Arrancó el 2024 y muchos aprovechamos esta época para recargar energías, repensar nuestra vida y fijarnos nuevas metas. Pero algunos, sin embargo, hacemos lo mismo año a año y nunca logramos cumplir con lo que queremos. ¿Por qué nos cuesta tanto adquirir un nuevo hábito? ¿Qué cosas podemos hacer para mejorar?
Para empezar a dar respuestas a estas preguntas universales, Constanza Vacas resumió en National Geographic seis estrategias basadas en la ciencia que pueden ser muy útiles. En gran medida, que logremos nuestros objetivos tiene mucho que ver con cómo los planteamos y cómo nos sentimos mientras avanzamos paso a paso.
1. Poner el foco en los hábitos
Las metas que nos planteamos suelen estar enfocadas en los resultados y suelen ser bastante genéricas, como “comenzar un nuevo hobbie” o “hacer más ejercicio”. Pero según estudios que realizó la American Psychological Association, cuanto más generales sean los propósitos, menos chances tienen de cumplirse. Por este motivo, lo más recomendable es desglosar cada meta en pequeños hábitos. Por ejemplo, si nuestro objetivo es hacer más ejercicio, podemos comenzar con anotarnos a clases o deportes y enfocarnos en ir una determinada cantidad de veces por semana.
2. Metas alcanzables y medibles
Siguiendo la misma idea, es importante que nuestro objetivo sea alcanzable y que también lo podamos medir. Por ejemplo, si pensamos en hacer un viaje, tenemos que pensar en los días de vacaciones que tenemos y en el presupuesto al que podemos llegar. Las metas tienen que ser posibles para nosotros porque, de otro modo, nos frustraríamos enseguida.
3. Metas agradables
Para que una nueva actividad se convierta en un hábito y ya no nos cueste tanto realizarla, hay que repetirla en un tiempo prolongado. Pero es importante que además de sostener la práctica, la disfrutemos. Los hábitos tienen que ser atractivos, agradables y sencillos. Si los aborrecemos o nos cuestan demasiado, es probable que en algún momento terminemos abandonando las nuevas prácticas.
4. Compartir tu propósito
Otra buena estrategia para finalmente lograr tus objetivos es compartirlos con tus familiares y amigos. Contar lo que estás haciendo te suma, de alguna manera, responsabilidad. Tus cercanos te van a estar preguntando cómo vas con eso, vas a sentir un poco más de presión y, también, compañía.
5. Crear el entorno
Para asegurarnos la ejecución de nuestros nuevos hábitos, podemos ayudar a nuestro “yo” del futuro con algunos cambios en nuestro entorno. Por ejemplo, si queremos entrenar en las mañanas, podemos dejarnos lista la ropa de entrenamiento. Si queremos comer más saludable, contar siempre con frutas y verduras disponibles. Si buscamos leer más, llevar un libro en la mochila o dejarlo listo en la mesita de luz.
6. Ser conscientes del tiempo
Por último, es importante que para cumplir nuestras metas nos pongamos tiempos determinados, aunque sin esclavizarnos. Ahora, tenemos todo un año por delante. Las grandes metas podemos dividirlas en semestres, meses o semanas. Al final de cada tiempo determinado, podemos ir haciendo nuestra propia evaluación para buscar mejorar en el siguiente tramo.