El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un sistema de puntos para que la concesión de la residencia permanente en su país se base más en el "mérito" profesional y menos en los lazos familiares de los inmigrantes. Consideró que el sistema actual "discrimina a los genios”. Foto: Mandel Ngan / AFP / Télam
POR QUÉ ES IMPORTANTE: hoy Estados Unidos concede 1,1 millones de permisos de residencia al año, de los cuales el 66% son permisos de reunificación familiar.
Jugadoras, entrenadoras, referís, directoras técnicas. Juegan en la A y en la B. Se disputan la Copa Libertadores, la Supercopa, la Copa América, el Mundial, y los Juegos Olímpicos. Vienen de todas partes del país y son convocadas para jugar en otras partes del mundo, desde Brasil hasta China.
Pero poco se sabe de ellas. En Wikipedia, solo se pueden encontrar 33 perfiles de jugadoras argentinas de fútbol, mientras que de jugadores hombres hay 5.343.
Este proyecto en colaboración entre RED/ACCIÓN, Economía Femini(s)ta y Wikimedia Argentina buscará visibilizar a las mujeres del fútbol argentino. Para ello, estaremos recolectando información biográfica de jugadoras, entrenadoras, referís, y otras mujeres profesionales del fútbol argentino.
Al final de este proceso de recolección, realizaremos una jornada de edición para cargar estas biografías a Wikipedia y así, de a poco, equilibrar la cancha. El evento tendrá lugar el 24 de noviembre y te podes inscribir acá.
Este proyecto es parte del Mundial de la Igualdad, una iniciativa que busca que los medios, organizaciones, clubes deportivos y marcas interesadas en el fútbol difundan, desarrollen y promuevan contenidos con una agenda social y de género más responsable.
Te invitamos a enviarnos los datos biográficos de las mujeres del fútbol que conozcas a través del siguiente formulario:
El Día Mundial de la Justicia Social se celebra cada año el 20 de febrero. Naciones Unidas en su Asamblea General o alguno de sus organismos especializados (OIT, FAO, OMS…) son los que aprueban el establecimiento de estas efemérides a propuestas de sus Estados miembro. Son temas vinculados a los principales campos de acción de las Naciones Unidas, como puede ser la paz, los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la ayuda humanitaria, entre otros.
Estos días mundiales persiguen ser un poderoso instrumento para dar difusión, sensibilizar y plantear demandas y mejoras. Al menos que un día al año una cuestión relevante esté en el foco y en la agenda pública, privada y de la ciudadanía, y que pueda ser difundido por los medios de comunicación. En total son 857 días internacionales, es decir, 857 temas diferentes que merecen atención y divulgación a nivel mundial.
El reconocimiento de la importancia y carácter prioritario del desarrollo social y del bienestar humano fue por primera vez proclamado por Naciones Unidas en la declaración aprobada en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague en 1995, urgiendo a atender más eficazmente las necesidades materiales y espirituales de las personas, sus familias y las comunidades, por medio de gobiernos democráticos, transparentes y responsables.
Cinco años más tarde se reiteró la determinación de Naciones Unidas de erradicar la pobreza, promover el empleo pleno y productivo, fomentar la integración social y crear un entorno favorable al desarrollo social. Por otro lado, la Cumbre Mundial de 2005 reafirmó el desarrollo como un objetivo esencial en sí mismo en sus aspectos económicos, sociales y ambientales como un elemento fundamental del marco general de las actividades de las Naciones Unidas.
Sin paz no hay justicia social
Continuando esta misma trayectoria, el 26 de noviembre de 2007 la Asamblea General de Naciones Unidas resolvió declarar el 20 de febrero de cada año como Día Mundial de la Justicia Social, como recordatorio del compromiso para “el acceso al bienestar social y la justicia social para todos” y reconocimiento de que “el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Una año mas tarde, la Organización Internacional del Trabajo (0IT) adoptó por unanimidad la Declaración de la OIT sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa, considerada la tercera declaración de principios y políticas de gran alcance desde su constitución, para situar el empleo pleno y productivo y el trabajo decente como elemento central de las políticas económicas y sociales.
Se plantea en este contexto descrito la necesidad de establecer un sustrato común sobre qué se entiende por justo y por injusto a nivel social, cuáles son las áreas de desigualdad tanto entre las personas como entre los países, así como la necesidad de recabar información al respecto y medirla.
Los seis ejes para identificarla
Pero ¿qué es realmente la justicia social? Para definirla se han establecido seis ejes:
Prevención de la pobreza.
Educación equitativa.
Acceso al mercado laboral.
Inclusión social y no discriminación.
Justicia intergeneracional.
Salud.
Para cada cada uno de estos ejes se han determinado unos indicadores, lo cual permite medirlos.
Con carácter anual se publica el Índice de Justicia Social , lo que nos permite conocer la situación de en términos de justicia social para cada país que participa, su evolución respecto de ediciones anteriores, y una comparativa entre todos ellos.
Esta imagen nos ofrece el índice ponderado de justicia social correspondiente al año 2019 y su evolución desde el 2009 en los 41 países participantes. El primer lugar lo ocupa Islandia, con una calificación de 7,90 en el año 2019, mientras que México ocupa la ultima posición con un 4,76. España se encuentra en la posición 28 con una nota de 5,53, por debajo de la nota media, que se sitúa en 6,09.
Marta Enciso Santocildes es profesora Titular Facultad de Derecho, Universidad de Deusto
Cuando eructan, las vacas liberan tantos gases que hacen que la ganadería sea la actividad argentina que más contribuye a que la temperatura del mundo suba. Generan más gases de efecto invernadero que todos los autos, motos, camiones, colectivos y trenes del país. Además, ocupan los últimos espacios del pastizal pampeano, nuestro ecosistema más depredado. Así, la producción de carne roja se convirtió en un demonio para el equilibrio de la naturaleza. En ese contexto, 86 productores experimentan cómo criar a sus vacas sin arrasar con el pastizal ni sembrar pastos exóticos. ¿Puede ser una solución? ¿Por qué el Estado no se anima a exigir que todos trabajen bajo ese modelo?
¿Un país con poca pampa?
Imaginen a la Argentina sin región pampeana. O mejor dicho, con una región pampeana sin pastizales, arbustos ni árboles achaparrados. No estamos muy lejos de esa imagen: es más o menos lo que pasa ahora. De eso, lo más característico de esa región, queda muy poco.
“Los pastizales pampeanos fueron reducidos a un 20% de lo que ocupaban. Se extinguen”, advierte Pablo Preliasco, un ingeniero agrónomo de la Fundación Vida Silvestre especializado en ganadería sustentable.
En esos pastizales crían esencialmente vacas. Son áreas cercanas a sierras o humedales, tierras de suelo rocoso, salino o inundable, campos que no sirven para ser cultivados. A esas zonas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba fueron empujados o marginados los productores ganaderos cuando la soja, el maíz y el trigo pasaron a ser un negocio más rentable.
Ganado sobre pastura de maíz. Crédito: INTA
El problema entonces es cómo evitar lo que está pasado desde hace casi tres décadas: los productores levantan el pastizal y siembran pastos importados que sirven de alimento para las vacas. Y adiós al suelo con sus insectos, anfibios, roedores, mamíferos y aves.
Por eso el emblema del pastizal, el tordo amarillo, está en peligro de extinción. También el yetapá de collar. O mamíferos grandes como el ciervo de los pantanos o el venado de las pampas.
54 millones de vacas recalientan el clima
La pérdida del ecosistema no es el único problema. Ese cambio en el ambiente amplifica la emisión de gases de efecto invernadero, porque los pastizales, con casi 400 especies vegetales, capturan más dióxido de carbono que un único pasto. Además, al remover la tierra para sembrar una pastura nueva se libera una cantidad brutal de carbono.
Esa es una de las razones por las que la ganadería es la actividad productiva que más gases de efecto invernadero produce. Más que el transporte o la fabricación de combustibles. En consecuencia, es la que más aporta al calentamiento global. Y de la Argentina, donde ya hay entre medio y un grado centígrado más de temperatura promedio que hace 50 años.
La otra, la principal causa en cuanto a emisión de gases, es que las vacas eructan metano cada tres minutos. Si no lo hicieran explotarían: su sistema digestivo trabaja con bacterias que digieren el alimento y producen metano, uno de los gases que en la atmósfera retiene rayos solares que recalientan el planeta.
¿Es posible producir y conservar el pastizal?
“Sí, claro”, asegura Federico Quiroga, dueño de El Carrizal, una estancia de 1600 hectáreas sobre la ruta 11, frente a Las Toninas. Él es uno de los 86 productores del país que van en esa corriente, minoritaria todavía, pero creciente.
“Con el pastizal natural, sin sembrar una especie forrajera que convirtiera mi campo en un monocultivo, tengo una productividad de 100 kilos de carne por hectárea, 30 kilos más que la media de esta zona de la Cuenca del Salado, pero por debajo del rendimiento que alcanzan grupos de productores que usan pasturas y otros insumos para producir pasto”, dice.
Federico es parte de la Alianza del Pastizal, una iniciativa de la ONG BirdLife International que nació para proteger el hábitat de aves migratorias en Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. En el país la lidera Aves Argentinas y se fue consolidando hasta el punto de que desde hace dos años es posible que los productores certifiquen que la carne es de pastizal y la puedan vender con un sello diferencial.
Pablo Grilli, coordinador del programa de pastizales de Aves Argentinas, detalla los rendimientos: un sistema tradicional permite 0,6 vacas por hectárea y una producción promedio de 90 kilos de carne por hectárea, pero con baja biodiversidad en el ambiente. “Un sistema de ganadería sobre pastizales puede llegar a alcanzar la carga de una vaca por hectárea y hasta 170 kilos de carne por hectárea. Pero con una alta biodiversidad en el campo”.
Hablamos de más de 300 especies vegetales, 135 aves y 20 mamíferos.
Los pastizales permiten la convivencia del ganado con las aves. Crédito: Francisco González Táboas
Sin embargo, no existe seguridad plena de que los pastizales efectivamente sostengan una mejor relación de vacas por hectáreas.
“Podés llegar a producir menos —reconoce Preliasco, de la Fundación Vida Silvestre—. Pero tenés mayor rentabilidad, porque no necesitás renovar el pasto cada cinco años ni plantar sorgo o maíz cada temporada. Es decir, no necesitás insumos que en general están dolarizados”.
Además, explica, el riesgo ante los cambios climáticos es menor: “El pastizal evolucionó durante siglos en este ambiente y está más preparado para soportar inundaciones o sequías que un pasto africano o europeo”.
La ONG tiene también otro argumento para pelear por una producción bovina más sustentable: muchas de las vacas se engordan en feedlot o corrales de engorde, donde se las alimenta con maíz, un producto del que el humano puede alimentarse.
“Uno de los atributos de la vaca es que puede convertir en carne la celulosa del pasto, algo que no ocurre con el cerdo o los pollos, que se alimentan de maíz. Si las vacas se engordan en el propio pastizal, el hombre no compite por el maíz”, argumenta Preliasco.
Beneficios que no logran quebrar las dudas
Los 86 productores administran unas 400 mil hectáreas en las que tienen 100 mil vacas. Parece mucho, pero es realmente poco: en el país hay 54 millones de vacas.
Si el modelo es rentable y hasta puede ser más productivo, ¿por qué no escala a otras dimensiones? Si permite conservar un ecosistema amenazado, bajar las emisiones de gases de efecto invernadero y recuperar la población de aves y mamíferos en riesgo de extinción, ¿por qué no se convierte en política de Estado?
En el modelo de carne de pastizal, la abundancia de vegetación es notable. Crédito: Fundación Vida Silvestre
Desde la Alianza del Pastizal estiman que hay muchos productores en el interior del país que históricamente crían su ganado conservando el ambiente, principalmente en Corrientes, pero que no se reconocen como productores sustentables. Es decir, el número podría ser mayor.
“Pero sobre todo cuesta mostrar que un sistema basado en procesos y no en insumos comerciales es más estable, confiable y rentable a mediano y largo plazo. Ocurre que el poder de llegada que promueven uno y otro sistema no es el mismo”, señala Pablo Grilli, en referencia a los intereses económicos que tienen quienes comercializan pasturas y otros insumos para que el modelo tradicional prevalezca. “También hay productores que quieren innovar y no encuentran un apoyo técnico apropiado que los termine convenciendo”, agrega.
El Estado respalda el modelo, pero no piensa en imponerlo
“El sistema que propone Alianza del Pastizal es un buen horizonte”, considera Nicolás Lucas, director de Producciones Sostenibles del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Sin embargo, en el Ministerio tienen esencialmente un temor: si el país legitimara mediante alguna resolución u homologación oficial los beneficios ambientales de la “carne de pastizal”, alguno de los mercados a lo que llega la carne argentina, principalmente la Unión Europea, podrían exigir esa trazabilidad a todo la carne que ingresa a ese mercado. Sin embargo, a la mayoría de los productores migrar a esa manera de producir le podría llevar varios años.
Por eso, si bien creen que la potencialidad del modelo es "alta", el mejor camino para que el Estado lo promueva es presentarlo como medida de mitigación del cambio climático. Es decir, el Gobierno estudia apoyar técnica o económicamente la reconversión de productores hacia un modelo más sustentable pero como una iniciativa contra el calentamiento global y en el marco de acuerdos internacionales para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Pero para eso, antes es necesario medir empíricamente la contribución que puede lograr esa medida en cuanto a la disminución de gases”, asegura Nicolás Lucas.
En este contexto, por ahora el programa oficial más orientado a la conservación del ambiente en áreas de producciones ganaderas está en manos de la Secretaría de Ambiente de la Nación. Se trata del Manejo de Bosques con Ganadería Integrada, un esquema de producción que permite la plantación de forrajes, pero en espacios limitados, lo que ayuda a conservar el bosque.
Sin embargo, por ahora es bastante acotado su alcance. “Estamos con tres sitios demostrativos, dos en Santiago del Estero y uno en Chaco, a donde vamos a invitar a otros productores que quieran conocer cómo trabajan y cuál es el resultado que lograron. La intención es que los imiten”, cuenta Juan Pedro Cano, director Nacional de Bosques y Suelos.
En dos cadenas de supermercados y varios almacenes ya venden carne de pastizal. Crédito: Don Edgardo.
La propuesta llegó a las góndolas
La carne de pastizal llegó hace dos años a las góndolas de la cadena Carrefour bajo el sello “Huella Natural”. Venden 12 cortes y todos envasados al vacío. No es la única iniciativa a la venta. La firma Don Edgardo le compra ganado a tres productores que conservan el pastizal. Produce 25 cortes envasados al vacío. La comercialización, en este caso, se hace en Jumbo y 70 almacenes o carnicerías boutique.
“Cuando empezamos, en abril de 2018, encargábamos una jaula (unas 33 vacas) por mes y ahora estamos comprando 4. Lo interesante es que al productor le reconocemos un precio que es un 15% superior al de mercado”, cuenta Alfredo Steffan, responsable comercial de la firma.
Un hábito tan simple y económico como lavarse las manos salva millones de vidas cada año. Así lo sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por eso hoy hospitales de todo el país realizan actividades de concientización sobre los momentos en los que los profesionales de la salud deben higienizar sus manos y cómo deben hacerlo. Parece algo sencillo de implementar, sin embargo las estadísticas indican que en Argentina 3 de cada 10 profesionales no lo realizan correctamente. Y el impacto que esta falta de hábito tiene en la transmisión de enfermedades y bacterias resistentes a los antibióticos es enorme. Acá te contamos todo lo que tenés que saber sobre el lavado de manos para cuidarte y cuidar a los demás.
Aunque a simple vista no podamos verlo, las manos son el principal vehículo de transmisión de enfermedades infecto-contagiosas siendo las más frecuentes las gastrointestinales y respiratorias. Por eso, con la simple práctica de lavarse las manos se previenen males que puede contraer el mismo profesional de la salud, transportar infectando a otro paciente dentro del centro de salud, o transmitir a personas fuera de ese ámbito.
La Asociación de Enfermeras en Control de Infecciones (ADECI) hizo un relevamiento en distintos hospitales del país y observaron “una adherencia promedio a la higiene de manos del 67%. Por supuesto que hay hospitales en la que los profesionales higienizan sus manos correctamente en el 90% de las veces o más. Pero hay otros que apenas alcanzan el 40%”, sostuvo Elena Andión, licenciada en enfermería y presidenta de ADECI.
Lo que ocurres es que por ser un hábito sencillo parece simple de implementar. Sin embargo, “es una práctica que cuesta mucho que se incorpore y se sostenga en el tiempo”, coinciden los especialistas consultados para esta nota.
Foto: Mandel Ngan / AFP
Tanto es así que el problema no es exclusivo de Argentina. Las estadísticas que se observan acá se replican en el mundo, aunque ya a mediados de 1800, Ignaz Semmelweis, descubrió que las manos transmitían enfermedades.
Por entonces, Semmelweis aplicó la higiene de manos en la unidad de obstetricia donde trabajaba, en el Hospital St Rokuz de Budapest, Hungría, y bajó la mortalidad por fiebre puerperal de más del 30% a menos del 1%. Es más, “él decía en el libro que publicó en 1860 que ‘los médicos mataban con las manos al no lavarlas’”, subraya María Teresa Verón, médica infectóloga y Coordinadora del Sector Resistencia a Antimicrobianos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Sistemas de Salud, del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación.
Pero ahora, otra situación hace más relevante aún la higiene de manos y es que en los últimos 20 años a crecido exponencialmente la resistencia de las bacterias a los antimicrobianos. Se estima que ya mueren 700 mil personas cada año por infecciones resistentes a los antibióticos en el mundo, como explica en esta nota Infobae.
“Nos estamos quedando sin antibióticos para tratar enfermedades comunes generadas por bacterias resistentes”, alerta Verón. Por eso, la higiene de manos es un pilar fundamental para controlar las infecciones transmitidas en los centros de salud, donde las bacterias resistentes se encuentran con más frecuencia por haber estado en contacto con antibióticos y haberse hecho resistentes.
En consecuencia, concuerdan Andión y Verón, “hay que pensar que la adherencia a la higiene de manos es un indicador de la calidad y seguridad de la atención de los pacientes en los centros de salud. Es decir, si un centro tiene una tasa de adherencia a la higiene de manos mayor al 80%, el paciente que se atienda allí tiene menos posibilidades de que alguien le transmita una enfermedad infecciosa. Por supuesto, la meta de cada centro de salud debe ser lograr y sostener en el tiempo el 100% de adherencia a la higiene de manos”.
“Día Mundial de la Higiene de Manos”
Para visibilizar, alertar y concientizar sobre la necesidad de mejorar la higiene en los centros de salud, en 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al 5 de mayo como “Día Mundial de la Higiene de Manos”. Y en ese sentido, desde 2010 ese día promueve en los hospitales la campaña mundial bajo el lema “Salve vidas: límpiese las manos”.
Este año, el lema de la campaña se tituló "Una atención limpia para todos está en sus manos" y busca concientizar sobre la importancia de la limpieza de las manos tanto del personal de atención de la salud como de los pacientes y la comunidad general.
Ahora, para que la atención limpia se concrete y se sostenga en el tiempo la OMS entiende que se requiere que distintos actores del ámbito de la salud observen y actúen en concordancia. Por eso, invita:
A los profesionales de la salud a que defiendan la atención limpia.
A quienes lideran la prevención y control de infecciones en los centros de salud (la mayoría de las veces son enfermeras y enfermeros especializados) a que supervisen, tomen medidas y mejoren prácticas.
A los líderes de los centros de salud a que revisen si sus instalaciones están a la altura de los estándares de la OMS en cuanto a higiene de manos y control de infecciones.
A los ministerios de Salud a que verifiquen si su país cumple con estándares de control y prevención de infecciones.
A los pacientes y sus familiares que soliciten una atención limpia.
Qué están haciendo hoy los centros de salud
Con motivo del día mundial los centros de salud del mundo realizan actividades para sensibilizar y concientizar sobre la importancia del lavado de manos en la atención sanitaria.
Día de la Higiene de Manos 2018, en el Hospital Argerich. Foto: Gentileza Viviana Oviedo
En Argentina hay muchos centros de salud públicos y privados adheridos a esta Campaña Global que hoy y durante la semana se unirán a la conmemoración con actividades alusivas tales como carteles informativos, tortas y galletas con forma de manos, viendo materiales audiovisuales sobre el tema, entregando pines, organizando charlas, haciendo competencias, etc.
Además, en Buenos Aires el Ministerio de Salud y Desarrollo Social a través de la Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana (CoNaCRA) realiza hoy una reunión multisectorial con funcionarios representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), ADECI, y OMS/OPS, más invitados de todos los sectores profesionales y sociedades científicas para realizar una jornada conmemorativa adhiriendo a la campaña de la OMS en el marco de "Una Salud".
“Una Salud” significa que la salud se piensa como una interacción entre la salud humana, la salud animal y el ambiente. Es decir, no solo se piensa en la salud mirando a las personas, sino analizándolas en relación con todo lo que la rodea.
“Esta perspectiva es importante porque es desde esta interacción que hoy pensamos a la resistencia microbiana para evitar la transmisión de infecciones en los hospitales, a través del medio ambiente, a través de los alimentos al producirlos e ingerirlos”, enmarca Verón.
De la jornada que se realiza en Buenos Aires participará la Asociación de Enfermeras en Control de Infecciones, que son especialistas en promoción de higiene de manos y trabajan permanentemente con el personal de atención sanitaria tratando de mejorar sus hábitos dentro de los centros de salud. Basando sus observaciones y recomendaciones en los 5 momentos para la higiene de manos y en las técnicas de lavado delineados por la OMS.
¿Cuándo lavarse las manos?
La OMS recomienda a las personas que trabajan en centros de salud o en contacto con personas enfermas lavarse las manos cada vez que atraviesan alguno de estos 5 momentos:
Foto: OMS
¿Cómo deben lavarse las mano?
Cuando estas no están visiblemente sucias, debe realizarse con un desinfectante alcohólico. El procedimiento debe durar entre 20 y 30 segundos. La manera de hacerlo es colocar el producto en la palma de la mano, y luego:
Frotarse las palmas de las manos entre sí,
Frotar la palma de una mano contra el dorso de la otra y viceversa,
Frotarse el dorso de los dedos de una mano con los de la mano opuesta, agarrándose los dedos,
Frotarse con un movimiento de rotación cada pulgar, rodeándolo con la palma de la mano opuesta,
Frotarse la punta de los dedos de una mano contra la palma de la otra y viceversa.
Una vez secas, las manos están seguras
Tanto en la jornada organizada en Buenos Aires como en varios centros de salud habrá cajas pedagógicas con luz ultravioleta donde los profesionales podrán evaluar si se higienizan correctamente las manos.
En este entrenamiento cada persona se lava las manos con un alcohol en gel que contiene una sustancia fluorescente que al poner las manos en la caja muestra con brillo las zonas de las manos limpias y oscuras las zonas sin higienizar correctamente. De esta manera se aprende a realizar la técnica correctamente.
Verificando el lavado de manos en la caja con luz ultravioleta en el Hospital Argerich. Foto: Gentileza Viviana Oviedo.
Mientras que cuando las manos estén visiblemente sucias se debe emplear agua y jabón. El procedimiento debe durar entre 40 segundos y un minuto. La forma segura de hacerlo, según el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, es la siguiente:
De nuevo, “cuando uno observa los 5 momentos y las técnicas de lavado de manos, entiende que no es una tarea difícil ni que consuma mucho tiempo. Sin embargo, cuesta mucho que se cumpla dentro de los hospitales”, repite Verón. Y agrega: “El mayor desafío es lograr la concientización y el cambio de conducta de toda la comunidad sobre la importancia de esta práctica”.
Los especialistas consultados también reconocen que no todos los centros de salud del país cuentan con alcohol en gel y menos cerca del entorno del paciente. En esos casos, la OMS recomienda lavarse con agua con jabón.
Viviana Oviedo es jefa de enfermeras de Control de Infecciones del Hospital Argerich, en la ciudad de Buenos Aires. Ella y otro enfermero son los que observan e impulsan buenas prácticas de higiene entre los 2500 profesionales que trabajan en la institución pública. “Que cumplan con los 5 momentos es difícil. Por eso, nosotros damos prioridad a que cumplan con el antes y el después de ver a un paciente”, reconoce Oviedo.
Si bien la tasa de adherencia en el Hospital Argerich mejora cada año, “se mantiene dentro de los rangos mundiales que van de entre el 40% y el 60%”, detalla la jefa de enfermeras.
El hospital empezó a hacer observaciones en 2005, desde que la OMS alertó. Pero sin hacer mediciones, sólo capacitando. “Recién en 2009 empezamos a medir. Al mismo tiempo se agregaron expendedores automáticos de alcohol, jabón líquido y toallas de papel en todo el hospital. Ninguna de estas cosas faltan. Solo se necesita que los profesionales de salud tomen conciencia de la higiene de mano, de lo importante que es”, concluye Oviedo.
En tanto, en el Hospital Alemán, una institución privada de la ciudad de Buenos Aires, en 2008 observaron que solo el 40% de las veces se cumplía con la correcta higiene en los 5 momentos destacados por la OMS. Comenzaron a trabajar para mejorar esa tasa y crearon en 2017 la Brigada de Higiene de Manos, que hoy “está conformada por 18 camilleros, enfermeras, enfermeros y mucamas, entre otros profesionales, que de manera voluntaria quieren contagiar la importancia de la higiene de manos”, explica Natalia Magrizzi, enfermera que forma parte de la Brigada.
Además del deseo, para formar parte de la Brigada se requiere de una capacitación. “Primero se le da una charla formal y se le entrega un material de estudio. Posteriormente debe rendir un examen oral y pasar por la caja pedagógica (donde hace la prueba con alcohol con una sustancia fluorescente) donde demuestra de manera práctica que sabe lavarse las manos correctamente”, ilustra Magrizzi.
Para 2017, cuando se creó la Brigada, cuenta la enfermera, “el hospital ya tenía un 60% de adherencia. Y en 2018 logramos que en el 80% de las observaciones se cumpliera con la higiene en los 5 momentos”.
Magrizzi subraya la importancia del trabajo en conjunto, en equipo. “Mejora la concientización, la adherencia y el impacto. Por ejemplo, al tiempo que nosotros trabajamos con el personal del hospital, se duplicaron los dispenser de alcohol y se colocó al lado de cada uno un folleto con los cinco pasos”.
Poster del Día Mundial de la Higiene de Manos 2019. Foto: OMS
Qué hacer dentro y fuera de los hospitales
Instaurando el Día Mundial de la Higiene de Manos, la OMS además de generar una oportunidad para reflexionar sobre los recursos y los logros actuales, ofrece un Marco de Autoevaluación de la higiene de las manos que también resulta útil para planificar acciones a futuro.
Lo que sigue a la educación de los profesionales de la salud, “es educar a los pacientes y familiares, o sea a la comunidad, para que se laven las manos y soliciten al personal del centro de salud que se las lave”, remarca Verón.
Desde esa mirada de la salud, es que la funcionaria sugiere algunas pautas que podríamos aplicar todos para mitigar la transmisión de enfermedades:
Lavarnos las manos antes de ingerir alimentos. Los restaurantes, en sus menúes podrían tener un llamado de atención: “¿Te lavaste las manos?”
Todos los baños públicos podrían tener un cartel en la puerta: “¿Te lavaste las manos?”
En los subtes y trenes podría haber carteles que dijeran: “¿Te lavaste las manos?” y “Acordate de toser sobre tu brazo”.
Tener en cuenta que para que el lavado sea efectivo siempre debe hacerse con jabón y que, según todas las instituciones nacionales e internacionales relacionadas con el tema, esta práctica sencilla es el modo más efectivo de cuidar la salud.
El año pasado solo 8 de los 25 distritos que integran el Gran Buenos Aires redujeron la cantidad de residuos que enviaron a la Ceamse. Además, entre todos generaron más basura que en 2017. Los municipios que más bajaron los desperdicios fueron Vicente López y La Matanza. En cambio, Ezeiza y José C. Paz son los que más incrementaron las toneladas que tiran en el relleno sanitario. Con datos oficiales, te contamos lo que ocurre en cada distrito de la región, que incluye a la Ciudad de Buenos Aires; la importancia de la educación para crear hábitos que permitan reducir la basura; y experiencias internacionales exitosas.
Según un análisis de las estadísticas anuales publicadas por la Ceamse, en 2018 Vicente López redujo un 9,6% las toneladas de residuos que envió al relleno sanitario en relación a 2017. Le siguió La Matanza, con una rebaja del 8,6%, y en tercer lugar Lomas de Zamora (5%).
En el otro extremo se encuentra el municipio de Ezeiza, que incrementó un 60,2% la cantidad de residuos. Le sigue José C. Paz, con un aumento del 52,5%, e Ituzaingó, con un 33%. En total, hubo subas en 17 de los 25 distritos del Gran Buenos Aires, conformado por los 24 municipios del Conurbano más la Ciudad de Buenos Aires.
Paradójicamente, tanto las subas como las bajas se explican por las mejoras en los sistemas de recolección, lo que permitió separar los reciclables y reutilizarlos (en el caso de quienes produjeron menos desperdicios) o levantar la basura en hogares que antes tiraban los residuos en la calle (en el caso de quienes aumentaron las toneladas enterradas en el predio de la Ceamse).
Separar en origen, una de las claves
Vicente López es uno de los municipios modelo del Conurbano en términos de reciclaje de basura. Tiene un sistema voluntario de separación de residuos en origen, es decir desde el domicilio, con 28 puntos verdes para que los vecinos depositen los reciclables. Además, crearon el programa “Día Verde”, que consiste en una recolección diferenciada.
“Uno de los temas más importantes para que la estrategia tenga éxito es que los mismos camiones que levantan los orgánicos no sean los mismos que los que levantan reciclables. Por eso incorporamos cuatro rutas, de lunes a sábados, de camiones diferenciados pintados de verde. Cada barrio tiene su día en el que pasa el camión”, detalló Andrés Petrillo, subsecretario de Servicios Públicos de Vicente López.
La recolección diferenciada es clave para reducir la cantidad de residuos que se generan. “En general, en Europa la recolección es cada 15 días, ya que en ese plazo se almacena en contenedores diferenciados los reciclables y los desechos”, puntualizó Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental de Ceamse, y señaló a los sistemas de los países nórdicos los más avanzados.
“En Argentina la recolección domiciliaria lamentablemente es diaria e implica un costo excesivo. Salvo la Ciudad de Buenos Aires, ningún otro municipio tiene programas extensivos de separaciones. También hay pequeños proyectos como el caso de Vicente López, San Isidro y Morón”, continuó.
Municipios donde la prioridad pasa por llegar a todos los hogares
En algunos de los distritos donde creció la cantidad de toneladas que se envía a la Ceamse, esa situación está asociada a que el desafío en relación a la higiene urbana es más primaria: llegar con el servicio de recolección a todos los hogares y evitar que se produzcan basurales a cielo abierto.
Es el caso de Ezeiza, según explican desde el propio municipio. “En el último año duplicamos el servicio de recolección de basura y ahora es mucho más eficiente en cuanto a logística. Se recoge la basura los 7 días de la semana, los 365 días del año”, indicó Juan Pablo Biondi, vocero del municipio.
Por otro lado, Biondi aclaró que en Ezeiza, a pesar de tener una baja densidad de población, aproximadamente el 70% del territorio es rural o semirural. Por ese motivo, sumaron casi 40 camiones abiertos que hacen recolección de residuos de poda o pasto. "En cantidad, esos residuos son casi tantos como los domiciliarios”, completó.
Esa es una gran diferencia con los municipios que lograron reducir la basura: Vicente López, por ejemplo, procesa los residuos de poda y lo usa como relleno para el suelo de plazas y áreas verdes.
En José C. Paz los grandes aumentos también fueron consecuencia de la incorporación de camiones para la recolección. “El año pasado se trataron de maximizar todos los esfuerzos y ahora tenemos más de 40 camiones de recolección de residuos”, explicó Roberto Caggiano, secretario de Obras Públicas de José C. Paz.
En José C. Paz aseguran que muchas personas que tiraban la basura en la calle ahora tienen sistema de recolección.
Además, Caggiano reveló que el municipio está elaborando varios proyectos para empezar a reducir la cantidad de residuos que generan. Uno de ellos es la construcción de una planta de reciclaje, ya que “no alcanza con que el vecino saque la basura separada”. Asimismo, con el proyecto “Dame una Mano” realizan concientizaciones ,casa por casa, para explicar el ciclo de recolección de residuos.
El desafío de crear hábitos: desde sacar la basura hasta separarla
Las políticas de separación de residuos no terminan con la acción de colocar tachos para reciclables y tachos para los que no lo son. Los expertos insisten en que es fundamental educar al ciudadano para que genere buenas prácticas respecto al tratamiento y disposición final de los residuos.
Sin embargo, en los municipios más pobres del Conurbano el primer paso consistió en enseñarles a los vecinos que la basura debe sacarse en una bolsa en determinados días y horarios de la semana, cuando pasa el camión recolector. “En José C. Paz estamos en una etapa primitiva. Cualquier esquina puede llegar a ser un basural y nos está costando mucho revertirlo. Por la crisis, a veces ni siquiera sacan la basura en una bolsa. Lo principal es educar a la gente en esto y después sí en separar”, explicó Roberto Caggiano, secretario de Obras Públicas de José C. Paz.
En los municipios con planes más avanzados se enfocaron en comunicar cómo separar los residuos en origen. En el caso de Vicente López, que posee un programa de separación voluntaria, se hacen campañas puerta a puerta pidiendo que se sumen al proyecto.
Además, a través del programa “Escuelas Sustentables” se encargan de capacitar directamente en los colegios. “Las políticas de educación no solo contemplan la separación, sino todas las dimensiones ambientales globales como el caso del aire, el agua, el suelo, y también los residuos. Llegamos a los chicos para que sean ellos los principales difusores de las políticas en sus casas”, comentó Petrillo.
Vicente López tiene una recolección diferenciada de reciclables, pero no es obligatorio separar la basura. Foto: Municipalidad de Vicente López
De todas formas, las acciones que llevan a cabo los ciudadanos en sus propios hogares tienen que estar acompañadas de un compromiso por parte del sector gubernamental.
“El ciudadano hace un esfuerzo y tiene que generar un hábito, pero necesita de un Estado preparado que le de un destino acorde a la separación. No solo hay que educar a los ciudadanos, sino también al Estado”, afirmó el titular de la Unidad Ejecutora Especial Residuos de la Secretaría de Ambiente de la Nación, Federico Gatti.
Según el último Informe del Estado del Ambiente publicado por esa Secretaría, en promedio cada argentino genera 3800 kilos de residuos anuales o 1 kilo por día.
La composición de estos residuos fue 43% material orgánico; 14% papel y cartón; 13% plásticos; 6% textiles; 4% vidrios; 2% metales y 18% otros materiales. Es decir, por lo menos un 39% son elementos reciclables y fácilmente valorizables: papel, cartón, plástico, telas, vidrios y metales.
Los residuos que llegan a la Ceamse desde cada municipios son domiciliarios, comerciales, de la poda y también de pequeñas industrias. Si se dividiese por la cantidad de habitantes que tiene cada distrito, se desprende que los municipios que más cantidad de basura enviaron al relleno sanitario por habitante fueron San Isidro (2,1 kilos por día), Lanús (1,8) y San Fernando (1,6).
Vicente López trabaja para que la separación sea obligatoria
Si bien a grandes rasgos el Estado nacional posee una estrategia para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU) a implementarse de 2005 a 2025, cada provincia y municipio tiene la obligación de elaborar planes con un enfoque regional. En este sentido, la provincia de Buenos Aires funciona como órgano controlador de las políticas ejecutadas por los municipios. Su principal función, además, es gestionar en materia de residuos con una mirada más abarcativa y que integre regiones con características similares para abaratar los costos.
Por su parte, los municipios son los encargados de llevar adelante los planes aprobados. “La ley provincial de residuos obliga a los municipios a elaborar sus planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos. Eso, en líneas generales, implica la necesidad de aprobación de la forma de separación en origen, recolección, recuperación y reciclado y la minimización de lo que se dispone en rellenos sanitarios”, explicó Petrillo, subsecretario de Servicios Públicos de Vicente López.
En ese sentido, ese municipio se encuentra a la espera del visto bueno por parte del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) para crear una ordenanza municipal y que la recolección diferenciada pase de ser voluntaria a obligatoria para todos los vecinos del partido.
De todas formas, el de Vicente López es una excepción a la regla: “La mayoría de los municipios no tiene planes avanzados. Además del enfoque hacia los ciudadanos, es importante crear normativas para grandes generadores de residuos, como supermercados, restaurantes o industrias”, aclaró Gatti, de la Secretaría de Ambiente de la Nación.
En gran medida eso explica por qué el promedio de basura que generan por día los habitantes del Gran Buenos Aires viene en ascenso al menos desde 2015:
La ciudad de Buenos Aires: menos basura pero con grandes desafíos
La estadística de la Ceamse marca que la Ciudad es uno de los ocho distritos que en 2018 envió menos basura al relleno: un 2,6% menos que en 2017. Esa es una buena noticia, pero está lejos de los planes que tenía el Gobierno porteño.
Ocurre que en 2005, la ciudad de Buenos Aires sancionó la denominada ley de Basura Cero, que establecía adoptar medidas para reducir progresivamente la basura que envía al relleno sanitario mediante políticas para disminuir la generación de residuos y alentar la recuperación de materiales y el reciclado.
Sobre la base de residuos generados en 2004, el objetivo era reducir un 30% para el 2010, un 50% para 2012, un 75% para 2017 y la prohibición de la disposición final de materiales tanto reciclables como aprovechables para 2020.
Sin embargo, la ciudad no pudo alcanzar esos objetivos y en ese contexto el año pasado la Legislatura aprobó la modificación a esa ley. La reforma habilitó la incineración de residuos para generar combustión y producir energía. Sin embargo, aún no entró en funcionamiento ninguna planta, por lo que no se puede saber con precisión el impacto que puede tener.
La nueva normativa también establece nuevos objetivos. “Estipula una disminución del 50% para 2021, del 75% para 2025 y del 80% para 2030”, detalló el director de desarrollo de Greenpeace, Diego Salas, quien remarcó que la reducción de basura que alcanzó la ciudad hasta 2018 fue del 26% cuando debió haber sido del 75%.
Estocolmo, la ciudad que aprovecha el 99% de su basura
La capital sueca tiene uno de los programas de recuperación de los residuos más ejemplares a nivel mundial: llega a reciclar el 99% de los desechos. Además, la separación no es solo en reciclables o no reciclables sino que es mucho más específica: abarca alimentos para compost, plásticos, papel y cartón, metal, vidrios, lamparitas, pilas y desechos electrónicos.
Finalmente, los sobrantes que no logran reciclar los llevan a una planta de Waste to Energy, donde se queman los residuos y se produce energía. Los desechos generados en Suecia no son suficientes para cubrir las necesidades energéticas del país, por lo que encima importan residuos del resto de Europa para abastecer sus plantas de producción de energía a base de basura.
Pero más allá de lo que puede hacer el Estado a través de su sistema de higiene urbano, hay especialistas que marcan que uno de los principales cambio necesarios para reducir la generación de basura es personal. ¿Qué podemos hacer a nivel personal para lograr un futuro más sostenible? Muchas cosas, dice Mariana Matija, una de las jóvenes que participó el año pasado participó en Buenos Aires de "Ciudades por Jóvenes", un evento que reunió a más de mil jóvenes de América Latina para hablar sobre el futuro de las ciudades.
“Generalmente pensamos que las soluciones ambientales deben venir desde una institución o del gobierno. Claramente debe haber un compromiso ahí, pero eso no significa que a nivel personal no podamos hacer algo”, dijo en aquel momento Matija, que es colombiana y está al frente de un blog muy reconocido en donde escribe sobre cómo, a nivel personal, podemos cuidar el planeta.
Para Matija, pequeños cambios en nuestros estilos de vida pueden contribuir a la reducción de estos residuos. En su blog, “Cualquier cosita es cariño”, Matija comparte desde ideas sobre cómo vivir una vida con menos basura hasta recetas para hacer shampoo en barra con productos naturales. “Hay muchas cosas que se vuelven tendencia, como la idea de una vida zero waste o comprar ciertos productos. Pero no pasa por comprar productos específicos. Hay que entender que el producto más sostenible es el que ya tenemos”, señaló Matija.
La Ciudad de Buenos Aires incorporará monopatines electrónicos pagos y una empresa desembarcó con autos de alquiler por los que se paga sólo por los minutos usados. Sin embargo, estos transportes pueden ser hasta siete veces más costosos que el subte o el colectivo. Por eso, el sistema de bicicletas gratuitas es la opción más inclusiva.
Diversificar las opciones para moverse permite reducir la contaminación, los embotellamientos, la pérdida de tiempo y el aislamiento. En la actualidad, diversas políticas privadas y públicas apuntan a transformar los modos de movilidad. Frente a este panorama, todavía queda un desafío pendiente: expandir la cobertura a más barrios y que sea más inclusivo.
Monopatines eléctricos por entre $ 6 y $ 10 el minuto
La última novedad en relación al transporte sustentable es que el Gobierno porteño anunció que en julio comenzará a desarrollar una prueba piloto con los monopatines eléctricos. La intención es que el sistema sea similar al de Ecobici, pero pago. En principio, se pagarían $25 por desbloquear el monopatín y luego entre $ 6 y $ 10 por cada minuto de uso. El precio definitivo, está por definirse.
Suponiendo que uno quiere hacer un viaje de tres kilómetros, que podría llevar 20 minutos, si se contempla la tarifa más baja, uno debería gastar $145. Si bien suele ser una alternativa más económica al taxi, es más cara que usar el subte ($19) o colectivo ($20, la tarifa regular y $9, tarifa social).
Para usar los monopatines habría que descargar una aplicación y registrarse. Se supone que las estaciones podrían ubicarse en cadenas como Starbucks o Farmacity, entre otras. Las condiciones para circular son varias: deberán trasladar sólo a un conductor; alcanzar una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora; usar casco en forma obligatoria; contar con luz delantera y trasera; llevar sistema de frenos obligatorio; y poseer timbre o bocina. Podrán utilizarse en los tramos con ciclovía o bicisendas y sobre la calzada, exceptuando grandes avenidas (9 de julio, por ejemplo). Estará prohibida la circulación por las veredas.
La opción del auto compartido
Hace dos meses, Awto comenzó a funcionar en la Ciudad para promover el carsharing: una modalidad para compartir un auto y solo por el tiempo necesario.
El 95% de las estaciones donde se encuentran los autos están en la Ciudad de Buenos Aires y el resto se encuentran en zona norte del Conurbano. Los puntos son universidades, shoppings, supermercados y aeropuertos.
El sistema permite tomar un vehículo en un punto cercano y devolverlo en otro, sin limitaciones de tiempo. Para usar un auto solo se debe descargar la app, registrarse y buscar el vehículo más cercano a su ubicación.
Los usuarios encontrarán las llaves en el interior del auto, el cual puede abrirse a través de la aplicación. Una vez finalizado el viaje, se debe buscar por geolocalización la estación más cercana donde se podrá dejar el vehículo. Al llegar a destino, el pago se acredita directamente a la tarjeta asociada.
En cuanto a los costos, el vehículo compacto, Nissan March, tiene un valor de $7,30 por minuto, mientras que la línea premium, el Nissan Kicks, $9,50 por minuto. Durante el periodo en que el automóvil permanezca estacionado, la tarifa se reduce en un 50%. Por otro lado, cuando es por minutos u horas, incluye 50 kilómetros de combustible y en el caso que sea por día, incluye 180 kilómetros.
La expectativa es llegar a 500 autos en cuatro años
Compartir logra mejoras en el tránsito ya que, por cada auto compartido en la calle, hay 14 vehículos menos. Esto se da ya que, generalmente, un auto particular solo se usa un 4% del tiempo (promedio 1 hora por día), por lo que el carsharing permite volver mucho más eficiente esta utilización.
“Nuestra expectativa es llegar a 500 autos en Buenos Aires en los próximos cuatro años, cambio que creemos logrará repercutir muy positivamente en el tránsito y la conectividad de la ciudad. Para aportar a este cambio en la movilidad la empresa invirtió $50 millones”, aseguró Mariano Segarra, Gerente General de Awto Argentina.
La expectativa de llegar a las 4000 bicicletas
A fines de 2010, el Gobierno porteño puso en marcha un sistema de bicicletas públicas. En febrero de este año, el servicio pasó a estar a cargo de la empresa brasileña Tembici.
La expectativa es que a mitad de año haya 400 estaciones con 4000 bicicletas disponibles. Hasta el momento, el sistema no era del todo inclusivo porque solo llegaba a 22 barrios. La expectativa es que en junio de este año se instale en 16 barrios más: Belgrano, Nuñez, Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza, Villa Ortúzar, Parque Chas, Agronomía, La Paternal, Villa del Parque, Villa Santa Rita, Villa General Mitre, Flores, Floresta, Villa Soldati y Parque Avellaneda. Es decir, se cubrirá el 80% de los barrios de la Ciudad.
Mientras que en 2009 solo el 0,4% de los viajes de la Ciudad se hacían en bicicleta, hoy ese porcentaje ascendió al 4%. Ecobici está disponible las 24 horas, los siete días de la semana. El tiempo de uso es de una hora de lunes a viernes y de dos horas sábados y domingos. El servicio es gratuito, pero se necesita una inscripción en baecobici.com.ar. Para mejorar el servicio, Tembici invirtió US$ 70 millones.
Ecobici ya cuenta con más de 150 mil usuarios y lleva más de 500 mil viajes acumulados en menos de 3 meses. Se realizan alrededor de 10 mil viajes diarios, con un récord de 14.754 viajes en un día. El jueves es el día de la semana con mayor cantidad de viajes y la duración aproximada es de 40 minutos.De acuerdo con Bisiau, las estaciones se definen en base a puntos estratégicos de conectividad de la Ciudad: proximidad a Centros de Trasbordo; estaciones ferroviarias o de subte; y densidad poblacional, comercial. La Red de Ciclovías y Bicisendas Protegidas, que inició 2017 con 169 km, hoy supera los 230 km.
Distribución de estaciones y ciclovías de Ecobici
La movilidad del futuro: compartido, eléctrico y compacto
“Hay que tener en cuenta tres conceptos en relación a la movilidad del futuro: compartido, eléctrico y compacto. El primer aspecto tiene que ver con que las personas no quieren tener sus propios activos porque no le encuentran ningún sentido. El segundo punto hace referencia a que cada vez se ven más vehículos eléctricos como bicis, patinetas y autos. El último concepto tiene que ver con que el 80% de los desplazamientos se hacen en subte, colectivo, caminando o bici; y el 20% restante se hace en auto. Sin embargo, el auto ocupa el 80% del espacio de la ciudad. Esto no tiene sentido porque el auto lleva 1,2 personas en promedio”, señala Tomás Petti Martins, CEO de Tembici.
El cambio en el transporte público es más difícil de modificar aunque no imposible. En Argentina ya hay un modelo de colectivo eléctrico, en vistas a seguirse desarrollando para lograr en los próximos años el pasaje a esta modalidad de transporte.
"Desde la Secretaría de Transporte confirmamos la necesidad de desarrollar una modificación de la conducta colectiva, un cambio cultural que aliente a un modelo de movilidad cada vez más pensado en las personas. Las grandes capitales del mundo ya han adoptado a la movilidad sustentable como aliada estratégica para alivianar el tránsito y promover el desarrollo de ciudades", señala Paula Bisiau, subsecretaria de movilidad sustentable del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
“Chicas, miren la parte positiva, es lo único que vamos a tener en común con Beyoncé: todas vamos a pasar por la menopausia”, dice divertida la periodista brasileña Miriam De Paoli. Es que desde que el año pasado la ginecóloga le dijo que había entrado en esta etapa, ella se dio cuenta no solo de que no había suficiente información disponible sobre lo que le sucede a las mujeres en esa parte de sus vidas sino de que hablar de menopausia todavía es un tabú. Así fue que decidió hacer algo al respecto. Junto a las comunicadoras Milagros Kirpach, Sofía Varela y Karina Korenblum -profesionales de distintas edades y especializaciones- decidieron crear No pausa: “un ecosistema de comunicación que pretende dar visibilidad a la menopausia”.
Qué es (y qué no es). No pausa está dirigida tanto a mujeres entre 40 y 55 años (y en adelante), como a “millenials que quieren entender qué pasará con ellas y que sienten profunda curiosidad por lo que les pasa a sus madres”. Se propone construir una nueva mirada sobre la menopausia para las nuevas generaciones, para que puedan aprender y comunicar al respecto. Y, más adelante, abarcar otros temas vinculados de los que se habla aún menos, como por ejemplo: la andropausia.
La iniciativa busca aprovechar las particularidades que ofrecen las plataformas 3.0, sus diversos lenguajes y formatos para “empoderar desde la información”. Promover un espacio de intercambio donde se puedan compartir experiencias, romper mitos, hablar de la menopausia “sin tabúes, sin límites, sin miedos”.
Sus creadoras se proponen instalar el tema desde distintas perspectivas, reflexionar acerca de cómo afecta la menopausia en la salud, los vínculos afectivos, el trabajo. También pretenden echar luz sobre las consecuencias que la desinformación puede generar en esta etapa que, en la actualidad “implica cerca de un tercio de la vida de toda mujer”.
De Paoli deja claro que no es un sitio médico, no publicitan marcas ni organizaciones ni profesionales.Tampoco quieren hablar desde una sola voz. Por el contrario, buscan que sea un espacio que se enriquezca de la diversidad. Que pueda facilitar la comunicación con especialistas sin ser restrictivos: “la amiga que trabaja menopausia y sexualidad y tiene un grupo de teatro que tiene cierto impacto, el médico que es un capo en terapias de reemplazo hormonal, la médica que no cree en esas terapias pero cree en técnicas milenarias, todos van a tener voz en No pausa”, explica. “La idea no es decirle a la mujer que atraviesa esa etapa qué hacer, si no mostrarle todas las posibilidades”, agrega Kirpach.
Cuál es su objetivo. “Visibilizar”, explica De Paoli: “La menopausia es un etapa invisible. Creo que es una de las últimas barreras del empoderamiento femenino. Porque nosotras hablamos de empoderar a nuestras hijas pero no hablamos de lo que nos pasa ni con nuestras amigas”.
La periodista señala que el tabú que rodea a esta etapa está directamente vinculado con la idea de finitud. Y esto, dice, es algo con lo que hay que romper: “hoy la menopausia se da en mujeres que nunca estuvieron tan lejos de ese concepto de finitud. Se nos termina la reproducción. No todo el resto”, sentencia.
La iniciativa busca: generar “una voz empoderada y experta sobre esta etapa en la comunidad latina; acompañar con información curada; hablar de todo el proceso (premenopausia, perimenopausia, menopausia y posmenopausia); contar experiencias y compartir contenido de excelencia”.
Dónde se produce ese intercambio. No pausa nace como una comunidad online. Se define como un “ecosistema de comunicación” porque, en principio, todo ocurre en las plataformas que ofrece la era digital: sitio web, Instagram, Facebook, Twitter, Youtube, Pinterest, Newsletters.
Igualmente, una vez consolidadas, desean dar un paso más y pensar en políticas públicas. Intentarán convertir No pausa en una asociación civil con el objetivo de “impulsar un protocolo para que los hospitales públicos tengan una mirada un poco más humana hacia las mujeres a partir de los 45 años y sus síntomas”, y “llevar charlas a las comunidades vulnerables” y transmitir la información.
Lo importante es hablar
¿Qué es una mujer menopáusica hoy? ¿Tiene características definidas? ¿Cómo se ve? ¿Qué tipo de menopausia tiene: precoz, inducida? “Hay tantas menopáusicas como mujeres”, dice De Paoli, “y eso es lo más interesante”. Por esta razón, aseguran, lo importante es hablar del tema, informarse: no solo al momento de entrar en la menopausia sino antes, para saber qué cambios puede atravesar el cuerpo.
“Es solo eso: una etapa más de la vida. Ni mejor ni peor que las otras. Pero el camino se hace más fácil acompañadas”, dicen en su manifiesto inaugural. “Estamos seguras de que en la Menopausia, menos es siempre más y la pausa, solo un prejuicio social. Mejor hablemos de No Pausa”.
El cambio climático es el problema más urgente del mundo, y en Estados Unidos, la izquierda (al menos) se lo toma en serio. A principios de este año, la diputada Alexandria Ocasio-Cortez (de Nueva York) y el senador Edward Markey (de Massachusetts), demócratas los dos, presentaron un proyecto de resolución sobre un nuevo pacto ecológico, o “Green New Deal” (GND), que ofrece un plan para la descarbonización de la economía estadounidense.
Pero aunque cada vez más precandidatos presidenciales demócratas avalan la propuesta, los demócratas centristas y los republicanos siguen aferrados a otra estrategia de política climática.
La principal propuesta centrista, a tono con lo que permite la ortodoxia neoliberal predominante, es aplicar un impuesto al carbono. La idea es sencilla: expresar el costo social de la contaminación mediante el cobro de un impuesto a los combustibles fósiles allí donde entran a la economía (sea en boca de pozo, en una mina o en el puerto).
En la jerga de los economistas, es un “impuesto pigouviano”, ya que busca corregir un resultado no deseado del mercado, o lo que el economista británico Arthur Pigou definió como una externalidad negativa (en este caso, las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global).
La idea del impuesto al carbono como respuesta al cambio climático es inmensamente popular entre economistas de todo el espectro político, y sin duda tiene un lugar importante en la solución.
Pero es muy insuficiente. Una descarbonización rápida de la economía en forma económicamente equitativa y políticamente factible demanda un paquete integral del orden del GND. Eso implica combinar algunas políticas basadas en el mercado con inversiones públicas y privadas a gran escala y normas ambientales cuidadosamente diseñadas.
Aun así, un impuesto estándar al carbono conlleva ciertos riesgos. Pregúntenle si no al presidente francés Emmanuel Macron, cuyo país lleva meses agitado por protestas que nacieron en respuesta a un nuevo impuesto al combustible diésel. La enseñanza de las protestas semanales de los “chalecos amarillos” es clara: a menos que las políticas ambientales tengan en cuenta los altos niveles actuales de desigualdad, los votantes las rechazarán.
Sin embargo, en su búsqueda de aumentar las inversiones en la lucha contra el cambio climático, los progresistas pensarán en el impuesto al carbono como fuente de recaudación.
Al fin y al cabo, según sea su monto, puede llegar a recaudar casi un billón de dólares al año. Pero en vez de un impuesto simple, deberían considerar el pago de un dividendo: el impuesto al carbono se cobraría igual, pero lo recaudado se distribuiría a partes iguales entre la población. Es verdad que esta idea anula una de las fuentes de financiación del GND, pero elimina futuros obstáculos a la transición a una economía descarbonizada, al proteger a los hogares de bajos y medianos ingresos.
Una objeción habitual al dividendo del carbono es que iría contra el propósito original del impuesto, que es alentar a la gente a reducir las emisiones. Pero no es verdad. Supongamos un estadounidense de bajos ingresos que hoy gasta 75 dólares al mes en gasolina.
Si sigue usando el auto igual que siempre, un impuesto al carbono de 230 dólares por tonelada (el nivel necesario nada más para ponernos en una senda hacia limitar el calentamiento global a 2,5 °C por encima de los niveles preindustriales) aumentará en 59 dólares (a 134 dólares) su gasto mensual en combustible, o sea un 79%. En este caso, esa persona se sentirá sin duda más pobre. Es lo que los economistas llaman “efecto ingresos”.
Ahora imaginemos que además hay un dividendo del carbono: a la persona del ejemplo se le pagan 187 dólares todos los meses, una suma que compensa de sobra el encarecimiento, y encima hace que el receptor del dividendo se sienta más rico. Pero ¿no aumentará también el incentivo a usar gasolina? La teoría económica sugiere que no.
Que el precio de la gasolina aumente no implica que todo lo demás dentro de la economía la siga. En vez de eso, los bienes y servicios que producen muchas emisiones de dióxido de carbono se volverán relativamente más caros que los otros. De modo que se podrá elegir entre usar el dividendo para conducir más kilómetros o usarlo para aumentar el consumo de otras cosas, por ejemplo cenas con amigos o zapatos de correr nuevos. La reunión social y los zapatos son el incentivo para emitir menos carbono. Es lo que los economistas llaman “efecto sustitución”.
De tal modo, un dividendo del carbono sería un pequeño incentivo para que la gente, las grandes empresas y los gobiernos vayan reemplazando los consumos con alta emisión de carbono por otras actividades e inversiones menos contaminantes. Y en particular, un dividendo del carbono protegería a los pobres. El impuesto simple al carbono es inherentemente regresivo, porque impone el mismo costo al pobre y al rico. Pero el dividendo revierte este efecto, porque cada dólar devuelto vale más para una familia de bajos ingresos que para una familia rica.
Además, los que vuelan por todo el mundo, calefaccionan y enfrían casas enormes y conducen autos deportivos ineficientes son los ricos. Como sus estilos de vida son mucho más contaminantes que los del resto, su contribución per cápita al dividendo del carbono sería mucho mayor. Y en particular, pagarían mucho más de lo que reciban, mientras que el 60% más pobre de los estadounidenses recibiría más de lo que pague.
En síntesis, un dividendo del carbono transferiría dinero de grandes contaminadores predominantemente ricos a pequeños contaminadores con ingresos predominantemente medianos y bajos, y al mismo tiempo reduciría las emisiones de CO2. Sería de por sí un paso inteligente en la dirección correcta, que no incitaría una reacción al estilo de los “chalecos amarillos”. Pero que nadie piense que es una panacea, porque cuando se trata del cambio climático, las panaceas no existen.
Traducción: Esteban Flamini
Mark Paul es profesor asistente de Economía en el New College of Florida e investigador en el Roosevelt Institute. Anthony Underwood es profesor asistente de economía en el Dickinson College.
Las citas lo muestran. Oliver Sacks es un lector-conversador extraordinario. No se conforma con familiarizarse con las ideas porque tiene otro objetivo, más ambicioso: comprender las estructuras y las mecánicas de pensamiento que producen las ideas, para luego arriesgar teorías propias que expanden y profundizan el diálogo entre subjetividades. En El río de la conciencia, el escritor y neurólogo británico dialoga con Charles Darwin acerca de la importancia vital que la botánica, las abejas y hasta los gusanos tienen para la humanidad; con H.G. Wells, sobre la percepción del tiempo y el espacio; con los pioneros de las neurociencias, también con los grandes innovadores, acerca de la creatividad; con William James (tan admirado por Borges y, antes que él, por Macedonio Fernández, con quien llegó a mantener correspondencia), acerca de la conciencia como un proceso inexorablemente colectivo: “cada pensamiento, en palabras de James, nace propietario de los pensamientos que lo precedieron, y 'muere poseído, transmitiendo todo lo que reconoció como su Yo a su propietario posterior'”. Y termina hilvanando esas conversaciones, con el virtuosismo de una vieja hilandera, en un relato entretenido y atrapante (cualidades reivindicadas por Conrad) que nos exige reflexionar sobre nuestro lugar en el universo.
Dos (la selección)
“La vida en nuestro planeta se remonta a varios miles de millones de años, y nosotros encarnamos, literalmente, esta prolongada historia en nuestras estructuras, nuestros comportamientos, nuestros instintos y nuestros genes. Los seres humanos conservamos, por ejemplo, los vestigios de los arcos branquiales, muy modificados, procedentes de nuestros antepasados peces, e incluso los sistemas nerviosos que antaño controlaron el movimiento de las branquias. Tal como escribió Darwin en El origen del hombre: «El ser humano todavía lleva en su estructura corporal la impronta indeleble de sus humildes orígenes.» También llevamos un pasado incluso anterior; estamos hechos de células, y las células se remontan al mismísimo origen de la vida.” (En “Darwin y el significado de las flores”, el primero de los ensayos reunidos por Sacks, poco tiempo antes de morir, en El río de la conciencia.)
Tres
“Pero podemos compensar las limitaciones de nuestro cuerpo, nuestros sentidos, utilizando diversos tipos de instrumentos. Hemos descifrado el tiempo, al igual que en el siglo XVII desciframos el espacio, y ahora tenemos a nuestra disposición lo que son, de hecho, microscopios y telescopios temporales a un alcance prodigioso. Gracias a ellos podemos alcanzar una aceleración o una demora multiplicada por mil billones, de manera que podemos observar, mediante la estroboscopia de láser, la formación y disolución de enlaces químicos en femtosegundos; u observar, contraídos a unos pocos minutos a través de una simulación de ordenador, los trece mil millones de años de historia del universo desde el Big Bang hasta la actualidad, o (a una compresión temporal aún superior) el futuro proyectado hasta el fin de los tiempos. Gracias a tales instrumentos, podemos aumentar nuestras percepciones, acelerarlas o ralentizarlas, de hecho, hasta un grado totalmente inalcanzable para cualquier proceso vivo. De este modo, aunque no podemos salir de nuestra propia velocidad y tiempo, con la imaginación podemos entrar en todas las velocidades, en todos los tiempos.” (En “Velocidad”.)
Cuatro
“Al parecer, no existe ningún mecanismo en la mente ni en el cerebro que asegure la verdad, o al menos el carácter verídico, de nuestros recuerdos. No poseemos ningún acceso directo a la verdad histórica, y lo que nos parece cierto o afirmamos que lo es (…) se basa tanto en nuestra imaginación como en nuestros sentidos. No existe manera alguna de transmitir o grabar en nuestro cerebro los sucesos del mundo; se experimentan y se construyen de una manera enormemente subjetiva que, para empezar, es diferente en cada individuo, y cada vez que se evoca un hecho ser reinterpreta o reexperimenta de manera diferente. Nuestra única verdad es la verdad narrativa, las historias que nos contamos unos a otros y a nosotros mismos: las historias que continuamente recategorizamos y refinamos. Dicha subjetividad se incorpora a la mismísima naturaleza de la memoria y es consecuencia del fundamento y mecanismos de nuestro cerebro. Lo asombroso es que las aberraciones exageradas son relativamente escasas, y en su mayor parte nuestros recuerdos son sólidos y fiables.” (En “La falibilidad de la memoria”.)
Cinco
“Hasta cierto punto, todos tomamos prestado de otros, de la cultura que nos rodea. Las ideas están en el aire, y a veces, sin darnos cuenta, nos apropiamos de las expresiones y el lenguaje de nuestro tiempo. Tomamos prestado el propio lenguaje, no lo inventamos. Lo encontramos al nacer, crecemos con él, aunque podemos utilizarlo e interpretarlo de manera muy individual. La cuestión no es el hecho de «tomar prestado», «imitar», o «copiar», de estar «influido», sino lo que uno hace con lo que toma prestado, imita o copia; con qué profundidad lo asimila, lo incorpora, lo combina con sus propias experiencias, pensamientos y sentimientos, qué lugar ocupa con relación a sí mismo y cómo se expresa de manera nueva y propia.” (En “El yo creativo”.)
Seis
“¿Es posible definir los procesos complejos casi inconcebibles que forman los correlatos neurales del pensamiento y la conciencia? Debemos imaginar, si somos capaces, que en nuestro cerebro, con sus cientos de miles de millones de neuronas, cada una de ellas con mil conexiones sinápticas o más, en cuestión de fracciones de segundo podrían surgir o seleccionarse un millón y pico de grupos o coaliciones rurales, cada uno con mil o diez mil neuronas.
Siete
”No podemos ni comenzar a imaginarnos su densidad y diversidad, las capas superpuestas del flujo de conciencia que se influyen mutuamente a medida que discurre, cambiando constantemente a través de la mente. Ni el arte más excelso –ya sea el cine, el teatro o la narrativa literaria– es capaz de llegar a insinuar cómo es realmente la conciencia humana”. (En “El río de la conciencia”.)
Miguel Prenz (1979, Bahía Blanca) es autor de los libros El heredero del General (Norma, 2011), La misa del diablo (Tusquets, 2013), Gigantes (Tusquets, 2015; traducido al francés por Éditions Marchialy) y Algo del antiguo fuego (Tusquets, 2019). Participa de las antologías Los malos (Ediciones UDP, Chile, 2015), Un mundo lleno de futuro (Planeta, Colombia, 2017) y Extremas (Ediciones UDP, 2019).
En SIETE PÁRRAFOS, grandes lectores eligen un libro de no ficción, seleccionan seis párrafos, y escriben un breve comentario que encabeza la selección. Todos los martes podés recibir la newsletter, editada por Flor Ure, con los libros de la semana y novedades del mundo editorial.
A fines de 2018, Francisco Acuña terminó la primaria y se convirtió, junto a Camila Bandi y Rodrigo Pérez, en uno de los tres primeros jóvenes con parálisis cerebral que completaron ese ciclo en una escuela pública de adultos porteña. Lo logró al rendir exámenes libres sobre los mismos contenidos que debe aprobar cualquier chico que estudia la primaria en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
A Francisco le gusta escribir y por eso decidimos que él mismo cuente quién es y qué hace. Para comunicarse, con su cabeza pulsa un gran botón que tiene en la cabecera de su silla de ruedas y con el que va tipeando las palabras que luego un software reproduce con una voz computarizada.
“Mi nombre completo es Azul Francisco Merillo Acuña. Pero a los 7 u 8 años le pedí a mi mamá que me llamaran Pancho. Y desde hace unos meses me siento más cómodo si me llaman Fran. Vivo en Buenos Aires, en el barrio de Vicente López, con mi mamá, mi perro Bruno y mi gato Yitaque.”
“Me levanto, me cambio y me siento a desayunar. Me pasa a buscar Lihue, el transportista y me lleva a Aedin, que es mi escuela. Allí, me recibe la maestra, subo a la sala y me saco la campera. Estudio en la sala o voy a las terapias. Esa es mi rutina diaria de lunes a viernes.”
“En Aedin me preparé para rendir los exámenes libres de la primaria y además hago mis terapias. El año pasado terminé mi primaria en una escuela pública común. Para mi significó un gran orgullo y también atravesar momentos de muchos nervios.”
“Lo que más me gusta hacer es escuchar música y estudiar matemática. También me gusta escribir novelas policiales. Terminé una novela de amor hace un año y hoy estoy escribiendo un policial.”
Escuchá o lee un párrafo de la novela de Francisco:
“El tano es el jefe supremo de todo el transporte del lugar. Y sus sobrinos, el Tingui y el Caio. Pero estas tres personas no están haciendo las cosas bien. ¿Y por qué no está muy bueno lo que hacen? Porque hacen lo que se les canta. Primero tienen a sus dos empleados en negro; segundo, tienen drogas y alcohol en su combi; y ponen alto cumbia mientras están llevando chicos chiquitos o adolescentes”.
Foto: Rodrigo Mendoza
“No me gustan los lugares bulliciosos y me molesta ir a sitios donde hay muchas gente porque me miran raro. Por ignorancia la gente dice y hace cosas horribles. Hace algunos sábados salí con mi acompañante y cuando volvíamos a mi casa decidimos tomar un taxi, pero el taxista no me quería llevar. Mi acompañante habló con él y al final aceptó llevarme pero le aclaró que no quería 'lío' si me pasaba algo. Y a lío se refería a si me hacía pis o caca. Como si a todo el que sube a su auto le aclararía eso.”
“Me molesta que la gente diga que hago algunas cosas a propósito, como por ejemplo el movimiento de mis piernas. Me gustaría que me trataran como a cualquier otra persona, de manera común y corriente.”
“Soy bueno para hablar con la gente y me gustaría que la gente sepa que quiero ser actor. Quisiera aprender a actuar, saber cómo se prepara un actor, cómo desarrolla un personaje y cómo es el detrás de escena. También aprender a manejar y ser jefe de una flota de camionetas.”
“¿Un sueño que recuerdo? Una vez soñé que conocía a la China Suárez.”
“Cuando volví a hacer equinoterapia, después de mucho tiempo, fue uno de los momentos de más felicidad que recuerdo. Hice equinoterapia desde que tenía dos años y medio. Ahora, hace 18 meses que no puedo ir a montar porque la prepaga me dejó de cubrir esa terapia. Y el momento más triste que recuerdo fue cuando murió mi abuela.”
“Quisiera que cambien los accesos a los medios de transporte, que sean accesibles para una silla de ruedas, por ejemplo. Y que las personas con las que tenga que interactuar para hacer un trámite sepan sobre esta discapacidad y no tengan miedo. Se animen a hablar con nosotros porque nosotros entendemos absolutamente todo”.
Foto: Rodrigo Mendoza
***
Contar la historia de Francisco implicó un enorme desafío para mí, que nunca había tenido contacto con una persona con parálisis cerebral. Sobre todo porque el desconocimiento provoca miedo y el miedo se llena de fantasías que nos alejan de las personas con esta discapacidad.
Antes de conocer a Francisco, Camila, Rodrigo, Sofía, Candela y Alejo creía que las personas con parálisis cerebral vivían en un mundo que me era ajeno. Es decir, no sabía cuán conectados con la vida cotidiana estaban y no sabía siquiera si podía comunicarme con ellas.
Hace unos meses, cuando me enteré de que tres chicos (Rodrigo Pérez, Francisco Acuña y Camila Bandi) habían terminado la primaria rindiendo exámenes libres en una escuela pública de adultos, me di cuenta de que su mundo era el mío.
Sofía, Francisco, Rodrigo, Alejo y Candela. Foto: Rodrigo Mendoza
Sin embargo, hace algunas semanas, uno de mis hijos me contó que había visto a un grupo de chicos que le habían dado miedo y cuando me describió cómo eran supe que tenían "PC", como ellos le dicen.
Ahí comprendí que tenía que conocerlos y contar su historia para ayudar a erradicar miedos. Llamé a Aedin (Asociación en Defensa del Infante Neurológico) y me enteré de que la parálisis cerebral es un término que se usa para describir diferentes síndromes de discapacidad física. Por una alteración del desarrollo cerebral, las personas afectadas presentan un control anormal del movimiento y de la postura.
Es una discapacidad que por año afecta a entre 2 y 2,5 bebés por cada 1000 nacimientos. Es decir, cada año en nuestro país nacen alrededor de 1500 niñas y niños con esta discapacidad, según datos del Consenso Argentinos sobre Parálisis Cerebral.
En Aedin, Ivana Ponce, directora general del Centro de Educación Terapéutica y directora del Área Jóven, me recibió, supo ver mi miedo y con amorosa pericia me preparó y acompañó a conocer a Francisco y su grupo de compañeros. En ese primer encuentro se dieron esas charlas que marcan a las personas, que amplían horizontes y mundos.
Después de eso, trabajamos juntos para contarles la historia que acaban de conocer.
Debido a la insuficiencia de la red de seguridad social en los Estados Unidos y otros países desarrollados, las propuestas para un ingreso básico universal (IBU) están ganando popularidad. La brecha entre los ricos y todos los demás se ha ampliado significativamente en los últimos años, y muchos temen que la automatización y la globalización la amplíen aún más.
Para estar seguro, si la única opción es entre el empobrecimiento masivo y un Ingreso Básico Universal, es preferible un IBU. Tal programa permitiría a las personas gastar su dinero en lo que más valoran. Se crearía un amplio sentido de propiedad y un nuevo electorado para sacudir el sistema de la política de grandes cantidades de dinero. Los estudios sobre programas de transferencia condicional de efectivo en economías en desarrollo han encontrado que tales políticas pueden empoderar a las mujeres y otros grupos marginados.
Pero el Ingreso Básico Universal es una mala idea, entre otras cosas porque sería prohibitivamente costosa a menos que estuviera acompañada de profundos recortes en el resto de la red de seguridad. En los EE. UU. (Población: 327 millones), un IBU de solo US$ 1.000 por mes costaría alrededor de US$ 4 billones por año, lo que se aproxima a todo el presupuesto de 2018. Sin grandes ahorros de costos, los ingresos fiscales de los EE. UU. Tendrían que duplicarse , lo que impondría enormes costos de distorsión a la economía. Y, no, un IBU permanente no podría financiarse con deuda del gobierno o moneda recién impresa.
Sacrificar todos los demás programas sociales por un IBU es una idea terrible. Tales programas existen para abordar problemas específicos, como la vulnerabilidad de los ancianos, los niños y las personas con discapacidad.
Imaginen vivir en una sociedad donde los niños todavía pasan hambre, y donde aquellos con problemas de salud se ven privados de la atención adecuada, porque todos los ingresos fiscales se destinaron al envío de cheques mensuales a todos los ciudadanos, millonarios y multimillonarios incluidos.
Aunque el Ingreso Básico Universal es un buen eslogan, es una política mal diseñada. La teoría económica básica implica que los impuestos sobre el ingreso son distorsionadores en la medida en que desalientan el trabajo y la inversión.
Además, los gobiernos deberían evitar las transferencias a las mismas personas de quienes obtienen los ingresos, pero eso es precisamente lo que haría una IBU. En los EE. UU., alrededor de las tres cuartas partes de los hogares pagan al menos algunos impuestos federales sobre la renta o la nómina, y una proporción aún mayor paga los impuestos estatales.
Además, ya se ofrece una política más sensata: un impuesto a la renta negativo, o lo que a veces se denomina “ingreso básico garantizado”. En lugar de darles a todos US$ 1.000 por mes, un programa de ingreso garantizado ofrecería transferencias solo a las personas cuyo ingreso mensual es por debajo de esa cifra.
Los defensores de la ingreso básico argumentarían que los programas de transferencia no universales son menos atractivos porque los votantes no los aceptarán con entusiasmo. Pero esta crítica es infundada. El ingreso básico garantizado es tan universal como el seguro nacional de salud, que no imparte pagos mensuales a todos, sino que beneficia a cualquiera que haya incurrido en costos médicos.
Lo mismo se aplica a los programas que garantizan incondicionalmente el apoyo a las necesidades básicas, como los alimentos para las personas con hambre y el seguro de desempleo para los desempleados. Tales políticas son ampliamente populares en los países que las tienen.
Finalmente, gran parte del entusiasmo por ingreso básico se basa en una mala interpretación de las tendencias de empleo en las economías avanzadas. Contrariamente a la creencia popular, no hay evidencia de que el trabajo tal como lo conocemos desaparezca pronto. La automatización y la globalización son, de hecho, trabajos de reestructuración, eliminando ciertos tipos de empleos y aumentando la desigualdad. Pero en lugar de construir un sistema en el que una gran parte de la población reciba subsidios, deberíamos adoptar medidas para alentar la creación de empleos de "clase media" con un buen sueldo, al mismo tiempo que fortalecemos nuestra red de seguridad social. El IBU no hace nada de esto.
En los EE. UU., los principales objetivos de la política deberían ser la atención médica universal, beneficios de desempleo más generosos, programas de capacitación mejor diseñados y una ampliación de beneficios tributarios a los los trabajadores de bajos salarios. Es menos costoso que un ingreso básico garantizado e incentiva directamente el trabajo.
Por el lado de los negocios, reducir los costos indirectos y los impuestos sobre la nómina que los empleadores pagan por la contratación de trabajadores estimularía la creación de empleos.
Igualmente importante, estas soluciones aprovechan la política democrática. No se puede decir lo mismo de un IBU, que se lanza en paracaídas desde arriba como una forma de aplacar a las masas descontentas. Las propuestas de un ingreso básico garantizado tienen todas las características del "pan y circo" utilizado por el imperio romano y bizantino: subsidios para desactivar el descontento y apacigua a las masas, en lugar de brindarles oportunidades económicas.
En contraste, el estado de bienestar social moderno que ha servido tan bien a los países desarrollados no fue impuesto por magnates y políticos, sino que el resultado de políticas democráticas. Su objetivo era proporcionar tanto un seguro social como oportunidades a las personas. La gente común hizo demandas, se quejó, protestó y se involucró en la formulación de políticas públicas, y el sistema político respondió. Se buscó proteger a los desfavorecidos y crear oportunidades, al mismo tiempo que se fomentaba el compromiso cívico.
Muchos problemas sociales actuales están arraigados en nuestro abandono del proceso democrático. La solución no es botar suficientes migajas para mantener a las personas en casa, distraídas y pacificadas. Más bien, necesitamos rejuvenecer la política democrática, impulsar la participación cívica y buscar soluciones colectivas. Solo con una sociedad movilizada y políticamente activa podemos construir las instituciones que necesitamos para compartir la prosperidad en el futuro, mientras protegemos a los más desfavorecidos entre nosotros.
Daron Acemoglu es profesor de economía en MIT y coautor (con James Robinson) de "Por qué fracasan los países".
Ups.. Arruinaste por completo esa presentación tan importante, no cumpliste con la fecha límite que no podías pasar o dijiste algo que no deberías haber dicho. ¡El mundo se va a caer! ¡Tu vida llegó a su fin! ¡Todos se van a acordar de este error por el resto de tu vida!
¿Cierto?
No, claro que todos sabemos que eso no es cierto. Todo el mundo comete errores todo el tiempo y va a suceder de nuevo. Nuestros errores rara vez son tan grandes como los imaginamos, y todos los demás tienen cosas más importantes que hacer que pensar en tus errores. Y si bien es cierto que algunos errores son más significativos que otros, por ejemplo, darte cuenta que elegiste la trayectoria profesional o la pareja equivocada, no tienen por qué ser los desastres que terminan en el mundo que creemos que son. Así que tomemos un respiro profundo y demósnos cuenta de que todo está bien y que el mundo no se va a caer, luego veamos cómo solucionarlo.
Una de las razones por las que a veces nos atenemos a cosas que sabemos que no funcionan es el sesgo de compromiso, que es nuestra tendencia a dejar que nuestras decisiones y acciones pasadas determinen cómo nos comportamos ahora y en el futuro, incluso si sabemos que estamos siendo irracionales . (Pensá en las personas que son miserables en su trabajo y son plenamente conscientes de ello).
Según el Laboratorio de Decisiones, un grupo de expertos en diseño conductual, "tendemos a interpretar la evidencia de una manera que hace que nuestra idea pasada parezca mejor". Queremos ser visto como alguien que es consistente, y reconocer que una decisión importante que hemos tomado fue un error que destruye esa imagen. Nuestros cerebros están trabajando contra el cambio en múltiples niveles, lo que agrava la dificultad de corregir un gran error en la vida.
"La vergüenza y el golpe a tu autoestima pueden manifestarse de manera ilimitada, y algunas veces se siente como si se manifestara de todas formas, y la respuesta de nuestros cuerpos al fracaso puede incluso imitar la del dolor físico", escribió Oset Babur el año pasado en un artículo del New York Times sobre aprender del fracaso.
Entonces, sí: el primer paso para corregir un error monumental es ser honesto y crítico con vos mismo y reconocer que realmente fue un error. Esto es mucho más fácil decir que hacer, pero a menos que seamos categóricamente sinceros con nosotros mismos sobre el error en sí mismo, no hay forma de evitarlo.
El segundo paso es aún más crucial: aceptar que fue un error, pero no permitir que te defina a vos ni a tu autoestima.
“Ser demasiado críticos de nosotros mismos puede aumentar la ansiedad por un contratiempo. Pero pensar en exceso, o reflexionar sobre lo que sucedió, es como agonizar la autocrítica en repetición", escribe Rachel Simmons en la guía de The Times para superar el fracaso. "Los estudios han descubierto que pensar demasiado, hacer preguntas como: ¿Cómo podría haber dicho eso? ¿Por qué estoy tan ansioso? - puede dañar la motivación y las habilidades de resolución de problemas de una persona, y aumentar las probabilidades de la depresión. Es más común en las mujeres ".
Después de llegar a un acuerdo con tu error y aceptar que lo cometiste, comienza el verdadero trabajo. Por supuesto, no hay dos errores idénticos, pero hay algunas formas prácticas de encontrar un camino a seguir.
Si es posible, deja de enterrarte en el error. Si esto es un error que continúas cometiendo (una posición en la que he estado muchas veces), hacé lo que esté a tu alcance para dejar de empeorar la situación.
A partir de ahí, la salida no se presenta en grandes ajustes y decisiones que cambian la vida al mismo tiempo, sino en "pequeños pasos de bajo riesgo", según el Dr. Marty Nemko. Digamos que diste cuenta y aceptaste que hiciste una elección de carrera equivocada. No lo pienses solo en términos de levantarte y dejar el trabajo mañana, sino que tratá de pensar en las formas más pequeñas en las que puedas dirigirte hacia una carrera que sea más adecuada para vos.
Probá las aguas en otras áreas para ver qué es lo que te interesa y para ver cómo se construye una vida, y después trabajá lentamente hacia atrás para averiguar cómo podés llegar allí. Queremos evitar zambullirnos en algo de cabeza; esa podría ser la razón por la que estamos en esta situación en primer lugar. En su lugar, queremos construir un plan gradual y metódico para llegar a donde queremos ir, paso a paso.
Recuperarse de los errores más importantes nunca es fácil, y existen fuerzas internas y externas que trabajan contra nosotros, incluidos los prejuicios que nos hacen querer atenerse a las malas decisiones y las presiones sociales que nos hacen temer a luchar por el cambio. Pero ser consciente de los obstáculos en tu camino es el único camino para sortearlos.
En Aquellos años del boom, el periodista catalán Xavi Ayén escribe algo así como “todo lo que siempre quiso saber sobre el boom literario latinoamericano y nunca se animó a preguntar”. Su gran mérito es su nivel de detalle: podemos enterarnos hasta de cuándo fue operado de hemorroides Mario Vargas Llosa. Eso habla de un autor que siguió el tema desde cerca durante años, y que cuenta con un enorme material documental, incluyendo entrevistas con prácticamente todos los personajes relevantes.
La contrapartida es que, aún cuando la presente edición tiene la mitad de páginas que la original, sigue siendo un libro largo, de unas 500 páginas. Atenúa ese problema un excelente índice onomástico y una estructura acertada, de 24 capítulos: 7 capítulos con un eje geográfico, donde se habla de las capitales del boom (Barcelona, La Habana, Buenos Aires, México, París y Nueva York); 14 capítulos con eje en los actores; y 3 capítulos donde se analiza la crítica, el legado y un evento en particular. Respecto de los personajes, en el centro están García Márquez y Vargas Llosa: son los únicos a quienes Ayén dedica dos capítulos. Los demás tienen uno (Mutis, Donoso, Pitol, Bryce Echeñique, Fuentes, Cortázar) o medio (Edwards comparte con Cabrera Infante y Piñón con Peri Rossi). Luego hay sendos capítulos para dos personajes claves del boom: el editor Carlos Barral y la agente literaria Carmen Balcells.
¿Pero qué es el boom? El capítulo más análitico del libro, y el más interesante para mí, es el 14, “El boom y sus apóstoles (el aparato crítico)”. Allí Ayén revisa las diversas respuestas a la pregunta y da la suya: el boom es, ante todo, un hecho que unificó a las literaturas nacionales en una literatura en español a partir de un grupo de escritores. ¿Quiénes forman parte de ese grupo? Ayén incluye a García Márquez, Vargas Llosa, Donoso, Fuentes y Cortázar a partir de un conjunto de características: son grandes novelistas, que vivieron o pasaron tiempo en Barcelona, que aparecen en los años cincuenta, tienen cierta “conciencia de grupo”, fueron amigos entre sí, tuvieron proyectos juntos, apoyaron al menos inicialmente la revolución cubana y fueron “la primera generación de escritores latinoamericanos profesionales” (p. 343).
Otra característica de Los años del boom es que no intenta cerrar todo; cuando hay muchas versiones sobre alguna cuestión deja constancia de las posiciones sin cerrar una definición. El arco temporal queda así, también, abierto; el comienzo podría ser con la primera novela del boom, La ciudad y los perros de Vargas Llosa, de 1963, pero el auge de ventas comienza recién con Cien años de soledad, de 1967. Y el cierre podría ser en 1971, cuando se resquebraja el apoyo a la revolución cubana entre algunos miembros del boom por el tratamiento dado a un escritor disidente (el “caso Padilla”), o con la pelea en 1976 entre aquellos amigos que estaban en el centro del boom, y que se discute en el anteúltimo capítulo del libro, aunque la historia sigue con eventos hasta 1983. En definitiva, un libro interesante y muy documentado sobre un momento clave de la literatura latinoamericana.
Dos (la selección)
“Sucedieron cosas muy importantes en Buenos Aires, La Habana y México D.F., pero, en la etapa decisiva que va de finales de los años sesenta a mediados de los setenta, Barcelona es, en palabras de Carlos Fuentes (1928-2012), ‘el meollo del asunto’, el lugar de cita de aquella constelación. Además de los escritores, allí vivían dos elementos clave para que cuajara el boom: Carlos Barral y Carmen Balcells. ‘Todos lo sabíamos: había que pasar por Barcelona’, concluye Fuentes.” (p. 59)
Tres
(Mario y Gabo) “No hay más que verlos. Cualquiera que los conozca sabe a lo que me refiero. Mario es un intelectual, alguien con la cabeza muy bien amueblada, que atesora conocimientos eruditos cobre múltiples materias y, a la vez, es capaz de crear grandes obras. Su discurso intelectual es de gran altura, es el primero de la clase, un cum laude. Al contrario, Gabo es un genio en el sentido de que es un monstruo creador, una fuerza de la naturaleza, alguien tocado por la mano de Dios, que tiene un don, y no se dedica a elaborar teorías o análisis sobre la cultura. Me parece algo que los describe sin valorar a uno por encima del otro. Yo estoy enamorada de los dos.” (p. 84) Cita de Carmen Balcells.
Cuatro
(Una literatura en español) “El boom rompió con las literaturas nacionales, en línea con el internacionalismo político de izquierda de la época. Por un momento, se leyeron las mismas novelas en todos los países de habla hispana y se disiparon aquellas dudas que tenía Borges acerca de la unidad latinoamericana: ‘No sé si hay muchos argentinos o mexicanos que sean americanos también, más allá de la firma de una declaración o de las efusiones de un brindis’. Ni siquiera García Márquez se veía todavía, en 1961, como un latinoamericano en el nuevo sentido: ‘Era aún un colombiano’. Hizo falta que se pusiera a escribir Cien años de soledad.” (p. 327)
Cinco
(Conciencia de grupo) “Donoso es, de todos los escritores del grupo, quien más en serio se tomó la labor de ‘historiar’ el boom, de recoger sus impresiones al respecto. Ahí está la ineludible Historia personal del ‘boom’, escrita por él y publicada por primera vez por Anagrama en 1972. Entre inocente y maliciosa, Ana María Moix apuntaba que ‘lo escribió para incluirse a sí mismo, en privado siempre dudaba de su papel, ante monstruos como Mario, Gabo y otros. No sabía si formaba parte del boom o no, así que se puso él directamente, para que luego otros no se olvidaran de hacerlo.’ ‘Mi padre - ahondaba Pilarcita - se sintió integrante de este boom por converger en un mismo momento y en un mismo lugar [...] pero intuyó que en el fondo nunca fue parte importante del movimiento’.” (p. 261)
Seis
(Literatura y revolución) “Una épica militarista basada en la figura del héroe (Fidel y el Che) se va a extender rápidamente por el mundo. La fraternal solidaridad con la Revolución cubana afectaba no solamente a los escritores, sino también a editores y críticos de todo el orbe hispanohablante, de Carlos Barral a Ángel Rama. La Habana es fundamental para entender por qué el boom funciona como una sólida hermandad: la argamasa se forma a partir de las complicidades políticas que se tejen entre unos escritores que ven cierto paralelismo entre la puesta en valor intelectual de su obra y la autoestima recuperada de la isla caribeña.” (p. 225)
Siete
(La pelea) “El vínculo entre los dos amigos se rompió el 12 de febrero de 1976: en el preestreno de la película La odisea de los Andes, de Álvaro Covacevich, en la sala de Canacine, en México, Vargas Llosa propinó un derechazo a García Márquez que lo dejó tendido en el suelo. En la atónita platea se encontraba la flor y nata de la intelectualidad mexicana. Era la última hora de la tarde, hacia las ocho, y había ya oscurecido. (...) García Márquez se encontraba en el vestíbulo, con su esposa y un grupo de amigos, tomando vino y unos bocadillos. ‘Me disculpan, voy a saludar a Mario’, les dijo antes de ir hacia la sala de proyección. Allí, se dirigió al peruano con los brazos abiertos, y recibió un fortísimo puñetazo: ‘Esto, por lo que le hiciste a Patricia en Barcelona’, dejó en claro el agresor.” (p. 499-500)
En SIETE PÁRRAFOS, grandes lectores eligen un libro de no ficción, seleccionan seis párrafos, y escriben un breve comentario que encabeza la selección. Todos los martes podés recibir la newsletter, editada por Flor Ure, con los libros de la semana y novedades del mundo editorial.
El crecimiento se está desacelerando en Europa, Estados Unidos, China, Japón y otras economías líderes, como lo destacaron recientemente el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial al revisar sus pronósticos globales para este año sustancialmente a la baja.
Al mismo tiempo, los líderes políticos y empresariales saben que necesitan hacer más para preparar la fuerza laboral para el mercado laboral en una era de automatización creciente, salarios estancados y mayor empleo a tiempo parcial, temporal y contingente.
Estos dos desafíos, que revitalizan el crecimiento económico y preparan a las personas para el futuro del trabajo, están vinculados, pero no necesariamente en el sentido convencional de que el estímulo macroeconómico o la mejora de la eficiencia constituyen la mejor manera de crear oportunidades de empleo y elevar el nivel de vida.
La experiencia de las últimas décadas muestra que el crecimiento por sí solo no es suficiente para reducir el aumento de la desigualdad y la inseguridad que acompañan a la transformación del trabajo. Además, los altos niveles de deuda y las tasas de interés históricamente bajas han dejado a los responsables de implementar políticas públicas con menos herramientas tradicionales para estimular la economía en caso de otra recesión.
En esta nueva era, el gobierno y los líderes empresariales necesitan ver la relación entre el crecimiento y los mercados laborales al revés. Es mejorando sus contratos sociales y equipando mejor a sus ciudadanos para navegar en el mundo del trabajo que los países pueden impulsar su crecimiento económico y su desarrollo.
Esa es la conclusión a la que llegó recientemente una Comisión Global independiente sobre el futuro del trabajo, organizada por la Organización Internacional del Trabajo y copresidida por el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa y el primer ministro sueco Stefan Löfven.
La comisión recomendó tres pasos prácticos, todos los cuales implican invertir más en las personas, que los países pueden tomar para mejorar la inclusión social y el crecimiento económico simultáneamente. Invertir más en las personas no solo es esencial para fortalecer los contratos sociales de los países con los ciudadanos en un momento de rápido cambio tecnológico. También puede formar la base de un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo más centrado en el ser humano que puede ser la mejor esperanza para mantener el impulso de la economía mundial.
Primero, los países deberían aumentar la inversión pública y privada en las capacidades de sus ciudadanos, que es la forma más importante en que pueden elevar de manera duradera su tasa de crecimiento de la productividad. Algunos gobiernos invierten de manera crónica en el acceso a educación de calidad y desarrollo de habilidades. Pero los legisladores de todo el mundo deben hacer más a medida que las poblaciones envejecen y la automatización interrumpe tanto la manufactura, en la que tradicionalmente las economías en desarrollo se han basado para industrializar, como los servicios, en los que se concentra gran parte del empleo de la economía avanzada. Por lo tanto, la comisión pidió a los países que construyan un marco universal para apoyar el aprendizaje a lo largo de toda la vida, incluidas políticas de ajuste y capacitación en el mercado laboral más sólidas y mejor financiadas, servicios públicos de empleo ampliados y un piso de protección social universal.
En segundo lugar, los gobiernos, junto con las organizaciones de empleadores y de trabajadores, deberían actualizar las normas e instituciones nacionales relacionadas con el trabajo. Estos influyen en la cantidad y distribución de oportunidades de trabajo y compensación, y por lo tanto en el nivel de poder de compra y la demanda agregada dentro de la economía. Específicamente, la comisión solicitó una Garantía Laboral Universal según la cual todos los trabajadores, independientemente de su acuerdo contractual o situación laboral, gozarían de derechos fundamentales, un "salario digno adecuado" tal como se define en la constitución fundadora de la OIT hace 100 años, límites máximos de trabajo Horas, y protección de la salud y la seguridad en el trabajo.
Además, la representación colectiva de trabajadores y empleadores a través del diálogo social estructurado debe garantizarse como un bien público y debe promoverse activamente por las políticas gubernamentales. Desde el permiso parental hasta los servicios públicos, las políticas deben fomentar el intercambio de trabajo de cuidado no remunerado en el hogar para apoyar la igualdad de género en el lugar de trabajo. El fortalecimiento de las voces y el liderazgo femenino, la eliminación de la violencia y el acoso en el trabajo y la implementación de políticas de transparencia salarial también son importantes a este respecto.
En tercer lugar, los países deberían aumentar la inversión pública y privada en sectores económicos que requieren mucha mano de obra y generar beneficios más amplios para la sociedad. Estos incluyen infraestructura sostenible de agua, energía, digital y transporte, sectores de atención, economía rural y educación y capacitación. La Comisión de Negocios y Desarrollo Sostenible ha estimado que el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas podría generar $ 12 billones de oportunidades de mercado solo en cuatro áreas: alimentación y agricultura, ciudades, energía y materiales, y salud y bienestar, y crear hasta 380 millones de empleos para 2030. Aprovechar estas posibilidades podría ayudar a los países a compensar los efectos de la automatización y la integración económica que desplazan la mano de obra y potencialmente eliminan la demanda.
Estos tres pasos constituyen una estrategia para todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo económico, para fortalecer tanto la justicia social como el crecimiento económico y, por extensión, la fe pública en las instituciones políticas.
Al borde de la crisis financiera, hace una década, los líderes de los países del G20 se comprometieron a construir un modelo de crecimiento más equilibrado y sostenible que incorporara lecciones de los desequilibrios económicos y los errores de política del pasado.
Desde entonces, el mundo ha progresado poco hacia la realización de este objetivo. Pero el camino que debe seguir es claro: una inversión sostenida e incrementada en las capacidades de las personas, el poder de compra y las oportunidades de trabajo.
Guy Ryder es Director General de la Organización Internacional del Trabajo, que organizó la Comisión Global sobre el Futuro del Trabajo. Richard Samans es Director Gerente de Políticas e Impacto Institucional en el Foro Económico Mundial y miembro de la Comisión Global sobre el Futuro del Trabajo.
Los estudios sugieren todo tipo de beneficios de la lectura, incluido el aumento de la empatía, la reducción del estrés y la retención de la memoria. Incluso puede frenar tus instintos criminales, según algunos investigadores. Pero encontrar tiempo para leer generalmente significa hacer tiempo para leer, y eso significa convertirlo en una prioridad. Acá hay algunos consejos para aquellos de ustedes que quieren meter más libros en su día a día.
FIJAR METAS. Un libro al mes, un libro a la semana, lo que te resulte cómodo. Mantené una lista para seguir tu progreso.
LLEVAR TU LIBRO CON VOS. No hay excusa para no leer durante tu tiempo de inactividad: en el tren, en la sala de espera del médico, en las luces rojas (O.K., tal vez no en las luces rojas). Yo prefiero los libros en papel por todo tipo de razones, pero particularmente acá, porque reclaman tu atención más insistentemente que los libros electrónicos. Pero te concedo que es más fácil llevar varios libros en un solo dispositivo, por lo que si lo preferís y no te ves afectado por el correo electrónico, esa es una opción también.
DESCONECTAR TU TV. O cambiar la configuración para que tengas que iniciar sesión cada vez que quieras ver algo. Si te obligas a tomar una pausa solo un momento antes de ver un programa que no amas de todos modos, podés darte cuenta de que preferirías pasar ese mismo tiempo con un libro.
ALQUILÁ LIBROS EN LA BIBLIOTECA. De esa manera, tendrás una fecha límite para devolverlos y sentirás más presión para llegar al final.
SUMÁTE A UN CLUB DE LIBROS. La presión de los compañeros, más un ángulo social incorporado que hará que todos lean lo mismo y hablen sobre ellos mientras toman una copa de vino. Si no podés encontrar un grupo de amigos con ideas afines en tu ciudad, preguntá en la biblioteca o en la librería.
Bienvenidos a “¿Querés ser Ministro de Economía por un rato?”, un juego en el que intentando bajar la inflación se aprende cómo se relacionan las variables macroeconómicas más relevantes de un país.
Mediante una conversación ficcional vía chat con Mauricio Macri y Nicolás Dujovne, quien acepte el desafío puede proponer qué hacer con el gasto, los impuestos y la tasa de interés del Banco Central, para intentar bajar la inflación. Se puede jugar en este link.
¿El objetivo? Entender mejor cómo funcionan algunas de las variables macroeconómicas de un país, interpretando sus relaciones de causa y consecuencia. Además, los resultados visibilizan los costos y consecuencias de las decisiones económicas en la vida real de las personas.
¿Qué es la inflación? Es el aumento sostenido y generalizado en los precios de una economía a través del tiempo, algo que nosotros los argentinos entendemos demasiado bien. En los últimos 12 meses la inflación ha estado por encima del 50%, eso significa que algo que hace un año costaba 100 pesos, hoy cuesta 150.
¿Cuáles son las causas de la inflación? El factor clave es un aumento de la oferta monetaria, es decir, la cantidad de dinero disponible para comprar bienes y servicios (pagar la luz, las compras del supermercado, ir al cine, etc. etc.). Generalmente ese aumento es causado por la emisión excesiva de dinero del Banco Central, que busca resolver el déficit fiscal, causado cuando el país gasta más de lo que los ingresos que recauda.
Aquí, una breve explicación sobre las variables que se administran en el juego.
¿Qué es el gasto público? Es lo que el Estado gasta cada año y se ve reflejado en el Presupuesto de la Nación. De acuerdo a cifras oficiales, las jubilaciones y pensiones son el principal gasto del Estado y representan casi el 60% del total. Le sigue el pago de la deuda pública, el gasto en educación y cultura, subsidios a la energía, combustibles y al transporte público (incluye desde los colectivos a Aerolíneas Argentinas).
En Argentina el gasto público equivale al 42% del PBI. Al comienzo de la gestión de Néstor Kirchner, el gasto era de aproximadamente 29%. Con Cristina Fernández de Kirchner, este porcentaje llegó 47%, en el año 2015, su máximo nivel en décadas. En 2018 el gasto público bajó al 42% del PBI.
¿Qué son los impuestos? Los impuestos son los tributos que cada persona, familia o empresa debe pagar al Estado para costear las necesidades colectivas, contribuyendo así con una parte de sus su economía al bienestar de la sociedad.
De acuerdo al Instituto Argentino de Análisis Fiscal, entre el estado nacional y provincias, la Argentina tiene 163 impuestos. La recaudación de IVA, Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, Impuesto a las Ganancias (personas físicas y sociedades) y el impuesto provincial a los Ingresos Brutos, se obtienen tres cuartas partes de la recaudación tributaria consolidada de Argentina. La presión tributaria conjunta de Nación y provincias supera el 31% del PBI. El promedio de los países desarrollados es del 34%.
¿Qué es la tasa de interés? También conocida como el costo del dinero. Es el pago que realiza quien pide prestado a quien se lo da. Por ejemplo, si la tasa de interés anual es del 10%, eso significa que por cada $100 prestados, el deudor (en este caso el Banco Central) pagará $110 al final del año. Actualmente la tasa de referencia en Argentina está en alrededor del 62%.
¿Hay más variables? Por supuesto. Pero hay consenso en que lo clave es lo que gasta un gobierno versus los ingresos que genera a través de los impuestos que pagan ciudadanos y empresas, y la política monetaria del Banco Central.
Si bien el juego responde a una dinámica sobre la que hay consenso entre los economistas, naturalmente algunas consecuencias están simplificadas.
De acuerdo con un reciente artículo de Harvard Business Review , no suele ser útil dar feedback a los colegas. Los autores argumentan que la crítica constructiva no ayudará a las personas a alcanzar la excelencia y que, cuando se destaca las deficiencias de alguien, de hecho afecta su aprendizaje. Señalan que los gerentes deberían alentar a los empleados a preocuparse menos por sus debilidades y en lugar de ello enfocarse en sus fortalezas.
Nuestra investigación y experiencia en el Center for Creative Leadership, o CCL, nos llevó a una conclusión diferente: El feedback, tanto positivo como negativo, es esencial para ayudar a los directivos a fortalecer sus mejores cualidades y puedan corregir las peores, de forma que puedan sobresalir como líderes.
En el artículo hay muchas ideas con las que concordamos: el feedback brusco no ayuda a a las personas a prosperar y mejorar; la retroalimentación positiva es muy importante para el aprendizaje y decirle a alguien cómo resolver un problema suele ser el enfoque equivocado.
Sin embargo, estamos en desacuerdo con otros puntos:
Las personas son poco confiables para evaluar a otros. Cierto, la retroalimentación nunca es puramente objetiva. Sin embargo, para un líder, el saber cómo los demás lo perciben es increíblemente valioso.
El feedback sobre debilidades crea una amenaza que inhibe el aprendizaje.La investigación indica que quienes reciben retroalimentación y obtuvieron calificaciones desfavorables tienden a mejorar su desempeño más que otros. Además, en el trabajo del CCL, encontramos que los ejecutivos exitosos consideran a toda clase de eventos potencialmente amenazantes (como malos jefes, o ser descendidos) como impulsores clave de su desarrollo.
Las personas debería solo enfocarse en sus fortalezas. Nuestro trabajo ha mostrado que ignorar las propias debilidades es uno de los mayores culpables del descarrilamiento individual en las organizaciones.
Su mejor forma de ayudar a la organización es mejorando lo que ya hace bien. Esto presupone que todos ya son buenos en las cosas adecuadas. La investigación de nuestra colega Jean Leslie demuestra que los líderes tienen sus mayores debilidades en las cuatro habilidades más importantes para el futuro liderazgo: inspirar compromiso, representar a los empleados, planificación estratégica y administrar el cambio.
En lugar de alentar a las personas a evitar el feedback negativo, deberíamos enfocarnos en cómo ofrecerlo en formas que minimicen la respuesta a esta como si fuera una amenaza. En el Center for Creative Leadership - Americas , enseñamos un enfoque para dar feedback, llamado Situación-Comportamiento-Impacto, para atender tanto las fortalezas como las debilidades en una forma clara, específica, profesional y cuidadosa.
Invitamos a las organizaciones, directivos y empleados a reconocer y aprovechar las fortalezas, pero si ignoran las debilidades lo hacen bajo su propio riesgo.
Craig Chappelow es facilitador de soluciones de liderazgo en el Center for Creative Leadership - Americas, donde Cindy McCauley es una académica senior.