La inflación de diciembre, tras la devaluación de mitad de mes y la desregulación de la economía, fue de 25,5% y así durante 2023 alcanzó el 211,4% . Se trata de la primera variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que se conoce desde la asunción de Javier Milei como presidente.
Es el peor índice inflacionario mensual desde marzo de 1990, antes de la Convertibilidad y la mayor alza internaual desde mayo de 1991, aseguró ayer la firma Romano Group, que adelantó “un descenso, aunque lento, del ritmo de precios para los meses venideros” si se consolida el plan económico.
De esta manera, dos generaciones de argentinos convivirán en estos meses con una realidad a la que no están acostumbrados: la suba de precios a un ritmo superior al 20% mensual, según estimaciones de agencias privadas.
“Lo peor no es el 25% de diciembre. Ni el 190 % acumulado en la etapa anterior del año, en el derrumbe final del cuarto gobierno kirchnerista de Alberto Fernández. Lo más grave es lo que, hasta el propio gobierno admite, ocurrirá en lo que resta del verano”, señaló en su análisis el periodista especializado José Calero de la agencia Notcias Argentinas.
Las perspectivas de inflación futura son de 30% en enero, 25% en febrero y otro 25% en marzo, según tres consultoras líderes del mercado. Si ese pronóstico se cumple, en cuatro meses los precios se habrán disparado más del 100%.
Es decir, cuando los argentinos lleguen a marzo y deban enviar a sus hijos a la escuela, su poder adquisitivo habrá caído a la mitad, y difícilmente les quedará resto para afrontar las demandas que siempre se producen en el tercer mes del año.
«Te puedo decir que quien era de clase media baja en noviembre ahora está en la pobreza, y quien era de clase media media, ahora es media pobre, y así sucesivamente», graficó ante Noticias Argentinas un consultor que monitorea precios en varias cadenas de supermercados para luego nutrir con esa información a referentes de cámaras de empresas de la alimentación.
Los números del INDEC que asombran
En el caso de las empresas de medicina prepaga, uno de los servicios más valorados por las clase medias, el aumento relevado por el INDEC para todo el año fue del 228%. Sólo fue superado apenas por mantenimiento del hogar (231%) y, sobre todo, por alimentos y gaseosas, que subieron 251%, en especial después del brutal sablazo que aplicaron marcas ahora consideradas casi de lujo, como Coca Cola, Pepsi, las aguas minerales Villavicencio y Villa del Sur, los jugos de fruta Cepita y otros. Ese sector de la cadena de bebidas aplicó un brutal ajuste de precios antes de las fiestas de fin de año.
Por esto, la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (29,7%). Al interior de la división se destaca el aumento de precios en Carnes y derivados, y Pan y cereales. Durante 2023, los alimentos, aumentaron 251,3% con gran impacto en las canastas alimentarias que miden indigencia y pobreza. La división de mayor aumento en el mes fue Bienes y servicios varios (32,7%), producto de las subas en artículos de Cuidado Personal. Le siguieron Salud (32,6%), impulsada por las variaciones en medicamentos y medicina prepaga; y Transporte (31,7%), por los incrementos en combustibles. Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en diciembre fueron Educación (6,2%) y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (13,8%). Los servicios tendrían fuertes reajustes de tarifas en estos primeros meses del año.
Complicado trimestre
Según Calero, «lo que viene para este primer trimestre es motivo de preocupación no sólo en el gobierno, sino también entre los sectores empresariales, el sindicalismo y la Iglesia. El proceso de estanflación que empezó ya a atravesar la Argentina se agudizaría con fuerza a partir de la segunda quincena de enero, deprimiría mucho los ánimos en febrero y prepararía un terreno muy complicado para marzo, cuando los padres tengan que hacer frente a la compra de útiles escolares y viandas para sus hijos, además de pagar las cuentas de las vacaciones», añade.
“Ojalá la gente aguante la inflación que se nos viene”, dijo el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda en Diputados, José Luis Espert.
Para colmo, en su comunicado, los enviados del FMI escribieron que el camino hacia la estabilidad “será desafiante y las condiciones empeorarán antes de mejorar”.
Pese al oscuro panorama, en el gobierno hay optimismo.
En las últimas horas incluso, Milei dijo que si la inflación del último mes del año pasado se ubicaba más cerca del 25% que del 30% -estimado- “el éxito” era “tremendo”. De todos modos, el “éxito” duplica prácticamente al 12,8% de noviembre y es la más alta desde febrero de 1991, tiempos de hiperinflación.
En Economía destacan que la cifra estuvo por debajo de la expectativa del mercado y manifestaron conformidad: “Vamos por el camino correcto”, aseguraron. “Sabemos que va a ser duro en el corto plazo, pero que esta vez vamos a salir adelante. El apoyo de la gente a las nuevas medidas es altísimo”, concluyeron.
El peor de América Latina
El índice de inflación anual, habiendo cerrado 2023, comparado con el resto de América Latina, coloca a Argentina como el país con mayor inflación en el año, superando a Venezuela con un estimado de 193%, contra los 211,4% argentinos. El país que completa el podio es Colombia que no llega al 10% anual, (9,28%). El resto, de 5,2% anual para abajo.
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