¡Hola! En estos días tan tremendamente desafiantes nos parece que es bueno detenerse un segundo para reafirmar lo que somos. Los voluntarios de la Red Solidaria estamos acá para dar lo mejor de nosotros; sabemos que no alcanza la mayoría de las veces, pero seguimos adelante. Nuestra vocación nos lleva a involucrarnos, nos lanza, nos envía para que vayamos hacia los que sufren. Del dolor es conveniente estar lo más cerca que sea necesario, pero lo más lejos posible. Sabemos de la sensibilidad de nuestra gente, de nuestra comunidad.
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Nuestro camino. Los voluntarios de la Red Solidaria libramos diez batallas cada día. Es duro decirlo pero perdemos ocho, empatamos una y ganamos alguna. Por esa que ganamos, celebramos aunque sea por un instante.
Los voluntarios de la Red tenemos la derrota garantizada que nos rodea. Porque no es fácil cumplir con nuestro objetivo: transformar la realidad que nos rodea. Pero lo decimos con alegría, no nos deprimen, no nos frustra. Hay un chico que se trasplantó, pero hay 7.700 personas que siguen esperando.
Los voluntarios de la Red Solidaria a veces somos un poco arrogantes. Cuando tratamos de ser humildes es porque reflexionamos y meditamos sobre nuestro ego y orgullo. Pero también, y sobre todo, porque la propia realidad nos humilla todo el tiempo. Nos hace ver nuestra limitación todo el tiempo.
Nosotros, los voluntarios, tenemos que estar siempre con el pie en el freno. Porque nuestra vocación nos lleva a involucrarnos, nos lanza, nos envía para que vayamos hacia los que sufren. Del dolor es conveniente estar lo más cerca que sea necesario, pero lo más lejos posible. Sabemos de la sensibilidad de nuestra gente, de nuestra comunidad argentina. Tenemos claro que se puede llenar estadios con la solidaridad y que se nos caen lágrimas de emoción por las mejillas ante un hecho humano y conmovedor. Pero se apagan las luces y todo, todos, volvemos a la normalidad. Necesitamos no solamente que se emocionen, sino también que se comprometan.
No hace falta dinero. Hace falta compromiso: la donación de órganos, la donación de sangre, la donación de médula ósea, de plasma, un abrazo para el tipo que está mal, un rato con el que se siente solo. Cambiamos una persona comprometida por millones de dólares. Este mundo ha tenido grandes logros con los especialistas en todas las materias del desarrollo. Ese camino ya lo probamos. Hay que ir también por los otros: la ternura, la sensibilidad, el arte, la cultura, lo humano.
Para nosotros el dolor manda, el que sufre sabe y su necesidad nos orienta en el camino a seguir. Acercarse al que sufre es como entrar a un templo que genera enorme respeto. Sabemos también que el dolor lo desencaja y no le da al que padece la frialdad para calcular, para organizarse. Pero el que sufre sabe más que yo, más que todos los que “no tenemos necesidades”.
Los voluntarios de la Red Solidaria sabemos que frente a la persona que tiene un dolor, somos una anécdota, no somos importantes. En la nueva concepción de la cultura de la solidaridad el verdadero importante es el Otro.
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LatiendoxSanti. Santiago, de quien ya hemos hablado, tiene 2 años y vive en Hurlingham, Provincia de Buenos Aires. Cuando nació, le diagnosticaron Síndrome de Shone, una enfermedad que le genera obstrucciones del lado izquierdo del corazón. Por eso sus padres, Daniela y Nicolás, hicieron una campaña para financiar una cirugía en el Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos. ¡Y lograron llegar!
Ahora hay buenas noticias en Facebook:
Los resultados de los últimos estudios de Santi fueron muy buenos y nosotros desbordamos de felicidad. Le bajaron la cantidad de medicación y nos indicaron que estamos en condiciones de volver a casa ❤️
Sabemos que la situación en Argentina también es compleja y que lamentablemente no podremos ver a los familiares, amigos y todos los que vienen latiendo por Santi desde hace tiempo. Nos preparamos para seguir en cuarentena allá, cuidándonos nosotros y cuidándolos a ustedes, y con la confianza de que esos encuentros y abrazos vendrán pronto.
Vienen días cargados de trámites para organizarnos de la mejor manera para la vuelta, la cual sería el fin de semana que viene. Les agradecemos una vez más todo el acompañamiento y hacernos sentir más fuertes.
¡Los abrazamos!
- Si querés compartir más historias para oxigenarnos juntos, respondé a este mail… Te espero.
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Autores solidarios. Patronus Ediciones acaba de lanzar Un sobresalto en el corazón, una punzada en la boca, una antología de cuentos inéditos reunidos por Gabriela Borrelli Azara y Gabriela Cabezón Cámara. Incluye textos de Selva Almada, Federico Falco, Claudia Piñeiro, Mariana Enríquez, Sergio Olguín, Francisco Bitar, Alejandra Zina, Sylvia Iparraguirre, Carlos Ríos, Victoria Baigorrí y Vera Giaconi.
El dinero recaudado se destinará a comprar mercadería para reforzar los bolsones de alimentos que se reparten en colegios y merenderos de La Plata, San Fernando, Beccar y San Isidro.
“En la actual circunstancia”, dijo Cabezón Cámara en una entrevista, “ya no solo como escritora sino como ser humano, como persona, necesito salir del encierro y encontrarme con los otros para tratar de hacer algo, porque el aislamiento es muy angustioso y a la vez sé que juntos podemos hacer que la pasemos un poco mejor y también que la pasen mejor los que peor la están pasando”.
Para comprarlo, escribir a [email protected] / en Instagram: @patronusediciones o en Facebook: Patronus Ediciones
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Se va el segundo satélite. Hoy se inicia la campaña de lanzamiento del Saocom 1B, el nuevo satélite de observación argentino, que podría ser enviado al espacio entre el 25 y el 30 de Julio por un cohete Falcon 9 de SpaceX. El despegue se realizará desde el centro de Cabo Cañaveral, donde estaba previsto su lanzamiento en el mes de marzo pero fue suspendido por la pandemia de coronavirus.
Los satélites Saocom 1B y Saocom 1A conforman la Misión Saocom. Fueron desarrollados y fabricados en el país por la Conae junto con la empresa Invap, la firma pública Veng, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata, entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones. Además, la Misión Saocom contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
¡Materia gris nacional!
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Volvieron a verse. Un hombre que sobrevivió al atentado a la AMIA en 1994 se reencontró con el bombero que lo rescató de los escombros. Martín Cano tenía 20 años y era mozo en la asociación judeoargentina; Fernando Souto era subinstructor de la escuela de bomberos y oficial ayudante del Grupo Especial de Rescate, y esa mañana se dirigía a dar clases cuando escuchó lo que sucedía en la calle Pasteur. El jueves pasado se reencontraron en una videollamada que organizó la comunidad Dor Jadash del Templo de Murillo al 600, bajo el título de “Relatos desde los escombros”.
“Él nunca me dejó de hablar”, dijo Martín. “Es uno de esos tipos con agallas. Gracias a Fernando estoy vivo. Me quedó su voz en la mente. ‘A vos te debo la vida de una’, le pude decir. Me hablaba de mi hijo, de mi viejo, de mi mujer, que tenés dos hermanas, que vas a querer ir a jugar con el bebé. Me sentí muy acompañado. Es como un hermano”.
Leé más acá o en el perfil de Facebook de Dor Jadash.
Cuídate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mando un abrazo.
Juan.
