En estos tiempos marcados por el aislamiento y distanciamiento social, la tecnología se convirtió en una herramienta muy poderosa para mantener vínculos con los demás y sentirnos acompañados. Desde los Zooms laborales o sociales, pasando por los grupos de WhatsApp, todo vale a la hora de mantener nuestra vida social a flote.
Pero, ¿qué anduvo pasando en este último año con la gente soltera, gente que en contextos normales contaba con fiestas, reuniones, bares y boliches como oportunidades para conocer a alguien y que ahora, por las restricciones, no puede?
Según una encuesta realizada por la app de citas Happn en febrero de este año, la pandemia tuvo repercusiones negativas en la vida sentimental del 66% de las personas solteras. Casi una de cada dos personas hoy solteras sufrió una ruptura en 2020.
Pero como contracara de esto, la encuesta reveló un alto nivel de expectativas en este segmento: nueve de cada diez personas dijeron que creen que encontrarán el amor en los próximos meses. Y en estos tiempos es difícil pensar que la tecnología no va a tener un rol fundamental, ¿no?
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El potencial de la tecnología para vincularnos
“A pesar de que muchas veces se demonizó el uso de la tecnología, la pandemia demostró que es un instrumento muy útil para la comunicación entre seres humanos, un recurso indispensable e irremplazable”, dice Diana Litvinoff, licenciada en psicología y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. “El estar solo, sin pareja en una situación de aislamiento es una situación más difícil, angustiosa. Por eso, la tecnología puede ser un medio para solucionarlo y tener la paciencia de esperar al momento adecuado”
Y agrega: “Un vínculo virtual puede ser más fuerte que uno presencial. La realidad psíquica y subjetiva de una persona es la que cuenta”.
Si hablamos puntualmente de las apps, se podría decir que son algo así como el mayor caballito de batalla de la soltería en esta pandemia. Antes del coronavirus, el país ya estaba en el top 3 de países de la región con más usuarios activos, pero en cuarentena su uso creció a niveles siderales. Un 13% de los argentinos tiene una de estas aplicaciones descargada en el celular, y un 24% de ellos y ellas no las usaba antes de la pandemia, según un estudio de la consultora Opinaia.
Tomás Balmaceda, doctor en Filosofía y especialista en tecnología, dice: “Creo que las medidas de aislamiento llevaron a que más personas se unieran a las aplicaciones y a las formas de conocer a través de apps, ya sean apps dedicadas a esto, como otras que no están pensadas para esto pero se usan, como Instagram o Facebook. Creo que, en muchos sentidos, la pandemia aceleró lo que ya estaba en gestación.
La demografía de las apps de citas
La mayoría de los usuarios de apps son centennials o millennials. Casi un 70% son hombres, y más del 60% tiene menos de 35 años. El restante corresponde mayoritariamente a gente de hasta 50 años. A más avanzada la edad, más popular se vuelve también el uso de sitios o páginas web de citas.
¿Y qué pasa con la gente mayor? Según un estudio del Centro de Protección de Datos Personales de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, sólo un 1% de los adultos mayores de 60 años usa apps de citas como Happn o Tinder. Para ellos, la mayor fuente de socialización es, por lejos, WhatsApp, con un 92% y Facebook, con un 60%.
Aunque Happn, Tinder, Bumble, OkCupid, Grindr y demás aplicaciones puedan estar asociadas al sexo casual, parece ser que en la realidad no es así. Una investigación hecha en diciembre del año pasado por la Universidad de Ginebra, en Suiza, reveló que la mayoría de los usuarios de apps en el mundo las usan para conseguir una pareja estable. También el estudio resaltó que estas apps colaboran a unir a parejas que quizás son de contextos socioeconómicos o educativos distintos, y que en más casos de lo habitual la mujer resulta tener mayores niveles educativos que el hombre.
A nivel mundial, hay en este momento más de 270 millones de usuarios de apps de citas en todo el mundo. Y las formas de relacionarse son cada vez más variadas: por ejemplo, ahora la aplicación anunció que, por las vueltas al confinamiento que están habiendo, su servicio Passport, que permite conocer gente de otros países, se volverá gratuito.
Lo virtual no quita lo afectivo
Ahora bien, ¿qué sucede con la dimensión sexual o de afecto físico entre dos personas conectadas virtualmente? ¿Hay un vacío ahí?
“Las distintas redes sociales han extendido la forma en la que vivimos la sexualidad y le permitieron a muchas personas que no se sentían cómodos en el cara a cara, o que no hallaban forma sencilla de encontrarse con alguien de sus mismos gustos, poder encontrarse”, asegura el especialista Balmaceda.
Por su parte, la Licenciada Litvinoff, quien también es autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual, plantea lo siguiente: “La tecnología no puede reemplazar el encuentro con el otro, pero existen distintas formas de conexión sexual. Una puede ser el encuentro presencial y otra, igualmente válida, el encuentro a través de la computadora. Si bien no es lo mismo, esto no significa que no sea una relación efectiva y afectiva”
Y concluye diciendo: “También una relación a través de las redes sociales o del chat o la cámara, puede tener un nivel afectivo y también erotico muy importante, que en este caso sirvió para superar el aislamiento al que muchos seres humanos se vieron sometidos, sobre todo los que no tienen pareja”.
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