Es la pregunta a la que busca dar respuesta una encuesta realizada por la Universidad de Yale y Facebook a usuarios de 31 países, incluyendo los latinoamericanos Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y México. Un análisis de sus hallazgos más destacados y una conversación con uno de sus investigadores.
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Opinión Pública Internacional sobre Cambio Climático. Éste es el título (o en su versión en inglés International Public Opinion on Climate Change) del reporte publicado esta semana por el Programa de Yale sobre la Comunicación en Cambio Climático. En un trabajo conjunto con Facebook, realizó una encuesta global del 17 de febrero al 3 de marzo de este año 76.328 usuarios de la red social de 31 países y territorios alrededor del mundo, con un objetivo: conocer e investigar el conocimiento, las actitudes, las percepciones, las preferencias de políticas y el comportamiento del público en cuestión respecto del cambio climático.
El sondeo incluyó a personas de los países latinoamericanos Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y México. Conozcamos algunos de sus hallazgos más destacados, a través de mi lupa sobre el reporte.
- ¿Cuánto sabes sobre cambio climático? Más allá de los buenos resultados en algunos países respecto de su conocimiento mayor o moderado sobre el cambio climático, me preocupa que aún haya personas que conozcan muy poco sobre el problema o que, incluso, nunca hayan escuchado sobre él. Nigeria, Malasia, Egipto y Arabia Saudita son los países con las cifras más elevadas en esta última categoría: nunca haber escuchado sobre cambio climático. Eso me lleva al siguiente punto.
- ¿Necesitas información sobre el cambio climático? Sí. La mayoría de los encuestados en los 31 países coincidieron en que necesitan mucha o algo de información sobre el problema. Un resultado de utilidad o alerta para los medios de comunicación. Interesante ver que quienes lideran el no necesitar más información climática han sido los usuarios de Estados Unidos (segundo país más emisor de gases de efecto invernadero), Australia (con un primer ministro negacionista) y Reino Unido (que preside la próxima COP26).
- ¿Cuán preocupado estás por el cambio climático? Los latinoamericanos lideran una gran preocupación por el cambio climático, más precisamente los encuestados de -en orden- Costa Rica, México, Colombia, Brasil y Argentina. La falta de conocimiento sobre cambio climático en Egipto, Nigeria y Arabia Saudita se hace notar en una menor preocupación sobre el tema. Pero, ¿qué ocurre a nivel individual?
- ¿Cuánto daño nos hará el cambio climático? No caben dudas dudas de que el cambio climático está ocurriendo. No caben dudas de que el cambio climático afectará a las futuras generaciones. Ambas conclusiones se confirman con un resultado mayoritario en la encuesta. Pero cuando esa ocurrencia y daño se traducen a uno, como individuo, el consenso no es mayoritario. De nuevo, los encuestados de los países latinoamericanos -en su evidente preocupación- son los que consideran que el cambio climático los afectará en mayor medida; en contraposición con Estados Unidos, donde una de cada cinco personas encuestadas considera que el cambio climático no la impactará.
- ¿Qué esperamos de los gobiernos? Los países latinoamericanos participantes de la encuesta -junto con España- son los que más consideran que el cambio climático debe ser una prioridad de sus gobiernos y, en líneas generales, se ve a nivel internacional un apoyo de las personas al Acuerdo de París. Los encuestados de Colombia y Brazil lideran en la necesidad de que sus gobiernos hagan mucho más ante el cambio climático. Brasil recordemos bajo el mandato de Jair Bolsonaro y una política ambiental algo así como anti-ambiental.
Mientras que la mayoría de los usuarios consideran que los gobiernos deben apoyar mucho más la promoción de las energías renovables para la transición energética -con Brasil, España, Costa Rica y Argentina liderando-, ese consenso no se ve con tanta claridad a la hora de dejar de apoyar a los combustibles fósiles. La mayoría de 20 de los 31 países consultados, dijeron que sus gobiernos debieran usar menos o mucho menos de lo que hacen en la actualidad.
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El sondeo, en conversación con uno de sus investigadores. Más allá de las barras de colores, los porcentajes, las comparativas entre países, siempre me parece interesante profundizar en las investigaciones con sus protagonistas. Por ello es que conversé con Anthony Leiserowitz, investigador principal del reporte que dejó la encuesta global y fundador y director del Programa de Yale sobre Comunicación en Cambio Climático (Yale Program on Climate Change Communication).
- ¿Cuáles considera fueron los principales hallazgos de la investigación? Uno de los principales resultados es que todavía hay muchas personas en todo el mundo, especialmente en el mundo en desarrollo, que nunca han oído hablar del cambio climático, saben poco o nada al respecto. Eso no significa que no estén al tanto de los cambios en sus climas locales, lo están. Pero lo que les falta es el concepto de cambio climático para darles sentido y, lo que es más importante, les falta el concepto para informar sus decisiones futuras. La segunda gran conclusión es que las personas en el mundo desarrollado no perciben al cambio climático como un gran riesgo. Son conscientes de él, pero aún lo consideran distante, en el tiempo (futuras generaciones) y en el espacio (le afectará al oso polar).
No obstante, hay un apoyo abrumador para que los gobiernos tomen medidas. En todas partes, la gente quiere más energía limpia en el futuro, apoyan a los gobiernos para que tomen más medidas, consideran que debería ser una prioridad. Pero lo que falta es una demanda pública para actuar. No es porque la mayoría del público comience a marchar por las calles. Es un pequeño grupo de personas que sienten tanta pasión por el tema que deciden alzar la voz, convertirse en ciudadanos activos y organizarse, unirse a grupos y exigir acciones políticos y los líderes empresariales. Esa es la última pregunta de la encuesta sobre si se unirían a una campaña ciudadana para exigir acción y descubrimos que hay cientos de personas en el mundo dispuestas a hacerlo, pero nunca han sido invitadas a ello.
- En el reporte se puede ver que los consultados necesitan mucha información. Al mismo tiempo, mientras están muy seguros de cómo el cambio climático impactará en las futuras generaciones, no lo están sobre el impacto a ellos como individuos. Obvio que se necesita generar más cantidad de información, ¿el desafío está en la calidad de la información que les llega? Creo que es una cuestión de cantidad y calidad. Me centraré en la cantidad. La calidad es muy importante. Lo que decimos, cuáles son los mensajes, cómo lo hacemos, son muy importantes. Lo que a menudo se pasa por alto es que, como vemos hoy, hay miles de historias sobre la ola de calor, pero no mencionan al cambio climático. Estudio el cambio climático todos los días, probablemente tú veas muchas historias sobre el cambio climático, pero eso no refleja la experiencia promedio de los argentinos o estadounidenses. Nunca o casi nunca se enteran de ello. Vemos eso en Estados Unidos: la gran mayoría de las personas dicen que escuchan sobre esto una vez al mes o con menos frecuencia.
Si una persona no se entera, literalmente pierde el problema de vista y de la mente. Por eso una de nuestras mayores recomendaciones es que uno de los primeros pasos de cada país o de cualquier sociedad o de cada comunidad es hablar de ello. No es que una charla sustituya a la acción. Por supuesto que no. Pero hablar del cambio climático es una condición previa necesaria para la acción. Porque si nadie habla de ello, entonces qué importante puede ser. Todos hablamos de los temas que nuestros países consideran importantes, como la actual pandemia. La calidad de la comunicación dependerá totalmente de la audiencia a la que se quiera llegar y hay diferentes públicos en cada país con los que hablar.
- ¿Por qué es importante conocer la opinión de las personas sobre el cambio climático? La mayor fuente de incertidumbre en la proyección futura de qué tan mal se pondrá el cambio climático no es en realidad la incertidumbre sobre la ciencia. Todavía hay elementos en los que la ciencia está trabajando: ¿Qué pasará con el permafrost? ¿Qué pasará con los glaciares y el hielo de todo el mundo? Todas preguntas muy importantes, pero ninguna de ellas es tan importante como la mayor fuente de incertidumbre, que es el comportamiento humano. ¿Qué elegiremos hacer? ¿Realmente tomaremos las medidas necesarias para mantener el sistema climático?
Porque lo importante que debemos recordar es que, aunque conocemos el cambio climático y a menudo hablamos de él como un problema de las ciencias naturales, en realidad es un problema humano, es un problema de la ciencia del comportamiento humano. Porque la única razón por la que tenemos el cambio climático son las decisiones y acciones humanas. La causa del cambio climático son los seres humanos y, por tanto, las soluciones del cambio climático son también los seres humanos. Como especie, estamos teniendo un impacto profundo en el planeta. Cualquier elección individual parece pequeña, y lo es en cierto punto, pero se va sumando a la escala comunitaria, nacional y global.
- Podés acceder al reporte de conclusiones (en Inglés) aquí.
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Un pantallazo de la opinión en Instagram. En la previa a PLANETA, me atreví -con todas las fallas y ausencias de rigor científico- a reproducir algunos de los interrogantes de la encuesta global en una mini-encuesta a mis seguidores de Instagram que son, en su mayoría, lectores de la newsletter. Creo que, en línea con los resultados globales y la conversación con Anthony, se puede observar que aún la gente "sabe un poco sobre cambio climático" y necesita "mucha información" sobre él. De igual manera, hay mucho más consenso respecto del impacto que el cambio climático tendrá en futuras generaciones, pero aún se nota que las personas no lo relacionan como algo que ellas mismas experimentarán o ya están experimentando.
Mucho por hacer aún. Mucho por seguir comunicando.
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Lo que la ola de calor en Canadá y Estados Unidos nos está mostrando (de nuevo). El calor se hace sentir al norte del continente americano. Las temperaturas máximas han batido récords históricos en algunos puntos de Canadá: ayer Lytton alcanzó los 49.6ºC. En British Columbia, algunas escuelas permanecieron cerradas. En Oregon (EE.UU.) un centro de convenciones se transformó en un espacio de "refrigeración" (imagen) tanto para personas como para sus mascotas. Pero he aquí el dato que más nos debiera importar: desde el viernes a la fecha, se empiezan a contar en más de 100 las víctimas fatales, según distintos reportes de medios locales, sólo en British Columbia.
El cambio climático intensifica las olas de calor, haciendo que sus temperaturas máximas sean cada vez más elevadas y que incluso el evento se prolongue por más tiempo. Como expone el científico climático Nikos Christidis del Servicio Meteorológico de Reino Unido (Met Office): "Sin el cambio climático inducido por el hombre, hubiera sido casi imposible alcanzar estas temperaturas medias récord de junio en el oeste de los Estados Unidos, ya que las posibilidades de que ocurra de forma natural son una vez cada decenas de miles de años".
La acción climática no es sólo reducir las emisiones para lograr disminuir estos impactos, sino también -en igualdad de relevancia- adaptarnos a los efectos ya existentes del cambio climático. Es decir, que haya políticas de preparación en infraestructura, en cuidados, en salud, incluso en información para evitar, por ejemplo, que una persona mayor quede expuesta a un aire cálido insoportable o un agricultor sea sometido a trabajar totalmente expuesto al sol, para evitar víctimas fatales.
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En agenda: the road to COP26. La incertidumbre de la semana pasada sobre cómo sería la participación en la conferencia climática anual empezó a encontrar las respuestas que no tuvimos en la conferencia de prensa. Ya acreditada, puedo decir que el camino a la COP26 -PRESENCIAL en Glasgow, Reino Unido- empieza a ser un hecho. Ayer se abrieron las solicitudes de acreditación para la prensa y sociedad civil, con la importante aclaración que, para aquellos que no podamos ser vacunados de forma completa en nuestros países previo a la conferencia (hablo en plural porque aún mi juventud -jeje- me deja afuera de la vacunación en mi ciudad), recibiremos la posibilidad de vacunación como parte de un programa especial de la presidencia de la COP26 de Reino Unido y Naciones Unidas.
Desde sus inicios, RED/ACCIÓN cubrió las negociaciones climáticas, con mis reportajes desde Katowice, Polonia en 2018 y Madrid, España en 2019, mas las instancias intermedias y otros eventos de la agenda internacional. Así que, en estos cuatro meses faltantes para la COP26, nos preparemos para hacer el mejor trabajo dentro del marco de todas las condiciones que nos exija y permita la pandemia. No afirmo ni niego que ayer miré con mucho cariño la valija... 18 meses sin coberturas desde el exterior 🙂
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Ser sustentables: y hablar sobre el cambio climático. Si las personas necesitan más información sobre el cambio climático, entonces no puedo hacer más que compartirles -de nuevo- esta guía que recientemente preparamos en RED/ACCIÓN con los interrogantes centrales para comprender el gran desafío de nuestro siglo. Te invito a que leas la guía, sus respuestas y nos compartas qué pregunta consideras debemos añadir. Sumarte a la conversación es clave! Puedes acceder a la guía aquí.
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Me despido con esta imagen que, en el caos del cosmos digital, encontré y que me recuerda -en la pre-pandemia- trabajando en equipo con otros jóvenes para mejorar la comunicación de los temas de nuestra principal preocupación, entre ellos el cambio climático. Me quedará resonando mucho la frase de Anthony "hablar del cambio climático es una condición previa necesaria para la acción". Así que sigamos hablando en PLANETA, piensa con quién puedes hablar a partir de esta edición o compártenla en la redes para generar conversación.
¡Hasta el próximo miércoles!
Tais