"El mejor residuo es el que no se genera nunca", dice Melina Scioli, la joven argentina que en 2015 co-fundó el Club de Reparadores, un movimiento que busca promover la reparación de objetos como una práctica sustentable y un hábito de consumo responsable.
Desde su creación, el club ha organizado encuentros en Buenos Aires, Córdoba, Bariloche, Montevideo y Nueva York, en los cuales más de 3.500 participantes lograron reparar miles de objetos, desde bicicletas y muñecas, hasta batidoras eléctricas y radios. Este fin de semana, se organiza el último encuentro del año en Buenos Aires.
"Vivimos en una sociedad de obsolescencia, en la cual descartamos objetos todo el tiempo. Antes, si se te rompía el teléfono o un electrodoméstico, lo mandabas a arreglar. Ahora se compra uno nuevo. Es insostenible", dice Scioli.
La generación de residuos es uno de los desafíos ambientales más importantes de la Argentina. En 2015, el país generó por día un promedio de 1,02 kilogramos de basura por persona, o una tonelada cada dos segundos (cerca de los 15 millones de toneladas por año).
Además de promover el cuidado ambiental a través de la reparación de objetos, el Club de Reparadores busca generar un vínculo entre comunidades, voluntarios y gente interesada en temas de sustentabilidad.
"Trabajamos sobre el músculo comunitario. Cuando vienen voluntarios que entregan de manera solidaria todos sus saberes para ayudar al otro, eso empodera y genera una conexión. La gente se va sabiendo que si pueden reparar ese objeto, también pueden reparar otras cosas", dice Scioli.
Este sábado, 8 de diciembre, será el último encuentro del club del año en la Ciudad de Buenos Aires.