¡Hola! Te doy la bienvenida a la nueva era de SIE7E PÁRRAFOS, que desde hoy voy a firmar, intentando reemplazar de la mejor manera a la gran Florencia Ure.
A modo de presentación: escribo con una lapicera Lamy sobre libretas Muji y Zkysky, hago e hice periodismo de muchísimas maneras, el año pasado publiqué el libro Camino al Este y ahora empecé a leerle a mi hijo libritos de títulos como Luces y colores de la ciudad o Música en el jardín. A mis 12 años le pedí un autógrafo a Bioy Casares y otro al tenista Boris Becker; y el último gran personaje que entrevisté, por ahora, fue Andrey Obsholov, un chamán siberiano. ¿Conclusión? Lo vivido, lo leído y lo escrito es todo un mismo magma de palabras.
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En el principio fue la palabra. Me parece que la mejor manera de iniciar la nueva etapa de esta newsletter es, justamente, pensando en lo que significa un comienzo. Me refiero a la narración, a contar una historia: ¿cómo empezar? ¿Cuál es la mejor manera de encontrar esa primera oración que rompa con el terror a la hoja en blanco? Hemingway dijo: “Comienza siempre con una oración corta”. Y Horacio Quiroga: “No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra a dónde vas”.
- Está claro que el comienzo de una historia es quizás su parte más importante… o es tan importante como su parte más importante. Regalar el comienzo, ponerlo ahí con una ráfaga de teclado en vez de escribirlo muy cuidadosamente, es perder lectores. Y cualquiera que escribe quiere ser leído. Así que mejor no empezar una historia con lo primero que se nos viene a la cabeza, sino con lo tercero o lo cuarto.
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Tres lecciones. Santiago Llach es uno de los talleristas más conocidos de Buenos Aires. Además organiza el Mundial de Escritura y el club de lectura Pez Banana (con Florencia Ure, sí).
“Creo que hay distintas posibilidades para un buen inicio”, dice. “Una es dar una sentencia recordable y paradójica, como hace Dickens en Historia de dos ciudades: ‘Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos…’. O Tolstoi en Ana Karenina: ‘Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera’”.
Sigue: “Otra es la de Cien años de soledad, que empieza así: ‘Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo’. García Márquez da una información sobre algo que vendrá mucho más tarde y contrapone dos elementos bien distintos: la infancia y la muerte”.
Llach dice que también funciona empezar en la mitad de la historia. “Cuando empezás a leer, ya estás en el medio del cuento”.
- Eso me hizo acordar a una fórmula poderosa del pop: iniciar una canción con el estribillo. No falla. La escuchás en un hit de Chumbawamba, “Tubthumping”, que muy posiblemente no reconozcas por su título pero sí por su música.
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Dar con lo necesario. De Leila Guerriero podemos leer muy buenos comienzos en sus libros, en sus columnas de El País y en sus crónicas (y también es ella una muy requerida editora y tallerista). “Quizás diga una perogrullada, pero creo que un buen inicio podría definirse por la idea ‘necesidad’”, señala.
“Debe ser necesario, no un adorno o la demostración de los malabares narrativos que un periodista puede lograr. Un fragmento del texto que plante, sin arbitrariedades y con información tomada en la etapa del reporteo, algo así como el clima, el tono general de la historia. El inicio es una especie de semilla que a lo largo del texto va a expandirse y a complejizarse”.
Dice que ella no usa recetas. “El esfuerzo –pensar en el mejor inicio posible, y no detenerse hasta lograrlo– es la única metodología que a mí me funciona”.
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Tropa de elite. Salgamos de la literatura un momento. Esta película del brasilero José Padilha cuenta la historia violenta de un capitán del BOPE (Batalhão de Operações Policiais Especiais), la fuerza que actúa en las favelas.
El comienzo muestra a dos aspirantes del Batallón metiéndose en problemas. El clima es tan real (un baile de funk, los pasillos con escaleras de la favela, la polvareda, el roce de cuerpos, las armas exhibidas) y el peligro es tan inminente que es difícil no engancharse. ¡Dale play a la imagen de arriba!
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Comments. Preguntamos en Facebook, en Twitter y en nuestra home qué comienzos eran los favoritos de nuestros lectores y amigos. ¡Hubo más de 60 respuestas!
“El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo”: el comienzo de Crónica de una muerte anunciada fue el más mencionado.
Luego, este: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”. Pedro Páramo, de Juan Rulfo.
En fin, gracias 🙂 han dejado en ese post muy buenos inicios.
- Si querés contarme tus inicios favoritos, escribime.
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Tres preguntas a @almendrada.books. Almendra Veiga tiene 18 años y más de 164 K de seguidores en su perfil de TikTok, donde comenta libros, y otros 10 K en YouTube. Empezó en julio de este año. “Desde hacía mucho tiempo tenía ganas de hacerme un canal de libros”, cuenta, “pero me daba mucha vergüenza y sentía que no me iba a ver nadie. Hasta que en una hice un clic y dije: ya fue, la vida es una”. Bien dicho.
- ¿Qué tiene que tener un libro para atraparte desde el comienzo?
Creo que puede depender de dos factores. Primero, que el libro empiece con una situación muy picante al principio: una persecución, una batalla o alguna situación límite (un ejemplo es El psicoanalista, que después de leer las cinco primeras páginas te explota la cabeza unas 20 veces). Segundo, saber de antemano sobre qué va el libro y estar muy muy manija de leerlo (y un gran ejemplo es Battle Royale que, cuando supe sobre qué iba la trama, quedé totalmente atrapada y no pude parar de leerlo).
- ¿Mejor leer en papel o en ebook?
Tengo un amor incondicional hacia los libros en papel, por lo que siempre los voy a preferir antes que al ebook, pero es verdad que es mil veces más cómodo leer digitalmente.
- ¿Qué fue lo mejor que leíste últimamente?
El mes pasado leí uno de mis libros favoritos de toda la vida y es Reino de ladrones, el segundo libro de Seis de cuervos. ¡Me la pasé llorando mientras lo leía porque no quería que se terminara! Otros libros que leí este mes y me encantaron son Canción de hielo y fuego y Los siete maridos de Evelyn Hugo.
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Posdata: Carrère. Acaba de lanzar en Francia su nuevo libro, Yoga, y aunque yo no tenía pensado hablar hoy de él, el fin de semana leí el comienzo en una nota y flasheé (es uno de mis autores favoritos):
“Puesto que hay que empezar en alguna parte el relato de estos cuatro años en los que intenté escribir un librito sonriente y sutil sobre el yoga, afronté cosas tan poco sonrientes y sutiles como el terrorismo yihadista y la crisis de los refugiados, me hundí en una depresión melancólica que me llevó a estar internado cuatro meses en el hospital de Sainte-Anne, y finalmente perdí a mi editor que, por primera vez en 35 años, no leerá un libro que he escrito...”.
Así es un comienzo que te captura.
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