¡Feliz 2022! Quisiera que comenzáramos el año reflexionando sobre una imagen. Una con una tremenda fuerza, sorprendente.
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En un templo de una iglesia, en una basílica muy muy grande se ven desde arriba, como desde un dron, todos los bancos, la magnificencia de esta arquitectura. Un espacio enorme. En ese lugar de aspecto tan sacro aparece cada tantos bancos una mesa con grupos de personas. Algunas solas. La gente sentada en mesas improvisadas entre bancos.
Se trata de una basílica (la del Sagrado Corazón de Jesús de Barracas), que en la situación actual hizo, como siempre hace, un almuerzo navideño, el 25 de diciembre. Una costumbre que lleva adelante en una zona muy popular, y de la cual suelen participar familias y personas en situación de calle
Esta vez pareció razonable abrir las puertas de la basílica para esta jornada. Acondicionar esos bancos y esa arquitectura maravillosa y darles un lugar a las personas, acogerlas y poner una serie de mesas dignas y comida digna para celebrar la Navidad en un templo católico.
Esta imagen de la Divinidad como arquitectura, de la Divinidad en lo que tiene el hombre como creación del Dios en quien creen los católicos, es maravillosa. Esta apertura de las puertas a los más postergados, esta invitación a una gran casa, a que se sientan protegidos, invitados, a que sean parte, es fantástica. Muy pocas veces vista, muy infrecuente.
Y tiene un gran significado para nosotros como sociedad. Para quienes creen en una “doble presencia de Dios”: que Dios está en el altar, pero también en quien espera un trasplante, precisa un medicamento, quien tiene una necesidad, quien está solo…
Y estas puertas abiertas, esta catedral, mezcla de humanidad y fe, es una imagen conmovedora. Quizás esto quede como un antecedente, como algo que se instala: que los grandes espacios, en este caso los espacios sacros, tengan esta generosidad de abrir el alma, los brazos y las puertas concretas de la arquitectura del lugar para que entren las personas.
Así como la arquitectura está hecha en homenaje a un Dios creador, esta arquitectura permite el ingreso de todos aquellos que fueron creados a su imagen y semejanza. La relación maravillosa entre la fe, la acción, la divinidad y lo humano, es una imagen pocas veces vista y que nos llena de esperanza. Ojalá se repita tantas veces en el futuro.
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Tres preguntas a Pablo Lecuona [Por David Flier]. Pablo es fundador de Tiflonexos, una biblioteca digital para personas con discapacidad visual. Entre otros servicios, Tiflonexos hace impresiones en braille (y este 4 de enero es el Día Mundial del Braille).
—¿Cómo resumirías que es hoy el acceso para aprender y para contar con material en braille en Argentina? ¿Qué necesitaría hacerse para avanzar?
Creo que en Argentina tenemos por un lado mucha capacidad de producir braille en cuanto a equipamiento. En 2011 Conectar Igualdad dotó a escuelas con 400 impresoras braille. Muchas instituciones de personas con discapacidad, universidades, bibliotecas cuenta con impresoras braille. Si toda esa capacidad se coordinara tendríamos una capacidad enorme, sobre todo porque hoy se puede convertir cualquier texto digital en braille. El problema es que muchas veces las políticas incorporan compra de equipamiento y no tanto apoyo técnico: hay mucha tecnología que no se aprovecha. También falta más formación en los puntos de país donde se podría imprimir braille. En Tiflo estamos produciendo bastante braille. En la Biblioteca Argentina para Ciegos también. Con otras organizaciones generamos proyectos en común y entre 2018 y 2018 generamos 70 kits de libros en braille que distribuimos en el país. Por otra parte, el Estado compra libros, pero en los presupuestos no se contemplan libros en formatos accesibles.
—¿Cómo viene la implementación del Tratado de Marrakech? ¿Cuán importante es su implementación? [El Tratado de Marrakech es un tratado internacional que Argentina firmó y se convirtió en ley en noviembre del año pasado. Facilita el acceso a obras en formado accesible para personas con discapacidad mediante el intercambio fronterizo y la eliminación de derechos de autos para adaptar los libros. Lo contábamos en esta nota]
—Muchas de sus disposiciones se pueden usar desde antes de la ley, porque Argentina firmó el Tratado. Con la ley quedó más claro. Solo falta la reglamentación de la ley, pero lo que necesita hacer muy poco. La ley dice que la dirección nacional de derechos de autor deberá llevar un registro de entidades autorizadas. Pero ya hay entidades autorizadas, más allá del registro. Creo que es importante avanzar en la reglamentación pero está plenamente vigente y en uso. Lo que va a cambiar es que se generen políticas, y eso creo que es la clave. La ley ya sirvió para involucrar a la Biblioteca Nacional, que ya trabaja en un catálogo de obras accesibles. El centro es que lo que hacen falta son políticas que impulsen el intercambio transfronterizo y fortalecer la producción. El Tratado elimina las barreras del derecho de autor. Y esto facilita la producción, que nos dediquemos a la producción y no a gestionar permisos.
—¿Qué planes y desafíos tienen este año desde Tiflo?
—Como entidad autorizada estamos para implementar al principio de 2022 el intercambio transfronterizo de obras. Por un lado, un acuerdo con la ONCE, que tiene una plataforma propia, donde las entidades autorizadas de otros países que ya implementaron el tratado. Podemos descargar libros de la ONCE y distribuirlos en Argentina. Por otro lado tenemos acceso a la ABC, un consorcio de libros accesibles, donde bibliotecas de todo el mundo comparte sus catálogos. Esto va a permitir el acceso a libros de otros idiomas, lo cual va a ayudar a muchas personas que por ahí los necesitan para estudios. Esto tiene que ver con la implementación de Marrakech. Por otro lado, también tenemos que trabajar en la adaptación de libros escolares en Argentina. El Estado aporta cada vez menos para esto y tenemos que conseguir recursos por otros lados, gestionar con las editoriales. Lo hacemos a pulmón, el desafío es fortalecerlo.
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Con la llegada de enero, estrenamos campaña del mes. Y en esta oportunidad, queremos acercarte experiencias turísticas que no solo pueden servirte como recreación, sino también para adentrarte en un mundo fascinante y que muchas veces ignoramos: el de nuestros hermanas y hermanos de los pueblos originarios.
En el noroeste argentino existen emprendedores indígenas que abren las puertas de sus hogares, cocinas, talleres. Que nos invitan a conocer sus ritos. Que comparten con nosotros canciones, charlas y reflexiones que dan cuenta de su cultura ancestral. Una riqueza inmensa espera allí. Vale la pena conocerla (y por qué no, vivirla al menos por un rato).
- Conocé nuestra campaña del mes.
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Queremos que en 2022 a esta newsletter la armemos entre todos.
- ¿Sobe qué contenidos te gustaría que profundizáramos?
- ¿Qué entrevistados imaginás para OXÍGENO?
- ¿Qué cuentas de redes sociales u organizaciones nos recomendás seguir porque su trabajo oxigena?
Contanos en [email protected]
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Las fiestas de fin de año son momentos que queremos pasar en familia y seres queridos. A veces se puede en la comodidad de un hogar. En ocasiones, hay que trabajar, incluso en plena Nochebuena. Pero eso no debe ser un impedimento.
En Cruz del Eje, Córdoba, ocurrió un hecho que también se viralizó en redes sociales. Un playero de una estación de servicio tenía el turno durante la noche del 24 de diciembre. Y su familia, en lugar de pasar ese momento sin él, decidió acompañarlo: armó la mesa junto a surtidores y disfrutaron el momento juntos.
“Una de las mejores postales que van a ver en esta Nochebuena. De esto se trata la Navidad, la familia unida siempre”, resumió en su posteo Renzo, quien tomó la foto a las 23:30. ¡Conmovedor!
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Un tema que ya tocamos en OXÍGENO es el del enorme poder de las “campañas peso a peso”. Convocatorias que surgen por redes sociales para poner 10, 20, 50, 100 pesos, lo que cada persona pueda. Cifras que parecen pequeñas pero, cuando muchos se involucran, llegan a valores millonarios. Y para causas solidarias.
“Ahora por Santi”. Así se llama la campaña que impulsan Juan y Cecilia, el papá y la mamá de Santino. El niño, de cinco años, fue diagnóstico de neuroblastoma en estadio cuatro con metástasis en huesos y médula espinal y está internado en Córdoba en la Clínica del Sol, donde hace quimioterapia. Pero hay una esperanza a la que se aferra su familia: un tratamiento en Barcelona.
Para llevarlo a cabo quieren juntar 398.000 euros (48 millones de pesos) lo antes posible. Ya llevan más de un tercio.
- Si querés colaborar, podés hacerlo a través de este link.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mando un gran abrazo, y el deseo de que comiences muy bien el 2022.
Juan