El domingo pasado sobrevolaron el cielo de Las Vegas 882 jets privados de personalidades que asistieron a la final de fútbol americano de la National Football League (NFL) de Estados Unidos, mejor conocida como Super Bowl, según datos provistos por la compañía WingX.
De hecho, los espacios del Aeropuerto Harry Reid de la ciudad y las dos pistas de jets ejecutivos más cercanas, North Las Vegas y Henderson, habían sido reservadas para funcionar como estacionamientos de dichos aviones, de acuerdo con información de Arise.
En una hora, un solo jet privado puede emitir dos toneladas de dióxido de carbono (CO2), según informa ABC. Además, este tipo de aviones son de 5 a 14 veces más contaminantes que los aviones comerciales por pasajero y 50 veces más contaminantes que los trenes.
El récord de mayor cantidad de jets privados en un Super Bowl se marcó en 2022 con la final realizada en Glendale, Ariozona, donde hubo 931 aviones. De acuerdo con The Washington Post, en la carrera de Fórmula 1 de Las Vegas en noviembre de 2023, concurrieron alrededor de 1.000 jets.
Si bien la información de los vuelos es de público conocimiento y puede verse a través de aplicaciones como Flightradar24, no se sabe con exactitud a quién pertenecen. Ese día el sitio registró 525 aviones de negocios que partieron del aeropuerto de Las Vegas, una vez finalizado el partido. Estos volaron durante un promedio de dos horas y un minuto y viajaron a 173 aeropuertos en nueve países. Hubo un vuelo de solo 30 minutos y 81 jets que viajaron ida y vuelta de Los Ángeles a Las Vegas, lo que implica menos de una hora en avión (equivalente a cinco horas en auto).
Traffic departing Las Vegas following the Super Bowl. 525 business jets departed the Las Vegas area after the game ended. pic.twitter.com/N8GH2U1PvU
— Flightradar24 (@flightradar24) February 13, 2024
En este caso, una situación que llamó la atención fue que Taylor Swift voló desde Tokio (Japón) hasta Los Ángeles y de allí a Las Vegas, luego de finalizar sus conciertos en el país asiático. Se cree que el avión utilizado, un Bombardier Global 6000, habría emitido más de 50 toneladas de contaminación solamente en el primer trayecto, según información de Daily Mail. Lo que implica más emisiones que las que generarán 14 argentinos en un año.
Por otro lado, Swift ya había sido rastreada por Jack Sweeney, un estudiante de tercer año de Tecnología de la Información de la Universidad de Florida Central, quien creó su propia plataforma para seguir aviones. Con el tiempo, como aquellos datos fueron usados en estudios para revelar la huella de carbono de Taylor Swift, sus abogados tomaran medidas legales para proteger su privacidad, según cuenta la BBC.
La realidad es que Swift fue una de las personas más famosas entre los cientos que volaron en el día para el Super Bowl. Pero la mayoría pasó desapercibido.
Para evitar la contaminación que generan los vuelos, Victoria Haneman, profesora de derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Creighton, pidió impuestos más estrictos sobre los jets privados. La experta dijo a The Washington Post: "Los CEO las empresas están haciendo esto, pero son poco visibles. Hay preocupaciones medioambientales legítimas que chocan con la misoginia cuando al público sólo le importan los viajes en jet privado cuando es una mujer la que utiliza el jet".