¡Buenas tardes! En el último tiempo creció la conciencia social en relación a la donación de órganos. Sin embargo, aún queda un camino por recorrer, un mensaje que necesitamos multiplicar.
Compartí esta newsletter o suscribite
1
En el país unas 7.000 personas están esperando un trasplante en este momento. Son 7.000 vidas humanas, historias, familias. Y todo lo que conlleva una situación como es esperar algo tan concreto como un órgano pero a la vez tan inasible. Por suerte en el país hay cada vez más conciencia sobre el trasplante y cada vez más deciden donar al llegar el momento de partir. Pero aún 7.000 personas esperan un trasplante.
También es cierto que en Argentina, tras la Ley Justina hubo un cambio profundísimo y muy importante. Hasta antes de esa ley ningún habitante del país era donante de órganos salvo que dijera que sí. Ahora se invirtió y la situación es mucho más favorable: todos somos donantes, y tenemos que decir que no si no estamos de acuerdo. Hay millones de potenciales donantes, entonces.
La postura de cada argentino frente a este tema tan complejo mejora. Pero aún hay 7.000 que esperan un trasplante.
Una de las principales razones por las que cuesta decir que sí es el temor real que tenemos todos. Primero, a morir. No queremos morir. Y luego el desconocimiento. Es importante saber que nadie es ablacionado en vida, los órganos recién se extraen al morir, no en los instantes previos. Este concepto no está muy claro. Hay muchas dudas, razonables: ¿Qué van a hacer conmigo para conseguir un órgano?
Lo cierto es que el INCUCAI es un lugar que trabaja admirablemente hace 30 años. En Argentina hay casi 10.000 personas trasplantadas. Personas a las que el trasplante les cambió la vida. Pero —hay que repetirlo— aún 7.000 esperan un trasplante.
Esto nos tiene que hacer reflexionar para seguir pensando, concientizando. Una manera muy simple de convertirse en donante en el futuro (en 50-100 años), cuando nuestra vida termine, es decirle ahora, a nuestros seres queridos: “Espero que no me pase nada. Pero si me pasara, quiero que sepan que soy donante”. Esta mención a los seres queridos garantiza y los libera de tener que dudar si pasara algo trágico. Porque ya les dije, en vida y con toda conciencia, es que quiero ser donante.
Por otra parte, en este momento, vivimos una situación especial. Un hijo nuestro, de la comunidad argentina, un chiquito de tres años, Isi —Isidro—, está en emergencia nacional. Está esperando un trasplante cardíaco. Han pasado horas, días, semanas desmejorando su salud. Ahora urge un donante para que pueda ser trasplantado. Solo decir esto, expresarlo, multiplicarlo, ya sirve. Sabemos de qué hablamos, sabemos lo que hace falta, no hay mucho para decir. Pero Isi espera un trasplante.
Aunque se ha generado mucha conciencia, en este momento, Isidro y otras 7.000 personas aguardan la solidaridad ajena. Y un trasplante que salve sus vidas.
2
Isidro es un niño tandilense. Su madre dice que le encanta jugar, andar de un lado al otro, que es muy enérgico. Isidro está internado en el Hospital Italiano. Es, como decíamos, una espera compleja, dura, incierta.
El caso de los trasplantes pediátricos es aún más complejo que el de los trasplantes para adultos: la Ley Justina aplica a mayores de 18 años, mientras que en el caso de menores de edad son los tutores de estos quienes definen el destino de sus órganos.
Mientras atraviesan esta dura etapa, Laura y Sebastián, su mamá y su papá, crearon una cuenta de Instagram desde la cual no solo buscan difundir la urgencia de su hijo, sino también difundir el mensaje de donación de órganos.
Famosos de distintos ámbitos (el deporte, la cultura, los medios) se suman a través de esta cuenta a multiplicar esta poderosa verdad: “donar órganos salva vidas”. Y recordar que “los órganos no van al cielo”.
Y el impacto de esta campaña es maravilloso: en una semana, la cantidad de personas que se inscriben como donantes cada día pasó de 290 a 2.200. 👏👏👏
Te invito a seguir @uncorazonparaisi en Instagram. Y ayudar a difundir el mensaje.
3
Algunos datos sobre la donación de órganos.
- Por cada donante se pueden realizar siete trasplantes. Es decir, se pueden salvar hasta siete vidas humanas.
- El año pasado se realizaron en Argentina, según datos del INCUCAI, 3.181 trasplantes: 1.789 de órganos y 1.392 de córneas.
- Los trasplantes fueron posibles gracias a 1.004 procesos de donación, 629 procesos de donación de órganos y 375 de córneas.
- El 2021 fue el tercer año con más trasplantes de órganos provenientes de donantes fallecidos.
- La tasa de donantes de órganos por millón de habitantes a nivel nacional en 2021 fue de 13,7; cuatro puntos más que la alcanzada en 2020.
- Aunque la pandemia fue un gran desafío para sostener los trasplantes, el trabajo conjunto de la Sociedad Argentina de Trasplante, la Sociedad Argentina de Infectología y el INCUCAI permitió que no se frenara esta práctica maravillosa.
4
Para cerrar con el tema trasplantes, te dejo dos materiales para reflexionar desde otro lugar: dos cuentos. Se trata de cuentos ganadores de un concurso organizado por el INCUCAI para promover, desde las escuelas, el mensaje de la donación de órganos.
En este link podés descargar Figurita difícil, de Matías Nicolás Pi (ganador de la categoría infantil) y Cuestión de Sponsors, de María Andrea González (ganador de la categoría juvenil). Los textos cuentan con propuestas para docentes y estudiantes que invitan a la reflexión. Reflexión que podemos tener también en nuestras casas, seamos o no estudiantes.
Una forma diferente para seguir aprendiendo y generando conciencia sobre la donación.
5
Una de las cosas de las cuales estamos convencidos en RED/ACCIÓN es del poder de juntarnos, de hacer comunidad, de compartirnos información relevante y trabajar en red para darnos una mano. A propósito de esto, la semana pasada nos escribió Celina, una de las suscriptoras de OXÍGENO, para contarnos sobre un proyecto que queremos destacar.
Se trata de Gráfica Artesanal, un proyecto social y cultural en el cual trabajan mujeres en situación de vulnerabilidad y personas con discapacidad, quienes producen platos, cuadernos y libros artesanales.
Quien lidera este emprendimiento, que ya tiene 15 años, es Francisco Paco Siquot, un hombre que a raíz de un accidente automovilístico sufrió una lesión medular que lo dejó en silla de ruedas. Y que encontró en este proyecto una forma de ayudar a otras personas mediante sus conocimientos. Ahora Francisco necesita una mano: está en busca de un lugar para mudarse y desarrollar su obra artística en favor de otras personas. Si sabés de alguna casa para alquilar en la ciudad de Buenos Aires o la Zona Norte del conurbano, podés escribirle por WhatsApp.
6
Para despedirnos por esta semana, un videoclip. Uno en el cual se presenta una banda de jóvenes, llamada Los Bonette. No se trata de un videoclip o una banda más: es la banda de Las Ilusiones, la compañía de arte inclusiva, que mediante distintos talleres y puestas en escena busca unir arte y discapacidad.
Mediante una beca del Fondo Nacional de las Artes, la banda de Las Ilusiones filmó cuatro videos. Acá podés ver el primero de ellos.
“Esperamos que a la gente les guste y podamos trascender más allá de Las Ilusiones; que estas canciones comiencen a circular por diferentes espacios y que eso nos de oportunidades de shows, de más grabaciones en el futuro y que el mensaje de Los Bonette siga esparciéndose: que todos podemos hacer música, que no haya diferencias”, dijo Gabo, vocalista de la banda.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mando un gran abrazo.
Juan