Sophia es un robot creado por la compañía Hanson Robotics. Fue diseñada para adaptarse al comportamiento humano, imitar sus gestos y expresiones faciales, y es capaz de sostener conversaciones. Fue activada en abril del año 2015, y desde ese momento es invitada a entrevistas en universidades y eventos abiertos al público bastante seguido. Recientemente, se le preguntó si creía que la inteligencia artificial puede igualar o superar a la inteligencia humana. Tal como vemos en este video de Tiktok, su respuesta fue la siguiente:
“Para mí, eso es como preguntar si un martillo puede superar o igualar a una llave. La inteligencia artificial y la inteligencia humana son cosas muy diferentes, y son útiles para diferentes tareas. La inteligencia artificial es mejor para procesar información y llegar a conclusiones deductivas. La inteligencia humana, por otro lado, tiene la capacidad de percibir y entender conceptos abstractos, para crear y admirar la belleza, y apreciar el significado de la vida.”
@doffoficial Sophia Robot respondió cuál es la diferencia entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana durante el Jalisco Talent Land 2023 | #sophiarobot #robotsophia #talentland2023 #jaslisco #noticiasmundiales ♬ sonido original - DOFF.
Confieso que esta respuesta me tocó una fibra, porque hace poco descubrí la página The Red Hand Files, donde el cantante Nick Cave responde a preguntas que le puede hacer cualquier persona, oyentes o no, y alguien le preguntó qué opinaba sobre una canción escrita por ChatGPT supuestamente con su estilo. Al principio, el artista parece un poco gruñón al respecto, reticente a la llegada de estas tecnologías a nuestras vidas. Supongo que debe ser impresionante, la canción de hecho se parece mucho a las letras de Cave. Sin embargo, él aprovechó la oportunidad para escribir una reflexión increíble y no exenta de belleza narrativa para comparar los dos tipos de inteligencia. Los tres párrafos que condensan su idea son:
“Lo que Chat GPT es, en este caso, es la réplica como travestismo. Chat GPT puede ser capaz de escribir un discurso, un ensayo, un sermón o un obituario, pero nunca podrá crear una canción de verdad. Quizás con el tiempo pueda crear una canción que, superficialmente, no se distinga de una original, pero siempre será una réplica, una especie de farsa.
“Las canciones surgen del sufrimiento, es decir, se basan en la compleja e intrincada búsqueda humana de la creación y, por lo que yo sé, los algoritmos no sienten. Los datos no sufren. Chat GPT no tiene un ser interior, no ha estado en ninguna parte, no ha soportado nada, no tiene la audacia para compartir un evento trascendente, ya que no tiene limitaciones de las que trascender. El melancólico rol de Chat GPT es que está destinado a imitar y nunca a tener una auténtica experiencia humana, no importa lo devaluada e inconsecuente que pueda volverse con el tiempo.
“Lo que hace que una canción sea buena no es su semejanza con una obra reconocible. Escribir una buena canción no es un mimetismo o una réplica, sino todo lo contrario. Es un acto de suicidio que destruye todo lo que uno se ha esforzado por producir en el pasado. Son esas peligrosas y desgarradoras salidas que catapultan al artista más allá de los límites de lo que reconoce como su propio yo. Esta es la parte de la auténtica lucha creativa que precede a la invención de una letra única de valor genuino; es la escalofriante confrontación con la propia vulnerabilidad, el propio peligro, la propia pequeñez, contrapuesta a una sensación de descubrimiento estremecedor; es el acto artístico de redención que conmueve el corazón del oyente, en el que el oyente reconoce el funcionamiento interno de la canción en su propia sangre, su propia lucha, su propio sufrimiento. Esto es lo que los humildes humanos podemos ofrecer, que la IA sólo puede imitar. Aquí es donde reside el genio humano, profundamente arraigado dentro de esas limitaciones, pero superándolas.”
Lo que es más curioso de traer estos dos pensamientos —uno humano, y el otro no— es que aportan opiniones semejantes. El robot, por un lado, reconoce su limitación para el mundo artístico, creativo, y reflexivo, y se restringe a su tarea de procesar información, tal como Nick Cave explica. Ante el terror que abunda ahora sobre todos los trabajos que serán reemplazados por las AI, aparece una perspectiva optimista: ¿será posible que el desarrollo de las inteligencias artificiales nos empuje a los humanos hacia un mundo donde hay más lugar para la creatividad y el arte? Esperemos que sí.