El lunes por la tarde un adolescente de 15 años entró en el café Dalchemist de Cañitas a vender bolsas de residuos. Las apoyó en la mesa de una señora que se negó a comprar y enseguida Martín, el dueño del lugar, se acercó para pedirle que se fuera. El chico levantó la mercadería y salió hacia la puerta. Martín le preguntó a la clienta si aún tenía su celular, la señora le contestó que no y el hombre corrió hacia el joven y lo redujo con un tackle.
El ladrón se había llevado el teléfono con una táctica que el dueño conocía y que se conoce como “la tapadita“: apoyan sobre el celular un producto que ofrecen vender y luego se llevan todo junto. La reacción de Martin fue inmediata y el momento quedó registrado en las cámaras de seguridad del lugar.
Hasta que llegó la policía, el dueño tuvo que retener al joven durante algunos minutos. El chico le gritaba que lo suelte y le decía que había robado para darle de comer a su familia. En un momento, uno de sus empleados se acercó y le dijo que el adolescente se llamaba Martín, igual que él. Y antes de que se lo lleven, los tocayos pudieron intercambiar algunas palabras.
Lo primero que Martín le dijo al adolescente fue que “tenía otras opciones“ y que si no tenía para comer, podía acercarse a su café cuando quisiera, que no le iban a negar un plato de comida. Después le dijo que si quería trabajar, él le ofrecía un lugar porque necesitaba gente. Al chico se le cayó una lágrima y le contestó: “Don, mañana salgo y vengo a verlo“.
Horas más tarde, en diálogo con La Nación, Martín dueño declaró: “Hay que darle una oportunidad. Puedo tomar ese riesgo, aunque sea dos días para ver qué pasa“. Martín-joven pasó la noche en una dependencia policial a la espera de la decisión del juez de menores de turno mientras la historia se hacía viral.
Al día siguiente, Martín-dueño se reencontró con Martín-joven y, como tiene 15 años, arreglaron que el que trabajaría en el café sería su hermano mayor, Lucas, de 17. Al ser menor de edad, solo puede trabajar seis horas y por eso se desarrollará como bachero, lugar desde donde se suele aprender muy bien la profesión de cocinero.
El caso continuó siendo noticia en los medios y la historia se dio a conocer en todo el país. Según relataron, toda la familia se encuentra en una grave situación económica y los hermanos intentan cuidarse entre ellos. En el programa Todas las tardes, Martín y Lucas le agradecieron al dueño del café quebrados de lágrimas. El mayor empieza a trabajar hoy y ahora solo nos queda acercarnos a Dalchmist para que este lugar del bien venda más cafés que nunca.