Todos los años, Lucas Frigerio viaja a Chile para las fiestas. Allí viven sus padres, su hermano y su abuela. “A esta altura del año ya suelo tener mi pasaje, pero en esta oportunidad no lo he hecho y no creo que lo haga. Por más que me deja una sensación agridulce no pasar las fiestas con ellos, me deja más tranquilo evitar un riesgo. Me da más nervios pensar en la posibilidad de contagiar a alguien que lo que me pueda pasar a mí. Se que puedo hacerme un test acá y uno allá y así descartar todo, pero me sigue sonando complicado”, dice el joven chileno de 30 años.
De todas formas, Frigerio está pensando en viajar solo y así descansar. Dice: “Desde que vivo en Buenos Aires, mis vacaciones son ir a visitar a mi familia. Este año, estoy pensando en buscar un destino que me conecte con la naturaleza. Necesito un refresh mental y si me quedo en casa de vacaciones, voy a estar con el celu, revisando mails, con la computadora, no voy a poder desconectar. Ya mi casa se convirtió en mi oficina y es difícil relajar. En todo el año no paré. No respeté horarios. Y ahora necesito un descanso si o si”.
Quemados: el combo home office + cuarentena no nos permite desconectar del trabajo
El fin de semana pasado, que fue extralargo, más de 630.000 turistas se animaron a cortar la rutina que impuso la pandemia y emprendieron un viaje por el país. Al bronceador, las ojotas y el baldecito se sumaron el alcohol en gel, el tapabocas y mucho jabón en las valijas. Si bien la temporada de verano comenzó el 1 de diciembre, este fue el primer alivio para uno de los sectores más castigados por la crisis sanitaria, que está prácticamente paralizado desde hace ocho meses.
Según estadísticas oficiales, destinos bonaerenses como el Partido de la Costa, Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar, Monte Hermoso y Miramar fueron los que tuvieron mayor caudal turístico. También hubo un intenso movimiento en las provincias de Córdoba (a nivel interno), Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Jujuy, San Juan, Santa Fe y Mendoza.
A pesar del contexto, 5 de cada 10 argentinos piensan irse de vacaciones este verano. El dato surge de una encuesta realizada por el sitio de clasificados Zonaprop. Un 48,9% piensa viajar por el interior del país, un 36,9% proyecta alquilar una casa en un country o una quinta y un 12,1% desea viajar al exterior. Con respecto a quienes no planean viajar por vacaciones, un 89,2% manifestó no poder proyectar en este contexto de incertidumbre, un 10,2% declaró no contar con dinero suficiente para hacerlo y un 1% aseguró no tener días de vacaciones.
Entre la incertidumbre y la necesidad de desconexión
En junio, Rosario Lanfredi comenzó a planear sus vacaciones de verano con un grupo de amigos. “Con muchas más preguntas que respuestas empezamos a diseñar un viaje por Esquel para fin de diciembre para hacer una experiencia de aprendizaje en contacto con la naturaleza”, cuenta Lanfredi que se sumó a una propuesta de los proyectos Patagonia On Foot y Experiencia Raíz.
Otro plan de Lanfredi es sumarse a la propuesta de la organización Quinta Esencia, una escuela de sustentabilidad ubicada en Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires. Se trata de una experiencia de quince días de aprendizaje en contacto con la naturaleza. “No quería unas vacaciones en la playa. Y me gustó esta propuesta que son grupos de 10 personas para conocer sobre permacultura, bioconstrucción, huerta y energías renovables”, dice la joven de 27 años, que es la encargada de desarrollo de nuevos proyectos e innovación en Sistema B.
En ambos planes la idea es viajar en su auto, para evitar la incertidumbre de las aerolíneas. Lanfredi dice: “Este año fue muy intenso de laburo. Los primeros meses de la cuarentena trabajaba 12 horas por día porque había mucho interés en la nueva economía. Busqué opciones de vacaciones que me desconecten de la virtualidad, quería estar en contacto con la naturaleza y buscar un espacio de tranquilidad para decantar todo lo que fue este año”.
Ante la incertidumbre, una opción que creció mucho este verano es la de alquilar una quinta o una casa en un country. Mario Bottarlini vive en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y alquiló una casita en una quinta para desenchufarse en el verano. “Una conocida armó unos bungalows containers y allá vamos unos cinco días con mi señora. Está alejado de la ciudad, tiene pileta y espacio verde”, dice el lector de RED/ACCION de 38 años, que trabaja en el área de Comunicación de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
Bottarlini señala que al hacer home office, terminó dedicando muchas más horas al trabajo. “En las vacaciones de invierno no nos fuimos a ningún lado. A lo sumo fuimos a tomar mate a alguna plaza”, señala.
Pedirse días de vacaciones para quedarse en casa no parece ser una opción para muchos teletrabajadores porque creen que no podrán desconectarse y descansar. Según un informe de Adecco, casi un 35% de los encuestados no cree que las empresas serán flexibles, pese a la pandemia, a la hora de exigir tomarse las vacaciones durante el verano. En contraposición a ese pensamiento, un 27% sí sostiene que habrá flexibilidad por el lado de los empleadores. En tanto que, casi un 38%, el porcentaje mayor en esta pregunta, no tiene mucha idea sobre qué pasará en su lugar de trabajo con este tema. Por otro lado, solo un 14% reconoció que le obligaron a tomarse días de vacaciones pendientes durante la pandemia.
El Estado emitió una norma permitiendo acumular vacaciones no gozadas en este período por la cuarentena. En el Decreto 813/2020 publicado en el Boletín Oficial facultó a las reparticiones públicas a transferir la licencia anual ordinaria atrasada, por excepción, al período comprendido entre el 1º de diciembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021. Es decir que aquellos que no utilizaron sus días de vacaciones como consecuencia de la pandemia podrán sumarlos a los que se otorgarán este año.
Fernanda Cordon tenía tres viajes planeados para este año. El primero iba a ser el fin de semana largo del 24 de marzo. La idea era conocer las Cataratas del Iguazú. El segundo a Resistencia, Chaco, para visitar a su familia y festejar el cumpleaños de su sobrina. El tercero era el 31 de mayo a Río de Janeiro, Brasil. Eso mismo nos contó en julio cuando conversamos con la comunidad sobre si se tomarían vacaciones de invierno.
Proyectos postergados: ¿cuándo nos tomamos vacaciones?
“Cuando se me canceló el primer viaje sentí resignación, con el segundo frustración, y ya con el tercero, indiferencia. Todavía no reprogramé ninguno de los tres vuelos, quiero tener más claridad de cómo va a funcionar”, dice la joven de 29 años, que trabaja para una fintech.
En septiembre, Cordón sacó un cuarto pasaje que pudo usar para visitar a su familia en Chaco. Allá se quedó dos meses. “Tuve que investigar mucho para ver que pedían para viajar, no era claro. Aunque ya tenía un pasaje, tuve que sacar otro para un vuelo especial para el reencuentro familiar”, cuenta.
Para reprogramar los pasajes que no usó aún, Cordon intenta comunicarse con Aerolíneas Argentinas, pero no le responden. “No tienen call center y es muy difícil que te contesten por WhatsApp”, dice. Este es un problema que muchos turistas señalan en redes sociales.
Cómo se prepara el sector turístico
En la Costa Atlántica, los precios de los alquileres temporales registran un incremento promedio del 35% interanual para aquellos acuerdos que son de duración mensual, mientras que los alquileres diarios subieron un 37% en los últimos doce meses. Una casa grande (tres o más habitaciones) en la ciudad de Mar del Plata tiene un alquiler promedio mensual de $190.000. Con respecto a departamentos de tamaño chico (dos o menos habitaciones), el precio promedio es de $55.000 mensuales. La opción de alquiler diario sigue vigente. En este caso, los montos promedio en Mar del Plata van desde $15.000 diarios para una casa grande, $4.800 para un departamento grande y $3.200 para un departamento chico.
La mayoría de los consultados en la encuesta de Zonaprop afirma que costeará sus vacaciones con ahorros propios (80,7%), algunos pagarán con su aguinaldo y bono (15,2%), un 2,8% lo hará con un crédito personal y un 1,3% lo hará con un préstamo a un conocido.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías señala que fue positivo que la mayoría de las provincias acuerden que no van a pedir un PCR. Dice: “El lanzamiento del plan Previaje nos agarró en un momento en que los requisitos no estaban claros. Todas las provincias pedían cosas diferentes. Ahora está más ordenado. La mayoría acordó los mismos requisitos de ingreso”.
Conocé los requisitos para viajar y tramitá el certificado
Elías comenta que Previaje (válido hasta el 31 de diciembre) fue el mayor aporte que el gobierno nacional le dio a la actividad turística. El plan permite al turista acceder a la devolución del 50% de los gastos de sus vacaciones en crédito para utilizar tanto en ese viaje como en otras escapadas a lo largo de todo el año próximo. “Más de 200.000 turistas utilizaron el plan y se recaudaron más de 5.000 millones de pesos”, dice el referente.
Además, Elías considera que este verano van a crecer destinos satélites de grandes centros turísticos. “La gente va a preferir viajar a lugares con menos gente y más tranquilos”, comenta.
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Los nuevos hábitos
Entre los nuevos hábitos de los turistas, Despegar destaca que, si bien el avión sigue siendo el medio más elegido para viajar, la demanda de alquiler de autos está en aumento. También subió la preferencia por las actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza, que han crecido un 60%.
“En un estudio que desarrollamos en agosto vimos el peso que tiene la financiación para los usuarios: el 77% de los viajeros argentinos afirmó que su primer viaje post COVID-19 lo pagaría en cuotas, y hoy estamos viendo que el 85% de nuestros viajeros está optando por esta alternativa. Vemos así que la financiación, en conjunto con la flexibilidad para cambios de fecha y la atención a los protocolos sanitarios, son las grandes tendencias del turismo que hemos identificado en esta nueva normalidad”, explica Paula Cristi, Gerente General de Despegar para Argentina y Uruguay.
Al parecer Bariloche será la estrella del verano, seguido por Ushuaia, Calafate, Iguazú y Salta. En el caso de los porteños, crecen los destinos de cercanía: Cariló, Mar de las Pampas, Mar del Plata, Tandil, Rosario, Pilar.
Un ejemplo de los protocolos particulares de este año es el de las playas de los balnearios públicos, concesionados y privados de la ciudad de Rosario. Se realizaron círculos de PVC dispuestos sobre la arena por el municipio para respetar el distanciamiento social.
Especialmente a partir de Previaje, se reveló un cambio en los hábitos de los argentinos en cuanto a los viajes dentro del país: las estadías son más largas y las reservas incluyen a más personas. El promedio ahora es de entre 10 y 15 días, a diferencia de los 7-10 días promedio del verano pasado. Además, disminuyeron los viajes individuales y se duplicaron los de tres o más personas, especialmente para los meses de enero y febrero. Cristi reflexiona: “Esto denota que la gente quiere viajar y anhela hacerlo en familia. Se busca reforzar los vínculos tras un año tan complejo”.
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