Nombre: Verónica Chávez
Edad: 47
Lugar de Nacimiento: Salinas Grandes, Jujuy
Rol: Presidenta de la Comunidad Aborigen Santuario Tres Pozos
Sector en el que trabaja: Activismo | Salar
Lugar en el que desarrolla su actividad: Salinas Grandes, Jujuy
Redes sociales: no tiene
—¿En qué situación sintió que el género se le volvió en contra?
—En mi caso, no. Al contrario. Ser mujer no significa que somos menos, sino que tenemos el mismo nivel con los hombres. Creo que en mi comunidad hay mayor igualdad entre hombres y mujeres. Hubo otras mujeres como presidentas de mi comunidad, que abarca 87 integrantes como cabecillas, en su mayoría mujeres, y otras 420 personas. El trabajo como presidenta implica que tengo que trabajar en defensa del territorio y de los integrantes de la comunidad. Es velar por todos, por los niños, los jóvenes, por la comunidad misma, por las instituciones, por el territorio, por la economía.
—¿Cuál es el problema más urgente a resolver respecto a la igualdad de género en su ámbito?
—Por ejemplo, en los trabajos hay más hombres y las mujeres hacen menos cosas. Me pasó a mí en mi trabajo. Yo soy la única mujer que está en la cooperativa de extracción de sal. Ahí vi que las mujeres no se animaban, que en las salinas las mujeres no podíamos hacer la extracción de sal. Antes de mí no había ninguna mujer trabajando en la cooperativa, pero hace muchos años sí lo había en un modo de trabajo independiente. Luego se formó la cooperativa con varones. Me hice socia de la cooperativa, invité a las mujeres, pero ninguna se animó. Hoy somos 30 socios: 29 hombres y una mujer. Los hombres sintieron que ellos nomás podían hacer la extracción de sal. A mí me pusieron en la cocina. Se dio todo algo, no sé si estoy en la palabra equivocada, machista. Como había mucha demanda de sal, se han ido implementando maquinarias para la extracción. Entonces la mujer también puede manejar la máquina. Ellos decían que la cocina era un trabajo liviano, pero no es así. Hace poco tuve una lesión de los tendones de mi hombro derecho y les hicimos entender a los hombres que no es un trabajo liviano, sino que también es pesado. Entonces ahora estoy trabajando como sereno de noche.
—¿Qué cree que se podría hacer para revertirlo/mejorarlo?
—Falta mucho todavía. Igual, ahora hay muchas mujeres trabajando en turismo, pero en las Salinas. Y ahí se está viendo que la capacidad de las mujeres es la misma que la de los varones. Ellas están haciendo de informantes de turismo y están manejando moto, camioneta, auto. Entonces se va implementando más el tema de la mujer. Por lo que yo veo ahora, las mujeres van a ser más capaces de integrarse a la cooperativa.
—¿Qué consejo le daría a una mujer que la está escuchando/leyendo ahora?
—Demostremos nuestra creatividad. Podemos y vamos a sacar esto adelante. Que no bajemos los brazos, que nosotras somos iguales a ellos. Es hermoso escuchar y hacerse respetar. Tenemos que ser fuertes y no desanimarnos, porque podemos.
—¿En qué aspectos las nuevas generaciones le generan esperanza?
—Tengo la esperanza que ellas van a hacer las actividades a su alcance, que van a llevar adelante la comunidad, que no es nada fácil.
—¿Qué mensaje daría a partir de su lucha contra la minería de litio?
—Este es un mensaje para el mundo entero. Que me escuchen, que yo soy una que está en el territorio donde quieren hacer la extracción del litio. No es como dicen las empresas y los gobiernos que van a cuidar el ambiente, no. Ellos lo que están buscando es destruir el ambiente, la mamita Salina y nuestras generaciones que vienen. ¿Qué quiere decir? Que ellos quieren vernos muertos a nosotros porque se llevan el agua y se destruye la salina y se contamina todo. Eso quiero que escuche el mundo entero. No es como ellos lo hablan bien bonito. No va a haber trabajo. ¿Qué quiere decir? Es comida para hoy, hambre para mañana. Nosotros queremos vivir bien, como nos dejaron nuestros abuelos. Ellos cuidaron la salina, el territorio, los ojos naturales, las vicuñas, los suris, los lagartos. Ahora nosotros estamos haciendo lo mismo. Y vamos a luchar al último momento que podamos. No los vamos a dejar sacar el litio.
Si crees que estás viviendo una situación de violencia por razones de género y necesitas contención o asesoramiento, llamá al 144. Si estás en riesgo inminente de ser atacada llamá al 911.
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