Martín Mackey es el actual preparador físico del seleccionado argentino de rugby, que en este momento está compitiendo en Rumania. Pero su experiencia va más allá de este deporte. Trabajó en las divisiones inferiores del Club Atlético Newell ́s Old Boys, en el Bahía Basket, en la Asociación Argentina de Polo y en el Jockey Club de Rosario. Enseñar es algo que lo apasiona, contestó esta entrevista desde el país europeo con una dedicación que lo pone en evidencia. Además, Mackey junto a Miguel Sedoff —ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Misiones— acaban de publicar el libro Pedagogía para el alto desempeño deportivo (HomoSapiens). Por eso quise saber cuál era su mirada sobre la práctica deportivas en escuelas y clubes.
—Si tenemos en cuenta que la práctica deportiva forma a las personas más allá del deporte, ¿qué le recomendarías tener en cuenta a un profesor de Educación Física de escuelas primarias o secundarias?
—La mirada de los colegios respecto a la educación física debe cambiar. La educación física no debe estar vinculada exclusivamente al deporte porque es más amplia. El deporte es solo una de las formas de educar físicamente, pero no la única. Los colegios son excelentes espacios para educar físicamente a través de juegos, de ejercicios para mejorar la técnica de carrera, para aprender sobre respiración, meditación, flexibilidad, alimentación saludable, la importancia del sueño, del descanso. En definitiva, para comprender a la actividad física como un medio indispensable para crecer saludablemente. A los profesores les diría que dependiendo de la edad de los estudiantes piensen qué propuestas hacer para que aprendan a disfrutar de jugar y de relacionarse con la actividad física de un modo placentero. Históricamente, en las horas de Educación Física los colegio hacen deporte y el deporte no le gusta a todos, o algunos no juegan bien y quedan de lado. Esto debe cambiar. Lo peor que nos puede pasar es creer que lo importante está en lo que pasa dentro de una cancha. En ese sentido, la educación física de los colegios debe replantearse en sus objetivos y en sus contenidos.
—Y en el mismo sentido, ¿qué le dirías que tuviera en cuenta a un entrenador de un club que trabaja con personas que eligen practicar ese deporte?
—Que más allá de lo que saben del deporte que quieren enseñar es fundamental aprender a enseñar. Porque podés saber mucho de fútbol, rugby, básquet o el deporte que sea, pero saber sobre este deporte no es suficiente para saber enseñarlo. En ese sentido, es clave ordenar lo que uno sabe. Si es posible ponerlo en un papel, en la compu o donde quiera por escrito para ordenar el saber, organizar una metodología para poder procedimentar ese saber. Y lo más importante: crear un contexto de aprendizaje en el que los chicos y las chicas que vienen a practicar el deporte puedan explorar, busquen soluciones, se equivoquen, se diviertan, aprendan y tengan siempre ganas de volver a practicar.
—¿Por qué crees que hay niños, niñas y adolescentes que no se sienten atraídos por la actividad deportiva?
—Ahí está uno de los problemas: pensar que el único modo de actividad física es el deporte. Eso es lo que debemos cambiar. Se puede hacer deporte, pero también se puede hacer otro tipo de actividad física que no es deporte y que es muy placentera y saludable. A partir de ahí, vale preguntarse: ¿a qué niño o niña no le gusta jugar? ¿A quién no le gusta divertirse y disfrutar? Es biológico, si uno aprende en un contexto amigable la dopamina que se libera provoca una de las sensaciones más lindas que puede vivir nuestro cuerpo. Si un profesor estimula el deporte como juego, no como una competencia en la que se valora solo el resultado, y fomenta la integración es probable que niñas y niños sientan placer por hacerlo. Porque no hablamos de ser bueno, sino de que le guste.
—¿Qué les recomendarías a niños, niñas o adolescentes que practican un deporte de manera competitiva?
—Que lo disfruten, que se preparen muy bien, que entiendan que competir no es solo entrenar sino que es cuidarse para rendir mejor. Alimentarse, hidratarse, descansar y dormir también son esenciales para alcanzar un mayor rendimiento. Si te gusta mucho el deporte que haces, competir te da una adrenalina muy placentera. Pero es importante entender muy bien que la derrota también es parte del deporte y que el proceso para alcanzar la victoria es muy lindo.
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Esta entrevista fue publicada originalmente en Reaprender, la newsletter sobre educación que edita Stella Bin. Podés suscribirte en este link.
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