¿Una copa al día? Por qué tomar alcohol con moderación no es necesariamente mejor para la salud que abstenerse - RED/ACCIÓN

¿Una copa al día? Por qué tomar alcohol con moderación no es necesariamente mejor para la salud que abstenerse

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La recomendación está instalada hace muchos años, pero consiste en una controversia que algunos siguen sosteniendo, explica a RED/ACCIÓN el psiquiatra Saul Chaio. Por su parte, el psicólogo Gabriel Della Valle dice que tomar todos los días no es necesariamente un problema, salvo cuando esconde una dependencia.

¿Una copa al día? Por qué tomar alcohol con moderación no es necesariamente mejor para la salud que abstenerse

Foto de Helena Lopes: https://www.pexels.com/es-es/foto/gente-bebiendo-licor-y-hablando-en-la-mesa-de-comedor-foto-de-primer-plano-696218/

El consumo de alcohol en las Américas es aproximadamente un 40 % superior a la media mundial. Tal es así que se estima que en 2002 causó la muerte de una persona cada dos minutos, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En este contexto, una de las recomendaciones más difundidas es que es beneficioso para la salud cardiovascular beber una copa de vino diaria. Sin embargo, un reciente análisis atribuyó esta popular sugerencia a investigaciones engañosas.

Un grupo de científicos canadienses analizó 107 estudios publicados sobre los hábitos de consumo de alcohol de las personas y su longevidad. En la mayoría de los casos descubrieron que se comparaba a los bebedores con personas que se abstenían o que consumían muy poco alcohol, sin tener en cuenta que algunos habían reducido su consumo o lo habían dejado por problemas de salud. Es decir: entre los abstemios y bebedores ocasionales hay un número significativo de personas enfermas, lo que reduce la salud promedio del grupo y hace que los bebedores ligeros y moderados parecen estar mejor en comparación, explica The Guardian.

Tim Stockwell, primer autor del estudio publicado en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs y científico del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Uso de Sustancias de la Universidad de Victoria dijo: “Ha sido un golpe de propaganda por parte de la industria del alcohol proponer que el uso moderado de su producto alarga la vida de las personas”.

En diálogo con RED/ACCIÓN, Saul Chaio, médico psiquiatra del Servicio de Alcoholismo del Centro de Salud Mental N°3 A. Ameghino del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, explica: “La recomendación de que es bueno para la salud consumir dos copas de alcohol para el hombre y una copa para la mujer está instalada como un beneficio hace muchos años. Es lo que se llama la paradoja francesa. Sucede que en Francia se consumían muchos alimentos con alto contenido graso, pero como ellos tomaban vino tinto con las comidas se vio que las tasas de mortalidad y morbilidad cardiovascular no eran tan altas. Bueno, tras estudiar el tema se postuló que algunas sustancias, entre otras los polifenoles contenidos en el alcohol (el derivado de la uva) eran protectores cardiovasculares, permitían aumentar el colesterol bueno. Con el tiempo esta cuestión se volvió una controversia, algunos lo siguen sosteniendo”.

El riesgo es, entonces, que, ante esta hipótesis, haya gente que no tomaba o que tomaba un poco y que empiece a considerar tomar más, o que minimice o niegue los riesgos que pueden obtener para la salud, indica el médico, quien también es colaborador de Alcohólicos Anónimos (AA). “También sucede con la marihuana que, de acuerdo a muchos estudios, tiene algunos beneficios en neurología y en psiquiatría, siempre bajo prescripción médica. Pero ha generado que mucha gente consuma en exceso con riesgos para su salud y efectos nocivos para su organismo. Tenemos que trabajar en la prevención, que es lo más importante y lo más económico. O sea, evitar hacer propaganda de que el vino es beneficioso, sino establecerlo como una controversia”.

Entonces: ¿es necesariamente malo consumir una copa diaria? El psicólogo Gabriel Della Valle, también colaborador de AA, reflexiona: “¿Si una persona toma una o dos copas todas las noches tiene alcoholismo, padece de adicción? Eso depende, con solo saber que toma dos copas todas las noches no podemos saberlo. La verdad la sabemos el día que falta el consumo. Cuando falta, ¿cómo reacciona esa persona? ¿Dice ‘no pasa nada, me tomo un vaso de soda o gaseosa’ o se desespera, culpa a los que están cerca de que no haya, sale a comprar aunque esté lloviendo a cántaros? Ahí detectamos que la persona tiene un problema". Y remarca: "El problema no es el consumo, sino la dependencia. Cuando la vida gira en torno a lo que va a consumir”.

Della Valle comenta un ejemplo de una charla en AA cuando un asistente contó que consumía alcohol, pero que al otro día iba al gimnasio solo para volver a consumir, o sea, el ejercicio no era para ponerse bien, sino para sentirse lo suficientemente bien como para volver a tomar. Por otro lado, suma el especialista: “Esta es una sociedad que sanciona a quien consume, pero que se sostiene porque hay un negocio detrás. La sociedad de consumo lo que necesita justamente es esto, el consumo. Y para esto, también se generan necesidades. Al igual que con el tabaco, como son consumos legales, cualquier persona puede acceder, por lo que se normaliza”.

Cómo identificar la dependencia

Chaio comenta que, respecto al alcoholismo, las personas suelen pedir ayuda después de años. Asimismo, recomienda una serie de preguntas para autorrealizar que se denomina Cuestionario de CAGE.

  • (Cut down)¿Alguna vez sentiste que deberías reducir el consumo de alcohol?
  • (Annoyed) ¿Te molesta cuando te critican por beber? 
  • (Guilty) ¿Alguna vez te sentiste culpable por beber?
  •  (Early-morning drink) ¿Alguna veces tomaste alcohol por la mañana para arrancar el día o para curar la resaca?

"Si usted responde a veces, a menudo o con frecuencia a dos o más preguntas, podría tener un problema con el consumo de alcohol y eso indicaría que es necesario una consulta con un profesional de la salud”, indica Chaio.

Della Valle agrega: “Para poder atender a quien tiene un problema, también hay que informar al resto de la sociedad y, fundamentalmente, a los más cercanos. Porque son ellos los que están confundidos, no saben qué hacer, cómo actuar, se enojan”. Y finaliza que, muchas veces, el origen es tratar de evitar los dolores, los problemas. “El alcohol no los resuelve. Nuestro trabajo como terapeutas es tratar de que la persona aprenda a enfrentar estos dolores y atravesarlos”.