—¿Cómo se organizan los productores orgánicos para garantizar la disponibilidad de productos?
—Desde MAPO estamos en contacto con cada uno de ellos para enviar un cuadro de situación al Ministerio de Agroindustria. En marzo y abril se levanta la cosecha de casi todas las producciones. Por eso fue necesario el movimiento de jornaleros. Desde la organización, servimos de paraguas para buscar la solución a los distintos problemas.
—¿Con que obstáculos se están encontrando?
— Uno de los primeros obstáculos fue el transporte. Había problemas para que pasen los camiones entre los municipios. Luego, en el día a día los productores notaron que necesitaban productos que excedían al alimento en sí, como cajas, frascos o cintas. Cuando se abrió el clearing bancario hubo que empezar a cubrir los cheques. Se rompió la cadena de pagos e hizo que se achique el mercado. Además, los trabajadores van a trabajar con temor al virus.
—¿Creés que va aumentar la demanda de productos orgánicos tras la pandemia?
—La gente se está volcando a una alimentación más saludable. Está incorporando la necesidad de consumir alimentos seguros, que estén vinculados al cuidado del medio ambiente y del cuerpo. Este cambio se va a notar.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.