Hay que estar atentos a los peligros del progreso
La crisis de COVID-19 ha sido un recordatorio brutal de que, a pesar de nuestra riqueza y dominio tecnológico, todavía somos vulnerables a riesgos catastróficos de cola. Para garantizar la prosperidad futura, debemos adoptar una estrategia de crecimiento que coloque los riesgos colectivos al frente y al centro, en lugar de tratarlos como una ocurrencia tardía.