Y no, no hace falta gente que labure más
Hace falta que con menos se pueda vivir en paz.
“Canguro“, Wos
Hoy se celebra un nuevo Día Internacional del Trabajador en conmemoración del movimiento obrero mundial y en nuestro país, el empleo siempre fue un tema. Que hay trabajo pero nadie quiere trabajar, que el argentino es haragán, que nadie consigue trabajo, que aunque haya trabajo no alcanza. Para ordenar y arrojar un poco de realidad, un punteo de datos de los últimos meses.
La tasa de desocupación está en 6,3%
Según el INDEC, en el último trimestre de 2022 la tasa de desocupación fue del 6,3%, un número considerablemente más bajo que el del mismo periodo en 2021, que había sido del 7%. Además, aumentó la tasa de actividad de 46,9% a 47,6% y la tasa de empleo de 43,6% a 44,6%. Es decir que, a comparación de hace un año, hoy hay más personas buscando y consiguiendo trabajo.
De todas maneras, hay que tener en cuenta que el INDEC mide como “desocupada“ a toda persona que no trabaja pero que está buscando activamente un empleo, y “ocupada“ a toda persona que trabajó al menos una hora en la semana anterior a la encuesta. En el medio, existen millones de personas que “trabajan“, pero no todo lo que quieren o necesitan.
El 45% de los trabajadores no están en blanco
En este último año, además, aumentó el número de empleos informales en detrimento del empleo formal. Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo, casi la mitad de los trabajadores argentinos tienen un empleo no registrado. El último informe del INDEC, por su parte, indica que el porcentaje de asalariados con descuento jubilatorio está en 44,5%, mientras que en 2021 era del 45,2%.
Más de 3 millones de personas están buscando un segundo empleo
Según la Encuesta Permanente de Hogares del tercer trimestre de 2022 del INDEC, más de 3 millones de personas que ya tienen un trabajo, formal o informal, están buscando activamente una segunda fuente de ingresos. Esto puede significar dos cosas: o que sus ingresos son insuficientes para cubrir las necesidades mensuales, o que las condiciones de su trabajo son muy malas.
La brecha de género continúa siendo muy alta
Según el mismo estudio de la OIT, las mujeres son las más afectadas en el trabajo en negro. Por ejemplo, solo el 20% de las trabajadoras de casas particulares, que son más de 1.2 millones de personas, están registradas. Y mientras los hombres tienen un ingreso promedio de $92.655, las mujeres ganan en promedio $68.310, un 26,3% de diferencia. En algunas provincias, la brecha es aún mayor, llegando al 36% en Santa Cruz y Chubut y al 29% en Buenos Aires.
La Canasta Básica vs. el salario
Durante 2022, la Canasta Básica Total aumentó un 100,3%, mientras que los sueldos formales tuvieron un ajuste nominal anual del 90,4% y los informales de apenas un 65,4%. Es decir que todos los trabajadores vieron reducidos sus salarios entre un 10 y un 35% en un año: trabajando de lo mismo y la misma cantidad de tiempo, pasaron a ganar mucho menos plata.
En marzo de 2023, la medición interanual arrojó que la inflación fue del 104,3%, la Canasta Básica Total aumentó un 113% y la Canasta Básica Alimentaria 120%. Hoy, una familia tipo de cuatro integrantes necesita $191.218 para no ser pobre y $87.719 para no ser indigente. Para un adulto solo, los números son de $61.886 y $28.388, respectivamente.
Un dato no menor, es que la CBT incluye alimentos y otros bienes y servicios como vestimenta, transporte, educación y salud, pero no tiene en cuenta un alquiler, que es uno de los gastos fijos más altos de cualquier argentino que no es propietario. A todo esto, el salario mínimo vital y móvil está en $80.342. Es decir que si trabajás, vivís solo, tenés tu propia casa y cobrás el sueldo mínimo, apenas superás la línea de pobreza. Y si alquilás, olvidate: en Capital Federal un departamento de dos ambientes sale en promedio más de $100.000 por mes.
En resumen, lo que más preocupa es que parece aunque haya más personas trabajando e incluso buscando un segundo empleo, no alcanza. Y no para irse de vacaciones o para comprarse un auto; no alcanza para vivir de manera digna. Ni un empleo informal, ni un trabajo en blanco garantizan salir de la pobreza. Entonces, ¿es cierto que los argentinos no tenemos ganas de trabajar? ¿O será que hay millones de personas que trabajan en malas condiciones y sin derechos, y así y todo no les alcanza? Volviendo a Wos y al principio, una posible respuesta: “No hace falta gente que labure más, hace falta que con menos se pueda vivir en paz“.