Aunque los gobiernos de todo el mundo están ocupados enfrentando las emergencias económicas y de salud provocadas por la pandemia, no deben perder de vista la oportunidad histórica que se les ha presentado.
Durante el pico de reducción de la actividad global a principios de abril, las emisiones diarias globales cayeron un 17 %. Las emisiones totales durante este periodo fueron similares a las de 2006. El hecho de que el mundo ahora emita tanto en condiciones de confinamiento como lo hizo en condiciones normales hace 14 años demuestra el impresionante crecimiento en emisiones de los últimos años.
Desde el miércoles pasado en la Ciudad y desde ayer en la Provincia de Buenos Aires, es obligatorio usar tapaboca en comercios y transporte público. En esta edición, tres ejemplos de empresas que ayudan a abastecer de barbijos a la sociedad.
Aunque muchas personas en todo el mundo todavía se niegan a aceptar la ciencia del clima, la negación no es el principal obstáculo que impide la acción global urgente necesaria para salvar el planeta. El problema más grande es que las medidas económicas que podrían prevenir el cambio climático catastrófico son políticamente inviables.
El aumento de la desigualdad es sintomático de una amplia gama de problemas económicos y políticos que se interponen en el camino para lograr una sociedad justa y sostenible. Pero a pesar de la preocupación por la brecha de ingresos y riqueza dentro de los países en los últimos años, ha habido sorprendentemente poco reconocimiento de las fuerzas que realmente están impulsando la tendencia.
Los gobiernos, y en última instancia las personas, pueden revertir las tendencias alarmantes de 2019. Pero 2020 será otro año complicado si se siguen aplicando políticas a corto plazo a expensas de la visión a largo plazo.
La agricultura y la ganadería son dos de las actividades que más aumentan la huella de carbono en el país. Pero un sector acaba de lanzar el programa de carbono neutro, una iniciativa del sector privado que busca poner a la Argentina un paso adelante en materia ambiental ante los mercados internacionales.
Combatir el cambio climático requerirá de inversiones masivas. No podemos contar solo con los gobiernos para aportar el dinero; más bien, debemos usar las finanzas públicas para aprovechar el poder del capital privado.
La única forma de adelantarse a una crisis tan grande como el cambio climático es mediante la innovación tecnológica innovadora en energía limpia y tecnologías bajas en carbono. Y eso, a su vez, requerirá esfuerzos para mitigar los riesgos de inversión para los actores del sector privado, de quienes no se puede esperar que ignoren sus propios resultados.
Cuando se trata de la emergencia climática, “tenemos un largo camino por recorrer, pero el movimiento ha comenzado ”, afirma el Secretario General de la ONU, António Guterres, en este artículo. "Millones de jóvenes se movilizaron y transmitieron el siguiente mensaje a los dirigentes del mundo: 'Nos están fallando'”, agrega al referirse a lo ocurrido durante la Cumbre sobre la Acción Climática en Nueva York.
Mientras el foco internacional está puesto en los incendios del Amazonas, en África hay una emergencia que acapara la misma atención.
Algunos de los actores más influyentes en la economía global están encabezando el cambio hacia un mundo limpio, verde y libre de emisiones, incluso mientras los gobiernos clave permanecen inactivos.
La primera década del festival invita a reflexionar sobre el poder del séptimo arte para informar, concientizar y promover acción. Además, el hashtag necesario #NoALaSalmonicultura y el viaje de la joven Greta en medio del Atlántico.
El Día del Sobregiro de la Tierra rompe un nuevo récord y tendrá su fecha más temprana en la historia: el próximo 29 de julio. Además, el cambio climático en el Senado argentino, y los yaguaretés demandan por sus derechos.
Los dos países renuevan las negociaciones para construir Atucha III. Los costos de financiación, la sustentabilidad ambiental del plan y la seguridad de esta tecnología están en debate.
Los inversores están vertiendo millones en instrumentos que tienen como objetivo ganar dinero haciendo el bien. El Gobierno los ve como una fuente de capital para financiar un crecimiento verde e inclusivo. Hasta que golpeó la crisis, el mercado local era uno de los más prometedores de la región.
