En el 2020 la fundación Dar Si Hmad creó un banco de semillas con especies autóctonas de todo Marruecos y Europa. Bajo el nombre de TIN'Amoud, el banco y el invernadero se centran en variedades de semillas tradicionales resistentes a la sequía, que son almacenadas cuidadosamente, y puestas disposición la comunidad de la región de Goulmi-Mouadnou mediante un sistema de intercambio y trueque.
Según Reasons to be cheerful, el 88 % de los pequeños agricultores de la región dependen por completo de la lluvia para cultivar sus cosechas y muchos de ellos, debido a condiciones adversas como sequía, falta de lluvias, desertificación y escasez de agua, abandonaron aquellas tierras. Asimismo, se enfrentan a la dependencia de semillas caras, importadas y modificadas genéticamente, que son ecológicamente inadecuadas para la sequía de Marruecos.
Asimismo, las condiciones climáticas especiales multiplican el rendimiento de las semillas del banco a un ritmo mayor. Las variedades tradicionales de maíz, trigo y alfalfa, por ejemplo, son resistentes a la sequía y requieren menos recursos, lo que permite a los agricultores producir más con menos, según informa el medio inglés.
Los agricultores locales son apoyados y monitoreados por la organización, y cosechan productos orgánicos únicos. De esta manera, generan ingresos pero además contribuyen al cuidado del ambiente, ya que ayudan a recuperar la tierra. Asimismo, cuentan con un programa de capacitación agroecológica llamado Afous Ghissiki.
La iniciativa responde a dos Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU: Hambre Cero y Reducción de las Desigualdades. La misión del proyecto, conocido también entre sus habituales como granja educativa, es ser un centro comunitario para los pueblos y agricultores de la región. De acuerdo con el reporte anual de 2022, la iniciativa cuenta con alrededor de treinta agricultores que se benefician del proyecto.
Mustapha Ouafegha, director de TIN'Amoud, cuenta en este video: "El concepto del banco de semillas no es sólo un espacio de almacenamiento, también es un espacio para revivir prácticas ancestrales, para reforzar los vínculos sociales y animar a la gente a volver a su tierra porque hay cosas por hacer".
"Tener acceso a alimentos sanos significa mucho para mí, y la idea de animar a los aldeanos y a la comunidad local a volver a las prácticas ancestrales y a los principios de la agroecología ayudará a desarrollar aún más el sector, haciéndolo accesible a todo el mundo", afirmó a través del mismo video, Samira Arjdal, directora de oficina de la fundación Dar Si Hmad. "Somos un pequeño nicho, que poco a poco irá creciendo. Un día aseguraremos la autonomía y la resiliencia de toda la comunidad de la región, y esperamos poder extender estas prácticas a escala nacional e internacional", dijo.
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