De trabajar en una gran empresa de Nueva York a educar sobre plantas en Argentina para “contribuir a un mundo mejor”
Joy Sapoznik ganaba bien en Estados Unidos, pero sentía que no hacía nada en favor del planeta. Entonces, se fue cinco meses al desierto israelí a vivir y estudiar en comunidad. Allí descubrió su vocación por enseñar y su amor por las plantas. Luego, volvió a Buenos Aires donde creó El Brote Urbano, un emprendimiento educativo a través del cual da cursos sobre plantas medicinales y comestibles.