“Hola, estoy embarazada y no quiero seguir…”.
“Hola, tengos 8 semanas y quiero hacer un aborto...”.
Con algunas variaciones, con frases como estas durante el 2020 se iniciaron 10.817 llamados (de un total de 19.900) a la línea 0800-222-3444 del Ministerio de Salud de Nación, que responde consultas sobre salud sexual y reproductiva. Es decir 190% más que en 2019, cuando 3.722 personas se comunicaron para solicitar la interrupción de un embarazo. Mientras que en 2021, esta última cifra fue superada en tan solo los dos primeros meses: entre enero y febrero se registraron 3.781 pedidos de interrupción.
Para poner en contexto el aumento exponencial de los llamados vale observar que en todo el periodo 2010-2020 la línea recibió cerca de 80 mil llamados, 17.302 de los cuales fueron porque querían una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) —para casos de violación o riesgo de vida de la persona gestante—, según los datos recabados y analizados en el informe Acceso a Métodos Anticonceptivos y a Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo, publicado en abril de este año, por la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (DNSSR) del Ministerios de Salud.
Como se observa en el gráfico, las consultas por métodos anticonceptivos y por otros motivos se mantuvieron relativamente constantes durante los últimos 10 años. Mientras los llamados por ILE experimentaron un crecimiento sostenido a partir del 2018, con un salto importante en 2020.
El año pasado la línea recibió más de 19.900 llamados, de los cuales 10.817 fueron consultas por ILE (93,3%), 405 por métodos anticonceptivos (3,5%) y 378 por otros motivos (3,2%).
Según Victoria Pedrido, coordinadora del Área de Relaciones Institucionales y Cooperación Internacional de la DNSSR, “los llamados por aborto se incrementaron desde 2018, en el marco del primer debate parlamentario por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), donde se dio mayor visibilidad al derecho a la interrupción”.
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Luego, en 2020, “el contexto de la pandemia disparó muchísimo las consultas porque los servicios de salud, mayormente abocados a dar respuesta a los casos de COVID-19, pudieron verse menguados a la hora de atender estas consultas. Entonces, tanto las personas involucradas como el personal de salud que se vieron ante casos que no podían resolver, nos llamaron”, explica Pedrido.
A esto hay que sumar la sanción —el 30 de diciembre de 2020— y puesta en vigencia —el 24 de enero de 2021— de la Ley 27.610 que regula el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Este hecho visibilizó aún más el derecho al aborto. Al punto de que se registraron entre enero y febrero de 2021 unos 3.781 llamados por ILE/IVE, de un total de 3.943.
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“No puedo tener un embarazo ahora”.
“Me falló el metodo anticonceptivo”.
“Por la pandemia no pude ir a retirar el método al centro de salud”.
“No es planificado”.
Frases como estas son las que ponen de manifiesto las personas que consultan a la psicóloga e integrante del servicio de IVE de la organización Casa FUSA, Virginia Braga.
“Cuando la persona llega a una consulta conmigo ya sabemos las dos a qué viene porque antes solicitó un turno para un aborto. Entonces, yo le informo cómo son los dos procedimientos, los métodos anticonceptivos disponibles para prevenir futuros embarazos no intencionales y, si decide seguir con la interrupción, le damos un turno para realizar el procedimiento que haya elegido”, detalla Braga.
Los procedimientos a los que se refiere Braga son el farmacológico y el AMEU. El farmacológico "consiste en tomar 12 comprimidos de Misoprostol —cuatro cada tres horas— y no se debe hacer sin seguimiento médico", explica Braga. Mientras que el AMEU (Aspiración Manual Endouterina), sigue la psicóloga, “consiste en una suave absorción del contenido del útero, que se realiza en consultorio ginecológico y requiere de anestesia local”.
La psicóloga aclara que actualmente “las dudas más frecuentes son en relación a cómo es el procedimiento para interrumpir un embarazo. Conocen el marco legal, llegan sabiendo sus derechos y con más tranquilidad, en ese sentido, que antes. Pero no saben cómo se hace un aborto y eso les provoca miedos, nervios. Sigue operando la idea de que el aborto es peligroso. Por eso es clave la consejería y que las atiendan profesionales formados en el tema”.
En ese sentido, Braga destaca que cuando hacen seguimiento de las personas a las que les recomiendan llamar al 0800 “la información que les dan en la línea es correcta y lo hacen de manera amigable". Esto último es importante, “porque entre las personas que nos consultan hay mucho temor a ser maltratadas o a tener una respuesta hostil desde el sistema de salud".
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Vale aclarar que la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo establece un sistema mixto de plazos y causales y concede el derecho de personas con capacidad de gestar a interrumpir voluntariamente su embarazo hasta la semana 14 —inclusive— del proceso gestacional. Este derecho coexiste con el sistema de causales previsto en la legislación nacional, que indica que, independientemente de la edad gestacional, la persona gestante tiene derecho a acceder a la interrupción del embarazo (ILE) si el mismo fuera resultado de una violación o si estuviera en peligro la vida o la salud de la persona gestante.
Teniendo en cuenta esta legislación, el informe muestra que de las 3.781 consultas por IVE o ILE hechas en el primer bimestre de este año: 3.678 corresponden a personas con hasta 14 semanas —inclusive— de embarazo y 103 a 15 semanas o más.
Respecto a las semanas de gestación al momento del llamado, de las 3.781 consultas, el 93,3% ingresó en el primer trimestre de edad gestacional (3.528 casos menores a 12 semanas), el 4,5% ingresó en el segundo trimestre temprano (171 casos entre 12 y 15 semanas) y el 2,2% en el segundo trimestre tardío (82 casos de 16 semanas o más).
Quiénes llaman al 0800 y consultan por un aborto
A la línea puede llamar cualquier persona, tanto quien necesite consultar por su caso particular como en el caso de quien está acompañando a otra persona. “Claro que en los casos en los que hay niñxs involucrados, quienes llaman generalmente son familiares o personas del entorno. Pero también pueden llamar desde las escuelas o profesionales de la salud”, cuenta Pedrido.
Desde la DNSSR informan que el equipo que atiende los llamados está conformado por personas con formación en ciencias sociales y gestores de la salud, entre otras, que además son capacitados en la Dirección para abordar los temas que pueden aparecer en la atención telefónica y dar contención.
“Yo mando todo el tiempo”, asegura la ginecóloga Estela Pristupin. Ella, además de su trabajo en consultorio, responde preguntas sobre salud sexual en su cuenta de Instagram @ginecoinclusiva. “Desde hace años, a cualquier persona que tiene problemas para conseguir anticonceptivos, sobre todo si necesita un DIU, ligadura de trompas o implante subdérmico, les recomiendo llamar al 0800. Lo mismo si necesita interrumpir un embarazo. Y muchas de esas personas luego me escriben para contarme que los ayudaron”, detalla.
La línea es muy difundida de boca en boca, por las redes feministas, personas que se autoperciben de la comunidad LGBTQ+ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, y queer —“en proceso de averiguarlo”—), trabajadoras/es de la salud, las organizaciones sociales, instituciones científicas, etc.
“También llaman muchas socorristas, que en general son mujeres feministas que históricamente acompañan a las personas que transitan un embarazo no deseado y que quieren interrumpirlo. En esos casos, ellas acompañan a las personas gestantes para que no se pongan en riesgo, conforman redes para conseguir la medicación y las acompañan en el proceso de aborto de ser necesario. Se enmarcan en la ética del cuidado, de un aborto humanizado, acompañado”, dice Pedrido.
Ahora, respecto a la edad de las personas que durante el primer bimestre de 2021 consultaron por ILE, IVE o métodos anticonceptivos, según el informe desarrollado por la DNSSR: 58,4% tienen entre 20 y 29 años, 29,5% tienen 30 o más años, 11,7% tienen entre 15 y 19 años, y 0,4% tienen entre 10 y 14 años.
Del gráfico se desprende que el 7% de las niñas llegan a la consulta con embarazos avanzados. “Esto es porque esos embarazos son producto de abusos y por lo tanto hay mucho silenciamiento y embarazo forzado”, aclara Pedrido. Y subraya: “Entendemos que un embarazo es forzado cuando a la niña y/o a la familia no se les dan las opciones de interrumpir el embarazo en igualdad de condiciones que las demás opciones. Básicamente cuando se privilegia y promueve que el embarazo continúe, omitiendo las opciones que establece la legislación que la ampara”.
Por otro lado, cuenta Virginia Braga, “está muy instalada la creencia de que la anticoncepción es tarea de las mujeres o personas con útero. Aún no se hace tanto hincapié en la responsabilidad de los varones. Entonces, vemos que muchos embarazos no intencionales se producen por la negativa de varones a utilizar preservativo. Esta y otras situaciones de asimetría de género y violencias que ocurren al interior de los vínculos, son muy frecuentes y producen muchas consultas por aborto”.
El debate y las luchas que se dieron en los últimos años para empujar la sanción de la Ley IVE parecen haber generado mayor conocimientos de la Línea 0800 Salud Sexual. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para lograr que todos/as tengan acceso a los derechos garantizados en la ley.
“Me sigue sorprendiendo que después de todo lo que se habló muchas personas aún crean que hay que conseguir el Misoprostol de manera escondida, en secreto. Evidentemente, el conocimiento de la ley no llegó a todos lados”, sostiene Estela Pristupin.
De ahí la importancia de difundir el 0800-222-3444 para que el desconocimiento no ponga en riesgo a aquellas personas que necesitan acompañamiento del Estado.
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