La avenida Champs-Élysées (Campos Elíseos) de París se convirtió por unas horas del último domingo en un aula gigante. En la tradicional calle que desemboca en el Arco del Triunfo, miles de franceses participaron del dictado más grande del mundo:unas 1.650 personas asistieron a la toma de notas. Del total, 1.397 cumplieron con los requisitos para que el hecho fuera homologado en el Libro Guinness.
En un espacio de 6.600 metros cuadrados, encabezado por una pizarra de 102 metros sobre el Arco del Triunfo, se dispusieron 1.779 pupitres. Unos 5.100 ciudadanos (elegidos entre 50.000 postulantes), de entre 10 y 92 años, participaron de tres ejercicios de dictado. El primero de ellos fue el que se tomó en cuenta para establecer el récord Guinness y duró 20 minutos.
Este dictado fue sobre Les Lettres de mon Moulin, La Mule du Pape (Las cartas de mi molino de viento, La mula del Papa) de Alphonse Daudet, leído por el periodista literario Augustin Trapenard.
Champs-Elysées.1397 personnes ont été homologuées par le Guinness World Records ce dimanche. pic.twitter.com/NDvPVI2UV9— Remy Buisine (@RemyBuisine) June 4, 2023
"A través de este ejercicio recordé el estrés, las preocupaciones, la sensación de perder el hilo", dijo Adrien Blind, de 42 años, uno de los participantes del dictado. Su hijo también participó, pero no pudo completar el ejercicio: “Es un dictado para adultos”, se quejó, según consignó la agencia AFP.
A su vez, hubo un segundo dictado de la novelista Katherine Pancol sobre el texto Fille en colère sur un banc de pierre, de Véronique Ovaldé; y un tercero, del Dictionnaire amoureux de l'ovalie de Daniel Herrero, cuya lectura estuvo a cargo de Pierre Rabadan, exjugador de rugby francés.
Para Marc-Antoine Jamet, el dictado masivo de los Campos Elíseos es una oportunidad perfecta para poner a prueba su ortografía y celebrar de paso la lengua francesa. "El dictado es un instrumento de convivencia. Une a las personas", aseguró el presidente del Comité de los Campos Elíseos y organizador del evento.
El dictado de este domingo fue una iniciativa del Comité de los Campos Elíseos, organización que promueve el desarrollo de la avenida, a la que suelen llamar “la más bella del mundo”.
Aunque la práctica del dictado es un ícono de la educación francesa, ha generado controversias en los últimos años por los intentos del Gobierno nacional de sistematizar su uso en las escuelas como instrumento educativo.