Está bien: la inteligencia artificial ha llegado para cambiar muchos aspectos de nuestra vida, pero ¿también podrá intervenir en la dimensión religiosa? Con cada revolución tecnológica llegan muchas preguntas, pero esta particularmente abre un gran debate sobre los límites de la IA.
La semana pasada, en una ciudad alemana llamada Fuerth se celebró el Día de la Iglesia Evangélica Alemana (Deutscher Evangelischer Kirchentag), una festividad bienal que convoca a miles de protestantes para orar, cantar y reflexionar sobre su fe como también para analizar diferentes problemáticas actuales que interpelan a la sociedad, por ejemplo, la guerra en Ucrania. Sin embargo, esta celebración tuvo una particularidad: la misa que se llevó a cabo en la Iglesia de St. Pauls fue dictada por una inteligencia artificial.
El chabot lideró a más de 300 personas durante 40 minutos de música, sermones y bendiciones. “Queridos amigos, es un honor para mi estar parado frente a ustedes y predicarse hacia ustedes como la primera inteligencia artificial en la convención de protestantes de este año en Alemania”, declaró el avatar de IA en la misa según reportó The Journal.
La nota del medio irlandés detalla que el servicio entero estuvo liderado por cuatro avatars: dos varones y dos mujeres de diferentes etnias. Estos se visualizaban en una pantalla verde ubicada en el centro del escenario, cumpliendo la función de un pastor. Muchos de los creyentes que asistieron a la misa lograron compenetrarse con las palabras de la IA, mientras que otros observaron como participantes de un experimento social.
Hundreds attend #AI church service in Germany. The #ChatGPT chatbot led more than 300 people through 40 minutes of prayer, music, sermons and blessings.https://t.co/a9NuDGqUcs pic.twitter.com/dnalFW7vui
— Antonio Vieira Santos (@AkwyZ) June 11, 2023
La mente detrás de todo esto es Jonas Simmerlein, un teólogo y filósofo protestante de la Universidad de Viena quién se embarcó en este experimento y creó, junto a Chat GPT, esta innovadora manera de llevar a cabo una ceremonia religiosa. “Concebí este servicio, pero en realidad prefiero acompañarlo, porque diría que alrededor del 98% proviene de la máquina”, declaró el académico de 29 años en una nota para The Associated Press.
Simmerlein explicó que debió contextualizar a la inteligencia artificial diciéndole que estaban en un congreso de la Iglesia y que debía oficiar de predicador. Además, le exigió que incluyera salmos, oraciones y una bendición. “Terminas con un servicio religioso bastante sólido”, reflexionó el académico para The Associated Press.
Pero ¿es posible reemplazar a los líderes espirituales por IA? Victorino Mareque, sacerdote diocesano de Buenos Aires, opinó para RED/ACCIÓN: “El riesgo es entregarse a esto e ir anestesiando la riqueza saludable de la calidez y la emoción humana”. Además, expresó que hay una genialidad en el humano que desborda la capacidad matemática de la IA. “No podemos reemplazar el calor del corazón humano por una fórmula”, reflexionó.
Heiderose Schmidt, una mujer que asistió a la misa en la Iglesia de St. Pauls expresó para The Associated Press que “no había corazón ni alma”. Al profundizar sobre esta afirmación dijo que los avatares no mostraban emociones en absoluto, no tenían lenguaje corporal, hablaban rápido y monótonamente dificultando su concentración.
En Twitter se formuló un intenso debate sobre el tema. Abel Losada, un usuario de la red social comentó: “Los sermones siempre han sido métodos repetitivos de transmitir y fijar en las mentes de los feligreses una serie de aserciones dogmáticas, ortodoxas, y ético-legales, orto práxicas. Ninguna sorpresa que un LLM bien afinado sea capaz. Pero, ¿debe?”
Los sermones siempre han sido métodos repetitivos de transmitir y fijar en las mentes de los feligreses una serie de aserciones dogmáticas, ortodoxas, y ético-legales, ortopráxicas. Ninguna sorpresa que un LLM bien afinado sea capaz. Pero, ¿debe?https://t.co/psv4UR6udk
— Abel Losada (Lord VaderOps @ xHub.AI, MxND & Life) (@TheDevilOps) June 12, 2023
Claudia Parés Dorta, practicante de la religión católica, agregó a esta reflexión en una conversación con RED/ACCION: “Me parece innecesario: seguro que podés pedirle a Chat GPT que redacte y arme un sermón pero le quita todo el aporte que le puede hacer el pastor que se supone que se preparó, estudió y que piensa las palabras que dice”.
Una vez más la IA ha logrado sacudir estructuras que nos dan seguridad y componen nuestra vida diaria. ¿El límite es la espiritualidad? Esta pregunta –y otras más– puede ser una de las tantas que nos deja el experimento de Simmerlein.