Los jóvenes en China están acudiendo cada vez más a los templos. Según los datos publicados por la plataforma de viajes Qunar, el número de visitantes a los lugares religiosos aumentó un 367% en los primeros tres meses de este año, en comparación con el mismo período de 2022. Gran parte se debe a la post pandemia y a la supresión de la política cero Covid, pero los millennials y la Generación Z también son parte de una generación que enfrenta niveles récord de desempleo. En una economía sombría, muchos esperan la intervención divina, describe The Guardian.
No obstante, no es el primer síntoma del problema en la sociedad china. En abril del año pasado se presentó en el foro Baidu Tieba una filosofía llamada Lying flatism o “recostarse significa justicia” (en chino, 躺平即是正义). Se trata de un movimiento contra el consumismo en el que los individuos no persiguen metas personales, rechazan las propuestas laborales, se desconectan de las relaciones románticas, niegan la compra de una casa o un automóvil y renuncian al matrimonio y a los hijos.
El manifiesto fue publicado en la red social por un usuario que llevaba dos años de desempleo. Según argumentó, es posible deseable encontrar la independencia en la resignación. “Puedo ser como Diógenes, que duerme en su propio barril tomando el sol”, dijo en la publicación que luego fue eliminada.
En lugar de trabajar duro para luchar por una vida mejor, los adherentes solo desean concentrarse en sus sentimientos y vivir en sus momentos actuales, explica un estudio en BMC Psychology. La clave: estos jóvenes creen que sus esfuerzos personales ya no son efectivos para mejorar sus vidas debido a factores estructurales y sociales, explica PsyPost.
"¿Quieres que me levante? Eso no es posible en esta vida", dice la ilustración que circula desde 2021 en las redes sociales chinas.
Esta no es la primera vez que los jóvenes se rebelan contra la cultura de trabajo excesivo. En 2019, relata Brookings, miles de empleados tecnológicos lanzaron una campaña online llamada "996.ICU", es decir, una combinación de "cultura 996" (trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche 6 días por semana) y "unidad de cuidados intensivos" que hace referencia a casos de quienes debieron buscar tratamiento médico de emergencia para crisis de salud relacionadas al trabajo.
Los valores tradicionales siguen siendo muy importantes en China, como ser propietario de una casa y tener hijos. Pero los jóvenes de entre 20 y 30 años creen que nunca podrán alcanzar estas metas, por ejemplo aquellos que son hijos únicos (por la política anterior china de un sólo hijo) consideran que también tendrán que cuidar a sus padres ancianos por su cuenta.
Tal como señala la BBC, el fenómeno tiene nombre y justificaciones concretas en China, pero no es exclusivo de ese territorio. Tanto en Estados Unidos como en Europa se advierte que millones de trabajadores que se retiran, renuncian o se niegan a aceptar trabajos que consideran poco gratificantes.
Sucede que, argumenta Brookings, se ha vuelto virtualmente imposible defender los propios derechos e intereses, hacer valer las necesidades y deseos personales por encima de las grandiosas ambiciones de la Nación. “Lying flat” es una respuesta a esto, “pasiva y desesperada”.