Nombre: Melina Masnatta
Edad: 37 años
Lugar de Nacimiento: Trelew, Chubut
Profesión: Emprendedora social y especialista en Tecnología Educativa y Género
Sector en el que trabaja: Educación e Impacto Social
Lugar en el que desarrolla su actividad: Argentina + región
Redes sociales: @melinamasnatta
—¿En qué situación sentiste que el género se te volvió en contra y cómo lo superaste (si lo superaste)?
—Una de las situaciones en las que sentí que el género se me volvió en contra fue en la decisión de la carrera. Yo quería estudiar Criminología, pero en ese momento estaba vista como una carrera destinada a hombres. Y no me lo dijeron solo de manera indirecta, sino que mis profesoras de Matemática y Física me desalentaron, más allá de que tenía buen promedio y puntaje, por el solo hecho de que era una carrera del ámbito masculino.
Después, a lo largo de mi carrera, si bien estuve en ambientes donde las mujeres son mayoría, la realidad es que para las reglas del juego, en el sector IT, las promociones y los ascensos nos tienen mucho menos en cuenta. Incluso las remuneraciones siempre son menores comparadas con las de un hombre. Me ha pasado yendo a dar charlas ver que los presupuestos son muy diferentes si sos mujer u hombre. Fueron barreras que las pude superar en principio al darme cuenta de que no era la única, busqué sumarme a redes y organizaciones, y sobre todo a tener instancias de mentoreo con mujeres con otros recorridos. Ellas me han ayudado desde su experiencia, a evidenciar las barreras y a entender qué podía hacer yo frente a ellas.
—¿Cuál es el problema más urgente a resolver respecto a la igualdad de género en tu ámbito?
—En mi ámbito el problema urgente a resolver respecto a la igualdad de género es que no hay metas. Deberíamos tener metas altas, con propuestas de solución consensuadas y a largo plazo. Dicho esto, creo que el primer punto a resolver es el hecho de que las mujeres no acceden al ámbito tecnológico, no que no acceden a posiciones de liderazgo. Y este es un problema porque quienes definen en el mundo de la tecnología lo que se hace y no se hace impacta en toda la sociedad, entonces es importantísimo que haya una representación y una mirada de las mujeres. Sobre todo por el grupo de mujeres que no está activamente participando y que a su vez es el grupo que más consume tecnología. Es decir, perpetúa una desigualdad entre las personas que son consumidoras finales.
—¿Qué creés que se podría hacer para revertirlo/mejorarlo?
—Creo que lo primero que hay que hacer es visibilizar el problema y en ese sentido se está avanzando. Otro de los puntos es la necesidad de datos. Porque que sea una intuición que hay pocas mujeres en ciencia y tecnología, es una cosa. Pero que vos digas: ‘Efectivamente el 16% de las personas que se inscriben en estas carreras son mujeres y año a año hay menos inscripciones’, es otra cosa. Entonces, es importante invertir en generar datos, visibilizar y compartir. La otra cuestión es incluir a otros actores, que no son los actores obvios. A veces pensamos que este es un problema que tiene que solucionar la política pública generando una ley. Pero a veces es un problema en el que tienen que involucrarse las familias que tienen que revisar frases como ‘esta es una carrera para hombres’, ‘tecnología es una carrera difícil’.
El siguiente paso es invertir a mediano y largo plazo en las soluciones, medirlas, visualizarlas y año a año compartir estrategias sobre en qué estado de situación estamos al respecto. Es importante también que en la búsqueda de soluciones se involucre a personas y se contemple el contexto. Porque si yo digo: ‘Voy a hacer una campaña para que más mujeres se interesen por carreras científico-tecnológicas con foco en lo aeroespacial’, y no visibilizo que acá tenemos diferentes lugares donde estudiarlo, desarrollos como Arsat, etc., genero una barrera porque no estoy mostrando las oportunidades que hay.
—¿Qué consejo le darías a una mujer que te está escuchando/leyendo ahora?
—Que nunca deje que le digan qué tiene que hacer y qué no tiene que hacer, que, una vez que ella decida qué tiene ganas de hacer (sea una carrera o pedir un ascenso o planificar una familia), no dude. Que entienda que muchas veces el gran problema que tenemos las mujeres tiene que ver con la soledad y no encontrarse con puntos de referencia. Entonces, que busque esos puntos de referencia que pueden ser organizaciones, estrategias de mentoreo, que puede buscar una mujer que admire y le pida que la ayude o la acompañe con alguna estrategia en particular. Esto es muy importante para empezar a crear redes, lazos que van más allá de lo diario. Y que por otro lado eso la va ayudar no solo con lo que hoy es una barrera sino que la va a acompañar en el resto de su vida personal y profesional.
—¿En qué aspectos las nuevas generaciones te generan esperanza?
—Acá tengo varias preocupaciones. Si bien las nuevas generaciones vienen con otros derechos adquiridos y otros recorridos, por suerte y por trabajo de las generaciones previas, creo que también depende del ámbito, el grupo social en el que esté inserta la mujer cómo impactará sobre ella. Este es un tema, porque tenemos representadas a las generaciones de mujeres muy jóvenes con un sesgo que alude a un determinado grupo (que busca a través de organizaciones y redes canalizar sus deseos sobre oponerse a mandatos), pero que cuando levantamos los ojos vemos que no son la mayoría. Por eso, creo que lo más importante es que pensemos en cada grupo en particular y veamos cómo vive ese grupo las experiencias.
También hay que decir que al tener otros recorridos, una experiencia previa, las nuevas generaciones no sienten que tienen que competir entre sí. Cosa que sí ocurría con las generaciones previas. Entre las mujeres, no solo hemos tenido muchos desafíos en cuanto al contexto, si no que también entre las mujeres mismas no ha costado trabajar articuladamente y sororamente. Porque como nos costó tanto alcanzar lo que alcanzamos, muchas veces se han dado actitudes de celos, recelos y trabas, que creo no nos han ayudado. En ese sentido es que las nuevas generaciones creo que han avanzado, se ven más pares entre sí, con menos mirada competitiva.
Si crees que estás viviendo una situación de violencia por razones de género y necesitas contención o asesoramiento, llamá al 144. Si estás en riesgo inminente de ser atacada llamá al 911.
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