—¿Qué les recomendás a los conductores tener en cuenta para las próximas semanas donde las rutas estarán más transitadas?
—Les recomiendo que respeten las distancias de frenado, no hagan zigzag de carril a carril y tomemos conciencia de que cuanto mayor tamaño tiene una unidad, como un camión, mayor distancia va a necesitar para frenar. Tampoco olviden colocar luces de giro anticipando las maniobras y las balizas en las banquinas. Tengan en cuenta que todos tenemos el mismo deseo y las mismas ansias de llegar a casa, pero debemos ser tolerantes y conscientes. En nuestras casas nos esperan nuestros seres queridos y a veces la velocidad y los apuros no nos llevan a casa si no a generar más disgusto. Y algo muy importante: cero alcohol a la hora de manejar. No pensemos que “un poquito no hace nada” porque a veces ese poquito del alcohol ingerido termina destruyendo familias. Seamos responsables y respetémonos mutuamente.
—¿Para los choferes de camiones tenés algo en particular para aconsejar?
—Seamos conscientes de que este año fue bastante complicado y todo el que pueda irse a algún lado lo va a querer hacer. Por lo tanto, estimo que las rutas van a estar un poco más cargadas que lo normal. Si vemos que hay mucho tráfico y tensión en la ruta, es conveniente parar un rato y descansar. Eso nunca viene mal. Y, por supuesto, es esencial no conducir con sueño. A veces esa hora, hora y media de descanso, salva vidas. Sé que uno siempre quiere llegar rápido a su hogar, pero es conveniente y primordial que lleguemos todos sanos y salvos, sin problemas. Seamos empáticos y tratemos de hacer nuestra labor lo mejor posible sin dañar a nadie.
—¿Qué es lo que sí o sí debe saber un conductor de auto o camión que sale a la ruta para hacerlo de manera segura?
—Lo principal es poner todos los sentidos en eso, y entender que cada vehículo es distinto, tiene diferentes tiempos de frenado. En el caso de los camiones, la conducción también se ve modificada, por ejemplo, por el peso de la carga que se traslada. Esto es algo que todos deben tener en cuenta. Inclusive quienes no manejan camiones. Si cada conductor y conductora tiene su atención aplicada a lo que pasa a su alrededor en la calle, ruta o autopista, muchísimos siniestros viales podrían evitarse.
—¿Cómo fue tu experiencia de aprender a conducir un camión?
—Aprendí a manejar a los 13 años. Enseguida le agarré la mano. Mi papá se sentó al lado mío, conmigo al volante y me dijo: “Tenés embrague, freno, acelerador y palanca de cambios, y la R no es rapidísimo: es reversa”. Eso no lo olvidé nunca más. Después, mi papá me dijo que el motor me iba a pedir a gritos los cambios y cuando empecé a probar, realmente me di cuenta que el camión me hablaba. Luego, cuando me profesionalicé, tomé más conciencia y entendí que todo lo que pase con ese vehículo es mi responsabilidad. Siempre se puede ser consciente de cómo uno maneja pero no conocemos cómo manejan los demás y eso nos exige estar el doble de alertas, con todos los sentidos puestos en la ruta. Es cuestión de bajar un poco la adrenalina y poner realmente la concentración en el manejo.
Esta entrevista fue publicada originalmente en Reaprender, la newsletter sobre educación que edita Stella Bin. Podés suscribirte en este link.