Para quienes no están familiarizados con el proceso de llevar adelante un disco o una canción, la tarea de un productor musical se puede describir como el director de una película: su visión artística está presente desde la idea inicial hasta el producto final. Y una figura que se destacó en este trabajo fue Steve Albini, aunque él prefería el título "ingeniero de sonido". Albini murió ayer por la tarde a los 61 años de un paro cardíaco.
¿Quién fue Steve Albini?
Nació en 1962 en Pasadena, California (Estados Unidos). Estudió periodismo en Northwestern University (Illinois) y empezó canalizando su amor hacia la música al escribir para fanzines locales y reseñando la escena punk de Chicago.
Su primera banda se llamó Rapeman (hombres violadores), lo que ya denotaba algo de su fuerte crítica social. Tal como describe en The Conversation la profesora de música de la Universidad Australiana Nacional Samantha Bennett, "el noise-punk de Albini estaba diseñado para confrontar a los oyentes con los horrores de la vida real de los suburbios, para reflejar la intolerancia y la exclusión social y para mediar en los extremos del comportamiento humano a través de una música igualmente confrontativa”.
Después de ser adoptado como discípulo por el productor londinense John Loder (integrante de la banda The Jesus and Mary Chain), trabajó como productor e ingeniero de sonido con bandas como Nirvana, los Pixies, the Stooges, PJ Harvey y los argentinos Fun People. Además, fundó y formó parte de las bandas Big Black y Shellac.
Su aporte a la música independiente
Hay pocas palabras tan polisémicas como lo es "indie" en el ámbito de la música. Existe una discusión sobre si se trata de hacer las cosas de modo independiente de los grandes sellos discográfico (famoso también con el término DIY, por las siglas en inglés do it yourself), o si es un sonido particular, casi un género como lo es el rock, el pop, el punk y otros. Sobre el primer sentido de la palabra "indie", no cabe dudas de que Albini fue una personalidad fundamental.
Estanislao Lopez estudió en la Escuela Tecson, hoy es label manager del sello Casa del Puente y trabaja en Estudios Unísono, creado por Eduardo Bergallo y Gustavo Cerati. Consultado por RED/ACCIÓN acerca de la figura de Albini explicó: "En la carta que él le manda a Nirvana se entiende muy bien esa ideología: que es alguien que viene del punk y del DIY. Siempre fue una referencia, desde el día en que lo conocí lo nombro día por medio, porque demostró que se pueden hacer las cosas de un modo distinto, más humano y de igual a igual".
La carta a Nirvana que menciona el productor fue en respuesta a su petición para producir su tercer y último disco, In Utero (1993). Allí, Albini dijo que le encantaba la propuesta de "sacar un disco en un par de días, de alta calidad pero mínima producción, y sin interferencias de los jefes de la oficina". Pero advirtió que si, en cambio, querían someterse a las imposturas de un sello discográfico, les iba a salir mal y no quería formar parte de ello.
Más allá de los tecnicismos (Albini prefería grabar en cintas y de modo analógico, de hecho mandó a fabricar un micrófono de condensador de diafragma según sus requisitos), el ethos que fundó Albini quizás no esté mejor explicado en ningún lado más que en este fragmento de su carta a Nirvana:
Sólo me interesa trabajar en discos que reflejen legítimamente la percepción que la propia banda tiene de su música y su existencia. Si se comprometen a ello como principio de la metodología de grabación, me partiré el lomo por ustedes. Trabajaré en círculos a su alrededor.
El título de esta carta I would like to be paid like a plumber (Me gustaría que me paguen como a un plomero) no pasó desapercibido. Esto se debe a que, en el quinto punto en el que detallaba a Nirvana su modo de trabajar y filosofía, explicaba que quería únicamente que le pagaran lo que valía su trabajo manual y mental.
Si el disco superaba las tres millones de ventas, el típico pago porcentual sería de 400 mil dólares, cifra con la que no se sentía cómodo en absoluto. En sus palabras: "De ninguna manera aceptaría tanto dinero. No podría dormir". En definitiva, su abordaje hacia la música y gran aporte a la lógica independiente fue el hecho de tratar a los discos no como un producto, sino como una obra, por fuera de la lógica comercial.
"En un resumen muy sintético, porque su obra y legado son realmente grandes, creo que Albini fue trascendental. Desde el lado artístico moldeó el sonido de una escena fundamental como lo fue el rock alternativo de los '90 de una manera muy particular, única y propia que inspiró a miles. Pero su importancia se explica también por cómo él trabajaba con y para las bandas, y en relación a la industria musical", expresa López.