.

En este sentido, la integrante de PPN Rocío Mateos expresa que para los jóvenes, la imposibilidad de acceder a los que toman decisiones es una fuente de estrés, bronca y llegado el punto, de violencia. “Por más que se les diga que no, recibirlos es una manera de distender la situación”, explica.

González piensa que el deseo de la mayoría de los penitenciarios es que los pibes que salen no vuelvan.“Salen de acá contaminados. Se van a la calle y vuelven más contaminados. Es un círculo vicioso que no se acaba nunca. Nosotros somos penitenciarios y no podemos solucionar lo que falló todo el sistema social dentro de un marco de violencia”, reflexiona.

***

Me acerco al pasillo donde están las celdas para conversar con Cristián, un joven de 20 años que hace dos años que está en Marcos Paz. “Con los pibes ya nos conocemos, podemos hablar entre nosotros. Con los guardias no se habla, bah, lo justo y necesario. Y con los chicos del taller es diferente. Se puede hablar mejor. Hay otro tipo de diálogo. Hablar con un preso no es lo mismo que con una persona que viene de afuera. Te dan más ganas de saber un poco más. Es más interesante”, cuenta.

Cristián asegura que Probemos Hablando mejoró el clima en el pabellón porque ayuda a desenvolverse mejor. “Me hace bien sacar las cosas para afuera. En la cárcel te guardás mucho rencor. Pero cuando hablas con alguien como Gino que te dice 'quedate tranquilo que todo pasa, todo tiene su lucha', eso me ayuda. Todos los lunes y jueves limpiamos y dejamos todo acomodado para que ellos se sientan bien. No cualquier persona entra a un pabellón”.

En dos meses, Cristián cumple 21 y tiene que cambiarse de penal. En principio, dice que va a ir a Ezeiza. Todavía le quedan 10 años más en prisión. Admite que en otros pabellones no se habla. “La violencia siempre va estar en la cárcel”, agrega. “Hablamos poco de lo que hicimos. Cada uno sabe por qué está acá. Me faltan muchos años para volver a mi casa. Es triste. Hay que seguir adelante, no podés bajar los brazos en esta instancia. A nadie se le puede negar una oportunidad más”, enfatiza.

Maia y Gino me esperan para salir. Saludamos a los jóvenes y Vásquez nos guía hacia la puerta. Se cierra la reja, y ya del otro lado y volviendo a mi rutina, me encuentro con la impotencia de saber que como sociedad a estos pibes les estamos fallando. La gregariedad del ser humano los lleva a buscar un círculo de pertenencia y hoy la identidad de ser chorro es lo más firme que tienen. De todas formas, cinco horas por semana en algunos pabellones de Ezeiza y Marcos Paz, los presos encuentran un espacio para romper con los paradigmas de la cultura tumbera y hablar se transforma en una herramienta de derecho.

En primera persona | 12 de junio de 2019

Foto: Alejandro Guyot. Intervención: Pablo Domrose

Sally Buberman: “Los más jóvenes ya nos critican por haber mostrado la vida entera en la pantalla”

Sally Buberman es CEO y cofundadora de Wormhole. Entrevista por Silvina Scheiner

“Hace cinco años nadie hablaba de la privacidad, de resguardar los datos, de la intimidad. Era irrelevante. Publicábamos de todo y nos parecía natural. Hoy, los más jóvenes nos cuestionan a los millennials habernos portado así. Se viene una generación más crítica hacia las redes”.

“Si no te quedaste convencido con una respuesta, no la aceptes. Siempre preguntá, con respeto, pero preguntá. Yo siempre fui cuestionadora. Ahora estoy orgullosa de serlo, pero me trajo muchos problemas. Era insoportable. Todo juguete que llegaba a mi casa, agarraba un destornillador, y lo desarmaba. A los cuatro años, por querer ver cómo funcionaba un calentador, casi quemo toda mi casa”.

“A los emprendedores nos duele que se vea al empresario como alguien codicioso, que se quiere llenar de plata. Obviamente que queremos ganar y pagar las cuentas, pero a nosotros no nos mueve la cosa de llenarnos de guita, sino la posibilidad de generar cambios y dar trabajo a través de la tecnología y la innovación. Quizá hubo otras épocas en las que solo importaba eso, pero hoy nosotros sentimos la obligación y la suerte de sostener una empresa”.

“Mi papá era emprendedor y es el primero al que le agradezco. Abrió miles de empresas y, en las sucesivas crisis, cerró otras tantas. En todas las cenas, en casa se hablaba de lo que pasaba en la empresa, de la gente, etcétera. Yo siempre lo cuestionaba y el decía que un día lo entendería. Falleció cuando yo tenía 22. Tuvo razón en todo”.

“Carlos Pallotti (especialista en políticas tecnológicas y desarrollo productivo) fue nuestro primer padrino: nos dio consejos, nos abrió puertas, nos presentó personas que nos podían ayudar. Hoy, yo hago lo mismo. Por eso no creo -como se debatió en las redes con el tema Celeste Medina- que esté bien cobrar las charlas de emprendedorismo y esas cosas. Nunca acepté un peso porque no vivo de eso, y porque creo que uno está obligado a devolver toda la ayuda que recibió”.

“Le debo mucho a Juan Ignacio Frecha, uno de los cuatro socios originales, que ya falleció. Fue él quien me sugirió dar clases por Internet cuando yo necesitaba la plata, y el que luego, para participar en un concurso de Microsoft, me instó a que aprendiera a hacer un plan de negocios en vez de pedir que alguien me lo hiciera. Eso que fue una charla de amigos que se joroban tomando mate, terminó siendo el puntapié que cambió por completo el curso de mi historia”.

“Cuando trabajé en una empresa, la estructura de la organización era tan gigante que mi aporte se perdía. Sentía que lo que hacía no tenía impacto, o tardaba mucho en sentirse. Si hago algo quiero tener un impacto concreto”.

“Para algunos emprendedores, el driver es, simplemente, empezar algo nuevo. A mí, lo que más me motiva es el impacto real que logro con lo que hago”.

“No me genera ninguna satisfacción que alguien venga y me ofrezca un montón de plata para comprarme la empresa y sacarme del medio. Si me ofrecen menos plata, pero me dicen que vamos a trabajar juntos, para crecer y llegar a más gente, eso me motiva más”.

“Está bueno que te vaya mal a veces. Si lo capitalizás, te prepara mejor para lo que viene, pero tampoco creo en esto de pasarnos de mambo, y hacer una panacea del fracaso. Al que le sucede, la sufre. Y a la gente que depende del emprendimiento, ni te cuento”.

“Todavía tengo que trabajar sobre mi temperamento. Soy poco tolerante, me pongo loca muy rápido. Igual, nunca trabajaría sola. Es parte de uno madurar, y entender que no todos van a tu ritmo”.

“Ser un emprendedor es un estado mental. Es volverte inconformista. Todo el tiempo tratás de resolver problemas. Si algo no funciona, no podés dejarlo pasar. Ves cosas a solucionar en el restaurante, con el mozo, y te da ganas de acercarte al dueño y darle tips”.

“Con mi esposo, somos pareja y socios en la empresa. Convivimos 14 años antes de casarnos. Ahora somos padres, pero siempre, aún antes del bebé, dividimos todo. Admiro mucho a los papás, o abuelos, que se la bancan solos porque la logística necesaria es enorme”.

“Con mi hijo soy anti tecnología. Por ahora, que juegue con chiches de madera, cajas o un frasco de mayonesa. Ya habrá tiempo para tenga una tablet toda su vida. Trataré de ser cero pantalla hasta los tres años. El problema es la gente, cuando viene de visita. Yo quiero que conozca las cosas realmente, y no a través de un video de YouTube”.

Sally Buberman es como la Cher de la tecnología. No tiene apellido. Es Emprendedora Endeavor y juez internacional de Statup Chile, Microsoft Imagine Cup, Desafío Intel Latinoamérica y TIC Américas de la OEA. Este año fue la única representante de América Latina que formó parte del jurado de los Technology Playmaker Awards. Tiene a Julián, de un año y medio, y desde que estaba en la panza se entrenó con su esposo y socio, Ignacio, para aflojar con la conexión. Es ingeniera en electromecánica, y fanática de los idiomas y las carreras de autos.

Vida Cotidiana | 19 de junio de 2019

Lan Truong/The New York Times

Maneras prácticas de mejorar tu autoestima

La confianza en uno mismo es un poco como el agua corriente en tu casa. Es posible que no conozcas todos los detalles sobre cómo funciona o de dónde proviene, pero es dolorosamente obvio cuando no está ahí. Al igual que cuando se corta el suministro de agua, la falta de confianza en sí mismo tiene un gran impacto negativo en la salud y el estilo de vida. Afortunadamente, hay cosas que uno puede hacer para mejorarlo.

SER MUY HONESTO CON UNO MISMO. Charlie Houpert, el autor de "Carisma al Mando", sugiere ser "muy honesto" con uno mismo como una forma simple y cotidiana de ejercer tu confianza.

"Por ejemplo, digamos que alguien te pregunta qué haces para divertirte o qué haces para vivir", dice. “Si te mordés la lengua o escondés algo, evaluálo. Eso es una indicación para dejar de hacer eso o, más probablemente, aceptar esa parte de vos mismo y poseerla ".

Esto no significa que tengas que compartir cada parte de tu personalidad con todas las personas que conozcas. Podés compartir tus pasatiempos geek con tus amigos geek, pero mantenerte en los temas de trabajo en el trabajo. Sin embargo, podés encontrar a alguien con quien compartir tu verdadera persona. "Cuando dejas de ocultarte partes de vos mismo a otras personas, vas a ver que te sentís más seguro de quién sos", dice Houpert.

EMPEZAR A HACER EJERCICIO. La Asociación Americana de Psicología ha observado que el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y, junto con el tratamiento y la terapia regulares, ayuda a combatir la depresión y la ansiedad. También puede ayudar a mejorar tu confianza si mantenés tu rutina por un tiempo. Hacer ejercicio regularmente requiere un compromiso, y mantener ese compromiso es un logro. No solo mantener un nuevo hábito saludable te hace sentir más seguro, sino que también podés detectar mejoras físicas en tu cuerpo y salud a largo plazo.

PROBAR COSAS QUE TE HAGAN INCÓMODO. Salir de tu zona de confort es, como es de esperar, incómodo. Houpert dice que ese es el punto. "En última instancia, la confianza es sentirse cómodo en una amplia variedad de situaciones que harían que la mayoría de las personas se sientan incómodas", dice.

Esto puede implicar cambios más desalentadores, como aceptar un nuevo trabajo o confrontar a alguien que usualmente evitas. Sin embargo, también puede tomar formas más pequeñas, como entablar una conversación con alguien nuevo si normalmente sos tímido o probar un nuevo alimento.

DESAFIAR EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR. El síndrome del impostor es un bicho mental desagradable que te convence de que tus logros realmente no cuentan y de que te van a descubrir como un fraude. Esta duda puede aparecer porque es más fácil recordar los fracasos, pero más difícil recordar los éxitos. Hacé un hábito de escribir periódicamente o reflexionar sobre las veces que has hecho bien las cosas. Es más fácil confiar en tus habilidades cuando las recuerdas.

© 2019 The New York Times

Harvard Business Review | 26 de junio de 2019

Qué hacer después de una conversación incómoda con un compañero de trabajo

Todos tenemos conversaciones que nos llevan a arrepentirnos de nuestras palabras y provocan reacciones negativas en los demás. Nos metemos en un espiral del que es difícil salir.

Considere a los ejecutivos Vishal y Sonal, colegas en una empresa tecnológica mediana. En una reunión de equipo ejecutivo, Sonal propuso una idea que involucraba un área en la que ya estaba trabajando el equipo de Vishal. Vishal interrumpió a Sonal para explicarle por qué la suya era una mala idea. Sonal alzó la voz y replicó “Vishal, si tu equipo hubiera cumplido la fecha de entrega, no estaríamos teniendo esta conversación.”
Cuando terminó la junta, salieron de la sala sin despedirse.

Al día siguiente, durante nuestra sesión de entrenamiento, Vishal se sentía avergonzado y frustrado consigo mismo. Quería saber cómo recuperar y restaurar el capital de relación que acababa de despilfarrar. Yo recomendé seguir los siguientes pasos para remediar una conversación que salió mal.

Reconocer su error. Cuando nota que una discusión no resultó bien, acuerde una reunión con la otra persona. Reconozca lo que usted hizo mal, y explique que quisiera discutir el incidente, para descubrir cómo evitar un comportamiento negativo en el futuro. Dele espacio a su colega para que procese lo que usted le planteó. Cuando usted reconoce su error, su compañero verá que usted está dispuesto a trabajar en sus debilidades.

Discúlpese y sea agradecido. Después de disculparse, agradézcale a su colega por sus buenas intenciones. Vishal le dijo a Sonal, “siento haberte interrumpido y no darte la oportunidad de que terminaras de presentar tu idea. Gracias por traer nuevas ideas a nuestras reuniones.”

Destacar la meta general. No se enfoquen en la conversación que salió mal, sino en lo que es más importante. Por ejemplo, exprese que aprecia tener una relación colaborativa con su colega, porque sus habilidades complementarias benefician a los consumidores. Trabajen juntos para identificar un propósito común que ambos estén motivados para alcanzar.

Cree señales compartidas. Hagan estrategia para evitar futuros percances. Dele permiso a la otra persona para alertarlo de alguna manera si usted se descontrola durante una reunión. Por ejemplo, su colega podría darle una señal verbal diciendo “ayúdame a estar en la misma página”.

Contribuya a restaurar la relación. Una forma de regenerar la confianza y acelerar el proceso de sanación es pidiendo y brindando pequeños favores. Al solicitar la ayuda de su colega, usted se vuelve vulnerable y demuestra que valora sus contribuciones. Y cuando brinda ayuda o favores, construye mutualidad –un precursor de la confianza. Después de su conversación, Vishal y Sonal aterrizaron la idea juntos. En su siguiente reunión de equipo, Sonal presentó una mejor idea, que se benefició de los comentarios constructivos de Vishal. Por su parte, se reconoció las contribuciones de Vishal a la propuesta.

Cualquiera puede tener un desencuentro en una conversación. Quienes tratan de reparar el daño emergerán con conexiones más sólidas y mayor respeto de sus colegas.

Sabina Nawaz es instructora de CEOs a nivel global, conferencista y escritora.

©HBR, distribuido por The New York Times Licensing Group

Educación | 26 de junio de 2019

Foto: Chicas en Tecnología

Alumnas de secundario crean apps para combatir el bullying, ayudar a adultos mayores y conseguir libros

Programando Un Mundo Mejor (PUMM) es quizás la propuesta que más se destaca de la organización Chicas en Tecnología: una iniciativa que propone que adolescentes que están cursando sus estudios secundarios detecten un problema existente en sus colegios, barrios o comunidades y creen una aplicación para resolverlo. Lo hacen sin tener conocimiento previo sobre programación, desde sus celulares, sus computadoras o desde aquellas a las que tengan acceso. PUMM lleva creadas más de 200 aplicaciones que intentan resolver conflictos como el bullying, la contaminación, la falta de recursos para estudiar, el acceso a la tecnología para adultos mayores, el acoso callejero, entre otros. A continuación te contamos cómo funcionan algunas de ellas.

Bullying escolar, un problema que atraviesa a la mayoría de las escuelas

Anabela Cejas (17), Iara Vargas (16) y Sofía Nuñez (16) son estudiantes del Colegio Monseñor Tomas Juan Solari, de Morón, provincia de Buenos Aires. Ellas detectaron un problema que, como dicen, atraviesa todos los colegios: el bullying escolar. Y crearon una aplicación llamada ¡Alzá la voz! que busca que los estudiantes puedan comunicarse con los directivos para que ellos los ayuden a resolver esta situación. Cuando un alumno o alumna está siendo víctima de bullying puede ingresar a la app que le ofrece la opción de denunciar lo que está sucediendo. Se completa un campo con la información y, al presionar “enviar”, ese mensaje llega al correo de los directivos del colegio, quienes lo reciben como archivo y deben hacerse cargo de solucionar el conflicto.

Adultos Mayores en Acción: una aplicación para acercar a los más grandes a la tecnología 

Agustina Cabral (16), Clara Cabral (13) y Celina Cabral (18) son hermanas. Celina estudia en el Instituto Sagrado Corazón y Clara y Agustina en la Escuela de Cerámica Fernando Arranz, en la Ciudad de Buenos Aires. Ellas notaron que el vertiginoso avance de la tecnología estaba dejando afuera de muchas situaciones de la vida cotidiana a los adultos mayores. Por eso crearon AMA: Adultos Mayores en Acción, una aplicación que sirve de guía a las personas más grandes y las acerca a los nuevos conceptos y terminología utilizada —y naturalizada— por las y los adolescentes. AMA funciona como una suerte de instructivo que se puede utilizar en cualquier momento y lugar para actualizarse, entender mejor cómo utilizar internet, las aplicaciones y aprender las nuevas palabras que les permitan acercarse a las plataformas y entornos digitales. 

Una biblioteca escolar virtual para acceder a los materiales de estudio

Paula Gómez y Florencia Licarzi, 16 años las dos, también cursan sus estudios en el Colegio Monseñor Solari, de Morón. El problema que identificaron ellas es que no todos los alumnos podían acceder a los libros que pedían los profesores por falta de dinero, tiempo para ir a comprarlos o porque no los encontraban; por eso crearon la aplicación Toshokan. Se les ocurrió que si los libros estaban disponibles en una plataforma en formato digital serían más accesibles. En la app cada estudiante puede crearse una cuenta personalizada, buscar los libros que desea por título, curso, profesor o materia y guardárselos en su teléfono o computadora. Toshokan está destinada a alumnos del secundario en todos sus niveles, y Paula y Florencia aspiran a que traspase las puertas de su colegio y se extienda a otros. El punto fuerte de esta app —comparada con otra llamada school books, creada también en el marco de PUMM, y que consiste en la compra y venta de libros en una comunidad—, según explican sus creadoras, es que permite obtener los textos de una manera más sencilla y rápida y que ofrece una base de datos flexible que puede adaptarse a todos los colegios, docentes y materiales de lectura.

Podés conocer más sobre este programa haciendo click acá.


Actualidad | 8 de julio de 2019

Planta nuclear de Qinshan, China. Foto: Petr Pavlicek/IAEA

China apunta a una cuarta central en Argentina para su despliegue nuclear mundial

En medio de la incertidumbre económica y política, Argentina ha doblado su apuesta con una importante inversión nuclear china. Con una nueva planta en la provincia de Buenos Aires busca satisfacer las necesidades energéticas mediante el apoyo de la tecnología y las finanzas chinas.

A medida que China busca incrementar sus exportaciones de energía nuclear y el cambio climático exige una electricidad baja en carbono a nivel global, el proyecto en la Argentina podría representar el punto de inicio de un renacimiento liderado por China. Sin embargo, las preocupaciones sobre el costo y la seguridad de la energía nuclear siguen estando vigentes.

Cómo progresa el plan de la cuarta central nuclear

Argentina cuenta hoy con Atucha I y II, en el partido bonaerense de Zárate, y Embalse, en Córdoba. Ahora, el proyecto con China es avanzar con la planta Atucha III, cuatro años después de haber aceptado formalmente su construcción, y probablemente la obra arranque en el 2021.

En abril, el gobierno argentino a cargo del presidente Mauricio Macri firmó una carta de intención con la Administración Nacional de Energía de China. Y hace una semana, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se reunió en Beijing con el viceprimer ministro chino para reforzar la cooperación energética.

El contrato por la cuarta central nuclear, cuya firma está prevista para las próximas semanas, incluirá un préstamo de US$ 10 mil millones por parte de China, y cubrirá el 85% de los costos de construcción de la planta. El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, confirmó recientemente la realización del proyecto en el segundo foro de "Una Franja, Una Ruta en Beijing".

El proyecto Atucha III forma parte de un acuerdo firmado en el 2015 por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que aprobó dos plantas nucleares: una que utiliza tecnología canadiense en las plantas existentes en Argentina y otra que utiliza la tecnología china.

Macri cuestionó el acuerdo al momento de asumir, en medio de un marco de dudas sobre si la energía nuclear era una fuente de energía suficientemente económica. Finalmente aprobó la construcción, pero la crisis económica llevó a establecer una sola planta para reducir el tamaño del préstamo.

“Argentina está atravesando una crisis económica y el dinero es escaso. Invertir en energía nuclear requiere un compromiso a largo plazo, pero China puede ofrecer capital subsidiado a sus clientes extranjeros", dijo Mark Hibbs, investigador principal del Programa de Política Nuclear de Carnegie, con sede en Alemania. “Esto le otorga a China una ventaja sobre otros países exportadores de energía nuclear”.

Macri y Xi Jinping firmaron un plan de acción conjunto durante la Cumbre del G20 en Buenos Aires. Foto: AFP

Los lazos entre Argentina y China

El acuerdo nuclear está en línea con la “alianza estratégica integral” de la Argentina con China, un alto estatus diplomático que China solo reserva a unos pocos países. Bajo la gestión de Fernández de Kirchner, ambos firmaron más de 20 tratados.

Macri y el presidente chino, Xi Jinping, firmaron un plan de acción conjunto de cinco años (2019-2023) durante la Cumbre del G20, realizada el año pasado en Buenos Aires, pero Xi no logró el respaldo oficial de la Argentina en la iniciativa china de infraestructura Una Franja, Una Ruta. También se esperaba que el proyecto nuclear obtuviera luz verde, pero las negociaciones se detuvieron.

El gobierno actual ha justificado el proyecto como una forma de reducir el déficit de energía del país y fomentar vínculos más estrechos con China. “El acuerdo exhibe el nivel de madurez de nuestra relación estratégica con China”, dijo recientemente Diego Guelar, embajador de la Argentina.

Macri acordó construir la planta utilizando tecnología china, siendo una condición del préstamo otorgado por el banco ICBC.

La empresa estatal china China National Nuclear Corporation originalmente había acordado llevar adelante la construcción con la empresa estatal argentina Nucleoeléctrica. La presencia de la misma en la carta de intención del proyecto sugiere que seguirá involucrada.

La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner aplaude ante la inauguración de Atucha II en 2015. Foto: Presidencia de la Nación

Cuestionamientos: piden un plan a largo plazo y energías más limpias

El acuerdo atrajo las críticas de un grupo de ex secretarios de energía de Argentina, que afirmaron en un comunicado de prensa que habría sido más barato desarrollar proyectos de energía solar y eólica.

“Cualquier proyecto energético futuro debe ser parte de un plan energético nacional y de largo plazo, que hoy no existe. Todos los proyectos nuevos deben ser económicamente competitivos y deben estar en línea con los compromisos de mitigación asumidos por el país “, dijo Jorge Lapeña, ex secretario de energía.

Las organizaciones medioambientales que priorizan la proliferación eólica y solar coinciden en los reclamos.

“No consideramos a la energía nuclear como energía renovable, tiene muchos riesgos con respecto al funcionamiento de los reactores y los residuos. No es adecuado para la Argentina “, dijo Andrés Nápoli, jefe de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). “Una nueva planta nuclear requeriría estudios de riesgo e impacto y todavía no hemos visto ninguno”.

La historia nuclear de Argentina

Argentina fue el primer país de América Latina en adoptar la energía nuclear, pero a pesar de tener industria avanzada, siempre ha importado tecnologías de reactores de energía nuclear.

La energía nuclear representa aproximadamente el 3% de la matriz energética de la Argentina, basada principalmente en hidrocarburos y cuya producción está subsidiada. La energía solar y eólica se ha incrementado en los últimos años después de las licitaciones de 147 proyectos que totalizan 4.466 MW.

El acuerdo original con China habría sumado una cuarta planta nuclear (Atucha III) y la quinta (Atucha IV), agregando 1,700 megavatios a la red. La única planta sumará 745 megavatios. Argentina siempre importó tecnología para sus reactores nucleares pero tiene una avanzada industria de investigación nuclear.

Creada hace 40 años, la empresa estatal INVAP desarrolla reactores nucleares para mercados globales. INVAP recientemente vendió reactores más simples de investigación (que operan a más bajas temperaturas) a Holanda, Arabia Saudita y Brasil, pero no tiene la capacidad para exportar tecnología más compleja.

“A nivel internacional, Argentina solo puede competir en algunas áreas y el desarrollo de reactores nucleares para investigación es una de ellas”, dijo Diego Hurtado, ex jefe de la autoridad reguladora nuclear en la Argentina.

Los países que dominan el desarrollo nuclear mundial

Mientras que países como Argentina se debaten si la energía nuclear es la mejor opción para su desarrollo energético, China se ha convertido en un campeón mundial.

Impulsada por la contaminación del aire, el cambio climático y los problemas de seguridad energética en el país, hoy China tiene la mayor cartera de proyectos de energía nuclear del mundo.

En el pasado, China ha confiado en la tecnología importada, pero en los últimos años ha producido sus propios reactores, incluido el reactor Hualong One, que se utilizará en la Argentina. Según el plan del gobierno Hecho en China 2025, China apunta a utilizar más tecnología nacional y hacer de su industria nuclear un líder mundial.

El acuerdo con la Argentina es una de las primeras historias de éxito para la energía nuclear china en el exterior. Desde el año 2000, Rusia ha dominado el desarrollo de energía nuclear en el extranjero, suministrando el 45% de la capacidad total. Mientras tanto, China ocupa el quinto lugar como desarrollador, con solo el 9%. Hasta ahora, los únicos reactores chinos desarrollados en el extranjero se han vendido a Pakistán.

Más allá de los acuerdos con Argentina y Pakistán, no queda claro si los reactores de energía nuclear de China encontrarán otros mercados.

“Después del accidente de Fukushima, la demanda global de energía nuclear no ha sido fuerte, y Estados Unidos, Alemania, Corea del Sur y otros se están retirando”, dijo Zhang Hua, ingeniero senior del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Corporación de Inversión State Power, que habló a título personal con Diálogo Chino.

“La demanda de Sudáfrica, Turquía, Argentina y otros países tampoco es tan alta como se esperaba. El actual panorama para las exportaciones de energía nuclear de China no es optimista “, agregó Zhang.

Jiang Kejun, investigador principal del Instituto de Investigación de Energía de China, señaló que los reactores que China planea exportar son de Generación III, que ha mejorado las características de seguridad en comparación con la era de la tecnología de los reactores utilizados en Fukushima.

En el 2014, el reactor chino Hualong One aprobó la revisión de seguridad del Organismo Internacional de Energía Atómica y ahora está realizando revisiones de seguridad en Europa.

Además, la competitividad económica de las exportaciones nucleares de China será un factor determinante en su éxito, ya que las alternativas de energía más baratas han generado que la energía nuclear sea menos atractiva.

Los Estados Unidos, sede de la mayor cantidad de centrales nucleares, ha estado retirando prematuramente las plantas que no pueden competir con el gas natural más barato y la generación de electricidad renovable. El diseñador general adjunto de Hualong One le dijo al South China Morning Post que el reactor rivalizaría con las tecnologías francesas y estadounidenses.

A medida que China aumenta la construcción en el país, el precio de sus reactores podría caer significativamente en los próximos años, dijo Jiang. Aunque China también enfrenta una dura competencia por parte de los exportadores “legendarios”, especialmente Rusia, su expansión nuclear en el extranjero podría ser un obstáculo para el desarrollo interno.

“Si hacemos un buen caso para la energía nuclear, creo que el mundo responderá”, dijo Jiang Kejun.

Edwin Lyman, director interino del Programa de Seguridad Nuclear de la Unión de Científicos Preocupados, dijo: “Si el HPR1000 realmente ofrece mayor seguridad a un costo reducido, entonces representaría un avance significativo en el diseño de energía nuclear. Pero se necesitará una experiencia operativa considerable antes de que se puedan probar sus características de seguridad “.

¿Una solución clave a la crisis climática?

Según el histórico informe especial del 2018 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el rol de la energía nuclear aumentará en la mayoría de los escenarios que mantienen el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 ° C.

La energía nuclear es una de las pocas opciones libres de carbono que pueden equilibrar los recursos energéticos variables como el viento y la energía solar.

Los modelos de energía exhiben que la inclusión de captura y secuestro nuclear y de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) para las plantas de combustibles fósiles hace que la descarbonización de la red de energía sea más barata que un cambio a energía 100% renovable.

Sin embargo, en todo el mundo, las nuevas plantas de energía nuclear no se están adaptando a la dinámica de las retiradas, lo que significa que una fuente clave de energía con cero emisiones de carbono está disminuyendo incluso a medida que aumentan las temperaturas.

Con menos energía nuclear, los países tendrían que depender más de otras opciones como el almacenamiento de batería, una mejor transmisión y CCS para equilibrar una red que se acerca al 100% de la energía renovable.

Fuente: Comisión Nacional de Energía Atómica.

El desafío en torno a los riesgos

Incluso con la inminente crisis climática, los países pueden rechazar la energía nuclear debido a sus preocupaciones de seguridad o su costo total.

Si bien los reactores de la Generación III son más seguros, la energía nuclear todavía presenta innumerables riesgos. Estos incluyen la exposición a la radiación de la extracción de uranio, los derrumbes como el de Fukushima y el uso de la tecnología para producir armas nucleares.

Los defensores de la energía nuclear dicen que incluso con derrumbes y accidentes, la energía nuclear causa muchas menos muertes por unidad de electricidad en comparación con el carbón y el gas.

Tensiones geopolíticas también podrían limitar las ambiciones de China. En el Reino Unido, donde la empresa de servicios públicos china, China General Nuclear Power se ha afianzado a través de la inversión en plantas nucleares y planea construir un Hualong One, los críticos han expresado su preocupación por la participación de China en infraestructuras sensibles.

En los nuevos mercados para la energía nuclear, los investigadores también advierten que el entorno regulatorio puede no ser lo suficientemente maduro como para evaluar y administrar de manera segura las nuevas plantas chinas.

En Argentina, varios grupos de la sociedad civil se oponen a la energía nuclear. La provincia de Río Negro ya ha aprobado una ley que lo prohíbe.

A medida que se formalice el acuerdo con la Argentina en las próximas semanas, se presentará un caso de prueba sobre cuán abierto está el público a los riesgos de la energía nuclear y a la tecnología de un nuevo exportador, a cambio de un suministro a largo plazo de electricidad sin emisiones de carbono.

Nota originalmente publicada en Diálogo Chino

Por qué Argentina logró ser competitiva en tecnología nuclear y planea exportar centrales de energía

Sociedad | 12 de julio de 2019

Ilustración: Pablo Domrose

Yo me acuso: hombres que confiesan prácticas abusivas o machistas

Advertencia: esta nota describe escenas de contenido sexual explícito.

Una actriz que denuncia a un actor. Una modelo que se anima a contar en televisión un abuso que sufrió cuando era niña y del que no saben ni los padres. Un senador provincial que es denunciado por abuso sexual y dice que fue criado en una cultura que admitía esas prácticas. Una periodista reconocida que tiene miedo a dar el nombre de un alto funcionario argentino que la acosó en un camarín. El hijo de un folclorista popular que es acusado de abuso. Una mega estrella del fútbol que es denunciado por violación. Una denuncia tras otra, y peor: un abuso tras otro.

Mientras, la reacción: un grupo de chat de hombres que tocan el tema por primera vez con una seriedad inusitada. Memes machistas que reproducen la situación. Hombres que se ríen de esos memes. Y de pronto, hombres que dicen “esto no es gracioso”. Y otro que se siente atacado por haberse reído. Un grupo de amigos que, asustados de que les caiga un escrache, se acuerdan (¿con culpa? ¿con arrepentimiento?) de la vez en que corrieron desnudos a mujeres por la calle. Un chico que se plantea si no habrá violado a su novia las veces en que ella no quería tener sexo y él insistió hasta que cediera. Un chico que confiesa haberle tocado la cola a una mujer sin su permiso y “sin saber” que eso era una forma de abuso, sin darse cuenta, como si un abuso se cometiera en la conciencia, no en el acto. 

Está sucediendo ya hace tiempo en los chats de WhatsApp de la Argentina, propiciado en gran parte por la denuncia pública que realizó Thelma Fardin el 11 de diciembre del 2018. Ese día, acompañada por el colectivo Actrices Argentinas, acusó al actor Juan Darthés de haberla violado cuando tenía 16 años durante una gira del programa juvenil Patito Feo, en Nicaragua. De pronto, un galán de telenovela quedaba al desnudo. Había sobrevivido ya a la denuncia pública por acoso que le hizo la actriz Calu Rivero, pero esto fue demasiado. 

No es el único que cayó: con él, pareciera que comenzó a derrumbarse todo un sistema. Como un reguero de pólvora, estalló hacia dentro de la sociedad una bomba de conciencia. Entonces, lo ya dicho de los chats de hombres. Una conmoción general. Gente -hombres y mujeres- preguntándose cómo pudieron haber vivido así tanto tiempo, apañando abusos. Cometiéndolos.

"Esa mancha evidenciaba mi abuso"

“Hace 8 o 9 años yo cursaba el último año de la facultad. Tenía una compañera que era más grande, tendría 27. Nos mirábamos mucho en clase. Entonces un día la invité a estudiar a mi casa un sábado a la noche. En su momento yo pensé: ‘esta chica es más grande que yo, si viene a mi casa es porque va a pasar algo, la voy a poner…’. Es decir, estaba seguro de que íbamos a tener sexo”, cuenta Federico, porteño de 31 años, en ese entonces estudiante de Economía y hoy economista.

“Después de estudiar un rato la invité a ver una película a la habitación. Miramos un rato y entonces intenté besarla. Ella no quiso pero insistí un poquito y nos dimos unos besos malos, desganados, pero yo ya estaba muy embalado y le dije: dale, vamos... Yo quería tener sexo. Y me enojé cuando no quiso que pasara a mayores. Me acuerdo que pensé que ella estaba en falta. ‘Viene hasta mi casa y no quiere coger; es una histérica’… Y entonces le agarré la mano e intenté ponérsela en mi entrepierna, pero tampoco quería, me la sacaba. Intenté tocarla yo, pero no me dejó. Nos dimos unos besos más a desgano. Yo estaba tan excitado que por la fricción acabé en el pantalón. Me acuerdo porque me daba una vergüenza terrible y de algún modo la eché. Cuando la acompañé a su auto yo hacía todo lo posible por esconder la mancha del pantalón. Me parecía indigno, no sabía por qué. Hoy sí lo sé. Esa mancha de algún modo estaba evidenciando mi abuso”.

Algo de eso hay en casi todas nuestras cabezas hoy: una mancha. ¿Qué honestidad habita en el hombre que cambia? ¿Cuán mejor es alguien que puede convivir, a fuerza de arrepentimiento, con los fantasmas de su pasado? Para Pedro Vega, también porteño, la monstruosidad por la que se lo acusa a Darthés y la suya no son tan ajenas. En un ejercicio de mea culpa, el 15 de diciembre del 2018 escribió un texto en su Facebook que rápidamente se viralizó.

Dice: “Porque en mi escuela primaria tocaba la cola de mis compañeras como si fuera un juego; porque en la secundaria abría la puerta para espiar y molestar a otros amigos cuando tenían relaciones sexuales con pibas, y creía que era gracioso. (...) Porque tuve actitudes violentas estando alcoholizado y no fui capaz de dejar de emborracharme”.

El posteo -al que tituló “SOY UN ABUSADOR”- tuvo casi mil likes, fue compartido 778 veces y recibió 260 comentarios, muchos de ellos admirados, muchos de ellos indignados. Cuando salió la publicidad de Gillette sobre los hombres (“Esto es lo mejor que pueden ser los hombres”, se llamó), hubo igual división de aguas. Algunos dicen: al poner el problema en el patriarcado los hombres se están desligando de su responsabilidad, como podría ser el caso del senador Jorge Romero que, tras la denuncia por acoso, escribió: "Tuve prácticas machistas que parecían naturales". Y se justificó definiéndose como "un varón criado en una sociedad patriarcal".

Otros sostienen que si la única reivindicación posible es a través del feminismo el movimiento se parece finalmente a la religión, porque solo a través de la Iglesia hay salvación. Y después, además, hay un segundo problema: ¿debe ser algo para festejar un texto como el de Vega, en el que un hombre confiesa haber sido desagradable? Es sin dudas valiente y el propio riesgo lo vuelve un gesto honesto, ¿pero corresponde antes la condena a lo hecho o el festejo a lo reflexionado? Dar la cara es, en todo caso, estar dispuesto a recibir el golpe. Pero el problema no termina ahí sino que se multiplica de charla en charla. ¿Qué valor tiene esta nota por ejemplo? ¿Qué debí decir a cada una de las personas que me contó lo que hizo? Me pregunto si las sociedades cambian a fuerza de confesiones o de ocultamientos. O más difícil aún: ¿lo hacen a fuerza de culpa, de vergüenza o de arrepentimiento? ¿Alcanza con el arrepentimiento para cambiar primero al individuo y después a la sociedad? 

"Solo de algo que pasó podemos arrepentirnos, mientras que culpables somos de algo que no hicimos"

Luciano Lutereau, psicoanalista y autor de varios libros sobre el tema (Edipo y violencia -Letras del Sur, 2017- y Matar al Macho -Letras del Sur, 2019-), reflexiona ante la consulta de RED/ACCIÓN. “Desde el punto de vista del psicoanálisis es importante distinguir entre culpa y arrepentimiento. Solo de algo que pasó podemos arrepentirnos, mientras que culpables somos de algo que no hicimos, de un deseo que quedó no realizado, pero mucho más eficaz porque aún permanece. La misoginia tiene que ver más con la culpa que con el arrepentimiento, por eso los varones de hoy muchas veces piden perdón por cosas que jamás hicieron (por ejemplo, una violación) o bien se justifican de manera sospechosa: ¿por qué atacar al feminismo -y decir que no todos los varones son machirulos- si no hiciste nada? Porque sentirse objetado y responder de manera perseguida es índice de que si no todos los varones violaron, la fantasía de violación es constitutiva de la misoginia masculina”, dice.

Creer que el tema ya está resuelto sería el mayor de los errores. Lutereau advierte que en la práctica del psicoanálisis lo que se encuentra no es necesariamente remordimiento: “En los tratamientos de muchos varones lo que empieza a ponerse de manifiesto no es tanto que a ellos les molesten sus micromachismos hacia las mujeres sino más bien que empiezan a revisar la incomodidad que generan ciertos patrones de masculinidad asociados a la demostración de potencia”, explica.

Entonces, ¿hay un cambio real? Como tantas otras veces, el futuro se dirime en la realidad de los sentimientos. Luciana Peker, periodista y referente feminista (autora de Putita Golosa -Galerna- y La revolución de las hijas -Planeta-), dice: “Creo en la reversión cuando las situaciones no son graves. Que no sean graves significa que, tal como define el Proyecto Barcelona (un proyecto de trabajo con varones violentos), sean situaciones que más allá de que tengan sentencia judicial o no, no podrían tener una sentencia mayor a dos años. Y creo en la reversión si es que hay voluntad de cambio real. Cuando no es careta, cuando no es mentiroso, y cuando lo que se hace no son máscaras para generar impunidad. Creo que el feminismo de la transformación habla de cambio, pero que eso no sea utilizado para subir la crueldad de los varones, que es lo que en muchos casos está pasando. Quienes tendemos puentes lo hacemos para varones que quieran cambiar en serio y quieran revertir las conductas de machismo, de violencia, de abuso o de aprovechamiento”.

La periodista, vale aclarar, no leyó ni escuchó ninguna de las historias que aquí se cuentan. Su opinión no está relacionada estrictamente a estos relatos sino tan solo al tema de discusión que le planteé.

"No sé por qué hice eso, pero tenía una violencia adentro que me empujó"

Otro de los varones que contó su experiencia fue Lucas. Un día, hace tres años, salió con sus amigos y se emborrachó. Estaba en la calle con ellos cuando vio pasar a una chica. De golpe, se le dió por bajarse el pantalón y quedar desnudo frente a ella, que no lo miró, siguió caminando a paso rápido y pudo escapar. “No sé por qué hice eso. Tenía una violencia adentro que me empujó, no lo sé. No la quería molestar, pero tampoco me importó nada”, recuerda. 

“Una de las situaciones que más vergüenza me da pasó después de eso”, dice. Habla de vergüenza pero no de abuso. Lo considera un mal chiste, una falta de ética, pero no un delito. Al menos no se expresa en esos términos. Dice: “Estaba en un bar tomando algo y me acerqué a la barra. Había una chica muy linda y agarré el trago y moví el codo para intentar rozarle la teta. Fue más una cosa adolescente, de calentón, no sé, aunque ya no era adolescente. Pero ella se dio cuenta y me dijo que era un pajero desagradable… Me dio tanta vergüenza. Sentí una sensación como cuando estás masturbándote y alguien entra de golpe y te ve”.

¿Era así? ¿Estábamos todos masturbándonos en público? A principio de este año los pasajeros de un colectivo en Neuquén bajaron a los golpes a un hombre que se estaba tocando. No llegaron a lincharlo pero casi. Y pienso, ¿no era ese tipo nuestra sociedad viajando en bondi? ¿No estábamos, aunque fuera metafóricamente, con esa impudicia por delante? Si estamos apaleando lo que fuimos, más nos vale crezca amor de lo que somos. 

¿Pero es acaso lo que fuimos o es todavía lo que somos? Difícil saber en qué tiempo verbal escribir esta nota cuando los testimonios son todos tan recientes. Felipe por ejemplo tiene 33 años y trabaja en una pyme de indumentaria. También es argentino, de Buenos Aires. Habla bajito y mira a los costados. Conversamos en un bar de Palermo y se siente incómodo. Pero habla. “Eran las cinco de la mañana. Después de ir a bailar le escribí un mensaje a una chica para que viniera a casa. Aceptó. Ya nos habíamos visto algunas veces y habíamos tenido sexo. Pero esa noche cuando llegó me dijo que solo quería dormir. Intenté hacerle unos mimos, persuadirla un poco, pero se mantuvo en su posición. Me enojé y le dije: ‘a esta casa a las cinco de la mañana se viene a coger’. No quería. Nos acostamos y seguí intentando, hasta que llegó el punto en que cedió, pero no fue por ganas sino por mi insistencia y hasta por mi presión física. Después seguimos viéndonos, y durante mucho tiempo eso me hizo pensar que no había hecho nada malo. Ella no se enojó de hecho. Y recién ahora me di cuenta de que había estado mal. Obvio que me arrepiento, pero si te dijera que me da vergüenza estaría desentendiéndome de la situación. Yo en ese momento pensaba así, me tengo que hacer cargo. Eso quiero decir: yo pensaba así, y como yo, miles. Hoy no. Hoy jamás actuaría de esa forma”.

"Desde el principio había sido clara y yo la estaba acosando"

David Santa Cruz también da su testimonio. Es mexicano y trabaja de periodista. Es el único que acepta dar su nombre y apellido para esta nota. De hecho, lo pide: “Creo que hace falta que empecemos a hablar de hombre a hombre y de hombres a mujeres, y que ese hombre tenga un rostro, una voz, y que diga: oye, yo estoy tratando de hacer un cambio y estaría bueno que los demás también lo hicieran”, explica. 

“En cuanto empiezas a ser empático te das cuenta de que hay agresiones constantes. Si estás en el parque vas a ver a uno que le está clavando la mirada en el escote a una mujer, uno que cuando se da vuelta le mira el culo, que cuando gira la pierna mira intentando ver algo más que los muslos. Y cuando te das cuenta de que esas agresiones están ahí, la cosa cambia”, dice. Es imposible no asentir cuando enumera. Todo hombre, y yo me acuso en esta línea, sabe de lo que habla. Mirar es, pareciera, un derecho adquirido que depara no sé qué placer. 

La gran duda entonces es dónde nos paramos, cómo corregimos, qué decimos cuando la culpa se nos mezcla con la esperanza de ser mejores. Hemos visto hombres impostar su feminismo. Hemos visto hombres reafirmar su machismo. Hemos visto el desconcierto pero no encontramos un director de orquesta. ¿Y entonces? Tal vez alcance con dar la voz al hombre nuevo en lugar de escuchar siempre al hombre fuerte.

Cuenta David: “Hace un año, platicando con una amiga, le hice un reclamo porque consideraba que en algún momento ella me había dado alas, que había pretendido tener una relación conmigo. Ella a mí me gustaba mucho, y yo insistí bastante. En alguna borrachera nos besamos y me dijo, mira, de aquí no va a pasar. Y claro, yo me encendí todavía más. Creí que después de ese besuqueo podíamos pasar a algo más. Esto es algo que pasó hace ocho años y lo revisamos recién hace meses. Y me dijo: ‘No, yo nunca te demostré interés’. Y le dije: ‘Pero cuando me invitaste a salir aquella vez’. ‘No, pero era como amigos…’. Y se nos ocurrió revisar las conversaciones de ese entonces. Y fuimos al inicio de nuestra amistad y vi que todo el tiempo le hacía insinuaciones, no vulgares, pero diciéndole que me gustaba. Y ella que no, que muchas gracias pero no estoy interesada en ti. Y si lo revisamos fue porque hace unos meses yo estaba reclamando que me haya roto el corazón, cuando ella desde el principio había sido clara y yo la estaba acosando. Y cuando le pregunté por qué aguantó me dijo con toda naturalidad: ‘Porque casi todos los hombres son así’”. 

Hay una sola manera de terminar esta nota y es con esta pregunta: ¿casi todos los hombres somos así? Mandanos tu respuesta y ayudanos a continuar esta nota, a propiciar este cambio.

Enviar respuesta