La película Perfect Days (2023) retrata la vida de Hirayama, un hombre que limpia los impecables baños públicos en el distrito de Shibuya, Tokio. Escuchar música, sacar fotos, andar en bicicleta, leer, jugar y mirar los árboles son la alegría de su rutina y vida cotidiana. Ahora está en cartelera en los cines argentinos y estará disponible en la plataforma de streaming Mubi a partir del 26 de marzo.
Quien interpreta a Hirayama es Kôji Yakusho y recibío el premio a Mejor Actor en el Festival de Cannes por su interpretación. También compitió en la última edición de los Premios Oscar en la categoría Mejor Película Extranjera.
1. Su director: Wim Wenders
Es difícil encontrar una vida tan ecléctica como la de este director. De estudiar Medicina y luego Filosofía, a trabajar como fotógrafo y de allí a la Escuela de Cine y Televisión de Múnich. Su aprendizaje multidisciplinario lo llevó lejos.
Hoy es uno de los cineastas más respetados del mundo independiente. Ganador de la Palma de Oro (máximo galardón entregado por el Festival de Cannes), Wenders empezó retratando la presencia estadounidense en el inconsciente europeo y la americanización de la Alemania de posguerra. Un gran éxito de su carrera fue el documental Buenvista Social Club (2000), en el que combina su amor por los viajes, la música y el choque de culturas.
Su consagración en el cine arte, sin embargo, fue Paris, Texas (1984), que sigue a un hombre que camina por el desierto de Texas después de haber perdido la memoria, intentando recordar quién es. Fue muy reconocida por la forma en que capturó el espíritu del lugar y su trabajo en fotografía, que nos dió —quizás— uno de los fotogramas más conocidos del séptimo arte.
2. Lo que inspiró Perfect Days
La película tiene dos fuentes de inspiración. Por un lado, Wenders contó que lo habían invitado a Japón para que "conociera un proyecto social y artístico en el que 15 arquitectos famosos tenían que construir, cada uno, un lavabo público en diferentes puntos de la ciudad de Tokio. Querían que yo hiciera una serie de cortometrajes documentales sobre esto, pero me pareció que podía haber algo más grande ahí, en torno a reivindicar el bien común”.
Además, hace ya varios años el director quedó hipnotizado por la actuación de Kôji Yakusho, su protagonista. Esta obsesión tuvo tan larga duración que lo llevó a dirigir una película casi 20 años después. “En mi familia tenemos una tradición. Cada Navidad vamos juntos a ver una película, a veces somos hasta 20 personas, así que es difícil elegir una que nos guste a todos. Cuando vimos Shall We Dance? (1994) me prometí que si alguna vez hacía una película en Japón, tenía que estar protagonizada por Kôji Yakusho. Y tengo que reconocer que, en el caso de Perfect Days, escribí la película para él”.
3. Su énfasis en el encanto de la vida cotidiana
Hirayama, el personaje escrito para Yakusho, vive sus días con sencillez y alegría; le apasionan los libros; le gusta la fotografía analógica; habla lo menos posible. "Él escucha, es un buen oyente y la mayor parte del tiempo piensa, solo dice algo cuando lo necesita y en general siente que no tiene nada importante que decir”, según lo caracterizó su director.
Este minimalismo se traduce en escenas tranquilos donde el color hace al encanto y la historia nos lleva a reflexionar sobre una vida cotidiana con otro ritmo: “La era digital ha impulsado la idea de que necesitamos acumular y consumir muchas cosas para ser felices, de tenerlo todo disponible y es, justamente, lo contrario. Por eso, en este caso, quería que el personaje fuera un asceta en este sentido”, concluyó Wenders.
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