—Algunos colegios ponen notas a los trabajos realizados por sus estudiantes, otros optan por una nota de concepto teniendo en cuenta la entrega de trabajos y la participación. En este contexto, ¿qué deben saber familias y estudiantes?
—Que las evaluaciones serán formativas. Lo acordaron los ministerios de Educación de las distintas jurisdicciones y el de Nación. Esto significa que las evaluaciones tendrán por propósito retroalimentar el proceso de aprendizaje. Es decir, en base a lo que los docentes reciban de sus alumnos adaptarán contenidos y harán devoluciones a los estudiantes y a las familias para que orienten o promuevan mejor los aprendizajes. A partir de este acuerdo, no hay lugar para calificaciones en escalas numéricas ni conceptuales. Es más, no se considerará a estos un insumo para acreditar aprendizajes. Las evaluaciones serán un registro para conocer cómo se está desarrollando el proceso de aprendizaje y en base a él planificar. En este momento, en las condiciones de aprendizaje en el hogar no existe intercambio entre pares ni el aprendizaje más colectivo que se da en la escuela. Tampoco enseñanza con la misma intensidad. En sentido estricto, dar actividades no es equivalente a enseñar. Por eso tenemos que ser muy cuidadosos con el modo en que valoramos los procesos de aprendizaje que se están dando en el hogar y también cómo empezamos a considerar nuevas cosas que se están adquiriendo como el aprendizaje autónomo.
—¿Cómo se llegó a esta decisión?
—Los ministerios de las distintas jurisdicciones consideraron que, durante la suspensión de clases, la evaluación formativa es más oportuna y eficaz que otro tipo de pruebas, para promover los aprendizajes. Que básicamente tiene que ver con dos cuestiones. Una, que la continuidad pedagógica es muy desigual en cuanto a la conectividad con la que cuentan chicos y docentes. Y, dos, a las posibilidades de acompañamiento de las familias. (Nota de R: en este artículo producido por la periodista Gabriela Origlia para La Nación se ilustra esta situación). Además se pretende que la información de estas evaluaciones formativas den elementos a los docentes para pensar cómo retomar.
—Pensando en la reanudación de clases presenciales, ¿qué pasará con los contenidos que debían incorporarse en este ciclo lectivo?
—Como en la mayoría de los países, se está pensando que, entre lo que quede de presencial del 2020 y el ciclo lectivo 2021, se redistribuyan los propósitos que tenía cada ciclo escolar. La acreditación de aprendizajes, entonces, se realizará sobre los objetivos que se hayan definido alcanzar al regreso a clases, que será escalonado porque es necesario mantener el distanciamiento social y por lo tanto combinará clases presenciales con trabajo en el hogar. En las provincias y la ciudad de Buenos Aires, los ministro de Educación se están reuniendo esta semana en el marco del Consejo Federal para consensuar un marco nacional respecto a las evaluaciones y el ciclo lectivo 2020. El Consejo Federal. Para entender la importancia de lo que se acuerde, vale recordar que está conformado por el ministro de Educación de Nación, los ministro de las distintas jurisdicciones -que son los que tienen voz y voto-, más representantes de sindicatos nacionales, universidades y representantes de las Cámaras de Senadores y Diputados -con voz y con voto-.
—Entonces, ¿en qué deberían hacer foco los estudiantes y las familias teniendo en cuenta la vuelta al colegio?
—En que lo importante es sostener sus aprendizajes. A través de cualquiera de los recursos disponibles y que llegan a los hogares. El ministerio ya distribuyó 20 millones de cuadernos impresos en todo el país y está produciendo contenidos para radio y televisión. Todo el material, a su vez, está disponible en Seguimos Educando. El foco es sostener el vínculo con la escuela, el conocimiento y el aprendizaje. Por supuesto, no corriendo detrás de la currícula porque no hay posibilidades reales de hacerlo. Entender que estamos ante una situación excepcional. No podemos pensar que la forma escolar se traslada al hogar y sigue todo igual. Por eso, ya hay una priorización, que están haciendo los docentes, de contenidos y propósitos. No perder de vista que la pandemia llega con el 50% de los chicos en edad de transitar los niveles educativos obligatorios bajo la línea de pobreza. En ese contexto, nos preocupa mucho que se incremente el abandono. Y sabemos que tendremos que buscar maneras de conectar con la escuela a las poblaciones que hayan abandonado. Por eso, nos proponemos, primero, identificar a las poblaciones que no regresen a la escuela. Segundo, revincularlos. Y tercero, generar un conjunto de acciones que acompañen y fortalezcan sus trayectorias escolares. Nos preocupa especialmente el cumplimiento del derecho a la educación de todos y todas.
—¿Qué deberían tener en cuenta directivos y docentes para evaluar en este momento?
—Que deben priorizar el vínculo con la escuela. Las jurisdicciones, al igual que el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), han trabajado en muchas orientaciones y cursos que están realizando un número importante de docentes. Pensando en la vuelta a clases, vamos a tener que avanzar hacia la integración por proyectos transdisciplinares, que incluyan a distintas asignaturas. Esto también pensando en cómo se hará la acreditación de saberes y cómo se evaluarán. Profundizar el camino que habíamos iniciado. En ese sentido, las evaluaciones deberán tener en cuenta mejorar el aprendizaje en los estudiantes y la enseñanza en los docentes, más que a calificar. Claro que habrá que contemplar que hay profesores que tienen que hacer devoluciones a 200 alumnos y que el trabajo interdisciplinario puede reducir esta demanda uno a uno pero exige un trabajo colaborativo de los docentes, que muchas veces no cuentan con conectividad o contexto para hacerlo. No olvidar que el aprendizaje en los hogares, tanto para docentes como para estudiante y familias, es una situación inédita donde todos los sistemas educativos del mundo estamos aprendiendo y viendo qué funciona y qué no.
—¿Cómo se está pensando la promoción de grados y niveles educativos?
—Lo más crítico es la finalización de primaria y secundaria. Estamos trabajando en propuesta específicas y probablemente sean los primeros que regresen. Hoy, podría decir que estamos especialmente concentrados en los ciclos finales, pensando algunas alternativas de continuidad . Tal vez, las clases para los que egresan concluyan en los primeros meses de 2021 y se atrase un poco el inicio de clases de los niveles superiores. En el nivel inicial, la promoción ya está establecida que es por edad, ese es el único criterio. Y lo mismo el ingreso a primer grado. Entre 1º y 2º grado, ya está acordada una unidad pedagógica (Resolución 174 del Consejo Federal de Educación). Es decir, hay objetivos a lograr a lo largo de esos dos años. Tercer grado. Estamos proponiendo que pase a ser parte de esa unidad pedagógica y así los aprendizajes podrían distribuirse en todo el primer ciclo: 1º, 2º y 3º grado. Para los demás grados de primaria, la misma resolución 174 tiene previsto la promoción acompañada. Es decir, existen experiencias y normativas que sostienen que el aprendizaje es un continuo que puede distribuir a lo largo del segundo ciclo: 4º, 5º, 6º y 7º grado. Lo mismo pasa en secundaria. Hay antecedente de bloques académicos. Por ejemplo, Matemática de 1º, 2º y 3º, donde los aprendizajes pueden distribuirse de distinta manera a lo largo de esos tres años. Es importante saber que hay propuestas y experiencias acumuladas que nos permiten pensar en alternativas de redistribución de contenidos y metas, que tengan como horizonte final la incorporación de los conocimientos correspondientes a cada ciclo.
Guía para que tu casa se convierta en un espacio de aprendizaje