El Mundial de fútbol 2022, que se realizará en Qatar, tiene a los fanáticos del fútbol expectantes y entusiasmados. El evento transcurrirá entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre y el país árabe proyecta recibir a más de un millón de personas. Casi un tercio de su población total.
Pero este año la celebración de la Copa del Mundo parece destinada a vivir numerosas tensiones de por medio, principalmente por la violación de derechos humanos que hay en Qatar y que ya encendieron alarmas. Varias organizaciones internacionales han denunciado la explotación que están sufriendo las personas que trabajan tanto en la construcción de infraestructura para el evento, como en la reforma del estadio Jalifa, que será la sede oficial de la Selección argentina de fútbol.
Pero la explotación a los trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, no es la única forma de violación de derechos humanos que se da en ese país. En el día a día, mujeres y miembros del colectivo LGBTQ sufren de discriminación y carecen de libertades que nosotros consideraríamos básicas.
En este episodio de FOCO, tratamos de responder algunas cuestiones sobre el país árabe y las polémicas entorno a la preparación del Mundial:
- ¿Cómo es la explotación laboral que ocurre en Qatar y cómo el Mundial la ha puesto en primera plana?
- ¿Qué perspectivas tiene una niña o adolescente catarí para su futuro?
- ¿Cómo vive una persona gay, lesbiana, trans, bisexual o con otra identidad de género en este país?
Para entender el contexto, hay que partir de que Qatar es un emirato, que es básicamente una monarquía absoluta, donde la máxima autoridad es el emir, que gobierna junto a un gabinete de ministros. En Qatar, la familia Al Thani está en el poder desde mediados del siglo 19.
También hay un parlamento, que combina un derecho de tipo Occidental con un derecho islámico. Es que Qatar es un estado islámico, en el que casi el 100% de los musulmanes del país son suníes. El parlamento suele deliberar sobre temas de familia, sucesiones y delitos penales, entre los que figura el adulterio y el consumo de alcohol, el cual está prohibido en Qatar y solo puede consumirse en bares y restaurantes dentro de hoteles.
La ley islámica se conoce como Sharia y ante ella el testimonio de una mujer vale mucho menos de lo que vale el de un hombre, y muchas veces ni siquiera es tenido en cuenta. Además, hay que mencionar el sistema de tutela masculina bajo el que viven las mujeres.
Para profundizar en el tema, en este episodio hablamos con distintos especialistas:
- Ignacio Rullansky, doctor en Ciencias Sociales, Becario postdoctoral del CONICET, profesor en la universidad Di Tella y coordinador del Departamento de Medio Oriente de la Universidad Nacional de la Plata.
- Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina.