Plantaron árboles, limpiaron la escuela, arreglaron aulas, armaron una biblioteca o mejoraron caminos de acceso. Lo hicieron un mismo día, el 26 de octubre pasado, y en todos los casos lo festejaron jugando al fútbol. La movida la organiza desde hace 10 años la Red Comunidades Rurales y este año sumó la adhesión de Naciones Unidas.
El viernes pasado no fue un día como cualquier otro en muchísimas escuelas rurales del país y del mundo. Ese día, y por una iniciativa argentina, la comunidad educativa de 600 escuelas de 50 países llevaron adelante acciones solidarias de todo tipo.
Hay quienes decidieron plantar árboles, limpiar la escuela, desmalezar el entorno, reciclar basura, arreglar aulas o armar una biblioteca. Otros acordaron equipar una sala de computación, crear una plaza con juegos, mejorar los caminos para que pueda llegar una ambulancia, pintar un mural o simplemente hacer una peña.
Pero hay dos aspectos que atravesaron a todos los docentes, alumnos y familiares: lo hicieron un mismo día, el viernes 26 de octubre, y en todos los casos se festejó de una misma forma: jugando al fútbol.
La movida lleva el nombre de Encuentro Global de Fútbol Comunitario Rural, es organizado desde hace 10 años por la Red Comunidades Rurales, una ONG argentina, y este año tuvo un espaldarazo institucional internacional: recibió la adhesión oficial del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD).
“El principal objetivo es compartir el sentido comunitario mediante el ejemplo y con los recursos disponibles, fortaleciendo de ese modo los lazos entre alumnos, docentes, familiares y miembros de la comunidad. Se trabaja uniendo voluntades por una meta común que es planificada y organizada en cada lugar, sin importar lo lejos o aislado que se encuentre”, cuenta Patricio Sutton, director Ejecutivo de la Red Comunidades Rurales, cuya misión es articular esfuerzos y movilizar recursos para acompañar el desarrollo de los pobladores rurales.
El encuentro sirve para que niñas, niños y jóvenes en edad escolar puedan vivenciar cómo sus familiares, maestros, profesores y otros miembros de su comunidad se unen con un objetivo en común: hacer algo que beneficie a su escuela o comunidad.
De arreglar un pizarrón a dar charlas productivas
En la escuela N°149 de Fortuna, San Luis, el encuentro generó varias iniciativas. "La comunidad está colaborando para reparar los pizarrones, arreglando el jardín y colocando juegos en el patio. También se construyó la cancha de pelota al cesto y se marcó una canchita de fútbol. Y se comenzó a marcar una de vóley playero", enumera Mónica Maricel Fernández, directora de la escuela.
"También contamos con el apoyo de la Municipalidad de nuestro pueblo, que nos envió la máquina para emparejar el terreno. Y médicos veterinarios y un ingeniero agrónomo se acercaron para dictar un curso de triquinosis porque en nuestra zona se caza el jabalí y para muchos ese es su sustento”, agrega Fernández.
En Río Negro, también hubo actividades. La directora Sandra Hernández, de la escuela N°143 de Valle Azul, contó que para el encuentro hicieron una rampa de acceso para personas con movilidad reducida y carteles viales. Y que también pintaron parte de la escuela.
La actividad en Formosa fue interprovincial. Hubo un partido de fútbol entre chicas de las escuelas de Mayor Villafañe (Formosa) y José de San Martín (Chaco). Carlos Mareco, director de la escuela formoseña, explica que se reunieron en un encuentro para erradicar la violencia de género y promover el empoderamiento de las.mujeres. Además armaron un ropero comunitario para familias vulnerables de ambas comunidades.
Entre las escuelas de otras partes del mundo que se sumaron al encuentro, muchas compartieron sus experiencias a través de las redes sociales de la Red Comunidades Rurales.
Hubo movidas en colegios de Chile, Perú, Italia, Turquía y Serbia, por enumerar algunos. En Kampala, Uganda, la comunidad de un orfanato se juntó para limpiar el predio del orfanato y la escuela.
En Tailandia, Malasia y Bhután, el impulsor del encuentro en esos países, Kalaimani Supramaniam, detalló que juntaron útiles y libros para bibliotecas escolares.
Un deporte que transciende culturas y clases sociales
La iniciativa nació en 2008. La idea fue impulsada por la Red Comunidades Rurales luego de una charla con docentes y directivos durante una visita en octubre de 2008 a una escuela rural en el medio de la selva salteña.
Hablaban de la necesidad de algo que movilizara a la comunidad y la respuesta estaba frente a sus ojos: mientras conversaban sobre los desafíos que representa construir una comunidad educativa y lograr el involucramiento y participación de las familias, los chicos y chicas de distintas edades jugaban al fútbol durante el recreo.
La propuesta entonces fue organizar un encuentro local de fútbol para celebrar esas acciones comunitarias. Cada uno desde su lugar sin importar cuán lejos o aislada se encuentre la escuela y comunidad. La fecha: el último viernes de octubre.
Aprovechando, los referentes que la red conocía en otros países y de argentinos que vivían en el exterior, la primera edición reunió a 50 escuelas de Argentina, Uruguay, Malasia y Sri Lanka.
La 10° edición, en tanto, llegó a los 50 países de todos los continentes. “El fútbol es un gran espacio de encuentro porque trasciende clases sociales, lenguas y cultura”, considera Sutton.
Si trabajás en una comunidad rural y querés sumarla al encuentro, podés anotarte como impulsor en la Red Comunidades Rurales:
Respaldo internacional y nuevos planes para 2019
La edición del viernes pasado obtuvo un respaldo internacional que hace pensar en una edición 2019 todavía más transcendente. El Programa de las Nacionales Unidad para el Desarrollo (PNUD) sumó su adhesión al Encuentro Global de Fútbol Comunitario Rural.
El objetivo es unir esfuerzos con la Red Comunidades Rurales para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como el hambre cero, el trabajo decente y la igualdad de género, entre otros, en cientos de escuelas y comunidades rurales de Argentina y muchos otros países.
“Cada uno de nosotros, en el lugar donde vivamos, está en capacidad de hacer algo para lograr los 17 Objetivos. Las comunidades que se organizan, crean espacios y lazos comunes, y pueden traducir en acciones concretas el mensaje del cuidado de las personas que las integran, de su ambiente y de sus recursos, son los cimientos de esta visión. Esperamos contribuir con la Red Comunidades Rurales para que esta visión sea una realidad”, resumió Silvia Morimoto, directora de PNUD en Argentina.
Fotos: Red Comunidades Rurales. Foto de portada: Vilma González.