La empresa española de energía renovable Iberdrola y estudiantes de la escuela francesa de ingeniería Junia (de la ciudad de Lille) llevaron a cabo una prueba piloto en la estación Miromesnil del subte de París que consistió en la colocación de palas eólicas en lugar de molinetes para que se genere energía cada vez que se usan. Una experiencia que podría repetirse en otras grandes urbes europeas.
La prueba contó con la instalación de seis dispositivos y se realizó en el marco del Día Europeo del Viento y de la Energía Eólica, el 15 de julio del año pasado. Los estudiantes recrearon de forma exacta las aspas de un aerogenerador mediante la impresión 3D para sustituir las de los molinetes. Asimismo, el sistema contó con relojes automáticos y mecanismos reales de las turbinas eólicas. El pasajero del subte atravesaba las aspas como de costumbre, mientras que las palas eólicas accionaban múltiples engranajes que hacían girar un volante que alimentaba un motor de corriente continua. Para fabricar los aerogeneradores utilizaron ácido poliláctico, un material biodegradable derivado del almidón de maíz, según este artículo de Iberdrola.
El prototipo funcionó durante 48 horas entre el 15 y 16 de julio. Durante este tiempo, la energía generada por los viajeros mantuvo en funcionamiento dos pantallas que estaban alrededor de los molinetes, las cuales difundían mensajes con información sobre el proyecto. Luego, se analizaron datos y se estudió su futura viabilidad.
Durante el tiempo de prueba, fueron 27.000 pasajeros los que atravesaron los molinetes y generaron más de 2000 Wh por día. De acuerdo con este artículo de Neozone, 1.700 millones de personas utilizan el metro de París al año. Si se implementasen los molinetes, se podría producir el equivalente en energía a lo que necesitan 24 autos Tesla para dar la vuelta al mundo. Se estima que el proyecto se expandirá por algunas ciudades de Europa, comenzando por el metro de Madrid.