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¡Buenos días! En las últimas semanas los medios contaron que decenas de familias comenzaron a pernoctar en el Aeroparque Jorge Newbery en busca de un lugar seguro donde resguardarse del frío. Lejos de la discriminación que podría esperarse, toda la comunidad del aeropuerto los acogió a estas personas. Una pequeña luz en medio de una oscuridad tan grande.
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Un aeropuerto es un lugar de mucho movimiento, de personas que van y vienen, de vuelos que llegan y parten. En un lugar como el Aeroparque Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires pasa algo trágicamente novedoso: algunas personas —a veces 5, a veces 10, a veces 100— o alguna familia que se quedó sin hogar, o ha migrado o se ha quedado sin nada, va a ese lugar a buscar refugio. Las personas van a ese aeropuerto porque allí hay un techo en el cual protegerse. Y se viene el invierno y va haciendo frío.
Son imágenes de una tragedia social, de un momento del país y del mundo muy complejo. Muchas de estas personas quedaron hace poco fuera de su hogar, o sin trabajo. En algunos casos son reflejo de una pobreza histórica, en otros casos es una nueva pobreza. Y ante una situación así, en un aeropuerto con una estructura tan imponente, uno podría tener miedo al rechazo, al prejuicio, a la prohibición de que estas personas estén allí.
Aunque no podemos celebrar nada de esta situación, lo que queremos destacar y rescatar es la calidez de las personas que trabajan en el Aeroparque. Desde la vigilancia, la policía de Seguridad, todas las fuerzas del orden. De todos los puesteros, las personas que atienden bares o lugares de venta de productos. Del buen trato de todos. De las autoridades, civiles y nacionales que, contrariamente a los prejuicios que podríamos tener, abren esas puertas sin decirlo. De la empresa Aeropuertos. Todos reciben, acogen.
Ante una tragedia tan compleja es emocionante ver los detalles del “buen día” o “buenas noches”. O de un abrigo o frazada que llega de un lugar inesperado, o de una comida que sobró (o no sobró). O de unos de los miles de pasajeros que podrían asustarse de la situación, pero son parte de un entramado solidario inimaginable, imposible de pensar. Es una comunidad, argentina en este caso, de un lugar clave del país, que resulta de años de ejercicio de cultura de la solidaridad, de mirar al otro. En este caso en un lugar de paso, de vuelo, de vacaciones o de trabajo. Las personas en el Aeroparque primero le hacen un lugar a quienes no tienen dónde pasar la noche. Segundo, buscan que se sientan lo mejor posible. Y no los discriminan. Una pequeña luz en medio de una tragedia.
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En las últimas semanas se publicaron varias crónicas acerca de la situación que se da con personas en situación de calle en el Aeroparque. Esta es una de las más recientes, que destaca que el Gobierno porteño, mediante el programa Buenos Aires Presente, busca ubicar a quienes pernoctan en el aeropuerto en alguno de los paradores públicos de la Ciudad.
Esto va mejorando. Cada vez más personas, organizaciones, gobiernos local y nacional y las propias empresas están viendo cómo mejorar esta situación humana, cómo ayudar a cada una de estas personas.
Pero en esto que es la complejidad del momento, aparece una imagen inesperada. El aeroparque, esta vez, con la vida golpeada de muchas personas que van a buscar una casa improvisada ahí. Y esta casa, que no estaba preparada para eso, pasa de ser una enorme estructura arquitectónica a una suerte de hogar.
No podemos celebrar en una situación así. Pero destacamos que nuestro pueblo, nuestra gente, a quienes se cruza el dolor del otro, no es insensible ni mira para otro lado. Al contrario: acogen, reciben, abren la puerta. Una respuesta humana, contundente, que nos llena de consuelo y esperanza.
Un mensaje de
Pan American Energy busca ser un promotor activo en el desarrollo de las comunidades en las que opera. Por ello, lleva a cabo acciones de triple impacto para crear valor económico, social y ambiental a través de la articulación público-privada. Su trabajo en Sustentabilidad se basa en cuatro ejes estratégicos: educación y cultura, salud y deporte, desarrollo local y ambiente. En el último año, con sus más de 100 programas, la compañía alcanzó a más de 300.000 personas.
Conocé más en pan-energy.com/sustentabilidad
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Contamos con nuevos contenidos en el marco de la campaña del mes, en el cual queremos que nos ayudes a difundir iniciativas que promueven la economía circular. Por un lado, te contamos sobre el Club de Reparadores, un movimiento que promueve el consumo sustentable y responsable, brinda oportunidades laborales y afianza vínculos humanos. Por otro, sobre Electrosolidario, una solución para el problema de los residuos eléctricos y electrónicos que a la vez genera inclusión laboral de sectores vulnerables y permite a todas las personas acceder a electrodomésticos de calidad a precios más competitivos.
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Hay otros contenidos de RED/ACCIÓN de los últimos días que quisiéramos destacar porque nos inspiran. Ayer publicamos una nota sobre el movimiento Adopten Niñez Grandes, integrado por decenas de familias que nos hacen entender por qué es importante adoptar no solo niños y niñas de 5 o 6 años, sino también mayores. Y que derriban prejuicios y, sobre todo, nos hacen entender que el foco de la adopción está en las infancias, no en quien adopta.
Y esta historia es conmovedora. Kayla Unbehaun tenía 9 años cuando su padre la vio por última vez, en 2017. La serie Misterios sin resolver de Netflix aborda en diferentes episodios casos de desapariciones, asesinatos y encuentros paranormales que, como su nombre lo indica, quedaron irresueltos. Uno de los capítulos abordó el caso de Kayla y alguien que vio el episodio aportó datos sobre dónde estaba la joven. Y gracias a ello, su padre pudo encontrarla luego de seis años.
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Ayer fue el Día de la Biodiversidad. Precisamente, hace un par de semanas hablamos en una edición de OXÍGENO sobre la importancia de hablar más sobre las especies en peligro de extinción. Esta nota habla de siete especies en peligro crítico de extinguirse en nuestro país. El aullador rojo, el yaguareté, la rata Vizcacha de Los Chalchaleros, las ratas Vizcacha Dorada, Tuco-Tuco de Roig, Tuco-tuco de d’Orbigny y la Nutria del Atuel. Como dijimos hace dos semanas, la conciencia ambiental se multiplicaría si conociéramos más de cerca estas especies.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.
Juan y David