Una guía para hablar de coronavirus con niñas y niños y tomar precauciones con las personas mayores- RED/ACCIÓN

Una guía para hablar de coronavirus con niñas y niños y tomar precauciones con las personas mayores

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

En estos días de pandemia y aislamiento, los desafíos son múltiples: cambio de hábitos, distanciamiento social, aislamiento. Les preguntamos a especialistas de qué manera encarar el tema con quienes están en ambos extremos etarios y qué podemos hacer por ellos.

Una guía para hablar de coronavirus con niñas y niños y tomar precauciones con las personas mayores

Foto: AFP

Tanto los y las más pequeñas, como los y las más grandes de la sociedad son grupos que pueden sentirse agobiados por toda la información que reciben sobre la pandemia que no deja de rodar alrededor del mundo.

Con diferente capacidad de procesamiento de la información, los niños y niñas pueden entrar en pánico por la sobreinformación que se escucha a diario, por recibir los mensajes de los medios que consumen sus padres o  pescar conversaciones y temores de los mismos adultos.

También los mayores pueden tener episodios de ansiedad y miedo debido a que, al momento, son la población de riesgo más afectada. 

Ante este escenario, llegar a la psicosis social es fácil. Sin embargo, hablar del tema con sinceridad con unos y otros (según la necesidad de cada grupo etario), utilizando juegos y diferentes herramientas con niños y niñas, y siendo claros y tomando todas las medidas necesarias de prevención con las y los adultos mayores podrá ayudarlos a comprender y sobrellevar la situación de la mejor manera posible.

Hablar del coronavirus con niños y niñas:

“A los niños siempre hay que hablarles con la verdad. Adaptada de tal forma que puedan entenderla, claro, pero sin mentir y dándole lugar a sus preguntas”, dice la científica, biotecnóloga y madre, Yésica Espasandin

La especialista tiene una cuenta de instagram -con 14 mil seguidores- dedicada a la divulgación científica para familias y, en los últimos días, compartió un “Recetario de ideas y actividades para fomentar la higiene de manos” y que los y las más pequeñas de la casa aprendan a cuidarse del virus, jugando.

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Volvemos con @mama_y_to con un recetario muy útil en estos días.. Te pasa que ves en todos lados la importancia del lavado de manos pero no logras que tu hijo se las lave, lo tenés q correr, obligar etc? ?? Nos pasa a todas que en la prisa por comer, jugar o seguir divirtiéndose las manos no se lavan como debe ser... ? Por eso ideamos este recetario con actividades lúdicas para estimular que quieran lavarse y que de paso se diviertan haciéndolo porque la mejor manera en la que los niños aprenden es jugando... ⚽ Deslízate por las fotos para ver las distintas propuestas... Pero no te olvides de algo super importante❗, estas son ideas que ayudan a fomentar el habito de forma divertida y como se trata de algo super importante debe estar siempre la mediación del adulto, su control y regulación, no te olvides que somos el ejemplo que reciben a diario así que a lavarse las manos!? #lavadodemanos #higiene #aprenderjugando #coronavirus #prevencion #salud

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“Hay que mostrarles lo importante de friccionar y lavarse bien las manos, darles un mensaje certero y para eso está bien utilizar herramientas gráficas y vistosas que lo hagan más divertido, como los juegos para aumentar la frecuencia del lavado de manos, siempre y cuando no enseñemos una mentira porque a los nenes y nenas les puede quedar un mensaje equivocado, como que si me lavé con detergente los virus se alejan y no se pegan. Cuando en realidad no es así. El jabón y el detergente sirven para eliminar el virus, pero si me lavo las manos y después toco una superficie contaminada me puedo contagiar igual”, aclara respecto al cuidado que se debe tener a la hora de utilizar metáforas para enseñar los métodos de higiene y prevención. 

La científica destaca la importancia de responder todas las preguntas de los niños y las niñas, sin asustarlos. Asegura que no hace falta que sepan el número de muertes que hubo por el coronavirus en Italia o en China, pero sí “mostrarles que no hay ninguna pregunta tonta, que cualquier pregunta que hagan tiene una respuesta y que si no la tenemos, la vamos a buscar”. 

“Lo que vamos a hacer -concluye- es enseñarles las medidas de prevención que tienen que tener en cuenta y explicarles que lo que estamos haciendo ahora es simplemente para evitar que nos enfermemos hasta que el virus se vaya. Si nosotros nos quedamos en casa y no nos contagiamos, el virus no tiene a qué persona ir, se termina yendo y se va el problema, que es lo que estamos haciendo ahora”. 

El juego y el ejemplo, dice, son las mejores formas para que niños y niñas aprendan.

En la misma línea que la especialista, UNICEF publicó una "Guía para madres, padres, cuidadores y educadores sobre el Coronavirus (COVID-19)", con métodos de prevención, y otra con “8 consejos para tranquilizar y proteger a los niños”, en la que sugiere:

  • Hacerles preguntas abiertas para invitarlos a hablar del tema y averiguar qué es lo que saben. Apoyarse en dibujos, historias y otras actividades puede servir para disparar la conversación. Nunca restar importancia a sus preocupaciones. Escucharlos con atención y asegurarles que pueden hablar con sus padres, tutores y docentes cuando lo necesiten.
  • Ser honestos: explicar la verdad de la manera más adecuada para su edad y estar atentos a sus reacciones y grados de ansiedad. Si los adultos no tienen las respuestas para sus preguntas, buscarlas juntos en sitios seguros como la Organización Mundial de la Salud. Explicarles que no toda la información que hay en Internet es rigurosa. 
  • Enseñales a protegerse a sí mismos y a sus amigos: una de las mejores formas es recordarles la importancia de lavarse las manos con frecuencia. Cantar o hacer un baile mientras se enseña la manera y duración correcta del lavado de manos puede hacerlo más divertido. También enseñarles toser o estornudar en el pliegue del codo, explicarle que es mejor no acercarse demasiado a personas con síntomas y pedirles que avisen si comienzan a sentir fiebre, tos o problemas para respirar.
  • Darles consuelo: cuando se ven imágenes preocupantes en los medios y los niños las observan pueden no distinguir lo que ven de su propia realidad y creer que corren peligro inminente. Ofrecerles oportunidades para jugar y seguir una rutina con horarios los ayudará a lidiar con el estrés.
  • Averiguar si están siendo víctima de estigmas o los está difundiendo: el brote de coronavirus trajo muchas denuncias de discriminación racial, por lo que es importante comprobar que los niños no están siendo víctima ni propiciando el acoso. Explicarles que el coronavirus no tiene nada que ver con la apariencia, el origen o el idioma que habla una persona. 
  • Buscar a las personas que están ayudando: es importante que los niños sepan que la gente se está ayudando con actos de amabilidad y generosidad. Compartir historias de los trabajadores de la salud, los científicos y los jóvenes, que están trabajando para detener el brote y proteger a la comunidad puede ser un gran consuelo para ellos. 
  • Cuidarse: podrás ayudar mejor a tus hijos si como adulto también estás sobrellevando la situación. Los niños perciben las reacciones de sus padres y madres a las noticias y les ayudará saber que están tranquilos.
  • Conversaciones cercanas y atentas: Es importante asegurarnos de que los niños no se quedan angustiados. Recordale a tus hijos que pueden volver a hablar con vos sobre cualquier tema en cualquier momento, que te importan, los escuchás y siempre estás disponible si hay algo que les preocupe.

Hablar del coronavirus con adultos mayores:

“A los adultos mayores, desde mi perspectiva, hay que hablarles del mismo modo en que se habla a un adulto o a cualquier persona que tiene perfecta comprensión. Los adultos mayores tienen la misma capacidad de entender que los adultos jóvenes o los adolescentes. El adulto mayor es más viejo que el de 50 pero no por eso hay que hablarle de un modo distinto. Digo esto porque hay una tendencia a infantilizar a las personas mayores. Incluso circulan frases que dicen que los adultos mayores son como los niños y esto no es verdad en absoluto. No tiene ningún fundamento”, explica Gonzalo Abramovich, psicólogo, gerontólogo y director de la consultora de asesoramiento gerontológico Recursos Mayores

Abramovich explica que los adultos mayores tienen un nivel de prevención y alerta importante, ya que no tardó en circular información respecto a que son un grupo vulnerable, al que más afecta la enfermedad. Por lo cual el tema debe ser tratado con ellos del mismo modo que con el resto de los adultos. A no ser, explica el psicólogo, que se trate de personas mayores con algún problema cognitivo o discapacidad asociada a la edad. En ese caso, se deben tomar ciertos recaudos ,“como ayudarlos a lavarse las manos, higienizarse, y cumplir determinadas pautas relacionadas con el aislamiento”. Y, si están siendo atendidos por cuidadores, reforzar estas medidas de prevención con ellos. 

Pero estos casos, señala Abramovich, son minoría: “la mayoría de la población adulta mayor es autoválida, lúcida, tiene comprensión propia y no hay un modo particular de hablarle, simplemente tratar de hacer llegar información que tenga una base científica, que esté chequeada, que sea fácilmente transmisible y de fácil comprensión. Que no sea dicha de un modo académico, sino con consejos básicos como se viene haciendo”.

Aunque sí hay cosas que el resto de la sociedad puede hacer por ellos en esta situación. El especialista recomienda:

  • Que las personas más jóvenes que no son grupos de riesgo y tal vez no están aislados, como adolescentes y adultos jóvenes, no vayan a visitar a los mayores que cumplen con el aislamiento en sus casa porque pueden llevarles el virus.
  • Tener más contactos virtuales y apoyarse en la tecnología: usar WhatsApp, hablar por teléfono, hacer videollamadas por Skype, y aprovechar todas las herramientas que se puedan para estar cerca de los seres queridos. Evitar el completo aislamiento. Es importante mantener el contacto y compartir la información con ellos.
  • Cuando hablamos de personas mayores que son frágiles, es decir, que caminan con bastón o tienen determinada dificultad para hacer las compras por sí mismos, viven solos y sus familias no viven cerca o no tienen familia ni cuidadores, estar alerta para preguntarles si necesitan que alguien vaya a hacer las compras por ellos o a hacer algún trámite al banco. Todas aquellas cosas que eviten que salgan. Y en todo caso dejarles las compras en la cocina, saludarse de lejos, charlar con un metro y medio de distancia, tomar todas las medidas de precaución.  

“Esa población es la más vulnerable y alguien debería monitorear en qué están -sostiene Abramovich-. En otros países, como en España, por ejemplo, hay ONGS como la Asociación Grandes Amigos, que son voluntarios que llaman a quienes no tienen familia o viven solos, los van a visitar y les lleva comida. Acá eso lo hacen algunas comunidades mediante sus servicios de ayuda social, centros de días y clubes. Y hay ONGS que seguramente están trabajando con sus adultos mayores. El tema son quienes no están bajo el amparo de una obra social, una comunidad o colectividad. Esa población que no está institucionalizada y se escapa del radar. Ahí es interesante pensar el concepto de vivir en comunidad. En los edificios uno sabe si hay un adulto mayor que vive solo. En España, han puesto hasta carteles para ofrecer ayuda. Pero no es algo institucionalizado lamentablemente. Quizás las crisis como estas sirvan para eso”.


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