Después de 24 años, Vladimir Putin visitó Corea del Norte para reunirse con el líder Kim Jong Un. El presidente ruso, que fue recibido con una gran ceremonia, fue con un objetivo claro: fortalecer las relaciones diplomáticas con el líder del país asiático para lograr su apoyo.
El encuentro comenzó ayer y este miércoles ambos presidentes firmaron un acuerdo de “asociación estratégica”. En detalle, este pacto asegura la asistencia tanto por parte de Corea del Norte como por parte de Rusia en caso de agresión contra alguna de las partes del tratado.
Además, aunque las especificaciones no fueron clarificadas de manera oficial, el tratado cubre otro tipo de dimensiones. Por ejemplo, abarca cuestiones relacionadas a la seguridad, el comercio, la inversión y los vínculos culturales y humanitarios. En definitiva, el pacto conduce a una interacción política, económica y militar más estrecha, la más significativa desde la Guerra Fría, de acuerdo con analistas.
“Esta asociación se convierte en una alianza militar de defensa mutua, el contrato más alto que puede haber entre los dos países”, explica en diálogo con RED/ACCIÓN Patricio Carmody, especialista en relaciones internacionales. “Corea del Norte ya le dio un montón de municiones a los rusos que se usaron mucho en la guerra contra Ucrania”, profundiza.
Según especifica CNN con datos del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, en febrero de 2024 Pyongyang, la capital de Corea del Norte, envió a Moscú grandes cantidades de proyectiles de artillería de 152 mm y municiones de lanzacohetes múltiples de 122 mm. En esa línea, durante el reciente encuentro Kim Jong Un no tardó en asegurar que él le ofrecía su “total apoyo” en relación a Ucrania.
Por su parte, Putin agradeció el “apoyo inquebrantable” de Corea del Norte hacia Rusia y justificó este encuentro y las prácticas de su régimen diciendo que él está peleando contra décadas de políticas imperialistas impuestas por Estados Unidos. Además, afirmó que ni él ni Jong-un tolerarán el “chantaje” de Occidente, en referencia a las sanciones impuestas a Corea del Norte debido al desarrollo de armamento prohibido por la ONU.
Según The Guardian, Kim Jong-un describió al acuerdo como el “tratado más sólido jamás firmado entre ambos países” y como una oportunidad para “acelerar la creación de un nuevo mundo multipolar”. Estas declaraciones demostraron que la relación bilateral entre ambos está más fuerte que nunca, atada por uno de los pactos más relevantes para la escena geopolítica de los últimos cincuenta años.
El Secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken dijo que la visita de Putin a Corea del Norte ilustra como Rusia intenta, en su desesperación, desarrollar y fortalecer relaciones con países que puedan proveer lo que el país necesita para continuar con la guerra en Ucrania, según informa The Associated Press.
En un contexto donde ambos países son fuertemente sancionados por la comunidad internacional, Rusia por la invasión a Ucrania y Corea del Norte por el desarrollo de las armas nucleares no permitidas, Putin busca consolidar un alineamiento anti-Occidente (quien dice que los "aisla del mundo") y formar su propio bloque de intercambio comercial y militar.
De hecho, publicado por un medio oficial de Corea del Norte, Putin aseguró durante sus reuniones con Jong-un que se desarrollarán mecanismos alternativos de comercio que no estén controlados por Occidente y que se opondrán conjuntamente a las restricciones unilaterales ilegítimas. Al mismo tiempo confirmó que construirán una arquitectura de seguridad igualitaria e indivisible en Eurasia a pesar de la presión y amenaza de EE.UU.