Viajar en avión genera estrés a muchas personas. Pero tomar un vuelo puede ser particularmente desafiante para quienes cuentan con una condición del espectro autista (CEA). En este contexto, se destacan las iniciativas que promueven la inclusión en los aeropuertos y los vuelos. Como la que llevaron adelante la Fundación TEA Chile y la aerolínea LATAM: el último 2 de abril, el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, realizaron la primera práctica de embarque para personas con autismo.
Esta jornada se llamó Alas a la Inclusión y se desarrolló en el aeropuerto de Santiago de Chile. Unas 50 personas, incluidos niños con autismo y sus familias realizaron todos los pasos habituales para subirse al avión. La simulación duró cerca de cuatro horas y requirió semanas de entrenamiento y planificación de distintos equipos de ambas organizaciones.
Por qué viajar es más estresante para personas con autismo
Según el “Manual de consejos para padres con niños con autismo para viajar en avión”, desarrollado por académicos españoles, los factores que generan estrés a niños con autismo al viajar en avión (aunque es aplicable también a adultos con autismo), son:
- Ambientes novedosos, con mucha información nueva para procesar de golpe.
- Exceso de estímulos sensoriales. Desde que pisamos un aeropuerto de salida hasta que llegamos a destino estamos expuestos a muchos estímulos auditivos, visuales y táctiles.
- Comunicación. Algunas personas con autismo tienen dificultades de comunicación verbal.
- Sociabilización. A algunas personas con autismo les cuesta más socializar, y pueden por ello enfrentar situaciones tensas al interactuar con personal aeroportuario.
- Disponibilidad de información. ¿No te mareaste alguna vez en un aeropuerto? Para personas con autismo, la información debe ser clara y específica para facilitar el acceso.
“Ruidos, aglomeraciones de personas, situaciones nuevas y otros factores hacen que viajar represente numerosos desafíos para las personas con autismo”, acota Ignacio Gallardo, Gerente de Planificación de LATAM.
Mylene Pauvif, copiloto de LATAM y madre de un niño de 7 años con una condición del espectro autista, destacó sobre el evento: “Instancia como estas son una luz de esperanza para que personas dentro del espectro puedan desarrollarse y tener una vida plena y feliz”.
La importancia de anticiparse
La inclusión en los vuelos y aeropuertos implica la disposición de las aerolíneas y también una preparación de las personas con autismo o sus familias.
Según el sitio Según la Gaceta Aeronáutica, prácticas como el uso de juegos, realidad virtual y prácticas de embarque ayudan a disminuir el estrés que genera viajar en avión personas con autismo.
A su vez, las principales recomendaciones que suelen darse a la hora de volar con personas con autismo están dirigidos a pares y madres que deban viajar con niños o niñas que estén dentro del espectro (como en el citado manual). Algunas son:
- Anticiparse, mostrar fotos, explicar los lugares y el proceso que implica tomar el avión: pasar controles de seguridad, zonas de preembarque, controles migratorios, etc.
- Hacer partícipes a los niños de las tareas que implica planificar el viaje, como por ejemplo, armar la valija.
- Llegar al aeropuerto con la mayor antelación posible.
- Armar un guión con el detalle de cada paso que se va a realizar, desde tomar un taxi en la casa hasta poner las valijas en una cinta.
- Reducir en lo posible los estímulos sensoriales. Por ejemplo, masticando algo para evitar sufrir los ruidos en el despegue.
- Avisar al personal de la aerolínea y del aeropuerto que se viajar con una persona con autismo.
A propósito, en 2016, en el Reino Unido se creó el programa Hidden Disabilities (discapacidades invisibles) para brinda una identificación que permitiera a personas dentro de este grupo indicar discretamente a las personas alrededor del usuario, incluido el personal, los colegas y los profesionales de la salud, que necesitan apoyo adicional, ayuda o un poco más de tiempo para procesar instrucciones.
Por su parte, el grupo LATAM ya había implementado otras iniciativas que buscan mejorar la experiencia de viaje de pasajeros con autismo. Entre ellas destaca la certificación de más de 10.000 colaboradores en atención de pasajeros con TEA y la implementación de una cinta (lanyard) que permite, de manera voluntaria y discreta, indicar que el pasajero que la usa puede necesitar de apoyo, tiempo extra o comprensión especial.
