Viviendas, cloacas y acceso a un medio ambiente saludable, tres avances que contrastan con el aumento de la pobreza en la Argentina- RED/ACCIÓN

Viviendas, cloacas y acceso a un medio ambiente saludable, tres avances que contrastan con el aumento de la pobreza en la Argentina

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El nuevo estudio del Observatorio de la Deuda Social de la UCA revela que entre 2010 y 2019 hay una mejora dramática en el acceso a servicios básicos y una evolución positiva en el acceso a una casa digna y a un medio ambiente saludable. La inversión pública ha sido el factor clave. Las mejoras se dan a pesar de que en ese periodo hubo un fuerte incremento de la pobreza multidimensional, lo que se tradujo en que dos tercios de los hogares argentinos sufra una carencia básica.

Viviendas, cloacas y acceso a un medio ambiente saludable, tres avances que contrastan con el aumento de la pobreza en la Argentina

Fuente: AFP

Un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA confirma que a fines del año pasado 4 de cada 10 argentinos vivían en la pobreza y revela que más de un tercio (37,5%) de la población experimentaba carencias no monetarias importantes para su vida, lo que se denomina pobreza multidimensional. Eso significa que 15 millones de argentinos vivían con privaciones que afectan su nivel de vida y sus oportunidades de integración social.

A diferencia del INDEC, que mide la pobreza por ingresos, el enfoque multidimensional de la UCA se hace sobre 6 dimensiones de carencia humana: alimentación y salud; servicios básicos, que incluyen acceso a red de agua potable y cloacas; vivienda digna; medio ambiente saludable; accesos educativos; y empleo y seguridad social.

Pero no todo es negro. A pesar de que en los últimos 10 años los argentinos que viven bajo condición de pobreza por ingresos y carencias no monetarias experimentaron un fuerte aumento, pasando del 29,7% en 2010 a 37,5% en 2019, el nuevo estudio de la UCA revela que en ese periodo hubo una mejora dramática en el acceso a algunos servicios básicos y una evolución positiva en el acceso a una casa digna y a un medio ambiente saludable.

  • Servicios básicos: en 2010 el 43% de los argentinos no tenían conexión a red de agua corriente, o a una red cloacal o acceso a la red de energía eléctrica. A fines del año pasado el porcentaje había bajado en un tercio, a 33%.
  • Acceso a vivienda digna: hace 10 años el 35% de los argentinos vivía hacinado o en una vivienda precaria con déficit de servicios sanitarios. Ahora esa cifra es del 27,2%.
  • Medio ambiente saludable: el número de argentinos que vive en una población sin recolección de basura, cerca de fábricas contaminantes y/o en medio de espejos de agua contaminada, pasó del 35,9% al 31,2%

Sin considerar la pobreza por ingresos, el informe de la UCA revela que en 2019 el 65% de los hogares presentaban carencia en al menos una dimensión (3 puntos menos que en 2010), el 44% experimentaban privación en dos o más de los aspectos considerados (2,5 puntos menos que en 2010), mientras que el 27,6% se veía afectado en 3 o más de las dimensiones de derechos consideradas (3,2 puntos menos que en 2019).

El documento publicado hoy señala que esta dinámica positiva se explica por el fuerte aumento de inversión y de una mejora de los programas sociales y en las políticas públicas, tanto durante parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner como en los primeros 3 años de la administración de Mauricio Macri. Los resultados se observan entre los años 2010-2014 y 2016-2019.

Los datos que alarman

A pesar de los avances en estas tres dimensiones, el aumento de la pobreza multidimensional refleja el fuerte impacto social de la inflación y la pérdida de empleo en millones de argentinos que han sido golpeados por la crisis.

La UCA destaca que hubo un deterioro “claramente marcado a partir de 2016 en las dimensiones alimentación y salud y en el acceso al empleo y la seguridad social, aspectos ligados de manera más directa a los ciclos económicos”.

  • Acceso al empleo pleno y la seguridad social: el nivel de hogares que no perciben ingresos provenientes de empleo registrado ni de jubilaciones o pensiones contributivas aumentó de 26,6% al 30% del total en 10 años. El deterioro estuvo vinculada principalmente al incremento del desempleo y la precarización laboral, que impactó más fuertemente sobre los sectores más vulnerables.
  • Seguridad alimentaria y salud. En 2010 el 20% de los hogares argentinos sufría de inseguridad alimentaria, no tenía cobertura de salud o acceso a la atención médica ni a medicamentos. Esa cifra mejoró entre 2011 y 2015, pero a fines de 2019 era de 26%.
  • El informe del Observatorio dice que el deterioro se explica desde 2016 “por las dificultades para el acceso a medicamentos y a atención médica y desde 2018 por el incremento de la inseguridad alimentaria severa, en un contexto de fuertes incrementos de los precios de medicamentos y alimentos y descenso del consumo en términos generales.”
  • Educación. En este indicador no hubo mucha variación en 10 años. En 2019 la proporción de hogares que tienen al menos una persona que no asistía a instituciones educativas formales o presentaba rezago educativo se mantuvo cercano al 30%. Eso representa aproximadamente al 12% de la población.

Por el lado positivo, se observa un importante descenso en la inasistencia en los primeros años de la serie que se mantiene en el tiempo, probablemente por efecto de la condicionalidad de asistencia que presenta la AUH.

Aumenta de la pobreza estructural. La UCA la define como estar por debajo la línea de la pobreza por ingresos y sufrir 3 carencias o más de derechos. El índice asume una tendencia decreciente a partir de 2010, permaneciendo en niveles cercanos al 16% hasta 2015. A partir de 2016 comienza una etapa en la que experimentó un incremento sostenido (con la excepción del año 2017) llegando al nivel más alto de la serie en 2019, alcanzando a un 21% de la población.

La grieta regional

En la presentación del informe, Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, destacó las fuertes diferencias regionales que revela el estudio.

La pobreza multidimensional en el conurbano es cuatro veces el nivel de Capital Federal y un tercio más que en el resto de las áreas metropolitanas del país.

Fuente: ODSA

Lo mismo pasa con la pobreza estructural. En el conurbano bonaerense es del 30,4%, mientras que en CABA es de 2,6%. En el resto de las áreas metropolitanas del país es de 17%

Salvia explica que el desafío para la Argentina es encontrar la fórmula para mejorar el problema de la pobreza estructural.

Afirmó que “los problemas estructurales de pobreza en Argentina no dependen de los colores políticos” y defendió la calidad técnica y ética del trabajo del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. “Tenemos una responsabilidad de poner estos grandes temas en la agenda. El país tiene una deuda social.”

Y finalmente señaló que “nuestro único objetivo es generar un debate que sirva de elemento para el diseño y la implementación de políticas públicas”.