La organización se autodenomina un “movimiento cultural inclusivo” y cuenta con profesionales con y sin discapacidad dentro de las áreas de artes visuales, música, teatro y danza. No solo brinda talleres inclusivos en programas municipales, escuelas, centros de día y distintas instituciones, sino que también produce y coordina distintos eventos que tienen como objetivo visibilizar artistas con discapacidad.
Verte Volar dicta talleres inclusivos de dibujo, pintura, fotografía, folklore, danza urbana, danza teatro, percusión, canto, teatro y narración, los cuales se dictan en las siguientes sedes de la zona sur del Gran Buenos Aires: el Instituto Municipal de las Culturas (Adrogué), Centro Cultural Sandrini (Don Orione), Casa de la Cultura (Ministro Rivadavia), Centro de Arte y Cultura Enrique Santos Discépolo (Burzaco), Centro Cultural San José , el Centro Cultural Piaggio y el Teatro Municipal (los tres en Lomas de Zamora).
Verte Volar trabaja con personas en situación de discapacidad motora, visual, intelectual o auditiva (en total son 634) y con personas sin discapacidad (alrededor de 400). En esa convivencia, y a través de las distintas disciplinas artísticas, promueve la idea de que la persona con discapacidad es un sujeto social y cultural relevante y con derechos a un trabajo, a una educación y a una formación digna. “Creemos que es a través de ese hacer y accionar artístico (en el cual la persona con discapacidad tiene un rol activo en la toma de decisiones, en su propio proceso creativo y en el mensaje que quiere dar con su obra) donde se derriban los prejuicios y falsos conceptos que se entretejen en torno a este colectivo, en la sociedad en general y en el mundo del arte en particular”, dice el fundador y presidente de la Fundación Verte Volar Marcelo Domínguez, quien es profesor de artes escénicas y pedagogo teatral.
En este sentido, Verte Volar cuenta con un elenco inclusivo de danza estable, el cual se presentó en distintos escenarios con obras con temáticas sociales, como, por ejemplo, la violencia de género y la conquista de pueblos originarios. “Creemos que es muy importante visibilizar estas temáticas ya que pensamos que es una de las maneras de terminar con las injusticias, las violencias y los abusos que lamentablemente padecemos aún como sociedad”, comenta Domínguez. Y agrega: “También tenemos actores y actrices con un entrenamiento de más de 10 años en escena, que han interpretado obras clásicas como Sueño de una noche de verano de Shakespeare, ganado premios a nivel provincial y nacional, y actuado en festivales como Teatro Adolescente Vamos que Venimos de CABA, el Festival Juvenil de Teatro de Pico Truncado; el Festival Desafiarte de Córdoba capital; el Festival de Teatro y Discapacidad de CABA, entre otros”.
Así mismo, Verte Volar cuenta con un programa de radio en el que participan integrantes con discapacidad (los cuales también son parte de distintos talleres que brinda la ONG) y con la banda musical Reciclados, que se especializa en percusión, ensambles y canto. Se presentaron en eventos y festivales con ritmos latinos y nacionales llevando la música y la alegría. “Estamos muy felices porque este año pudimos grabar nuestro primer videoclip. También, los y las artistas de Verte Volar han participado en los Juegos Bonaerenses desde hace varios años, obteniendo primeros puestos y/o menciones especiales en las categorías de pintura, dibujo, canto, malambo, fotografía y narración”, añade Domínguez.
Verte Volar fue distinguido como “punto cultural” por la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación, lo que le permite a la organización poder desarrollar y articular con otras sedes de distintos puntos del país.
Expandir el horizonte
“Trabajamos con todas las personas con discapacidad que quieran sumarse, más allá de su discapacidad, porque creemos en la capacidad de la persona por sobre su discapacidad. Creemos en la diversidad como valor positivo, en habilitar distintas formas de hacer, de cantar, de bailar, de pintar, de narrar, etc. Nos importa darle la posibilidad de formarse y expandirse como artista a todo aquel o aquella que quiera hacerlo”, explica Domínguez.
En los distintos talleres que brinda la Fundación, se pone el foco en expandir el horizonte artístico y cultural de las personas que asisten, no solo en enseñarles las técnicas de cada disciplina, sino también en mostrar referentes, brindar información sobre la historia de esa especialidad y transmitir la importancia que el arte tiene, no solo para el artista que encuentra en el arte una herramienta poderosa de expresión y autoconocimiento, sino también a nivel social. “El arte tiene el poder de transformar las miradas, los pensamientos y hasta los prejuicios de la sociedad. Es por esto por lo que promovemos la participación de los artistas en situación de discapacidad en distintas muestras, en competencias y en festivales, porque entendemos que no solo es parte de la vida de un artista mostrar su obra, es necesario habitar todos los espacios, sobre todo los culturales y artísticos, porque lamentablemente, muchas veces son limitados”, explica su fundador.
Testimonios
“Desde la institución ayudamos a cambiar paradigmas socioculturales sobre cómo la persona con discapacidad puede participar en las industrias culturales. Esto se ve en cada uno de los eventos que compartimos. Y, sobre todo, en la autonomía de cada uno de nuestros artistas y sus familias”, señala Domínguez.
María Noemí Fernández (37 años) tiene parálisis cerebral y participa en los talleres inclusivos de danza teatro, canto, percusión y artes visuales. “Lo que más me gusta del arte es que sos vos mismo, usás la imaginación y podés experimentar con distintos materiales a la hora de crear tu obra”, explica.
Por su parte, Paula Gauna (39), quien presenta kernicterus, una forma de hipoacusia, participa en los talleres de narración oral, artes visuales, en la banda Reciclados (percusión), en teatro y en el programa de radio El plato volador. Ella comenta: “Lo que más me impactó en Verte Volar es que descubrí mi lugar donde aprendo día a día a dar lo mejor de mí misma”. Y confiesa: “Lo que más me gusta del arte es ser libre y demostrar mi talento”, cierra.
El arte transforma también a los profesionales que trabajan en los distintos talleres que brinda la ONG. “Mi experiencia es muy gratificante desde que soy parte de Verte Volar. Poder acompañar a los alumnos en una búsqueda personal, ya sea con el dibujo o con la pintura o la actividad que surja es maravilloso. Es empoderarlos, exigirles más de lo que creen que pueden y sentir orgullo cuando logran sus objetivos”, dice Gisela Neifer, profesora de artes visuales.
“Me siento muy cómoda en Verte Volar, estos años he tenido la posibilidad de distintas experiencias que me ayudaron a potenciarme tanto profesional como personalmente. A través de Verte Volar dicté talleres de teatro inclusivo, yoga en silla (consiste en combinar la respiración con movimientos suaves) dirigido para adultos mayores que no pueden sentarse en el piso, teatro para sordos e hipoacúsicos y hace tres años produzco junto a personas con discapacidad el programa de radio, una experiencia creativa y de retroalimentación constante”, cuenta Belén Ribelli, quien trabaja en Verte Volar desde 2018 y actualmente coordina el programa de radio El plato volador el cual se transmite por la FM 87.9 desde el 2021. “Trabajo en discapacidad desde el año 2008, y mi mirada hacia la discapacidad siempre estuvo centrada hacia la producción y potencialización de las diversas capacidades de las personas, utilizando el arte como medio de acceso hacia ello. Lo que me ha dado mi paso por Verte Volar es la posibilidad del trabajo en grupo e interdisciplinario”, agrega.
La ONG además lleva adelante la organización de distintos eventos, como el Certamen Nacional de Artes Visuales para personas con discapacidad. Este año se realizó la tercera edición, donde participaron más de 600 artistas con discapacidad de todo el país, y que compitieron en las disciplinas de dibujo y pintura.
Otro evento importante, es el que realiza junto al Instituto Municipal de las Culturas del municipio de Almirante Brown, cada 3 de diciembre, en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Se trata del "Encuentro de muñecos gigantes", en el cual se invita a las instituciones educativas, culturales y de salud a crear sus muñecos gigantes y a participar de la marcha con sus creaciones, involucrando de esta manera a toda la sociedad en esta lucha por la visibilidad de las personas con discapacidad, en la necesidad de ampliar sus derechos y construir una sociedad más justa y diversa.
Para más información podés comunicarte con la Fundación escribiendo a [email protected].
Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.