Que nadie sepa mi sufrir: la canción con la que inauguraron los Juegos Olímpicos fue compuesta por el argentino Ángel Cabral
El vals peruano nació en 1936, con música de Cabral y letra de Enrique Dizeo. En los años 50 Edith Piaf lo reversionó como La Foule y la canción dio la vuelta al mundo.