Este contenido contó con la participación de lectores y lectoras de RED/ACCIÓN
Ezequiel Brahim está sentado junto a Damián Pedraza. Hablan de su pueblo natal, la ciudad bonaerense de Lobos. Damián nos prepara un café con granos que acaba de moler. Cuenta que los trajo de un viaje reciente a Río de Janeiro. Hasta allí llegó invitado por YouTube. La red social de videos reunió en julio pasado, en Brasil, a youtubers de América Latina que producen contenidos educativos.
En el caso de Damián, a través de El Traductor de Ingeniería, como se llama el canal desde el que explica temas de matemática, tiene más de 182.000 seguidores y superó las 6,5 millones de visualizaciones. Su video más visto explica “Derivadas”. Sí, entendiste bien: de-ri-va-das. Explica ese cálculo matemático en 38 minutos. Esa clase virtual suma 651.000 visualizaciones y tienen 2.477 comentarios.
Damián tiene 25 años, es de la localidad bonaerense de Lobos y acaba de recibirse de ingeniero electrónico en la Universidad Nacional de La Plata. Al café lo estamos tomando en su departamento, en La Plata. Hasta ahí llegamos con Ezequiel, lector de RED/ACCIÓN que conoció a Damián cuando escribió sobre él en su sitio digital, ADN Lobos, de noticias de Lobos. A la nota la titularon: Nuestro Bill Gates. A Ezequiel le gusta contar historias y si bien no se dedica al periodismo de tiempo completo, escribe casi todas las semanas en ADN. El encuentro con Damián fue hace casi dos años, cuando estaba empezando con El Traductor de Ingeniería.
Ezequiel es además quien nos propuso contar la historia de Damián. Y explica cómo surgió la idea: “Leo RED/ACCIÓN porque me parece original lo que hacen y la aproximación que tienen a los temas de actualidad. Cuando leí la nota ‘El mejor maestro argentino entrevista al mejor maestro del mundo’ me llamó la atención, leí el reportaje y cuando llegué al final había una invitación: decían que los lectores podíamos escribirles si conocíamos algún maestro que entendiéramos que valía la pena dar a conocer. Me acordé de vos (lo mira a Damián) y les mandé un mail. Se contactaron conmigo y me propusieron hacer la nota juntos. Viajé a Buenos Aires, donde tuvimos una breve reunión en la redacción, y desde ahí viajamos hasta acá”. Acá es La Plata.
Ezequiel quiere saber cuánto había avanzado con sus proyectos y Damián no necesita más detalles. Le apasiona hablar de educación, del rol del docente y de cómo hay que repensar la enseñanza en el aula. De hecho, sus videos son una búsqueda por subsanar algunas de las falencias que él ve en el sistema educativo actual.
“Es tan importante el maestro, que encontrar a profesores sin pasión, sin interés, soberbios, me hicieron entrar en crisis durante la carrera. A tal punto que hasta pensé en abandonar”, arranca. Y enseguida aclara: "Por supuesto que tuve docentes brillantes que me marcaron para toda la vida, pero lamentablemente no fueron muchos".
El lugar del docente inquieta a Damián. Es consciente de la importancia que puede tener un buen maestro en sus estudiantes, pero también porque él ama enseñar desde que tiene memoria. A los 8 años ya le enseñaba números romanos a su abuela y de eso sólo recuerda el enorme placer que le provocaba enseñar.
Su objetivo: conmover a quien lo escucha
A la mayoría de los videos Damián los hace desde su casa, en un espacio de no más de tres metros cuadrados. Son los que duran entre 10 y 15 minutos y le demandan 24 horas de producción y edición. A otros los filma en la universidad. Son los que duran cerca de 45 minutos y le ocupan 2 semanas de planificación, 1 mañana de grabación y 1 semana de edición.
“No tengo un cronograma de temas predeterminados. Aparecen cuando tengo algo para decir sobre esos temas o porque hay gente en las redes sociales hablando sobre algo que yo puedo explicar”, cuenta Damián.
Así produjo este video que subió el 4 de agosto y que ya tiene 283.000 visitas. Buceando en las redes encontró a muchas personas hablando sobre cómo resolver un problema que se hizo viral: 8/2(2+2). Decidió explicar en 12 minutos los fundamentos matemáticos para resolverlo.
Damián vive de la publicidad que YouTube pone en sus videos: "La mitad de los ingresos se los queda YouTube y la otra mitad es para mí. Obviamente para poder tener un ingreso aceptable hay que reunir un caudal importante de seguidores y visualizaciones y sostenerlos en el tiempo"
“Eso sí, siempre apuesto a hacer algo que conmueva. Creo que es desde ahí que se inspira a otro para que se desarrolle”, sostiene.
Algunos de los videos son más complejos y específicos: para quienes estudian ingeniería. Y otros más básicos, que explican temas de matemática que se ven en la secundaria. Para él, “la clave está en pensar al proceso educativo como un desarrollo humano, no como una transferencia de conocimiento. Es decir, creo en el docente que es capaz de inspirar al alumno para que se desarrolle y genere preguntas críticas”.
Ezequiel espera que termine. “Ahora, vos a todo esto no lo aprendiste con YouTube, sino con un profesor de carne y hueso, viéndote a los ojos, empatizando. ¿Cómo hacés en los videos para enseñar?”
Damián responde rápido: “Te tenés que convertir en actor. Es difícil. Igual, cuando explico, yo le explico a la cámara que tengo delante. Una profesora que me enseñó a enseñar me contó que cuando ella era muy chica ponía botellas de vidrio y le enseñaba a las botellas. Yo ante la cámara hago más o menos lo mismo”.
De todas maneras, Damián destaca que “cuando un maestro le explica a una persona y puede ver si está entendiendo o no, es otra cosa. Por eso, ahora estoy probando grabar clases en la facultad con alumnos de verdad, para que la magia ocurra con personas de verdad”.
Si alguien imagina que hacer videos en YouTube requiere de mucha tecnología, viendo cómo produce Damián uno se da cuenta de que no es así. De hecho, explica con un pizarrón y una fibra. “Es que mi prioridad no está en las luces, el croma, sino en comunicar contenidos de manera sincera y bien pensados. Creo que así puedo conmover, hacer pensar”, devuelve.
La responsabilidad social de los profesionales
Ezequiel le pide que nos cuente sobre el proyecto Deodoro Roca, una iniciativa que Damián inició porque siente preocupación porque “en la educación superior no se tiene como prioridad formar a profesionales socialmente responsables". Lo explica: "Te enseñan y vos con ese conocimiento hacés lo que querés. Yo, como ingeniero electrónico, puedo hacer un hermoso satélite para medir la salinidad del agua o un misil teledirigido. Todo bien, pero creo que debemos empezar a hablar de nuestros objetivos profesionales teniendo en cuenta la responsabilidad social que tenemos”.
Su audiencia proviene de toda Hispanoamérica: 50% de México, después sigue Perú y recién, en tercer lugar, está Argentina.
Damián habla desde el conocimiento que tiene de interactuar con su comunidad y dice que siente que la educación no es un tema prioritario para los gobiernos de América Latina. Por eso propuso a través de este video que se unieran los futuros profesionales de Hispanoamérica para empezar a hablar de la responsabilidad social que tienen. Y a esa propuesta se sumaron unos 1000 estudiantes y profesionales de todas las disciplinas para empezar a hablar estos temas.
“Tal vez armemos una plataforma y subamos allí contenidos que nos hagan pensar en nuestra responsabilidad social, que nos formen con esta mirada”, proyecta.
Al café lo terminamos hace rato. Antes de irnos recorremos su departamento, nos muestra la habitación que usa como sala de producción, sala de grabación y sala de edición. Se lo ve orgulloso y no es para menos. Se recibió el 24 de junio pasado y vive de hacer lo que quiere.
“Lo que más me impactó de las devoluciones que tuve de los videos fue un mensaje de una maestra de El Salvador, hace pocos días. Ella está por fundar una escuela y quiere ponerle el nombre de la profesora María Inés Baragatti por el video que yo hice de una de sus clases. Increíble”, se asombra Damián.
Baragatti no fue una profesora más para él. Esta docente de matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata se jubiló hace un par de años y Damián le organizó una despedida especial. Más tarde grabó una de sus clases y lo subió a su canal de YouTube. Hoy ella está “procesando” si acepta que una escuela de El Salvador lleve su nombre.
Damián habla de educación hasta que nos vamos. Cuando nos despide, nos pregunta: "¿Estoy re loco, no?" y se ríe sabiendo que no, que solo hace lo que lo apasiona.