Soft life es un movimiento emergente que desafía la noción tradicional de éxito basado en el trabajo duro y el consumismo. Este cambio hacia una "vida más suave" implica priorizar el bienestar personal sobre la presión de alcanzar estándares convencionales de éxito. Además, rechaza la cultura de la sobreexplotación laboral y busca un equilibrio entre el trabajo y el ocio.
"Perdí la relación conmigo misma cuando escuchaba tanto lo que debería estar haciendo. Ahora disfruto mucho más de las pequeñas cosas", cuenta Rose Gardner, quien trabajó de manera exitosa en el mundo editorial y de los medios de comunicación, a The Guardian. Si bien logró comprar su propio departamento en Londres (Inglaterra), se sentía atrapada en un trabajo que no disfrutaba y en un estilo de vida impulsado por el consumismo. Por ello, decidió renunciar y regresar a la casa de sus padres en Wiltshire, donde trabaja a tiempo parcial en hostelería y se dedica a la artesanía.
"Mis padres están envejeciendo y les pago el alquiler y mis propias facturas. Tengo mi propia pequeña área. Podemos vivir una vida separada pero juntos y lo veo como un privilegio. Medito y doy largos paseos con mi perro en la naturaleza", cuenta Gardner al medio inglés.
No obstante, este estilo de vida fue criticado especialmente por aquellos que lo perciben como una forma de escapismo o por llevar, paradójicamente, a una identidad consumista. De acuerdo con The Zoe Report, la soft life que se comercializa y defiende en Internet requiere una cantidad significativa de trabajo para iniciarse y mantenerse y según las representaciones mediáticas de la misma, es fundamentalmente una vida costosa, requiere bolsillos profundos y un trabajo excesivo.
El concepto de soft life (frase inglesa para "vida suave") surge como una respuesta a la crisis económica y laboral que enfrentan los millennials y las generaciones más jóvenes. A medida que se cuestiona la efectividad del modelo laboral tradicional, surge una tendencia hacia un estilo de vida más relajado y enfocado en la autenticidad y la satisfacción personal. Esto implica reevaluar las expectativas sociales, establecer límites saludables y dedicar más tiempo a actividades que promueven el bienestar mental y emocional.
Desde el sitio The Every Girl brindan algunos consejos para que puedas adaptar este estilo a tu propia vida:
- Priorizar el descanso: Es importante programar pausas y respetarlas como citas ineludibles para desconectar, relajarse y recargar energías.
- Controlar el estrés: es clave para el bienestar reducir el estrés mediante técnicas como la meditación, ejercicios de respiración y garantizando un sueño de calidad.
- Establecer límites: fijar límites claros en el trabajo, las relaciones personales y lo íntimo es esencial para mantener el equilibrio y cuidar la salud mental.
- Vivir de manera intencionada: identificá tus valores y trabajá activamente hacia la versión más feliz y plena de vos mismo, enfocándote en experiencias que te hagan sentir bien.
- No tener miedo de pedir ayuda: permitirte ser vulnerable y buscar ayuda cuando la necesites es parte integral de vivir una vida más suave, lo cual puede fortalecer relaciones y abrir oportunidades de aprendizaje.
