¡Hola amigos! Bienvenidos nuevamente a SIE7E PÁRRAFOS, nuestro encuentro semanal de libros. Hoy vamos a hablar del nuevo hit literario del mercado: la novela Adiós, de la invencible Cielo Latini.
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Volvemos a la literatura. Pasaron estas elecciones y la fórmula de la que es parte Cristina Fernández arrasó, mientras que su libro abandonó el primer puesto de ventas que venía sosteniendo. Lo desbancó Adiós, la nueva novela de Cielo Latini. Dejamos la política y volvimos a la ficción. ¡Al fin!
- Voy a contar un poco: hace 15 años Paula Pérez Alonso leyó el original que llegó a Planeta y no dudó. Es muy lindo ver a un editor entusiasmado militando por un libro por el que se juega. Es lindo y contagioso. Todos en la editorial nos enloquecimos con una primera novela de una chica de 20 años. El libro era Abzurdah y la chica, Cielo Latini. No estaba de moda la literatura del yo y, salvo en los programas de chimentos, nadie contaba intimidades públicamente. La historia era fuertísima, pero el resultado era feliz: Cielo estaba bien y había escrito un libro buenísimo.
- Paula lo recuerda así: “me impresionó que una chica de 20 años fuera tan determinada, estuviera convencida de que ese era el título aunque sonara bizarro, después de haber sido rechazada en dos o tres editoriales porque el libro les parecía demasiado fuerte. Era un texto con una enorme potencia que contaba los padecimientos de una adolescente perturbada (sufría bulimia, anorexia y una compulsión a cortarse). Contaba con verdad y crudeza y se la bancaba, se abría camino a machetazos. Lo inquietante era que uno leía y no sabía si esa chica se iba a salvar porque no era tan claro que quisiera 'salvarse'".
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Números increíbles. Vendió 110.000 ejemplares. En la Feria del Libro firmó ejemplares a sus seguidores durante 5 horas. Yo era jefa de prensa en Planeta en ese momento. Acompañarla no fue fácil.
- Cielo venía de un pasado inmediato bravo y un baldazo de éxito no es tan fácil de procesar nunca. Suspendía entrevistas, no respondía el teléfono, su representante renunciaba tres veces por semana. Nada grave, pero cuando uno trabaja con muchos libros al mes, lidiar con autores que no marchan como el conejito Duracell es trabajo extra y por ende, un plomo.
- Ahora a la distancia, pienso que estaba más en edad de hacerle berrinche a su madre porque las milanesas no eran tan buenas que andar contando cómo se autolesionaba en un programa de televisión abierta.
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Yada, yada, yada. Cielo se banco el éxito, la exposición, mis puteadas, escribió otro libro, Chubasco, tuvo dos hijas y dejó de escribir.
- El año pasado, me cuenta Paula: “Cielo apareció con otra novela que hablaba de la adicción al amor de pareja. Era buena, reconocí de nuevo a esa joven determinada, con naturalidad para escribir, pero ella sentía que tal vez ganara si la profundizaba con mayor ambigüedad. No estaba segura de poder hacerlo, más bien creía que no. Pero la trabajó, estuvo por dejarla varias veces, y de pronto algo hizo click y encontró en la reescritura alegría, le gustaba cada día más y pegó el salto. Eso se nota en la novela, la felicidad del momento de escritura, el compromiso con dar un poco más, exigirse, transformarse en escritora. Finalmente se convenció del talento que tiene y de que podía contar esta historia que se llama Adiós”.
- En menos de una semana, el libro está primero en lista de los más vendidos. Esa es la historia de hoy.
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Una yapa. Leí esta noticia y me pareció fabuloso. Al parecer el hijo de J.D. Salinger está digitalizando los diarios de su padre, el genial escritor que un día se llamó a silencio y ya no publicó. A él le debemos, entre otros, El guardián entre el centeno. Según informa Quartzy, no se trata solo de diarios sino de textos escritos a mano, y la idea es ofrecerlos al mundo en formato digital. Seguramente también se publique luego en libro, pero ya de por sí la noticia me parece una fiesta..
Y aquí, los libros de no ficción de la semana:
Una historia del libro judío, de Alejandro Dujuvne, comentado por Ariel Wilkis. “La sociología es una disciplina extremadamente poderosa para perturbar las imágenes encantadas que sostienen nuestra relación con el mundo, las ideas y afectos que nos atan a nuestras identidades. Pero sería muy injusto y pobre dejar a la sociología en ese lugar de cinismo ilustrado sino pusiéramos además a rodar con sus razonamientos y argumentos otro tipo de encantamiento, un encantamiento que podríamos llamar realista. Este encantamiento sociológico nos habla al mismo tiene de una doble necesidad, de la necesidad de las ideas y afectos que nos atan a nuestras identidades y de la necesidad de conocer de manera profunda las condiciones que hicieron de ellas una arbitrariedad socio-histórica”. Aquí, el comentario completo.
El orden del día, de Éric Vuillard, comentado por Gabriela Massuh. “Adolf Hitler necesita ganar las elecciones de marzo de 1933 para poner en práctica su plan macabro. La guerra contra el mundo y la persecución contra la comunidad judía. El 20 de febrero de ese año, Hermann Göring presidente del parlamento nazi, ha invitado a veinticuatro representantes de la industria alemana a un encuentro con Adolf Hitler. Están las glamorosas familias industriales, no falta nadie: Krupp, Opel, BASF, Bayer, Agfa, IG Farben, Siemens, Allianz, Telefunken. Son veinticuatro en total. Todos aceptan colaborar con el régimen”. Aquí, el comentario completo.
¡Gracias amigos! Espero que alguno de estos libros haya llamado su atención. Quedo a la espera de sus comentarios. ¡Los leo todos!
Saludos,
Flor.
