Salven a las abejas: en Finlandia desarrollan una vacuna comestible para protegerlas- RED/ACCIÓN

Salven a las abejas: en Finlandia desarrollan una vacuna comestible para protegerlas

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Salven a las abejas: en Finlandia desarrollan una vacuna comestible para protegerlas

Un equipo de científicos de la Universidad de Helsinki desarrolló la primera vacuna comestible para abejas. Previene algunas infecciones microbianas (como la loque americana) y se administra mediante una pieza azucarada que come la abeja reina. Luego, transmite su inmunidad a sus crías.

Las abejas están amenazadas en todo el mundo, entre otros factores por los pesticidas. El glifosato, el agroquímico más usado en la Argentina, mata la flora y le quita alimento a las abejas. Al mismo tiempo, los neonicotinoides, que se usan en el cultivo de maíz, intoxican a las abejas, provocándoles una pérdida en su orientación que impide que vuelvan a la colmena. Eso, multiplicado por miles de abejas, ha sido estudiado y tiene un nombre: colapso de colonias. Y una consecuencia: el vaciamiento de las colmenas.

En Estados Unidos, por ejemplo, se calcula que la cantidad de colmenas comerciales ha descendido a la mitad en los últimos 75 años, al tiempo que los cultivos que requieren de polinización han aumentado en un 300 por ciento.

La vacuna desarrollada en Finlandia es novedosa porque hasta hace poco tiempo se creía que los insectos carecían de anticuerpos y que, por lo tanto, era imposible vacunarlos. Pero en 2014 el equipo de Helsinki encontró que las mariposas podían transmitir su inmunidad a sus crías. Y luego continuó sus investigaciones con abejas.

“Si podemos salvar aunque sea a una pequeña parte de las abejas con este invento, creo que haríamos nuestra buena acción, salvando un poco al mundo”,  dijo Dalial Freitak, la directora del proyecto, a la agencia AFP. “Un aumento del 2 al 3 por ciento de la población de las abejas sería incluso enorme”.

El apicultor Marcelo Sosa inspecciona una colmena en la que ya no hay abejas en Córdoba, en marzo de 2018.

La vacuna no está aún en el mercado, pero su existencia es una buena noticia para los apicultores. Los científicos de Helsinki aseguran que su tecnología podrá usarse junto con otras soluciones en el futuro también para combatir enfermedades fúngicas y otras infecciones bacterianas.