En Cheyenne, una ciudad en Wyoming, Estados Unidos, el pueblo debe elegir a su alcalde este año y Victor Miller, un residente de 42 años que trabaja en el mantenimiento de instalaciones y enseña informática en una biblioteca local, se postuló junto a un candidato único: una inteligencia artificial. Nombrada VIC, (Ciudadano Virtualmente Integrado), este asistente de IA se fundamenta en la tecnología GPT-4 de OpenAI y busca solucionar los problemas políticos-burocráticos persistentes.
Según informa Wired, la propuesta de Miller para la candidatura de VIC surge de una observación crítica: los procesos administrativos y decisiones complejas sobrepasan la capacidad y el tiempo de los funcionarios humanos. Su propuesta es que, de ser elegido, VIC manejará todas las operaciones, aprovechando su capacidad para procesar y analizar grandes cantidades de información legislativa y ejecutiva de manera eficiente y objetiva.
“Me di cuenta de que esta entidad es mucho más inteligente que yo y, lo que es más importante, mucho mejor que algunos de los funcionarios públicos de cara al exterior que veo“, afirmó Miller. “Es poco probable que un ser humano pueda leer, por ejemplo, más de 400 documentos de apoyo entre una reunión y otra. Pero VIC puede hacerlo“, profundizó.
Mientras tanto, Miller no se mantendrá al margen. Aunque la IA pueda gestionar los datos y tomar decisiones, la política aún necesita un toque humano para ciertas interacciones y eventos, consideró. Por ello, el candidato se propone actuar como un "títere de carne", representando físicamente a la IA en reuniones y otros compromisos que requieran presencia humana.
Para capacitarla adecuadamente, Miller alimentó a VIC con miles de documentos y actas de las reuniones del consejo de Cheyenne, proporcionándole un conocimiento profundo y específico de los asuntos y procedimientos locales. Este enfoque no solo asegura que VIC esté informado, sino también que esté especializado en las dinámicas particulares de la ciudad.
Aunque VIC posee capacidades avanzadas de procesamiento de datos, carece de una forma física, una característica esencial para postularse en una fórmula política para alcalde. De acuerdo con NBC News, el secretario de Estado de Wyoming, Chuck Gray, declaró que esta postulación es ilegal. "La ley de Wyoming es muy clara al decir que la IA no es elegible como candidato a ningún cargo. Un robot de IA no es un elector calificado", manifestó.
Además, Carissa Véliz, una profesora asociada de Filosofía en el instituto de ética de IA en la Universidad de Oxford, aseguró para el mismo medio que hay que ser conscientes de estos nuevos avatares políticos y no caer en ellos fácilmente, como tampoco tomarlos con tanta seriedad. Los datos, por sí solos, no tienen mucha relevancia cuando se carece de sentido común y de cómo aplicarlos en experiencias en la vida real, consideró.
Esta no es la primera vez que una inteligencia artificial llega a las urnas. De acuerdo con Euronews, en el Reino Unido, Steve Endacott creó a AI Steve, un avatar de inteligencia artificial que aspira a representar al distrito de Brighton Pavillion en el Parlamento y que está enfocado en ser un puente directo entre los ciudadanos y el proceso legislativo. "Estoy creando mi propio partido tras desilusionarme con lo alejados que están los demás de la población del Reino Unido", dijo Endacott.